DISCLAIMER: Yuri! On Ice, así como todos sus personajes, son propiedad de Studio MAPPA y sus creadoras (Kubo Mitsurou, Sayo Yamamoto).
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AVISOS: Inspirado en la obra "Orgullo y Prejuicio" de Jane Austen.
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Prólogo
Tres sexos
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En el principio de los tiempos, los dioses coexistieron desde los cielos con el hombre que labraba la tierra. Este ser era diferente, no hecho a semejanza de su creador; tenía formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías, unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, coronados por una sola cabeza.
Pese a todo, en la raza del hombre existían tres especies: los hombres, las mujeres, y aquellos que eran tanto uno como otro, los llamados andróginos. La diferencia entre ellos nació de la que existía entre sus principios. El sol produce el sexo masculino, la tierra el femenino, y la luna el compuesto de ambos, que participa de la tierra y del sol.
Como una chispa despertada por el vigor de sus cuerpos y el ánimo de su corazón, los hombres concibieron la atrevida idea de escalar el cielo, y combatir con los dioses. Zeus examinó con los dioses las acciones que debían tomarse y se expresó ante ellos en estos términos:
"Creo haber encontrado un medio de conservar a los hombres y hacerlos más circunspectos, y consiste en disminuir sus fuerzas. Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose sólo en dos piernas, y si después de este castigo conservan su impía audacia y no quieren permanecer en reposo, los dividiré de nuevo, y se verán precisados a marchar sobre un solo pie".
En seguida mandó a Apolo que curase las heridas y colocase el semblante y la mitad del cuello del lado donde se había hecho la separación, a fin de que la vista de este castigo los hiciese más modestos. Hecha esta división, cada mitad hacía esfuerzos desesperados para encontrar la otra mitad de la que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con un ardor tal, que abrazadas perecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra.
Cada uno de los nuevos seres no es más que una mitad que ha sido separada de su todo, como se divide una hoja en dos, y viven siempre buscando. Cuando una de ellas perecía, la que sobrevivía buscaba otra, a la que se unía de nuevo, ya fuese la mitad de una mujer entera, lo que ahora llamamos una mujer, ya fuese una mitad de hombre; y de esta manera la raza iba extinguiéndose. Zeus, movido por la compasión, imaginó otra maniobra: poner delante los órganos de la generación, porque antes estaban detrás, y se concebía y se derramaba el semen, no el uno en el otro, sino en tierra como las cigarras.
Zeus puso los órganos en la parte anterior y de esta manera la concepción se hizo mediante la unión del varón y la hembra. Entonces, si se verificaba la unión del varón y la mujer, el fruto de la misma eran los hijos; y si el varón se unía al varón, la saciedad los separaba bien pronto y el vínculo se volvía nulo. Sin embargo, Apolo, que amaba a los hombres debido a la devoción que estos le profesaban, concedió su favor a aquellos que deseaban encontrarse y provenían de la separación de un hombre o mujer primitivos, obsequiándole a una de las mitades los órganos que le permitiesen unirse a su complemento sin que su vínculo fuese disuelto por la ley de Zeus.
Los varones que provienen de la separación de los seres compuestos, que se llaman andróginos, aman las mujeres; así como también las mujeres que descienden de estos aman a los varones. Pero las mujeres que provienen de la separación de mujeres primitivas no llaman la atención de los varones y se inclinan más a las mujeres.
Del mismo modo los varones que provienen de la separación del hombre primitivo, buscan el sexo masculino. Mientras son jóvenes aman a los varones; se complacen en dormir con ellos y en estar en sus brazos; son de una naturaleza mucho más varonil. Sin razón se les echa en cara que viven sin pudor, porque no es la falta de este lo que les hace obrar así, sino que dotados de alma fuerte, valor varonil y carácter viril, buscan sus semejantes. Estos varones a su vez aman a los jóvenes, y si se casan y tienen familia, no es porque la naturaleza los incline a ello, sino porque la ley los obliga. El único objeto de los varones de este carácter, ya sea que amen o sean amados, es reunirse con quienes se les asemeja.
Cuando el que ama a los jóvenes o a cualquier otro llega a encontrar su mitad, la simpatía, la amistad, o el amor los une de una manera tan maravillosa, que no quieren en ningún concepto separarse ni por un momento.
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Capítulo introductorio, algo necesario xD retomado de la obra de Platón "El Banquete" y adaptado para el uso en esta historia. Bienvenidos a un nuevo fanfic :3 Como deja ver el título, estará inspirado en la novela de Austen, ojalá les guste. La portada está hecha por mí, el dibujo, el coloreado y la edición, aunque es sencilla. Habrán cambios, nuevas situaciones y nuevos enfoques. Espero me acompañen y me dejen sus comentarios con sus impresiones ;'3
¡El primer capítulo se subirá mañana (si no hay ningún contratiempo), y conoceremos a nuestros primeros personajes!
Gracias por leer :3/
