Todo a su alrededor estaba oscuro… el suelo cubierto de agua… pequeños brillos dorados flotaban a su alrededor… una suave voz femenina le susurraba…

El monje Tsukimine le explicaba a Sakura cómo crear campos de energía, era muy difícil lograrlo, se trataba de magia avanzada que no podía dominar, era ya el sexto intento que hacía y aún así no conseguía crear uno estable. La dificultad era volverlos resistentes debido a que no solo tenían que proteger de ataques sino que también de espíritus malignos, como el que había invocado el hombre y en ese instante le gruñía furioso, he aquí su dificultad. Llevaba más de un mes practicando y comenzaba a desanimarse, quizá no era lo suyo, simplemente quería subir su nivel de magia para poder utilizar las cartas como antes. La agotaba demasiado forzarlas con los pergaminos sagrados.

—Sakura-san estabiliza el campo ahora— le ordenó su maestro. No pudo hacerlo, aquella criatura se acercó y penetró en las fuerzas de aquella absurda cúpula traslúcida que formaba. Una descarga parecía fastidiarlo sin embargo era capaz de continuar avanzando hacia ella. — ¡Cuidado!— la chica utilizó su arco de luz para hacerlo retroceder, provocando que la protección desapareciera, si bien tenía una apariencia como de oso no le temía, la prioridad era lograr que no atravesara su campo. Tenía que dejar de perder el tiempo, le lanzó dos pergaminos que la bestia esquivó, un segundo antes de abalanzarse sobre ella. Cerró los ojos con la posición de manos adecuada, dos dedos de su mano derecha a la altura del pecho y la izquierda sosteniendo esta, solo debía concentrarse. El nuevo campo se formó permitiéndole protegerse, más sin embargo la furiosa criatura no le daba descanso, embestía con mucha fuerza la extraña burbuja que los separaba. Entonces oyó un automóvil estacionar en la entrada del templo, enseguida su corazón comenzó a latir rápido, algo que hizo mella con su concentración y por ende con su magia. El campo desapareció con un parpadeo. Como consecuencia el espíritu la golpeó con una de sus patas, arrojándola metro hacia atrás.

— ¡Sakura!— oyeron, Tsukimine arrojó un pergamino a la criatura y la exorcizó. Vio a un joven de cabello castaño correr desde las escaleras hasta la chica que en ese instante se estaba incorporando mientras se masajeaba la cabeza.

—Dolió…

—Sakura ¿Te encuentras bien? ¿Qué hacías luchando con un espectro de ese tamaño?— ella lo miró sonriendo.

—Solo me distraje un poquito… puedo con ello, sino Tsukimine-dono jamás habría permitido que luchara con él, practicamos campos de energía— la ayudó a ponerse de pie mientras la examinaba un poco, al parecer solo había sido un golpe. Cuando llegaba no había esperado encontrarse con una batalla entra la joven y un espíritu maligno, menos aún verla caer de la manera en que lo hizo. —Llegaste un poco antes.

—Sí, pude escaparme de la oficina— dio un paso hacia ella. —Hola…

—Hola…— la mirada ambarina de Shaoran la absorbía lentamente.

—Li-san, estamos en mitad de una práctica, tienes que llegar a las diez en punto, desconcentras a mi estudiante— los regañó el anciano. —Comprendo que la ansia sea grande pero hemos perdido seis valiosos minutos— los dos jóvenes se ruborizaron y se inclinaron a modo de disculpa. —Mañana espero verte listo para darle una demostración de campos a Sakura-san, a cambio del tiempo de hoy.

—C-Claro, no hay problema…— el hombre se retiró de regreso al templo, lo siguieron con la mirada hasta que desapareció del panorama. —Vaya que es estricto…

—Sí— se miraron y dejaron escapar unas risitas. —Ha estado un poco tenso estos días… no sé que pueda estar pasándole.

—Ni yo, en las reuniones que tenemos actúa con naturalidad— la tomó de la cintura y la atrajo. —Pero no quiero hablar de eso… ¿En verdad estás bien?

—Por supuesto que sí, exageras.

