Saludos! este es mi primer fan fic de FullMetal Alchemist, está basado luego de los acontecimientos de la película Conqueror of Shamballa, digamos que estuve feliz de ver a Ed y Al juntos al final, pero quedó un vacío y ese vacío es el que quise llenar a través de esta fan fic, espero que quien la lea la encuentre de su agrado y quiera dejar un comentario, si algo les parece confuso, simplemente me preguntan y con todo el gusto contestaré, gracias espero que disfruten la lectura.


Título:Uno es todo, todo es uno


"Espero me perdonen si esto llega a funcionar. Espero entiendan la razón de esta loca decisión. Espero poder verlos nuevamente y decirles cuánto los he extrañado. Anhelo poder verlos, hablarles, escuchar sus voces y poder abrazarlos nuevamente. A los poco que dejo de este lado, espero me entiendan y perdonen también."


Fue extraño el que me viera interesada en la alquimia, luego de haber compartido mi niñez y adolescencia con dos alquimistas y nunca haberle tomado importancia. Sin embargo, sabía que la alquimia era la única forma de llegar a ustedes y eso era lo que más quería. Luego de haber esperado durante dos años para ver si ustedes regresaban y ver que no sucedió, le pedí a Roy Mustang que me instruyera en el mundo de la alquimia, sin siquiera saber si tenía la habilidad para serlo. Obviamente el General de Brigada Mustang –sí con el tiempo fue ascendido hasta convertirse en Fürher- se impactó al escuchar tal petición, pero accedió a hacerlo.

Así que hace 1 año le pedí a Rose que se hiciera cargo de la casa, pues como la abuelita había fallecido no había nadie que se pudiera cuidar del lugar. Luego partí y me instalé en la Ciudad Central, en cierta forma sentía como si estuviera siguiendo los pasos de Ed y Al. Cada vez que los recordaba sentía una gran nostalgia, pero prefería cambiar ese sentimiento, sonreír y estudiar más sobre la alquimia.

Tanto Mustang como el señor Armstrong me ayudaron cada día en mis estudios y poco a poco logré hacer pequeñas transmutaciones. En ese momento me sentí aún más cerca de ustedes, sabía que aunque tardara tiempo, lograría abrir la puerta.

Amestris, Oficina del Fürher, 1920.

- No creo que haya nada más que Armstrong o yo podamos enseñarte- Mustang indica al mirar una serie de transmutaciones realizadas por su alumna.

- Entiendo, entonces ya …-

- Eres una alquimista, Winry Rockbell, felicidades- Roy se acerca a ella y estrecha su mano- Ten mucho cuidado con lo que vayas a hacer-

- ¿Eh?… Sí, claro- dice ella al sentir como el otro parece percibir su plan- Muchas gracias por todo Mustang-sensei, despídeme de Riza-san y los niños-

- ¿Regresarás a Riseembool?- le cuestiona antes de dejarla ir.

- No, aún no, posiblemente no lo haga en un tiempo- contesta ella con una sonrisa melancólica- creo que me quedaré en Central.

- Entonces, cuando te marches de Central, ve y despídete tu misma de Riza, se molestará si sabe que te quedaste y no fuiste a despedirte-

- Claro, lo haré, adiós señor Fürher-

La rubia salió de la oficina, el tener el poder en sus manos para abrir la puerta le traía un mar de emociones incontables. Se dirigió a diferentes establecimientos, necesitaba comprar víveres, partes de automail y una que otra herramienta nueva. Regresó un poco más tarde de lo esperado a su apartamento, se había estados hospedando en el mismo lugar por 1 año. Era un desastre y ella lo sabía, había piezas de automail, llaves, destornilladores, tuercas, libros, papeles y muchas más cosas por todas partes. En esos momentos sentía que haber dividido su tiempo entre el estudio de la alquimia y el negocio de los automails no había sido una buena idea, pero era eso o no tener dinero ni para pagar la renta o comprar comida.

Con un poco de resignación comenzó a poner orden en el lugar, puso las cosas que había comprado sobre la mesa, que parecía ser el único lugar limpio del apartamento. Al hacer esto vio que había una de las fotografías viejas y la miró con nostalgia. Era la imagen de Trisha, Pinako, Ed, Al y ella, no podía creer que de todas las personas en esa fotografía, ella era la única que aún vivía en Amestris.

- Pronto nos reuniremos- suscitó ella dejando la fotografía sobre la mesa.

Tras unas cuantas horas de trabajo Winry finalizó con el acomodo, decidió cenar algo y luego irse a dormir, había sido un día bastante ajetreado para ella.

