Resumen: Esta historia es la directa continuación de Romeo y Julieta, Mon Lapin y La Vie en Rose, pero no es necesario releerlas, (aunque nos encataría que lo hicieras y nos volvieras a dejar reviews :D) solo recordar que Inglaterra está engañando a América con Francia, que hicieron un G8 en Moscú, que tuvo que cancelarse, que Alemania les invito a acabarlo en Berlin y que está tratando de descubrir con Austria que es lo que hace Inglaterra después de que actúe tan raro. Ah y ese divertido incidente con Rusia y América al final de LVER en el que pelearon/se excitaron el uno al otro también es bastante relevante.
Dicho esto, besitos a Himaruya ¡y que siga la fiesta!
G8 en Berlin
—Es como si tú... O Spanien con Römer, es como su padre.
—Bueno, no estoy seguro de que Italien no pudiera tomar ese rol contigo si acaso fuera capaz de tomar ese rol con alguien.
— ¿Perdón? —Alemania levanta las cejas.
—Por edad —explica Austria.
— ¿Él mi padre?
—Tu hermano mayor.
—Pero Italien no me crio —carraspea.
—Gott sei danke... En realidad, visto así, sería más un asunto como tú y yo.
—Pero England sí crio a Amerika —ojos en blanco—. Sí y no. Tú has dejado de ocupar ese rol desde hace unos cuantos años Österreich.
—England no? —pregunta interesado porque en realidad no se ha fijado.
—Pues siempre le defiende en las juntas.
—Tenía entendido que el muchacho era la primera potencia mundial —levanta las cejas.
—Lo regaña todo el tiempo y critica todo lo que hace en realidad. Aunque sí, en efecto, es la primera potencia del mundo y, claro, Amerika nos venció en la segunda guerra mundial protegiendo a England. La verdad discuten tanto esos tres que no suelo hacerles mucho caso— indica—. Quizás debería de empezar a hacerlo.
—Bastante curioso —comenta.
—Was?
—Este asunto de England con Amerika... Y Frankreich. Quizás deberías preguntarle a Preussen, él seguro sabe de los tejemanejes de Frankreich.
—Voy a hacerlo, voy a hacerlo. Creo que es información valiosa —admite—. Así que, ¿cuándo llegas?
—Bien —sonríe—. Hoy... O mañana a muy tardar, van a llegar todos mañana, ¿verdad? ¿Cuándo quieres hacer la cena?
—El martes.
—Ah... Bien, eso nos dará más tiempo
—Ja, la agenda del lunes no lo permite.
— ¿Qué ocurre el lunes? —pregunta interesado subiendo las escaleras.
—La agenda creo que estará bastante pesada. Tenemos junta hasta tarde y a la mañana siguiente seguirá, no quiero que todos lleguen tarde.
Austria golpea la puerta del despacho de Suiza.
—Ja? —pregunta Suiza desde dentro.
—Dame un minuto, Deustchland —pide Austria tapando el micrófono del teléfono y abriendo la puerta— ¿Haces algo el martes por la noche? —le pregunta a Suiza.
—Viene Canada —levanta la vista.
—Si haces algo cancélalo... Ah, nein, no va a venir, perfecto —se vuelve al teléfono—. Schweiz está libre.
—¿L-Libre? ¿No va a venir? —levanta las cejas—. Österreich?
—Deustchland, auf wiedersehen —sigue, mirando a Suiza de reojo.
—Oh, qué bien ¿Entonces vienen los dos?
—Ja, no hay problema.
—Österreich? —Suiza sigue mirando a la puerta.
—Dankeschön —agradece Alemania estoico y se oye el timbre de su casa—. Österreich, tengo que irme. Nos vemos mañana entonces —se despide caminando a la puerta.
—Auf wiedersehen —se despide de nuevo colgando. Alemania cuelga también, abre la puerta y se tarda unos segundos en saber quién es.
—Amerika?
—What? Ah... No, soy Canada —explica poniéndose bien las gafas tímidamente.
—Oh! Hallo! —hace un movimiento con la cabeza y le deja pasar. Canadá asiente con la cabeza.
—Thank you —agradece.
—Vi tu presentación —indica—. Gracias por enviarla con anticipación.
—Ah, yes... No está acabada aun del todo, se la mandé a France para que le echara un ojo, quizás cambie alguna cosita, pero en principio es eso —sonríe y Alemania piensa que el chico es un iluso.
—Aun así agradezco que seas el único que envió su presentación a tiempo.
—Creo que es importante revisarlas antes de la reunión, así puedes hacer mejores preguntas y saber de qué hablan —explica muy convencido y el europeo sonríe casi imperceptiblemente con esa explicación, conforme.
—Siéntate, bitte. ¿Quieres tomar algo?
—Ah, thank you, —agradece obedeciendo—. Aunque en realidad solo venía a traer un mensaje y a pedir las indicaciones del hotel porque he llegado un día antes —explica.
—Ja? —le mira.
—Heeeeeeil! —grita Prusia entrando al salón de pronto, sonriendo—. ¡Pero mira quien está en el awesome salón de mi awesome casa! ¡Tío! ¿¡Cómo no me has dicho que estabas aquí!?
Alemania se gira a mirar a Prusia sorprendido.
— ¿Qué hay, West? —se acerca a Alemania y le da una palmada en la espalda.
—Ah... Ehm... Hello, Prussia —saluda Canadá suavemente.
