Hogar

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Viktor esta cansado de todo.

Tenía la vida perfecta, era rico, guapo y famoso, había ganado múltiples medallas y reconocimientos por su patinaje sobre hielo, sin embargo, a sus veintisiete años, después de más de una década dedicada al deporte ya se encontraba harto de él, no del patinaje por supuesto, nunca podría cansarse de patinar, pero todo lo que lo rodeaba si, las predecibles competencias, las rutinas perfectas, las odiosas entrevistas, los patrocinadores con sus sonrisas falsas; sentía que en ese mundo lo ahogaba, que ya no podía respirar, se sentía asfixiante.

Se sentía tan vacío, algo le faltaba y no sabia que.

Entonces conoció a Yuuri.

Yuuri llegó a su vida como un golpe de brisa fresca que le dio aire nuevamente.

Era como si hubieran abierto la ventana de su alma, aquella que estuvo cerrada durante toda su vida, y entrará la brisa fresca del océano purificando cada rincón. Si lo pensaba Yuuri era como el viento, suave, silencioso e invisible, pero necesario, tan necesario que Viktor dudaba que pudiera seguir viviendo su vida si él, porque Yuuri le había dado tantas cosas sin saberlo.

Le había dado las palabras con L, esas dos palabras que no había podido disfrutar en todo este tiempo, Life and Love. No había mayor prueba de esto que los anillos que portaban cada uno, la representación simbólica de la entrega de su vida y corazón a otra persona.

Su vida había cambiado, nada era en ella era igual y su corazón también había cambiado. Y no podía estar más feliz con ello.

Por eso cuando regresan a Hasetsu después del Grand Prix y el aroma a brisa marina inunda sus pulmones, sabe que es ese el lugar donde mas quiere estar en el mundo, donde no importan las medallas, premiaciones o el estatus, donde lo que importa es la calidez del hogar, la familia, los amigos y un buen Katsudon.

Así que cuando atraviesan el umbral del hogar del japonés y este dice el tradicional "estoy en casa", él copia sus palabras para ver su reacción, para su sorpresa, Yuuri voltea y le responde con una pequeña sonrisa un tímido "Bienvenido a casa".

Viktor sonríe mientras siente como su corazón late con fuerza y una calidez invade su pecho, aunque el japonés no lo sepa todavía su verdadero hogar está donde este Yuuri.

*Abre el champagne mas caro que tiene y se sirve una copa* ¿Adivinen quien llego a sus 60 historias? Oh si, si, si, fui yo *se bebe la copa de un trago* Estoy taaaaaan feliz de que mi fiiiiiiiiic 60 sea de Yuuuuuuuuri on iceee

Levantemos las copas y celebremos por mi y por Yuuri y Viktor que están de luna de miel en Rusia, este fandom son mejores que el FBI en un dia ya sabian donde estaban al final de la temporada

Gracias por leer

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Si a alguien quiere ser feliz un comentario dejaras aquí