—Eso no, tiendes a ser bastante imprudente— le dio un corto beso en la coronilla. — ¿Qué hay de esos sueños que me contaste? ¿Siguen molestándote?— ella se acurrucó un poco en el pecho del chico, contenta.

Llevaban siendo novios seis meses y todo iba sobre ruedas. Desde el día en que lo había ido a buscar al aeropuerto sus vidas eran por demás maravillosas, se veían todos los días, él solía pasar a buscarla para llevarla a cada lugar al que debía ir, no había vuelto a usar su bicicleta o un bus, ni para sus clases de gimnasia o la universidad. Además de eso cada vez que podían almorzaban o cenaban juntos. Para la joven era como un sueño hecho realidad, principalmente porque la sorprendía lo lindo que podía llegar a ser Shaoran con ella, le demostraba cuando la amaba en cada detalle, lo que solo hacía que lo quisiera más y más.

—Mm… sí, no son pesadillas, pero me gustaría comprenderlos.

—No puedo ayudarte, la interpretación de sueños nunca fue mi fuerte, tal vez Ryu sea de más ayuda ¿El monje no supo decirte?

—Lo vi tan tenso que no me atrevía a preguntarle…

—Entiendo— el castaño pareció meditar. —Tal vez no sea algo serio, pero ante cualquier rumbo extraño que tomen avísame, haré todo lo que pueda por ayudar… ¿Te llevo a clases?

—Um, no, iré al hospital central…

— ¿Qué? ¿Por qué?

—Quisiera ir a ver a Yukito.

Durante el trayecto conversaron un poco acerca e las investigaciones que realizaba Shaoran, principalmente para descubrir la persona culpable del accidente de Tian Fu, lo cual no lo tenía muy tranquilo, era difícil armar el rompecabezas si le faltaban tantas piezas, había intentado hallar a sus ánimas sobrevivientes pero se habían esfumado, además de seguro se ocultaban de los magos y brujas que se dedicaban al tráfico de criaturas mágicas, las ánimas eran un raro "producto". Eso lo tenía algo preocupado, incluso aunque su clan estuviera en contra del mercado negro era complicado hacerlo desaparecer cuando solo se movían en ambientes turbios pero muy frecuentados.

Llegaron a la entrada y bajaron del automóvil, con cada paso que daban hacia el interior del lugar la tensión de Sakura aumentaba, tenía los nervios a flor de piel, finalmente vería a Yukito después de casi seis años de observarlo dormir. Se encontraba en la habitación número 4, en la planta baja así que no demorarían en llegar allí, no había tenido demasiado tiempo para prepararse mentalmente desde que, hacía tres horas, su hermano le había enviado un mensaje informándole que el joven de gafas se encontraba mejor, que había recuperado la consciencia.

No podía ver la hora de que el entrenamiento acabara para ir a verlo.

Llamaron a la puerta. Al notar la inquietud de su novia Shaoran la tomó de la mano y le dio un pequeño apretón para transmitirle un poco de apoyo, sabía que estaría nerviosa, después de todo Yukito Tsukishiro siempre sería una persona muy importante para ella, no solo como guardián sino que también como un miembro de su familia. La vio sonreírle tomando aire.

La puerta se abrió y se encontraron con una persona alta de cabello oscuro, paso la vista de Sakura a su acompañante en una milésima de segundo, frunciendo el ceño al verlos de la mano. Como cada vez que Touya y Shaoran estaban bajo el mismo techo sus miradas parecían lanzar chispas, ella solo apretó un poco más el agarre del castaño.

—Hermano, Yukito…

—Sí, ya está mejor— se hizo a un lado para dejarlos entrar, lo que la chica intentó no demorar en hacer, pero tenía que reunir el valor. ¿Qué le diría cuando lo viera?

Recomiendo escuchar: "To the same heights"

Ingresó temerosa, sin soltar la mano que le daba calor, sentía como si de pronto todo se volviera en cámara lenta, sus pasos le pesaban y oía su respiración muy fuerte. Vio una cortina a un costado, que dividía el sector en el que las enfermeras guardaban sus utensilios del de la camilla, al cruzarla el sol de invierno cegó sus ojos. Junto a la ventana por la que se filtraba tanto brillo reposaba una persona de amable sonrisa, al verla pareció recibir la más agradable sorpresa.

