Capítulo 1

Era el primer día de clases y hace poco me había mudado a Alaska así que estaba algo nerviosa por el primer día de clases. Llegue en mi motocicleta era una Harley Davidson Superbike 1198 SP roja. La cosa que mas amaba en el mundo un regalo de ya mi fallecido abuelo el cual era muy adinerado e allí la razón por la cual una chica como yo hija de una psicóloga y un soldado de la armada tenia algo así.

No me gustaba llamar la atención. En verdad odiaba ese hecho por que me ponía nerviosa, el corazón comenzaba a latir 100 veces por segundo y se me dificultaba respirar, comenzaba a caminar como una torpe y era algo difícil teniendo una motocicleta así, pero la quería tanto que simplemente no podía dejarla.

Cuando llegue logre visualizar varios automóviles aunque nada del otro mundo y sentí como todo el mundo me volteaba a mirar. Genial ¡simplemente genial! Lo primero que quería era pasar desapercibida y llegaba y todo el mundo se me quedaba mirando como idiota. Aunque esto no duro mucho ya que en ese momento llegaron un Porsche 911 carrera Turbo amarillo, un volvo plateado y un Jeep rojo. Ummm al parecer ya no era el centro de atención ¡Gracias a Dios!

Me desbordo una alegría tan grande que creo que casi me pongo a dar saltos y chillar de a pero obviamente no lo hice por que eso si llamaría la atención. Del Turbo amarillo bajo una chica de piel muy blanca mas bien pálida y de cabello corto con las puntas hacia todos los lados junto a un rubio igual de pálido que tenia una expresión muy serena. Del Jeep bajaron una rubia de cuerpo de modelo que agitaba el cabello con bastante arrogancia, la acababa de ver y ya me caía mal. Junto a ella bajo un chico musculoso y muy alto media dos metros y tal vez un poco más parecía un verdadero levantador de pesas y por ultimo del volvo bajaron una chica de unos ¿19? Si diez y nueve de cabello castaño liso y de ojos marrones era muy bien parecida, junto a ella estaba un joven de unos ¿17? Si diez y siete y parecía que eran pareja igual que los demás.

De acuerdo ya sabia por que todos los chicos se les quedaron mirando. A simple vista parecían ¿guapos? Supongo… A decir verdad no se me hacían del todo atractivos, es decir parecían modelos. Pero para mi eran tan pálidos que parecían muertos. Daban la sensación de que eran cuerpos muertos sujetados por un buen titiritero que hacia que sus movimientos fueron así de grásales como su perfecto caminar. En ese momento fue como si el chico de cabello cobrizo me hubiera leído la mente por que se giro a mirarme con bastante curiosidad, pero ami me dio igual, pero al parecer las demás chicas a mí alrededor si se dieron cuenta por que todas voltearon a mirarme curiosas. En ese momento deje de mirar al paliducho ese y me centre en la mirada de los demás. ¡Genial! El maldito cara de muerto me había vuelto a convertir en el centro de atención y me dieron ganas de arrancarle la cabeza. -Parece que has despertado la curiosidad de Edward- me dijo una chica rubia que estaba al lado mío. Era bastante normal tenia el cabello rubio recogido en una coleta alta, se dejaba un mechón que le tapaba uno de sus ojos azules y un cuerpo bien proporcionado claro que no tanto como la otra rubia del Jeep.

-¿Disculpa? ¿Quién es Edward?- le pregunte yo haciéndome la desentendida. Obviamente era el muerto pero yo quería aprovechar el hecho de que alguien me había hablado para averiguar donde podía conseguir mi horario. -Edward es el chico que venia en el carrito plateado- Bueno… en ese momento me quedo claro que esa chica no sabia nada de autos, pero decidí pasarlo por alto, por que ella volvió a hablar mientras caminaba y decidí que caminaría a su lado- Tienes mucha suerte. Aunque el anda con Bella- Esta ve no lo pregunte quedo claro para mi que Bella era la chica de cabello castaño que iba de la mano con el. Aunque me causo gracia que ella me dijera que tenía suerte ¿será que le gustaba ese chico? Pero inmediatamente me di cuenta de algo.

