Este fic ha sido creado para el reto especial "Primero de Septiembre" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black"
Son 350 palabras sin contar el título.
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Dragones
Creo que soy el único en toda la historia de Hogwarts que a mitad del viaje en el Expreso que lleva al castillo se ha quedado dormido. Pero yo soy así, diferente. Y lo sé cuando miro a los demás niños asustadizos a mi alrededor y me doy cuenta de que yo estoy tranquilo, de que no temo al Sombrero ni a la Casa a la que voy a ir.
Me dedico a mirar entusiasmado lo que me rodea, las numerosas velas, el techo transparente, las grandes mesas y mi mirada se encuentra con la de mi hermano que me sonríe alentándome, aunque sabe que no estoy asustado.
De repente, oigo como mi nombre resuena por todo el Gran Comedor y me doy cuenta de que tan sólo quedo yo y otro niño que mira asustado como avanzo hasta el Sombrero, seguramente porque entonces se queda solo.
Me siento en el taburete y dejo que la profesora McGonagall me ponga el Sombrero en la cabeza y que este me tape los ojos. Entonces, oigo una voz en mi oído, o quizás en mi cabeza. Me pregunta por un momento si me he vuelto loco.
-No estás loco, Charlie Weasley –dice la voz-. Mmm… veamos, ¿dónde te pondré? O mejor, ¿qué quieres tú?
En ese momento, recuerdo como hace algunos días mi padre me llevó a una exhibición de dragones, recuerdo el calor del fuego y la adrenalina. Y pienso:
-Yo quiero criar dragones.
-¿Dragones? Es algo peligroso, ¿eso quieres?
-Me gusta la adrenalina del peligro –digo desafiante.
-Qué pena, hubieras podido ser un buen Hufflepuff, pero tienes agallas, Charlie Weasley- se queda unos momentos en silencio y casi doy un bote cuando oigo al Sombrero gritar:- ¡GRYFFINDOR!
Me quito el sombrero de la cabeza y corro a mi mesa, me siento al lado de mi hermano Bill que me felicita sonriéndome, y yo sonrío, pero en ese momento, recuerdo lo que le he dicho al Sombrero: Quiero criar dragones.
Esta noche, en la calidez de mi cama, sueño con dragones y siento el peligro.
Y me encanta como se siente.
