Hola mundo, un placer, bueno antes que nada quiero aclarar que, este fanfic es más que nada un proyecto el cual solo continuare si es que les gusta, ya que es lo primero que escribo de MLP y me gustaría conocer sus opiniones, en fin.
My Little pony no me pertenece, solo la historia y los OCs que aparecerán en ella.
Equestria, una bella tierra en la que la paz perdura y la armonía reina ante todo, cosa de todos los días y que sus habitantes siempre agradecían. En si esa era la tierra más perfecta de toda la existencia, la cual era observada con orgullo desde lo alto, fuera del plano terrenal.
La cámara sagrada, el lugar en donde los dioses observaban sus respectivos mundos, en este lugar se podía ver a una alicornio, alta de pelaje blanco, crin y cola color dorado que ondulaban como una nebulosa, bellos ojos azules y cutie mark de una luna dentro de un sol. Esta observaba la tierra que creo con orgullo, pues era lo que ella consideraba perfecto. Pero el orgullo que sentía se esfumo al escuchar un estruendoso grito resonar en la cámara.
—¡LAYA!—resonó su nombre pronunciado con ira, provocando que la diosa voltease a ver con miedo al responsable de tal grito.
Ese era un alicornio macho, de pelaje tan negro que parecía ser la nada misma, sus ojos completamente blancos, su crin y cola eran formadas por flamas azules que ardían fuertemente y se propagaban en el aire, su cutie mark era de reloj de arena con un cráneo encima y un símbolo de infinito por detrás, realmente intimidante.
—Laya, ¡exijo que me expliques que es lo que pasa aquí!—bramo el alicornio negro con notable ira mientras la observaba a ella y al mundo que ella resguardaba.
—lo-lo siento en verdad Alpha y-yo…—no era capaz de sostener la palabra con el dios frente a ella.
—Nada, tu nada Laya, te había dicho ya que tu preciado mundo no puede ser así, demasiada paz y esa tranquilidad son peligrosos para el orden natural, TIENE QUE HABER CAOS—le exigía el llamado Alpha.
—P-pero si lo hay, esta mi señor del caos y los…—fue rápidamente interrumpida.
—Tu torpe señor del caos ya no es lo que era, no es el caos que debiera de ser, y esos tres humanos que te permití traer debían sembrar caos, no evitarlo Laya—decía realmente molesto—Admítelo, tu mundo es demasiado perfecto, si sigue así terminara por auto destruirse debido al desbalance natural—le argumento.
—P-pero Alpha, yo no quiero que el mundo que cree sea destruido, mis hijas habitan ese mundo, por favor ayúdame a evitarlo—pedía ella. El macho tan solo la miro con el ceño fruncido, para después suspirar para calmarse un poco, pero a un permanecía irritado,
—Mira Laya, yo no puedo salvar tu mundo ¿comprendes? Si quieres salvarlo, tienes que estar dispuesta a sacrificar toda esa paz y armonía que tiene—dijo el con severidad, ella solo bajo su mirada y asintió—Muy bien, esos humanos que trajiste, sé que los escogiste para que protejan tu tierra, no para sembrar caos… Ahora yo escogeré a uno que no se doblegue ante ese mundo—le aseguro con firmeza, ella lo miro intrigada—Para que tu mundo sobreviva, yo traeré a un humano que le de caos Laya, pero no los estúpidos juegos del señor del caos en tu mundo, sino verdadero caos, ¿entendido?—cuestiono.
—por mi mundo y mis hijas, si—contesto con pesar.
—Que así sea entonces—se retiró de la cámara sagrada, dejando a la alcornio pensando en el drástico cambio que tendría su mundo.
Mientras, los pasos de Alpha resonaron en los pasillos de la cámara sagrada mientras se dirigía a otra habitación, al llegar rápidamente se aproximó a un estanque en el centro de la misma, cuando asomo su mirada, en el estanque apareció la imagen de un mundo completamente habitado por humanos.
Estuvo horas buscando en ese mundo, buscando al indicado para llevar caos a Equestria, desde los rincones más oscuros de la tierra hasta los más peligrosos, alguien que estuviese lo suficientemente demente para provocar miedo, pero también con una voluntad suficientemente fuerte para no caer ante la enorme tentación de la paz de ese lugar, necesitaba ser alguien que no la necesitara.
Por fin lo había encontrado.
En el mundo humano, había un lugar completamente apartado de todo, un gran edificio blanco, completamente rejado, grandes ventanas de cristal que reflejaban la luz de la luna durante esa noche, y en la parte superior del edificio se encontraban unas letras grandes que escribían "Hospital psiquiátrico-penitenciario" (1)
En el interior de ese lugar se hallaban barias habitaciones cerradas con puertas de acero, en una de esas habitaciones se encontraba un joven, pelo negro que cubría sus ojos y llegaba hasta debajo de los hombros, era de complexión entre normal y ligeramente musculoso, de piel ligeramente morena, se encontraba sentado en el suelo de la habitación completamente acolchada, usando una máscara-bozal y una camisa de fuerza que estaba sujeta a unas cuerdas que lo mantenían sentado de espalda a la pared.
Dicho humano se encontraba entonando una extraña canción, la cual con solo oírla haría estremecer a cualquiera. (2) su canción duro apenas unos minutos, y al terminarla, se comenzó a reír maniáticamente, para después quedar completamente dormido.
Eso era todo lo que Alpha necesitaba, no más, no menos, ahora era solo cuestión de preparar el cambio de dimensión, ya el resto dependería del humano.
Pues, espero y les allá gustado, por favor me gustaría que comenten con sinceridad que les parece, si les gusta lo seguiré escribiendo, si no, pues repensare la historia y escribiré otra mejor, bueno amigos, gracias por leer
1 -Es como una prisión, pero solo para trastornados peligrosos.
2- La canción si quieren oírla es "Hide and seek"