Por supuesto, para los demás esos seis chicos eran guapísimos y para ella que el muerto me mirara era todo un honor. No logre resistirme y comencé a carcajearme como una demente. No podía parar mis carcajadas eran fuertísimas y justo en ese momento pasamos al lado de los muertos que se me quedaron mirando extrañados y seguí riéndome. La chica rubia paro de caminar y se quedo parada al lado de ellos y me di cuenta de que ahora una chica como de mi edad de cabello rizado, ojos marrones y piel igualmente clara aunque no tanto como la de los muertos, un poco sonrojada estaba allí mirándome y pare de reír aunque se me salieron algunas lagrimas de los ojos y me las seque con el dedo gordo mientras empezaba a respirar.

-¿Acaso te encuentras bien?- Me pregunto de nuevo la rubia mientras veía como saludaba a la de cabello rizado, la verdad a comparación de los seis muertos, la del cabello rizado tenia una expresión mas humana y tenía mas color que los otros lo cual la convertía en la única que podía considerar bonita de todos los maniquís que tenia al lado, pero me di cuenta de que todos esperaban que contestara así que decidí dejar mis pensamientos atrás y hablar para no parecer una hueva (1)

Me aclare la garganta y hable- Eh, si lo que sucede es que lo que me has dicho me ha causado gracia- dije yo tranquilamente y era verdad ¿Cómo carajos podía considerar esa rubia que el hecho de que el muerto de cabello cobrizo me mirara era un honor?-¿Gracioso? ¿Acaso estas ciega?- me dijo ella con un tono de voz que considere grosero y cuando estaba apunto de empezar a echarle madres por alzada (2) el muerto de cabello cobrizo interrumpió hablando antes que yo.

-¿Cómo te llamas?- me pregunto y la verdad dude en responderle, pero al fin y al cabo no me importo no seria el fin del mundo- Lorena Ramírez- dije yo simplemente, no quise decir mi nombre completo por que no me apetecía que lo supiera. Los demás se me quedaron mirando fascinados y me sentí realmente incomoda, y para mas piedra me di cuenta de que los demás alumnos me miraban y empezaban a cuchichear entre ellos. Escuche que una chica le susurraba aun chico algo como (Que suertuda es esta chica primer día y esta ya con los populares es una arpía) y me sentí realmente ofendida. Gire al rostro y le dedique una mirada para nada amistosa a esa chica quien se percato de ello y jaloneo al chico. Yo la seguí con la mirada hasta que se perdió por un corredor, los demás al darse cuenta de mi mirada hostil se fueron desperdigando hasta que dejaron de cuchichear. Sin embargo seguían mirándome de manera disimulada y todavía escuchaba algunos susurros y decidí que no aguantaría esta situación. Mi objetivo era pasar desapercibida y mientras estuviera con los seis maniquís, la rubia que escondía su ojo y la risada no lo haría así que tome una decisión en menos de tres segundos.

-Mmm Adiós- dije en general sin dirigirme a nadie en específico y me comencé a alejar sentí las ocho miradas en mi espalda y sentí que comenzaba caminar raro, como me pasaba cuando sentía muchas miradas sobre mi. Arrugue el entrecejo y decidí que me perdería por el primer pasillo que encontrara. – Valla que chica tan extraña- escuche que susurraba muy bajo la rubia esa y lance un gruñido de disgusto. Como podía decir que yo era rara cuando andaba con seis maniquís andantes y solo una chica que parecía casi normal como era la risada. Y digo casi por que era muy parecida a los muertos y seguro era familiar de ellos. La rubia obviamente solo era su amiga así que pues eso explicaba que anduviera con ellos.

Por fin encontré un pasillo y me perdí por allí. Sintiendo las miradas curiosas de los demás. Decidí ignorarlas aunque estaba segura de que me había empezado a sonrojar. Pero como un coro de los ángeles vi una puerta que tenia escrita la palabra (Papelería) supuse que allí darían los horarios por que así era en mi antigua escuela. Y no me equivoque por que cuando entre y pregunte inmediatamente me dieron mi horario.