—Pequeña Sakura, mira cuanto has crecido…— lo oyó, de verdad estaba allí pero se quedó estática mientras caía en la realidad. —Y Shaoran, tú igual, veo que han vuelto a encontrarse.

—Hola Yukito, qué gusto que estés bien— contestó el castaño con una sonrisa.

—Me tomó un tiempo pero estoy de vuelta— ambos voltearon a ver a cierta joven de ojos verdes que se había quedado inmóvil en su sitio. "Está ahí… tengo que decir algo…" pensaba, sin poderlo creer. Había pasado tanto tiempo que, debía admitir, había perdido gran parte de la esperanza, se alegraba de haberse equivocado.

—Y-Yukito… qué gusto…— estaba temblando.

—Me pone feliz ver que han podido superar las pruebas.

—Lo siento tanto— balbuceó Sakura.

—No tienes que pedir disculpas, no pienso que fuera tu culpa, Touya me ha explicado la situación— la chica se acercó hasta él para verlo mejor, se sentó a su lado en la silla de la visita al borde de las lágrimas de felicidad. Realmente todo había terminado y vuelto a la normalidad. Volteó a ver a su hermano algo sorprendida algo agradecida, era la última persona que podía llegar a hablar bien acerca de su novio pero aún así se había tomado la molestia de explicarle lo sucedido al chico de las gafas, notó que no le regresó la mirada, solo se hacía el rudo con los brazos cruzados y mirando hacia el exterior del otro lado de la cama. Aún así sabía perfectamente que su hermano era muy amable aunque no quisiera reconocerlo.

Aún no se sabía cuando le darían el alta pero la recuperación estaba en marcha. Shaoran propuso que lo trasladaran a la clínica Li para que también pudieran observar la condición de Yue, solo Touya objetó en un principio sin embargo su orgullo lo dejó estar cuando se percató de que era lo mejor para Yukito.

Fin de la canción.

Conversaron un poco más sobre él antes de marcharse, era un alivio muy grande para todos saber que se encontraba bien. Se dirigían a las oficinas Li por el trabajo del chico, para que después pudieran regresar al templo debido a que la muchacha debía continuar con su entrenamiento.

— ¿En verdad no irás a clases?— preguntó Shaoran conduciendo.

—No, realmente estudiar fotografía no me apasiona, en cambio entrenar con Tsukimine-dono sí, me ha dicho que la magia espiritual me permitirá ayudar a otros si así lo deseara…

—Es muy cierto, y lo importante es que se trate de algo que te guste— le regaló una sonrisa encantadora que derritió a su bonita novia. —Además existen organizaciones secretas que pagarían sumas exorbitantes por talentos como el tuyo.

—Bueno, tampoco es que sea muy habilidosa, por ahora solo soy una aprendiz…

—Aún así, eres muy modesta, después de todo el poder lo tienes…

—De todas formas no tenía idea, pero me alivia bastante saber que podría tener un empleo— ella miró por la ventanilla un momento, meditando acerca de su futuro, cuando de pronto pudo observar una cascada de cabellos castaños pasar por la acera, instantáneamente se giró y miró con detenimiento. Aquello persona tenía una similitud impresionante con la figura de sus sueños.

—Sakura ¿Estás bien?— oyó al chico, le tomaba la mano con expresión inquieta.

— ¿Eh? Ah, sí, sí, no te preocupes.

— ¿Algo te llamó la atención?

—No, nada, descuida— él hizo un mohín mirando al frente.

—Te has puesto pálida, puedes decirme.

Llegaron al edificio de oficinas Li, e ingresaron como dos estrellas de rock, con las personas rodeándolos, haciendo preguntas y trayendo consigo cientos de papeles o carpetas. La joven quedó bastante aturdida en el trayecto de la entrada al elevador, no comprendía como Shaoran se encontraba tan fresco al estar entre tanta gente hablando al mismo tiempo, claro que solo los había echado amablemente, diciendo que después los atendería. "Es increíble, puede hacer tantas cosas…" pensó ella, orgullosa pero algo cabizbaja.