—Hallo Preussen —hace una inclinación de cabeza—. Estaba recibiendo un mensaje y disponiéndome a llevar a Kanada a su hotel.
— ¿Y dónde has dejado al inglesito? —Prusia se ríe sin escuchar nada. Alemania frunce el ceño y mira a Canadá carraspeando. El americano suspira.
—Creo que te confundes, Prussia... —empieza en un susurro.
—Es Kanada, Preussen.
— ¿Kana... quién? —mira a Alemania sin entender.
—Kanada, el hermano de Amerika. Parte de la commonwealth —explica Alemania.
—Aaah! ¡El chico de Frankreich! —cae en la cuenta—. ¡Tío! ¡Que cara de amargado traes! ¿Fue mal con Schweiz?
Alemania mira a Canadá, sin entender de qué habla Prusia y luego se acuerda del asunto. Levanta las cejas.
—Ah... ¿Tú lo... sabes? —Canadá vacila. Alemania vuelve a carraspea, sonriendo un poco por entender.
— ¡Pues claro, tío! ¿Cómo crees que se enteraron Schweiz y ella? Tú me lo contaste a mí, yo se lo conté a Ungarn, ella a Liechtenstein y al señorito... Y no me dejaron contarle a Schweiz, pero habría sido Awesome. Y sé que fuiste a cenar con él en casa de Frankreich, ¿qué te dijo? —pregunta.
—Ah... —Canadá vacila y luego se sonroja como la hoja de su bandera—. ¿Ella lo sabe? —pregunta horrorizado.
—Preussen —Alemania tratando de meterle en cintura. Prusia mira a Canadá y se vuelve a su hermano.
—West, este chico necesita cerveza, me lo voy a llevar por ahí, así que olvídate del hotel.
—W-What? —pregunta Canadá sorprendido, Alemania mira a Canadá y luego a Prusia.
—Mmmm
— ¿Quieres venir? —propone Prusia al verle dudar.
—Supongo que podrías tú llevarlo al hotel —indica mirando a Canadá.
—Claro, claro, al volver... —sigue Prusia y se vuelve a Canadá—. Voy a llamar a Spanien y te vamos a llevar por ahí a causar pánico y nos cuentas bien cómo ha ido eso...
Canadá en pánico.
—Ungarn no puede venir porque estas son cosas de tíos, pero ¿sabes si Frankreich está libre o sigue con su cita? —le pregunta.
—France vendrá mañana hasta donde sé —responde Canadá—, me ha dicho que tenía una cita más tarde —sonríe—. Parecía muy contento.
— ¡Ah! ¡Que mierda! —protesta—. Entonces no le llamo porque siempre se enfada como un macaco... Pero tú no te preocupes, Spanien también sabe un montonal de estas cosas.
—P-Pero es que yo...—susurra.
— ¡Ah! Ja! Por el tío de la moto, a mí también me lo contó —sigue Prusia dándole a las teclas del teléfono.
— ¿De la moto? ¿Te refieres a England? —frunce el ceño.
—Spanien dice que es un mal rollo pero no sé, tío —sentencia llevándose el auricular al oído sin enterarse de eso último—. ¡Tíooo! ¡ESTAS OFICIALMENTE SECUESTRADO! —grita muy contento por teléfono.
—England? —pregunta Alemania que sí escuchó a Canadá.
—Ah, yes... ayer en la cena, England llevaba una moto. He ido a devolverla esta mañana al aeropuerto antes de venir —explica mirando a Alemania.
—KESESESESE Awesome! —sigue exclamando Prusia al teléfono—. No, no, en mi casa, tío.
—England tuvo una cita con France? —Alemania levanta las cejas. Canadá levanta las cejas.
—What? No... Vino a la cena. France hizo una cena para que Switzerland y yo nos conociéramos, vino para ayudarme —explica y Prusia niega con la cabeza.
—Nein, tío, es que está aquí Kanada, el chaval de Frankreich, ¿sabes? tiene que explicarnos lo que pasó con Schweiz y te necesito, porque dice que Frankreich tiene otra cita hoy.
— ¿Pero no dijo Preussen que la cita es con el hombre de la moto? —pregunta... y luego cierra los ojos y niega con la cabeza—. Creo que no he entendido bien.
—Ah... No lo sé, quizás se refería a otro hombre con una moto —propone Canadá.
—Ja, ja... lo sé —hace un gesto con la mano—. Además no es de mi incumbencia con quién se acuesta Frankreich.
—Tío, yo qué sé, no me comas el coco, díselo a él —Prusia frunce el ceño y Canadá suspira. Alemania mira a Prusia y luego a Canadá.
—Si no quieres ir con ellos...
—No, no... No hay problema, supongo, después de todo ellos me han ayudado bastante y no ha ido tan mal —sonríe un poquito.
Alemania asiente con la cabeza y mira a Prusia.
—Mira, mira... Spanien, Spanien, tío, en serio... mira, yo lo que veo es que él está contento, ¿no? ¿Pues que más te da? —sigue Prusia—. Eso fue lo que le dije, ya te lo he dicho.
Alemania frunce el ceño, realmente sin entender a qué se refiere, tamborileando con los dedos en el sillón.
—Por cierto, Austria me ha pedido que te dijera que está en Bern —recuerda Canadá de pronto.
—Bueno, tío, en serio, ¿vas a venir o no? —cambia de tema Prusia un poco mosqueado.
