Antes de que me acribillen por algo que aun no hago xD
Un nuevo fic!
Originalmente era otra historia pero estaba lavandome los dientes y en mi cabeza dio otro giro y ta-chan. Esto tenemos :D

Advertencia: Contenido de OC, no Mary-Sue


LA RESONANCIA DEL ANGEL SIN ALAS

Julianne, encerrada desde los 2 años debido a sus alas, conoce a Rosselyn una niña bondadosa. Con el paso de los años se convierten en las técnico y arma más fuertes de su generación. Y ellas llegaron para quedarse, ayudando en Shibusen con lo que se pueda, conocen a un gracioso grupo de adolescentes. ¿Qué tan fuertes serán? ¿Te animarías a leer?


PROLOGO


–Nos matara
– ¿Crees que no lo es?
–Entonces entra tu, yo tengo esposa
–Yo no tengo nada…

Una figura masculina, robusta. Entro al calabozo donde estaba eso con temor dejo el plato de comida delante de eso. Le dirigió una rápida mirada, sus penetrantes ojos celestes lo miraban fijamente, con burla.

–Comete eso, demonio

Eso no hizo caso, continuo viéndolo fijamente. Una forma parecida a la de una sonrisa se poso en sus labios.

– ¡Que te lo comas, dije!

Una de las encadenadas manos de eso lo tomo del cuello, sin fuerza. Sonrió, una sonrisa de esas que cuando la vez… todos los vellos de tu cuerpo se erizan, en señal de advertencia. Eso no lo pensó mucho, aumento la fuerza de su mano encadenada. Destruyendo el cuello del robusto hombre. Una sonrisa escalofriante salió de sus labios, su rostro lleno de sangre y sus manos de forma igual.

–Lo que dio a luz la señora de la casa, es un monstruo.

El otro hombre, uno pequeño. Miro a eso y sudo frio. Eso empezó a desmembrar el cuerpo del robusto hombre. Esparciendo la sangre en todo el calabozo.

El pequeño hombre salió corriendo, pidiendo ayuda. "No, esto no podía seguir así" fue lo que pensó aquel hombre al salir de las mazmorras. "Debo renunciar" fue otro pensamiento.

Eso, no podía ser humano. A pesar de tener el aspecto de una niña de 5 años, a pesar de tener alas, a pesar de parecer una linda muñeca. Eso, no era nada más que un vil monstruo.

3 AÑOS ANTES

–Madre, hice esto para ti

Una niña de brillantes ojos celestes como su madre, un azabache cabello como su padre, la piel blanca de ambos. Se acercaba a su madre. La mujer de ojos celestes y cabello rubio sonrió para su hija. Miro las alas de su pequeña. Su hija, era un ángel. Lo sabía.

–Gracias, Julianne.
– ¿Te sentirás mejor así?

La pequeña, ajena al dolor y a la lenta muerte de su madre. La mujer rubia sonrió con nostalgia, sabía que era cuestión de tiempo antes de que amaneciera muerta y su marido encerrara a su pequeño ángel.

–Claro, Julianne.

Esa misma noche, beso en la frente a su pequeña de dos años y le dijo unas palabras que para la niña estarán marcadas en su mente.

–Debes ser fuerte, muy fuerte. Cuando te vayas de aquí, debes ir al Shibusen.

La pequeña, inocente. Solo sonrió y asintió.

A la mañana siguiente, la hermosa mujer rubia amaneció fría a la par de su marido. El hombre de cabello azabache y profundos ojos cafés se desplomo llorando a su lado. Sabedor de que la enfermedad de su esposa era culpa de su "hija" esa pequeña que era un fenómeno para sus ojos, una deshonra para su familia. Para el apellido Grayson.

–Tomen a la niña y enciérrenla en el calabozo más profundo de la mansión.

Fueron las turbias palabras del hombre de ojos cafés. La servidumbre, simplemente pudo asentir sintiendo pena por la pequeña. Ajeno a todo, su pequeña hija escucho todo escondida en un rincón del despacho de su padre. Debía ser fuerte.


Los días pasaron, se convirtieron en meses. Los meses pasaron, se convirtieron en años. Para la pequeña de 5 años, una eternidad.

Llego una familia a trabajar para los Grayson. Los Sibrian, una familia donde su cabello es anaranjado y rubio, donde los ojos que dominan son los verdes y grises.

Los Sibrian eran una familia de armas. Por razones del mal manejo del dinero, terminaron siendo servidumbre. Ocultando su naturaleza de armas.

Fueron los únicos a los que el Sr. Grayson les prohibió ir a las mazmorras.

Tenían una hija llamada Rosselyn. Una brillante y bondadosa niña de pelo anaranjado y tiernos ojos verdes de 6 años. La curiosidad de la pequeña pudo más que todo. Y fue a las mazmorras.