Subieron hasta el despacho que sería su refugio al menos durante la próxima hora, lejos de todos aquellos que quisieran molestarlos. Principalmente de los curiosos que morían por saber más acerca de su relación, para todos había sido una sorpresa gigante encontrarse con que Shaoran Li tenía una novia. Desde ese día las presiones para la chica habían aumentado mucho. ¿Qué esperarían todos de ella? ¿Lo afectaría a él que fuera una persona corriente?

Su novio cerró la puerta con la espalda, contemplándola fijo, su mirada ambarina era tan penetrante que se sintió transparente ante él, aún cuando lo vio acercarse no pudo dejar de mirarlo.

—Por fin tranquilos— percibió que le rodeaba la cintura y la abrazaba. — ¿Te he dicho hoy lo hermosa que estás?

—Mm… no— le dijo ella jugando con su corbata entre los dedos, coqueta.

—Estás MUY hermosa.

—Y tú eres maravilloso— lo miró fijamente, deseando en lo más profundo de su ser que la besara, pero no fue así, solo continuó mirándola como hipnotizado. Lo que a ella le llamó la atención. — ¿Shaoran?

—Amo tus ojos…

— ¿Eh?

—Son preciosos— Sakura ruborizó un poco. —Pero los amo porque es gracias a ellos que pude regresar a tu lado.

— ¿A qué te refieres?

—Cuando te volví a encontrar te reconocí por ellos, después de todo no conozco a ninguna otra persona con ojos así…— la tomó de la barbilla y se inclinó, era bastante más alto que ella a pesar de que no tenía una baja estatura, pero no le importaba, se moría por rozar esos labios rosados. Le gustó que fuera ella la que lo atrajo para besarlo, esos gestos le demostraban lo que sentía por él. Fue de lo más dulce.

La envolvió con sus brazos embriagado por el aroma a durazno que lo invadía, aquellos momentos en los que podían estar a solas y tranquilos no tenían precio, no eran demasiado a pesar de que solían verse.

—Shaoran, tienes trabajo que hacer ¿Recuerdas?— le dijo ella apoyada contra su pecho y sin soltarlo, lo oyó gruñir un poco pero la soltó pasados unos segundos, clavó su mirada en la joven una vez más, lanzó un suspiró y se instaló en su escritorio a teclear en el computador.

Sakura siempre se quedaba a su lado esperando a que terminara cuando no podía ayudarlo, le gustaba ver su eficiencia al realizar llamadas mientras enviaba, recibía o leía informes, archivaba documentos y revisaba papeles. Parecía una persona capaz de hacer lo que sea.

—Sí, claro… dado que de momento tengo asuntos que atender en Japón, en la actualidad mi asistente personal de más autoridad y confianza se encuentra en Hong Kong, en la residencia principal Li, estoy seguro de que si hace una llamada él lo atenderá gustoso— hizo un silencio para oír a su interlocutor. —Por supuesto, pregunte por Ryu Ming, lo derivarán enseguida con él, si no consigue ayudarlo le doy mi palabra de que solucionaré su problema, sí, sí claro, entendido, muchas gracias… que tenga buen día— la joven presente sonrió cuando la miró y vio que le guiñaba un ojo. ¡Cuánto lo amaba! Casi se abraza a sí misma por el gesto.

De repente percibió una presión en el pecho, apoyó una de sus manos en este y se inclinó hacia adelante, buscando aire como si se asfixiara, movimiento que alertó a su novio y lo hizo levantarse de su asiento para ayudarla.

—Agh…— musitó.

— ¡Sakura! ¿Qué ocurre?— la tomó por los hombros mirándola a los ojos. —Dime.

—Es… una presencia, Shaoran, arriba… es fuerte.

—Pero yo no siento nada.

—No es una persona, se trata de un ánima… tenemos que subir, puede ser Kasai… por favor, no sabemos nada desde que desapareció después de lo Tian Fu.