—Eso me ha dicho hace unos momentos que hablaba con él. Danke. ¿Está bien? —pregunta por preguntar algo porque en realidad ha hablado con él hace unos minutos—. Por cierto, el martes hay una cena —recuerda— Al cierre de las juntas.
Prusia pone los ojos en blanco y mira a Alemania, apartando el teléfono un poco.
—West, Spanien dice que si puede venir Römer.
Alemania mira a Prusia y asiente con la cabeza, pensando que a Italia le gusta que venga su hermano.
—Ja.
Prusia se vuelve al teléfono.
—Ja, tío, pero no le quiero hoy por ahí, que siempre se pone muy plasta y no hay forma de hablar contigo.
— ¿U-Una cena? Oh... yo tenía que ir con Switzerland a entrenar... supongo que tendré que cancelarlo —Canadá vuelve a suspirar.
—Tengo entendido que vendrá con Österreich, no sé también si con Liechtenstein...
—Oh... vaya... ehm... —sonríe un poco y se incomoda. Prusia vuelve a sonreír.
—Vale tío, te veo en un rato —cuelga. Alemania le mira.
—Ja? —levanta las cejas.
—Vienen los dos, pero Römer no viene con nosotros en la noche, porque además hace mucho que no se ven con Veneciano —explica—. Estarán aquí en un par de horas.
Alemania suspira y asiente con la cabeza.
— ¿Está de más pedirte que no hagas desastres, que no vuelvas demasiado borracho y que no molestes a los demás invitados?
Prusia sonríe maligno y hace un gesto desinteresado con la mano.
—¿Es que no te fías de tu bruder? —se ríe y le toma del cuello para despeinarle.
—Nein! Preussen! —protesta extendiendo una mano e intentando quitarle con el ceño fruncido.
Canadá les mira y se sorprende de que alguien le haga eso a Alemania, ciertamente es una circunstancia extraordinaria.
—Estoy hablando en serio Preussen!
Prusia se ríe un poco más y luego le suelta, se vuelve a Canadá.
—Tío, ¿quieres venir a Jugar a la play mientras no llega Spanien? —mira el reloj—. Ven, llamaremos a tu bruder, seguro flipa de qué estés aquí.
—Espera Preussen —ordena Alemania, pasándose una mano por el pelo y tratando de peinarse otra vez, con el ceño fruncido. Prusia se tira en el sofá con cansancio.
— ¿Qué pasa?
—Estará aquí Österreich a partir de mañana, probablemente junto con Schweiz y Liechtenstein— entrecierra los ojos.
Prusia sonríe malignamente... trata de no hacerlo, pero no puede. Alemania frunce más el ceño.
—Le he pedido de FAVOR a Österreich que me ayude a organizar la cena, ¿serás capaz de portarte bien y no meterme en líos?
—Claro...—Prusia se muerde los labios tratando de verdad de no poner cara de culpable.
—Estoy hablando en serio —insiste mirándole con cara de pocos amigos.
—Claro, West —sigue sin poder evitarla—. Schweiz ya me disparó una vez —le recuerda.
—No quisiera que volvieras a provocarlo. Hablo en serio y te lo advierto —le señala con un dedo—, si te metes en problemas con ellos y Österreich te castiga, no voy a defenderte ni a abogar por ti.
Canadá observa la escena en silencio y Prusia pone los ojos en blanco.
—Como si eso fuera algo diferente a lo que pasa siempre.
—Vaya que es diferente, Preussen... no sabes cómo serían los castigos si no te defendiera —se levanta. Prusia levanta las cejas.
— ¡Pero si siempre me castiga por estupideces!
—Siempre le molestas, bruder —lo mira de reojo, cambiando el tono de voz a uno un poco más suave, además de decirle bruder, que no es lo más común. El albino chasquea la lengua rindiéndose un poco.
—Qué aburrimiento, quizás prefiera desaparecer.
Alemania le mira.
—Esta es tú casa y eres siempre bienvenido, en ninguna manera te estoy corriendo. Sería útil también que me ayudaras en algo, como a llevar a Kanada al hotel —agrega.
—Danke... — agradece un poco a regañadientes y mira a Canadá—. ¡Luego! —se levanta—. ¿Vienes a patearle el culo a tu bruder o no? —le pregunta y luego se vuelve a Alemania—. ¿Quieres jugar?
—Nein. Pueden invitar a Italien a jugar, quizás —le mira. Canadá traga saliva y se levanta accediendo sutilmente.
—Ah! naaah! —Prusia se ríe—. Será mejor que vayas a que te agradezca que hayas invitado a Römer, con la casa tan llena como va a estar estos días no tendrás muchas más oportunidades...
Alemania se sonroja un poco y luego carraspea.
—Kanada, te dejo con Preussen. Cualquier cosa, mándame un correo y lo revisamos —le extiende la mano. Prusia le pasa el brazo por los hombros a Canadá... él saluda a Alemania con un apretón de manos y asiente con la cabeza.
—Pórtense bien, bitte —susurra antes de salir de ahí.
Prusia se lleva a Canadá de los hombros riéndose con burla, aunque como se puede notar, no es ni la mitad de cruel que con Suiza.
Canadá mira a Prusia de reojo, sintiéndose un poquito preocupado y también, siendo honestos, un poquito contento al verse incluido en un grupo y reconocido.
