Disclaimer: Pokémon no me pertenece es propiedad de Satoshi Tajiri .
Notas de autor: Un coso extraño que escribí hace tiempo xD
Advertencias: Ninguna. (¡No estoy en drogas!)
Si tenía que elegir algo que amaba sin duda era la sensación de ver a la chica que quería perdida en un mundo de sueños, donde silenciosamente esperaba ser partícipe de estos. No iba a negarlo, desde que la había dejado sola en los restos de su castillo años atrás lo único que había habitado sus pensamientos era el poder verla como en ese momento; sin contar las noches que llevaba observándola desde las sombras por temor a que ella no quisiera verlo.
Después de todo, nada podía compararse con ver a Touko profundamente dormi…
—Oh mierda, se despertó, se despertó.
N volteó a todos lados para buscar un sitio donde esconderse en menos de dos segundos al ver los parpados de la castaña moverse.
—La ventana, la ventana.
La jodida ventana, hombre
Corrió rápidamente aunque con tan mala suerte que sus pies se enredaron en la ropa tirada en el suelo haciéndolo caer. El grito de Touko no se hizo esperar aún en la oscuridad.
—¡Detente ahí, maldito pervertido!
Un sin número de objetos volaron por sobre su cabeza, pero fue un látigo el que lo detuvo alzándolo y dejándolo a merced de su antes objeto de fascinación. La luz se encendió cegando a N momentáneamente, pero eso no fue lo suficiente como para que sus mejillas no enrojecieran ante la cara de sorpresa de Touko al verlo.
—¿N?
—Hola, Touko. — sonrió avergonzado al verse descubierto, la chica se golpeó la frente como si aquello le resultara impensable.
—¿Tú eras el que merodeaba por aquí?
—Merodeador hace que suene un poco… acosador.
Touko se rio relajando sus músculos tensos, desde hace unas cuantas semanas sus pokémon habían estado demasiado alertas a su alrededor como si alguien la vigilara; ahora todo tenía sentido. Le hizo una seña a Serperior que deposit un lado de ella, en tanto se volvía a acomodar.
—Eres un acosador — dijo ella como si nada abrazándolo—, por ahora vamos a dormir y mañana pensaré en tu castigo.
El chico asintió solemne –dado que no podía pensar en hacer más al sentir el cuerpo tibio de la chica contra el suyo-, respondiendo al abrazo torpemente. Al menos hasta que sintió los labios de Touko sobre los suyos.
—Bienvenido a casa.
A favor de la Campaña "Con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar un comentario es, como han dicho otras autoras:"como manosearme la teta y salir corriendo."
Hayden