Y la vio, encadenada del cuello y manos. Con un opaco y descuidado cabello negro, con unos penetrantes y retadores ojos celestes. Estaba sucia. A Rosselyn sin importarle los riesgos, fue por agua, jabón y toallas para limpiarla.

–Hola

Rosselyn no tuvo respuesta. Mojo las toallas y limpio la cara de Julianne.

–Me llamo Rosselyn Sibrian.

Julianne, sorprendida por el acto que acaba de hacer solo pudo decir: –Julianne.

– ¿Por qué estás aquí, Julianne?
– ¿Por qué estás aquí, Rosselyn?

La de cabello anaranjado sonrió. –Nos prohibieron bajar, pero yo quise venir a ver. – noto el detalle de sus alas y le parecieron hermosas. –Tus alas… son hermosas–

–No lo son, son un asco. – contesto de forma grosera la de los ojos celestes. Rosselyn miro el cielo y se sobresalto
–Vendré mañana, mis padres me han de buscar. – recogió lo que trajo – Hasta mañana, Julianne.

Esa noche, Julianne o "eso" como la conocían la servidumbre, volvió a asesinar a otro hombre. Floto hasta ella una esfera azul. Frunció el ceño y la destruyo.

Las visitas de Rosselyn a Julianne eran seguidas, todos los días la pequeña de ojos verdes robaba dulces del pueblo o robaba comida de la cocina para dársela a su nueva amiga. Un gesto que, sin decir algo, Julianne apreciaba.

Incluso, Rosselyn llego a limpiar los restos de miembros que asesinaba Julianne.

El Sr. Grayson se entero por los padres de Rosselyn. El resto importancia, significaba que eso tenía una sirvienta personal. "¡Perfecto!" pensó, no debía pagarle a alguien para que limpiara.

Una noche, Rosselyn no pudo dormir. Sentía que algo pasaría, algo malo. Bajo y vio el despacho del Sr. Grayson abierto, sin hacer ruido se asomo.

–Mañana por la noche, la van a matar. Ya me tiene harto, si la niña de los Sibrian está con ella en ese momento también la matan y la tiran al rio.

Abrió los ojos y se asusto. No solo por ello, su amiga estaba en peligro. Debía hacer algo.


Como pudo, le robo las llaves de las cadenas de Julianne al vigilante de turno. Eso de robar por el pueblo le dio experiencia. Se acerco al calabozo de Julianne y entro. La niña de ojos celestes la miro con una ceja alzada.

– ¿A qué vienes a estas horas?
–Debes de irte– empezó a abrir las cadenas que a las que estaba sujeta. – escuche que tu padre quiere matarte mañana por la noche.

Una vez liberada, tomo la muñeca de Rosselyn. –Me voy, si vienes conmigo.
Dudo un momento y asintió. –Me voy contigo, iré a preparar unas cosas. Sal de aquí, te veo en el enorme árbol que veras al salir de las mazmorras.

Rosselyn subió lentamente las escaleras hasta su habitación. Escribió una carta para su madre, explicándole todo sin omitir detalle alguno. Diciéndole que se pondría en contacto una vez a salvo. Preparo ropa para ella, entro a la habitación de Julianne y tomo lo necesario de su amiga. Entro a la cocina y tomo todo lo que pudo en una mochila de su hermano. Llevaba tres mochilas, la suya, la de Julianne y la que tenia la comida.

Una vez afuera, miro a su amiga sentada viendo a la luna burlándose de ellas posiblemente.

–Antes quiero incendiar la casa– pidió Julianne pero Rosselyn negó.
–Mis padres están adentro, puedes vengarte otro día que las dos seamos fuertes.
– ¿Las dos? ¿Qué eres tú?
–Lamento no habértelo dicho antes. Soy un arma.

Su mano se transformo en una guadaña, sorprendiendo a Julianne.

–Debemos ir al Shibusen.
– ¿Por qué?
–Fue el último deseo de mi madre.

Y fue así, como las dos empezaron su largo trayecto al Shibusen.


Para las que no lo saben o lo ignoran xD
Mi otro pseudonimo es ese Julianne Grayson, en la historia que hacia no era Julianne era Helsebeth von Evans. Pero era de vampiros y toda la cosa...

Rosselyn originalmente es mi mejor amiga, Jocelyn. No mucha diferencia xD lol

Bueno, en el otro cap que espero subirlo pronto xDD se veran coshas OvO

Es como un XOver entre Sora no Otoshimono -poderes- y Soul Eater...

mierda, debo dejar la droga xD

¡Matta-ne!


A favor de la campaña "Con Voz y Voto", porque agregar a favoritos o leer y no dejar un comentario, es como manosearme una teta y salir corriendo.