— Mira, esta es mi Awesome habitación —abre la puerta de su cuarto—. Ve llamando a tu bruder, ahora vengo, ¿quieres una cerveza o algo de mientras?
Canadá mira la habitación sonriendo un poco, avergonzado claro porque no sabe estar de otra forma.
—No, no... Thank you —susurra sacando el teléfono—. ¿Qué quieres decirle a my brother?
—Que vamos a machacarle a Black Ops —se ríe y sale por la puerta corriendo... hasta el cuarto de Hungría. Golpea la puerta.
Ella abre y le sonríe a Prusia en cuanto le ve, él sonríe malignamente como lleva haciendo toda la tarde.
—Hallo, guapa.
—Hallo, burro —Hungría le da un golpe en el hombro y se ríe bobamente, sonrojándose un poquito.
—Tengo dos noticias, una buena y una mala, malísima de la muerte.
Hungría levanta las cejas y sonríe un poco de lado.
— ¿Cuáles noticias? —se le acerca un poquitín.
—Esta noche no vas a disfrutar de mi awesome presencia —se pasa una mano por el pelo con chulería.
—Ah! ¡Por fin! Empezaba a estar harta —sonríe ella con picardía y Prusia frunce el ceño.
—Que tonta eres, ¡esa era la mala noticia! —protesta. Hungría se ríe más, poniéndole una mano en el abdomen.
— ¿Cuál es la buena?
Prusia se sonroja un poco al notar la mano, descruzando los brazos que había cruzado.
—Spanien y yo hemos secuestrado al chaval de Liechtenstein y nos lo llevamos para interrogarlo.
Ella levanta las cejas y sonríe.
— Ohh!—baja la mano y ensarta un dedo en el ojal para el cinturón del pantalón de Prusia.
—Y Spanien va a traer a Römer consigo, además, pero no nos lo llevamos —sonríe también de una forma un tanto menos maligna y se pone nervioso—. Me... esta... esperando... en... está en... mi... —balbucea un poco.
— ¿Quién te está esperando? —pregunta ella jalándolo un poco hacia sí, sin real maldad.
—No me importa —decide sonriendo él, sí, con maldad, acercándose. Ella levanta las cejas y se ríe un poco.
—Ah, ¿no?
Prusia niega con la cabeza y sigue acercándose para hacerla entrar al cuarto.
— ¡Pero te está esperando no-sé-quién! —"protesta" ella, sonriendo también y haciéndose para atrás para entrar al cuarto sin ninguna resistencia. El albino cierra la puerta a su espalda.
—Pues que espere... —decide pensando que la casa va a estar llena los próximos días.
Canadá verá pasar un rato muerto en el cuarto de Prusia, quizás oyéndoles a ellos también porque además no creo que vaya a prender el X-Box ni nada... lo veo sentado en la cama sobre sus manos, mirando todo al rededor en plan lalalaaaaaaa.
xoOXOox
Alemania entra a la cocina buscando a Italia que estaaaaaa... preparando pasta. Vamos a ponerle a hacer algo canon-útil por una vez. En una olla de como doscientos litros de agua y está echando unos diez millones de spagetti... Spagetti arriba, Spaguetti abajo.
Alemania se le acerca.
—Italien, te acabo de enviar tu presentación para el G8 —comenta el rubio acercándosele, el nombrado levanta la cara de la olla.
— Vee?
—Tu presentación para el G8 ya está corregida —carraspea—. Hecha más bien. ¿Puedes verla para decirme si hay alguna palabra que no sepas como decir?
—Ah! Grazie, Germania! Claro, yo la explicaré como sepa—Italia no lo está pensando, pero si Alemania cree que se va a limitar a leer en vez de meter un rollo muy complicado y que nada tiene que ver, resolviendo al final que nadie se preocupe, que ellos lo arreglan todo, pero que van a necesitar más presupuesto... lo lleva claro.
—A ti por preocuparte y ayudarme a preparar la comida de todos —asiente con la cabeza.
— ¿De todos? —Italia mira la olla.
— ¿Esa olla no es para todos? —levanta las cejas. Italia mira la olla... mira los espaguetis que acaba de meter... toma los poquitos que le han sobrado y los echa en el agua.
—Ahora sí —sonríe. Alemania levanta una ceja.
—Danke. ¿Vas a tardarte mucho con eso? necesito pedirte un favor —agrega—. Pero necesito que me pongas atención, es una misión secreta.
—Oh! —Italia no pone el reloj de cocina ni nada para saber cuándo estará hecha la pasta y se pone en plan marcial al oír eso—. ¡Sí, capitán!
—Es... más bien una cuestión de inteligencia, ven a sentarte —él le sigue sonriendo tranquilamente. Alemania le señala la silla de la cocina.
Italia se sienta donde le sale de los cojones, que seguramente es la silla en la que Alemania tenía CLARAS pretensiones de sentarse él mismo. Alemania suspira y se sienta en la silla de junto.
—Como sabes, vendrán todos los países del G8 —empieza por los básicos y el italiano sonríe mirándole—. Ja? Entre estos países está Amerika, England y Frankreich.
—Francia me agrada, pero Inghilterra me da miedo —explica por algún motivo.
— ¿Por qué te da miedo? —frunce el ceño—. England no va a hacerte nada.
—Pues porque... —Italia no se lo ha pensado, porque "lo que le da miedo a Italia" también es una descripción bastante global del universo.
