Mi segundo fanfic que emoción. espero que les guste.

Advertencia: Inazuma eleven no me pertenece solo uno que otro personaje agregado en la historia.

Ademas es la historia contiene Yaoi pero no hay ninguna escena sexual solo romántica.

Dejo esto para los que no les guste el Yaoi no es necesrio que lo lean. Sin mas disfruten y no se olviden de comentar.

Enfermedades y apariciones

En un mundo perfecto la gente aceptaría las diferencias, que no todos somos iguales, no todos tenemos la misma piel, nacionalidad, edad, estatura o gustos sexuales. Desafortunadamente este no era un mundo perfecto. Las personas miraban a los homosexuales con desprecio y crueldad, era como si el gustar de alguien de tu mismo sexo trazara una delgada pero poderosa linea entre los que lo eran y los que no. ¿Pero que importaba eso si estabas al lado de la persona que amabas? al menos eso era lo que la mayoría de los del equipo le decían al Kirino.

Para desagrado de muchas chicas enamoradas en el equipo de Raimon había varias parejas entre los mismos jugadores: Tsurugi y Tenma, Kurama y Minamisawa, Hamano y Hayami, Kariya y Kageyama etc.. Sin embargo cierto pelirosa no era capaz de confesar sus sentimientos al joven pianista y excapitan del equipo Shindou Takuto, su amor platónico desde que tenia la menos diez años. Era algo tan obvio que todos en el equipo ya lo sabían excepto el mismísimo Shindou que no se fijaba mucho en esas cosas ya que para el no tenían mucha importancia al menos no por ahora.

Ya en varias ocasiones los integrantes del equipo habían tratado de animar a Kirino para que se confesara, pero tenia miedo, no quería perder la amistad que tenia con el, no quería perderle, habían sido amigos desde que tenia memoria, y ¿si lo rechazaba?, y ¿si Shindou no sentía nada por el?, que haría verlo todos los días a distancia, mientras se moría por dentro. No eso jamas lo haría, prefería mil y un veces que lo considerara su amigo en el que podía confiar a un compañero que estaba enamorado obsesivamente de el.

Un dia de entrenamiento Shindou cayo inconsiente en el campo, fue necesario llevarlo al hospital. Se creía que era la misma enfermedad que habia padecido unpartido antes de la final del Holy Road, pero desafortunadamente no lo era, era algo mucho mas grave, era posible que Takuto muriera o peor que nunca pudiera volver a jugar soccer en su vida.

Kirino sintio panico, no podia vivir en un mundo sin el, era necesario, no queria imaginarse una realidad en la que Shindou Takuto fuera solo un fantasma de su pasado. Tenia que hacer algo, no, DEBIA hacer algo, pero ¿que? ¿como podia salvar a su mejor amigo y amor de su vida?.

Esa misma noche Kirino pidio permiso a su mama, para quedarse con Shindou en el hospital, queria acompañarlo en sus ultimos dias o quizas sus ultimas horas, estaba destrozado, no queria perderlo, no lo resistiria. Se encontraba al lado de la cama, sostenia con fuerza la mano del joven pianista como si su vida dependiera de ello, de sus ojos salian gruesas lagrimas y no dejaba de pedir por la vida de su compañero.

Derrepente, Ranmru escucho algo, unos pasos, sentia como si se acercaran cada vez mas. "Que raro" penso Kirino "no habia escuchado abrir la puerta", volteo a mirar a todos lados. No habia nadie, pero sin previo aviso se escucho la risa de una niña.

- ¿Quien es?- susurro Kirino, estaba aterrado, y casi no podia hablar.

No hubo respuesta solo un risita y otra pregunta:

-¿Deseas salvarlo?

- Mas que a nada en este mundo- contesto el pelirosa y antes de que pudiera añadir algo mas, la voz hablo otra vez.

- Que tierno, asi me gusta joven enamorado, pero dime ¿que estas dispuesto a hacer por el?

- Cualquier cosa, no me importa lo que sea- se oyo una risa estridente en toda al habitacion- Pero dime ¿Quien eres?.