—Claro, sí— la ayudó a ponerse de pie sorprendido de que sintiera la presencia de una criatura sin existencia como podía ser la de un ánima, las personas normarles no las percibían. De ahí la polémica que había en su país por estas, no todos estaban de acuerdo con que existieran, o si se trataba de ciudadanos o no. Por su parte sí, aunque convencer de eso a otros era muy duro.

Subieron a la azotea de donde Sakura había indicado que provenía la presencia, esperando encontrarse con Kasai o, en su defecto, con Tai, de quienes no tenían noticias desde hacía un buen tiempo. Pero no fue así.

Allí había un león negro intentando penetrar en el campo de energía que rodeaba el edificio, aunque parecía tener problemas. Era enorme, pero se preguntaron ¿De dónde había salido? Atravesaron la barrera que los protegía para averiguarlo, listos para pelear de ser estrictamente necesario.

Han de ser ustedes Shaoran Li y la última card captor los que se dejan ver…— oyeron, aunque la criatura no había movido sus fauces, solo les gruñía, no era algo bueno, significaba que habían pocas probabilidades de solucionar las cosas de manera pacífica. —Qué bien, no tendré que ir hacia ustedes, pero antes de destruirlos me desharé de esos poderes espirituales— de su boca lanzó un rayo oscuro que impactó directamente en el cuerpo de Sakura, había sido tan rápido que no tuvo tiempo de reaccionar, no le hizo ningún daño pero se percató de que lo que le lanzó fue un hechizo de bloqueo. ¡De esa forma no podrían exorcizarlo!

— ¡Sakura! ¿Te encuentras bien?

—Shaoran, es un ánima— le informó a su preocupado novio, lo tranquilizó al mostrarle que no tenía ni un solo rasguño. —No sabía que podían tener esa forma.

—Sí, son más frecuentes que las humanas de hecho…— activó su espada. — ¿Quién es tu maestro?

Como si fuera a contestar eso, solo debes saber que me enviaron a destruir a la antigua card captor…

—No pienso permitir eso.

Sin sus poderes, ni mi insignia, nunca podrás hacerlo.

— ¿Tú crees?— dijo una voz desconocida. Un instante después vieron que un rayo azul caía sobre la azotea y expandía su luz por todo el lugar, cegándolos, la criatura logró huir pero al menos no les traería problemas, no querían que otras personas salieran lastimadas, en esa ocasión no había brecha temporal que protegiera a los inocentes.

La pareja miró hacia adelante, junto a la persona que en ese instante se encontraba de pie. Percibían una presencia muy poderosa. Era un joven de cabello oscuro, ojos azules, vestido con una camisa blanca y pantalones formales negros, algo en su mirada les resultaba absolutamente familiar. ¿Acaso sería…?

—Cuanto tiempo sin verlos— enunció, con tono alegre.

— ¿¡E-Eriol?!— exclamaron al unísono Sakura y Shaoran.


Notas de la Autora.

Hola a todos! Me alegra mucho volver a escribir, lo estuve extrañando a pesar de estar ocupada, es que esto es lo que más me gusta hacer :' ) ¡Disculpen la tardanza por favor! Hoy tuve que hacer un viaje y a que no adivinan que me pasó… ¡El tren en el que iba quedó detenido por una protesta! Sí, lo que leen, una protesta o huelga o como le digan al conjunto de personas que reclaman algo T^T empiezo a pensar que estas cosas solo me pasan a mí pero al menos no me privó de subir el primer capítulo a la noche, aunque sea tarde, al menos acá en Argentina, tengo que averiguar la diferencia horaria con México o Colombia que de ahí son la mayoría de mis visitas… (tarea para el hogar de Natia) Bueno! Espero les guste, al menos como introducción, que se viene con todo! Jajaja las actualizaciones estarán los días sábado para este Fic. Como siempre muchas gracias si estás leyendo esto, y si quieres dejarme tu visto bueno, sugerencia o palazo virtual posteame un Review que los leo todos los días ;) un gran saludo y que tengan buena semana!