—Bueno, eso no es importante ahora mismo —hace un movimiento con la mano—. ¿Podrías observar de manera discreta a England y a Frankreich, bitte?
— ¿Por qué? —inclina la cabeza.
—Tengo... —carraspea—... Tenemos la sospecha de que él y Frankreich —carraspea.
—Vee? —parpadea una vez.
—No sabemos qué tipo de relaciones tienen, pero es importante que lo sepamos.
— ¿Relaciones?
Alemania carraspea.
— Ja. No sabemos si —carraspea—. Duermen juntos.
—Pues claro —sonríe.
— ¿Claro? —levanta las cejas.
—Si —asiente con la cabeza mirando sobre la mesa sin prestar demasiada atención al rubio—. Más a menudo desde cómo... finales del verano o antes, creo yo.
Alemania le mira flipando.
— ¿S-Sabes eso? ¿De cierto? ¿Te lo dijo alguien?
Italia toma un bote de chucherías e intenta abrirlo.
— ¿Decírmelo? A veces lo he hablado con mi fratello... creo que Spagna también lo sabe —trata de abrir el bote con los dientes. Alemania toma el bote que está intentando abrir Italia, absolutamente azorado, se lo abre.
— ¿Cómo lo sabes? ¡¿Pero que no England —carraspea—, dormía con Amerika?¡
—Ah, sí... estoy seguro que también lo hace —Italia mira el bote con ojitos de querer, el rubio se lo tiende y él lo toma sacando una chuchería y llevándosela a la boca.
—Es decir, ¿tú supones que England tiene algo con Amerika, pero a la vez tiene —carraspea— relaciones con Frankreich?
—No, no —niega con la cabeza—. No solo es sexo.
Alemania se sonroja y carraspea.
—Ehm... nein?
Italia sigue negando con la cabeza y se levanta de pronto.
—Italien? ¿Qué es además de... —carraspea—... eso?
—Veeee~ —canturrea hasta llegar al fogón y apagarlo porque la pasta ya está, empezando a escurrirla—. Pues están enamorados.
Alemania frunce el ceño, haciendo de nuevo cara de flipación.
— ¿Quienes?
—Francia e Inghilterra —le mira. Alemania levanta las cejas hasta el techo.
—Pero England está con Amerika y pelea todo el tiempo con Frankreich —se queda un segundo mirando a la nada—. ¿O no?
—Ah, sí, él quiere mucho a America también —asegura Italia mientras escurre la pasta en un escurridor que es casi más grande que él—. Sí, pero ellos no pelean de verdad —le mira—. Como Austria y Svizzera.
— ¿Estás seguro de todo esto, Italien? —pregunta algo descolocado, honestamente, y sorprendido.
Italia le mira como si le preguntara si está seguro que el cielo es azul. Alemania levanta las cejas mirándole, esperando una confirmación.
—Pues claro —responde empezando a cortar cebollas para el sofrito.
—Vaya —levanta las cejas girando hacia afuera de la cocina, pensando. Regresa unos instantes después y se le acerca—. Tienes la tarde libre por esa información, Italien.
—Grazie! —sonríe ampliamente.
Alemania le pone una mano en el hombro y se lo aprieta, asintiendo con la cabeza. El italiano sigue con la comida porque de hecho, ya se estaba tomando la tarde libre.
El alemán lo mira unos instantes y se gira un poco decepcionado, pensando en lo que ha dicho Prusia del agradecimiento.
—Por cierto, tu bruder llega en menos de un par de horas.
—Vee? —Italia levanta las cejas.
—Ja —camina hasta la puerta. Italia se lleva la mano a la cabeza.
—Il mio Fratello! —grita y vuelve a poner la olla al fuego decidiendo que tiene que hacer diecisiete quilos más de pasta. Alemania sale de la cocina.
xoOXOox
Canadá mira alrededor del cuarto de Prusia con el teléfono al oído.
—Hello?
—Ah! ah... he... hello —saluda vacilando un poco.
—Oh! Brother! Hi! How are you? —responde Estados Unidos sonriendo.
—I'm in Berlin —responde—. Me han pedido... Prussia quiere jugar a Black Ops —añade.
—Oh... ¿ahora? Damn, dame un rato, porque estoy terminando la presentación of the hell para la junta —aplaude dos veces—. Pero voy sacando el X-Box.
El X-Box empieza a salir del suelo con un dispositivo instalado por Japón, claro está.
—Por cierto... JAJAJAJA! —se ríe como bobo—. ¿Estás en Berlin visitando a... la chicaaaaaaaaa?
—W-Whaat? —se sonroja dando un saltito y el americano se ríe otra vez como bobo.
—Iggy me dijoooo. Canada y... —empieza a canturrear pero se detiene—. ¿Cómo se llama ella?
—Ehm... —Canadá vacila pensando en que lo sabe TODO el mundo, apretando los ojos—. L-Liechtenstein —responde en un susurro.
—Canada and Liechtenstein, sitting in a tree... G!
—Brotheeer —suplica y se frota los ojos sonrojándose.
—Jejejeje... Además estás en Berlin... ella vive ahí, no? ¿Con... Germany? —se rasca la cabeza porque en realidad no tiene ni idea.
—No, no, ella vive en Bern, con Switzerland —explica—. He ido antes... estoy en Berlin por el G8 de pasado mañana.
