Esta historia contiene spoilers del juego de Pokémon Sol y Luna, quedan avisados. La protagonista femenina del juego en esta historia tiene diecisiete-dieciocho años, tan solo dejo claro que el uso de alcohol en menores está prohibido. Y que tanto los personajes como lugares no me pertenecen, sino a Nintendo.
Quedaban un par de días para que la navidad llegase, con motivo de dichas fechas Lylia había regresado para celebrar la navidad con su familia, con su hermano Gladio y con su madre, ya prácticamente recuperada. Por lo que Lulú, la capitana de tipo planta de Akala había decido realizar una cena en honor a la llegada de la joven entrenadora rubia. A esta fiesta se le sumó Selene quien esperaba con emoción el regreso de su mejor amiga.
La noche anterior de la fiesta, la campeona de Alola, viajó en su pokemontura de charizard junto a Lylia a casa de Lulú donde las esperaban la dueña de la casa y Nereida quien también se había apuntado a pasar la víspera. Lulú había recibido las contestaciones, ya que habían invitado a todos los capitanes (incluso Rika acudiría al encuentro con la excusa de inmortalizar aquella reunión en uno de sus cuadros) y a los kahunas, quienes todos habían aceptado excepto Denio. Aunque Lulú se había compinchado con Zarala para que arrastrase a su tío a la fiesta con el pretexto de que alguien tenía que acompañarla en el viaje ya que acudiría cuando el sol invernal ya se hubiese puesto. De hecho, Selene había invitado incluso a Guzmán y a Francine, ya que desde el incidente de los ultraentes estos habían empezado a dar menos problemas, e incluso habían comenzado a colaborar con la policía del archipiélago.
La casa de Lulú era reconfortante, las paredes estaban cubiertas por papel de tonos verdosos y los suelos eran de madera clara. Los padres de Lulú, quienes trabajaban en un restaurante como cocineros se habían ido de viaje por unas semanas a Jotho para unas convenciones, así dejando a su única hija al cargo de la casa. Selene se preguntó si los progenitores de la dueña de la casa tenían constancia de la actividad que se produciría al día siguiente en su hogar, si su madre se enteraba que había hecho algo así sin ni siquiera su conocimiento no había Tapu que le amparase de recibir su ira, ni como campeona de la región de Alola.
Selene se embutió en su pijama de terciopelo de color blanco con pikachus estampados en la tela, se preguntó si aquella ropa de noche era algo infantil para casi su adultez, pero tenía que hacer de tripas corazón y admitir que aquel era el pijama más calentito y suave que tenía en su armario desde que se había mudado a Alola. Pero le reconfortó que Nereida llevaba un pijama similar pero en vez de estampados de pikachus eran estampados de Kyogres.
La noche discurrió entre una cena abundante preparada por Lulú, y preguntas a Lylia sobre su progreso como entrenadora en Kanto, en el cual ya había conseguido dos de las ocho medallas para llegar al alto mando.
A la mañana siguiente, se fueron a la playa por petición de Nereida quien quería pescar un rato, así de paso, se estuvieron bañando toda la mañana en el mar y persiguiendo a wimpod y pyukumukus. Hacia la hora de la comida regresaron a la casa para almorzar y comenzar a preparar toda la comida que tenían que cocinar para que a la hora de la cena estuviese lista.
Sobre las ocho de la tarde comenzaron a llegar los comensales, los primeros en llegar fueron Tilo y Gladio quien este último había sido invitado por su hermana pequeña, ya que estaba segura que en cuanto terminase la velada este retaría un combate a la campeona. Salvo porque ella había prometido que aquella noche no iba a retar a nadie a un combate, salvo que Lylia se lo pidiese expresamente, un combate entre las dos.
Poco a poco fueron llegando tanto capitanes como kahunas, Mayla trajo un surtido de postres de la mejor pastelería de Akala, Tilo un cargamento de malasadas, Hela trajo una fuente de carne asada que había preparado su abuela especialmente para la ocasión.
El vino corrió entre las copas, salvo para aquellos que eran menores de edad. Aquella fue una velada inolvidable, sobre todo para Selene.