Bueno según el horario mi próxima clase era Biología ¡Si! Por fin algo bueno. Me encanta esa clase y era bastante buena en ella de hecho a pesar de tener solo quince años yo sabia bastante de biología ya que en mi antigua escuela en Colombia la había escogido como electivo o énfasis. Lo que significaba que en mi bachillerato me enseñarían mas sobre esa materia que las demás. Pero en momentos como este que me dirigía a la clase de biología me sentía muy triste extrañaba mucho Colombia y vivir con mis tíos. No era mala, yo amaba vivir ahora con mis papas pero extrañaba a mis amigos en Colombia y poder hablar español en vez de ingles.

Deje de pensar cuando encontré el aula de clase y me percate de que había llegado algo tarde. Golpee en la puerta para darle aviso al maestro de que había llegado y al escuchar el sonido de la puerta todos los alumnos y el profesor me voltearon a mirar. Me sentí muy incomoda, el profesor me hizo un gesto con la mano de que entrara así lo hice y todos me siguieron con la mierda y… ¡Mierda! El muerto de cabello cobrizo y la pálida duende estaban también en el aula, pero el consuelo es que no estaban los otros muertos. En ese instante el profesor hablo – Buenas noches señorita Ramírez ¿a que debo el honor de tenerla en mi aula?- dijo el con un evidente tono sarcástico y escuche risitas ahogadas de parte de la clase ¡Já! Este viejo estaba soñando si creía que iba a dejar que me hablara así.

-Pues el honor se debe a que tengo esta clase y si me va a preguntar por que llegue tarde, estaba buscando el horario ¿estamos?- le dije yo y sin esperar respuesta me dirigi a la única banca vacía que había que se encontraba detrás del muerto y la duende. Junto a un chico pelirojo bastante pecoso de ojos verdes. Todo el mundo se quedo patidifuso de cómo le conteste al profesor, tire la maleta en la mesa y tome asiento junto al chico de cabello rojo y me arrebuje en el asiento. El profesor frunció el seño y se dio vuelta para comenzar a escribir en tablero y me dije a mi misma que lo mejor seria darle una lección a este viejo y que se diera cuenta de que aunque desde el inicio nos odiáramos yo era buena para la clase y aunque quisiera reprobarme. Nunca lo podría hacer.

Comencé a tomar nota y a decir verdad me sentí relajada de que nadie me mirara como tarado y así poder estar cómoda- ¿Cómo es tu nombre?- me pregunto en un susurro el pelirojo que estaba mi lado lo mire y después de considerarlo acabe diciéndole la verdad-Lorena- dije yo mirándolo el me sonrió y me di cuenta de que tenia una sonrisa amable, no me resistí y también le sonreí- Mucho gusto Lorena, me llamo Stiguar- me dijo el amablemente y supe en ese instante que nos convertiríamos en buenos amigos.

-¿De donde eres?- me pregunto Stiguar mientras caminábamos por el pasillo en dirección a la cafetería- Soy de Colombia, no se si la conozcas- dije yo mientras hacíamos la fila para comprar el almuerzo- De hecho si la conozco tengo familia en Medellín- me dijo el y yo me sorprendí no me imaginaba a una familia peliroja en Antioquia, pero pues… ¿Qué podía hacer?- ¿Enserio?- le dije yo- Por supuesto- me dijo el y yo sonreí. Compramos el almuerzo y nos sentamos en una de las mesas de la cafetería y mientras comíamos nuestras hamburguesas, vi como entraban los muertos, la rubia y la rizada, no le di importancia y seguí comiendo con Stiguar.

-¿Te gusta la bandeja paisa?- le pregunte yo mientras comíamos. El levanto la mirada y se le iluminaron los ojos- ¡Me Encanta!- grito el y para peores en español. Todo el mundo lo volteo a mirar sin entender que había dicho obviamente hablaban ingles y no español. Yo sonreí. Me levante y dije o mas bien grite- ¡Es lo mejor!- los demás quedaron aun mas perdidos. Stiguar y yo cruzamos una mirada cómplice y comenzamos a carcajearnos. Ya no me importaba no llamar la atención por que me di cuenta de que ya era imposible, así que seria mejor acostumbrarme.

El resto del día fue bueno Stiguar y yo compartíamos todas las clases y nos la pasábamos de miedo juntos. Aunque claro, ambos éramos aplicados y solo tonteábamos cuando había cambio de clases.

Tal vez Alaska no estaba TAN mal…