—Ohhhh... eso, eso... sabía que era uno de esos... It's ok, it's ok... jejeje! JAJAJAAJ! CANADA AND LIECHTENSTEIN, SITTING IN A TREE...
K
I
S
S
I
N
G!
—Brotheeeer! —vuelve a pedir tapándose los ojos y pensando que este G8 puede ser una PESADILLA.
—Ok, ok, relaaaaaaaax... —se ríe un poco más—. Chill out, brother, esto es super cool! Quizás podamos ir los cuatro un día de estos a algún sitio. ¿Le gusta jugar paintball?
—Ah... a ella le... le gusta disparar, creo —se lo piensa porque no está seguro del todo que sea a ella o solo cosa de Suiza.
—Oh! AWESOME! —sonríe—. ¿Y ya fueron a algún lado? Ya le diste... jajajajaja... a kiss?
—Nooo! —responde agobiado.
—Oh... why? —levanta las cejas—. ¿No le gustas? JEJEJEJE —se ríe maligno.
—I-I don't know —confiesa en realidad muy nervioso—. No se lo pregunté... ella... ella... yo no...
—Oh, come OOOOOOOON... cómo no vas a gustarle, brother, eres casi tan awesome como yo —se ríe—. Además eres my brother, todo el mundo querría tener algo que ver con my brother.
Canadá mira hacia un lado pensando, "sí, claro, por ser tu brother" pero no dice nada al respecto.
—Es que... estaba... muy nervioso... Brother, todo el mundo lo sabe —protesta un poco apretando los ojos.
—Eso no importa, relájate —sonríe echándose para atrás—, sé cómo yo que siempre está super cool con Iggy —se ríe muy pagado de sí mismo—. ¿Cuándo vas a invitarla a salir? Eh? ¿Quieres que vayamos los cuatro para que estés más tranqui? —sonríe.
—Claro que ella no me echó y fue muy buena conmigo... bueno, pero es que ella es muy buena siempre con todos —Canadá agobiado—. ¿I-Invitarla? yo... voy a verla... el martes, creo.
—Canada is in looooove —le molesta un poco de nuevo—. ¡Oh…! ¿El martes? ¿Vas a ir a verla?
—Brother! —vuelve a protestar—. El martes... Germany va a hacer una cena en Berlin para todos y me ha dicho que ella va a estar.
—Oh! Y voy a estar yooo! Yeah! Quizás pueda ayudarte, brother, yo soy super awesome para esas cosas —se ríe.
—Ah! pero... no... hum... —vacila sin saber que decir—. ¿A-Ayudarme? —pregunta pensando que en realidad está abierto a toda la ayuda que pueda conseguir.
—Yes, sure! Yo tengo al más difícil de todos, que es Iggy... nada puede ser más complicado que él —se ríe.
—Ah, America and England sitting in a tree... —empieza en intento realmente pobre, América se ríe
— G... jajajajajajajajaja! —dale un golpe Canadá...
—Oh, brother! —vuelve a protestar.
—Naaaah, Iggy me mata si sabe que estoy diciendo estas cosas —sonríe—. Me da mucho gusto, brother
Canadá sonríe un poquito más tranquilo.
—Thank you.
—I'm sure she... is great.
—Pero si tú la conoces —responde.
—¡NO ESTÁS! ¿¡DÓNDE ESTÁS?! —protesta sin que venga al caso.
—W-What?
—En el black ops
—Ah... I don't know. Estoy en el cuarto de Prussia, no sé dónde tiene la X-box.
—Ohh... —desilusionado—. ¿Y no viene ya?
—Se ha ido hace... hace un rato, no sé dónde debe haber ido.
—Fuck... —se echa para atrás de nuevo—, yes, I know her, buuuuut... no la conozco, conozco, conooooozco.
—Es muy buena —asegura en uno de esos tonos... (puking rainbows).
—You loooooooooove her, you waaaaaaaant her... —canturrea en tono molestia de nuevo y el canadiense carraspea sonrojándose otra vez.
— ¿Recuerdas lo que nos contó sobre Austria y Switzerland? —cambia de tema.
—Mmmmm... Algo raro, ¿no? Que estaban en la sala cuando... —se ríe.
—Yes, yes... —asegura—. Pues hoy cuando he ido estaban en lo mismo cuando he llegado, ha sido terrible, creí que Switzerland me mataría.
—What? —levanta las cejas y se sienta bien—. ME ESTÁS DICIENDO QUE LOS VISTE MIENTRAS ESTAB... IUGH, IUGH... IUGH!
—Noo! —exclama—. No, no, ellos estaban en el cuarto, pero les oí... se oía por toda la casa.
—IUGH! Really? —aprieta los ojos y arruga la nariz—. ¡Eso es asqueroso!
—Yes... fue bastante incomodo —admite.
—Waaaaaaaait, wait wait wait... —se ríe un poco—. Y luego Switzerland bajó y le... oh brother! —Entonces se oye un grito de Prusia... y el mundo se queja de Francia.
—Yes —asegura Canadá mirando hacia el lado de donde viene el grito—. Some really weird is happen with the europeans.
—What? —pregunta él frunciendo el ceño.
—Creo que estoy oyendo a Prussia —explica.
— ¿A... Prussia? ¿Hacer... eso?
—Yes...
—Really?
—I think...
—Are you kidding me?
—No, no... Acabo de oír un grito... creo que me ha dejado esperando para ir a... my god.
Estados Unidos hace cara de asco más o menos como cuando era pequeño y hablaban de esas cosas.
— ¿Está France ahí?
—No, está en Paris, tenía una cita hoy —explica aun mirando hacia la pared, esperando a ver si oye otro.
— ¿Y quién más está en esas cosas? ¿No dicen que France...?
—Pues... Prussia ahora mismo —explica sin entender la pregunta.
— ¿...Es el más pervertido de todos? —acaba.
— ¿Pervertido? No, no lo creo —atención, Canadá está acostumbrado a Francia, no cree que NADIE sea pervertido.
— ¿No me estás diciendo que están ahí... Jeje?
—Ah, sí, bueno... Es un poco frustrante —suspira resignado.
—Lo que me hace gracia es que te toque a ti siempre... Yo nunca he tenido esa suerte.
— ¿Suerte? —suspira y se muerde el labio para no decir "eso es porque tú no sueles escuchar y siempre estás haciendo ruido".
— ¿Mala suerte? —pregunta levantando las cejas.
—Oh, well... Yes, terrible mala suerte
—Jo... come on, brother, vamos a jugar black ops para que dejes de oír esas porquerías —se ríe—. Busca la consola, come on!
—E-Es que... Es su cuarto y yo no... —vacila mirando alrededor.
— ¡Hombre! Él te dejó ahí mientras se fue a hacer porquerías... jeje! ¡No va a enojarse!
—Se fue... Es un poco frustrante... No quiero que se enoje, Brother. Luego iré con él en la noche y con Spain. Me han invitado —orgulloso.
—Ohh... really? ¡¿A dónde!? Fuck... ¡yo hubiera querido ir! —un poco celoso.
—No lo sé, por Berlin supongo, a tomar una cerveza, Prussia me lo ha dicho.
—Oh... cool! Take photos —sonríe sintiéndose también orgulloso por su hermano—. Enséñales all the american way, ok?
—Ah... Yes —sonríe pensando en que cuando le interesa, América si es el continente... ¿O quizás se ha olvidado de que él es otro país?
— ¿Ya encontraste el x-box o no? —protesta. Canadá sigue mirando alrededor.
—No. En realidad está todo... Hay muchas cosas por aquí pero está todo muy ordenado.
—Pues mejor aún, vas a encontrarlo más rápido —se ríe.
—Pero es que esto es un poco de espionaje internacional... —se defiende—. Tiene el cuarto lleno de posters de Ramnstein y hay un mapa del mundo y... ¿Una bandera nazi?
Estados Unidos aprieta los ojos.
— ¿Pues qué coño esperabas, brother? ¡Quémala!
— ¿Que... que la queme? —vacila.
—Of course!
—But...es que no es mía...
—Pero es nazi.
—Yes... Esto es Berlin... También hay cosas nazis en los memoriales.
—Pero esto no es un memorial —América el necio.
—Quizás es el memorial del Prussia —sigue mirando alrededor.
—Mmm... It is possible... ¿Qué más ves? Come on! ¡Espía! ¡Es la ocasión!
— ¿Que... que le espié? —pregunta alarmado—. Hay... Hay un montón de botellas de cerveza de formas y colores sobre los estantes, parece que las colecciona.
—Eso no es importante, what else?
—Ah! Mira, hay una foto tuya en el corcho —se acerca.
— ¿M-Mía? —América se sienta en su lugar, muy serio de repente.
—Yes... Hay muchas de France y de Spain y Germany y hay una tuya, una de Australia, una de Denmark... una de los gemelos italianos y una de Switzerland con Liechtenstein.
— ¿¡Una mía?! Wait, wait! ¿Una mía haciendo qué?
—Levantando el pulgar, parece de una revista. Estas en lado que dice "gente Awesome" al otro lado dice "enemigos" y hay fotos de Russia y de Austria y de England.
—Ohh! —levanta las cejas—. Iggy está ahí?! —se relaja bastante con eso de la gente cool, volviendo a la tranquilidad.
—Yes... Debajo hay una pizarra de esas de rotulado que pone "planes para fastidiar a los enemigos" pero no hay nada escrito.
—Well... yo tengo una pizarra parecida, y suelo lanzarle dardos a la cara del commie idiota...
—Creo que él también lo hace —comenta inspeccionando las fotos más de cerca y viendo que seguramente no son dardos lo que lanza Prusia sino más bien cuchillos de la cubertería, pero bueh.
Canadá se acerca a la jaula en la que hay un pajarito cuando la puerta se abre de golpe y un muy sonriente Prusia está del otro lado.
—Heeeeil! —saluda. Canadá da un salto de medio metro al ver a Prusia y suelta un grito.
—B-Brother? —pregunta América al otro lado del teléfono.
— ¿Qué hay? —sigue Prusia sonriendo de lado a lado.
—Ah... ah! Prussia —Canadá Sonríe— America, ya ha vuelto —explica al teléfono.
—Oh... iugh... —América arruga la nariz— Conéctense.
—Toma, te he traído una cerveza —se la tiende a Canadá mientras sujeta la suya con la otra mano, abre un armario y empieza a encender la X-box—. Dile que esto ya está, ¿ya se ha conectado?
—Ah... thank you —agradece tomando la cerveza sin quererla mucho en realidad—. Yes, yes... hablamos ahora con el micrófono, brother —le pide Canadá a Estados Unidos.
—Okidoki! —sonríe.
xoOXOox
España cuelga el teléfono un poco mosqueado aun por lo de Francia, pero se vuelve a Romano con una gran sonrisa, el italiano le mira de reojo.
—No.
—¡Pero si aún no te lo he pedido! —protesta el español—. Porfa porfa pooooorfaaaa —se arrodilla.
— ¿Es que no eres capaz de estar aquí ni diez minutos, Spagna? —pone los ojos en blanco.
—Es que Prusia me necesita —explica.
— ¿Te necesita para qué coño? —deja de mirar la tele y le mira.
—Canadá, el chaval de Francia. Al parecer tiene problemas con Liechtenstein —explica.
— ¿Qué problemas puede tener con Liechtenstein? —hace los ojos en blanco otra vez—. Ella es bonita —agrega mirándole.
España aprieta los dientes y frunce un poco el ceño.
—Su hermano da miedo —le mira sonriendo un poco al ver que ha causado el efecto deseado—. ¿A dónde pretendes que vayamos?
—A Berlín, con tu hermano.
— ¿Va a ir Liechtenstein? —parpadea lentamente.
—No, solo está ahí Canadá, con Prusia. Supongo que nos quedaremos durante el G8, creo que Francia nos va a necesitar ahí... —niega con la cabeza—. Pero tú también estarás esta vez —sonríe ampliamente.
—No he dicho que vaya a ir —indica apagando la tele y levantándose.
— ¿Porfa? —vuelve a pedir—. Le dije a Alemania expresamente.
— ¿Qué me vas a dar a cambio, bastardo? —pregunta no en un tono muy agresivo, mirándole a los ojos, altivo.
—Lo que tú quieras —abre los brazos mirándole a los ojos.
—Tengo que pensarlo —levanta una ceja y empieza a caminar a su habitación.
España se queda con un palmo de narices porque quería un abrazo... Así que le sigue corriendo y le abraza por la espalda.
—¡Graciaaaaas!
Romano se queda callado, arrugando la nariz pero dejando abrazarse porque al final no le molesta tanto la idea de ir a ver a su hermano.
— ¿Va a estar ahí el macho patatas entonces?
—Claro, es su casa... Van a estar todos, hay un G8.
—Argh... detesto ir a esos lugares —sigue sonrojado, pero sin soltarse del abrazo—. Has hablado con el macho patatas, mi fratello ¿está bien?
—No, hablé con Prusia, no me lo ha dicho —el español le abraza más fuerte.
—Más le vale que esté bien —le mira de reojo—. Y tú qué coño haces, ¿eh?
— ¿Qué hago de qué? —le suelta un poco, el italiano frunce el ceño moviéndose ahora sí para que le suelte, sonrojado.
—Suéltame idiota —protesta pensando en que supuso que le daría un beso y sonrojándose más por recordarlo.
—Oh... —le aprieta de nuevo, riendo—. ¿Y si no quiero?
—Vas a vértelas con toda la mafia, stronzo di... —dice algo más muy rápido e ininteligible.
—¿Vas a decirle a toda la mafia que te estoy abrazando? —sonríe más, esperanzado.
—Sí —se deja de mover y le mira con la barbilla levantada y sonrojado.
— ¿A qué no? —le reta sin soltarle.
—No seas idiota, Spagna —protesta volviéndose a mover.
— ¡Ah! ¡No vas a hacerlo! ¡Quieres que siga abrazándote! —se prepara para que empiece a moverse más violentamente. El italiano frunce el ceño.
— ¡Claro que no quiero que sigas abrazándome! ¡Suéltame! —en efecto se mueve más violentamente, empujándole un poco, logrando que de unos pasos hacia atrás—. Si sigues abrazándome voy a... —protesta—. Voy a quedarme con mi fratello y voy a hablar con Liechtenstein y con Belgio y...
—Bueno —España le suelta y sigue sonriendo un poco. Romano le mira con los ojos como platos sin saber en realidad a qué se refiere, si a que se quede con ellos, o a que le suelta para que no lo haga. Frunce el ceño y le apunta con un dedo.
— ¿Bueno qué, eh?
—Pues... Bueno, te suelto —responde sonriente—. Tú ganas.
— ¿De che cazzo te ríes, stronzo?—Abre la boca para reclamar y la vuelve a cerrar, frunciendo más el ceño.
— ¿Reírme? —pregunta sin entender.
—Estás sonriendo como imbécil —protesta por protestar por algo— sabes, olvídalo... voy a hacer mi maleta —se gira con el ceño fruncido. España sonríe aún más al oír eso.
—¿Así que sí vienes conmigo? —salta un poquito—. ¿Vas a llevar tu camisa de rayas de Moschino? Me encanta como te ves con esa camisa, estas taaaaaan sexy.
—No, no voy a llevar esa camisa de rayas por ningún motivo —replica entrando a su cuarto.
—Perooo! —protesta.
—Cheeee cosa? —le imita mirándolo de reojo, sacando su maleta de debajo de la cama.
—Pooooooorfa —pide de forma un tanto patética.
—Eres idiota —protesta abriendo su closet y empezando a sacar ropa a montones.
Y ya lo sé, te preguntas... ¿este es el FrUK de los viernes? Ni siquiera ha habido FrUK. Lo que sucede es que esta historia no es puramente FrUK, es más bien un multipairing que gira alrededor de ellos dos... habrá FrUK pronto. ¡No olvides agradecer a Holly su beteo y edición!