Muchas veces las horas de sueño eran las mejores del día, ella lograba volver a aquellos tiempos en donde corría jugueteando por las colinas de Riseembool en compañía de Ed, Al y Den. Esa noche no sería la excepción, al cerrar sus ojos, Winry podía verlos tan claramente, podía escuchar sus carcajadas y podía abrazarlos. Jugaban felices, sin preocupaciones por una piedra filosofal, homúnculos o el ejército. Simplemente estaban allí los tres disfrutando, luego pudo ver también a la abuela Pinako y a Trisha acercarse, pero en ese momento el sueño se tornó en pesadilla. Podía ver como Trisha y Pinako hablaban, como Ed y Al asentían a las palabras de ellas y la miraban con terror, Winry intentaba hablar, pero no tenía sentido las palabras no salían. De pronto miró como Edward trataba de darle la mano, como si intentara evitar que cayera a algún lugar, al voltearse miró una enorme puerta abrirse y cientos de manos negras arrastrarla hacia el interior.

- ¡Ahhhhhhhhhh!- Winry no tuvo más remedio que gritar y tratar de normalizar el latido de su corazón para calmarse luego de ese sueño- Fue sólo un sueño- susurró ella.

Munich, Alemania, Setiembre 1926.

- Hermano, ¿te encuentras bien?- Alphonse entra corriendo a la habitación de su hermano asustado luego de que lo escuchó gritar.

- Sí… yo… lo siento, estaba soñando que éramos niños y Winry estaba con nosotros- explica Ed un poco agitado.

- No veo nada de terror en eso, hermano- replica Alphonse.

- Lo sé, es sólo que en el sueño Winry era arrastrada por la puerta…- susurra Ed tratando de esconder su rostro con su pierna de automail y a la vez intentando borrar esa imagen de su mente.

Lo único que Al pudo hacer ante esa situación fue abrazar a su hermano y quedarse con él hasta que pudiera ver totalmente calmado a Edward. Para el menor de los hermanos era algo que le preocupaba la frecuencia con la que Edward había tenido esa pesadilla en los últimos meses.

- Es tonto temer por esto, cerramos la puerta y Winry no sabe de alquimia- murmura Edward.

- Es cierto, no deberías preocuparte por eso, hermano- Alphonse menciona con un tono entusiasta esperando calmar un poco más a su hermano.

- Es ridículo, ¿no lo crees? Que el hermano menor sea quien cuide al mayor- replica Edward con una sonrisa melancólica.

- No seas tonto hermano, mamá nos enseñó a cuidar el uno del otro- Al contesta molesto, no le gustaba que Ed pensara que por ser el mayor nadie debía preocuparse por él.

- De acuerdo, de acuerdo, tratemos de dormir un poco más- contesta Ed.

- ¿Viajaremos con Noah?- pregunta Al.

- No lo sé aún, podría ser lo mejor, pero tengo que pensarlo un poco más.

- Entiendo, buenas noches hermano.

- Descansa Al.

Pese a que le dijo a su hermano que descansaría un poco más no fue así. Edward sentía que eso no era un simple sueño, realmente temía que Winry pudiera abrir la puerta, pero no podía negar que en parte lo deseaba para poder verla nuevamente. Quería verla y decirle lo que en aquella ocasión no pudo… Pero era tonto, Winry nunca aprendió nada de alquimia y la puerta estaba cerrada en ambos lados, miró el único recuerdo que tenía del que una vez fue su mundo, su reloj de plata.

- Espero que todos estén bien de ese lado- murmuró y trató de conciliar el sueño nuevamente.

Amestris, Ciudad Central, Oficina del Fürher, semanas después.

- ¿Dejaste que se fuera?- Riza cuestiona molesta a Roy.

- Aún no se ha ido, me dijo que se quedaría en Central por un tiempo- entre todas las cosas de ser Fürher, Roy nunca creyó que en la lista estarían los regaños de su esposa.

- Y aún no entiendo porqué accediste a enseñarle alquimia- continuo ella provocando un silencio entre ambos.

Posiblemente todos los que habían conocido a los hermanos Elric y habían sabido de la fuerte unión que había entre ellos y Winry Rockbell, entenderían de forma inmediata las razones de la joven para aprender alquimia. Esa era la discusión que Mustang y Hawkeye habían mantenido por un año. Roy Mustang creía que Winry tenía el derecho de arriesgarlo todo si tenía la posibilidad de reencontrarse con sus amigos. Por otro lado Riza Hawkeye pensaba que no era justo el que ellos tuvieran que seguir sacrificándose para estar juntos, en especial Winry.

- Sabes que no importa lo que hagamos o digamos, al final será su decisión- expresa Roy levantándose de su lugar.

- ¿Y si no funciona? Si pierde aún más de lo que ella dio-

- Creo que lo que debemos hacer ahora es tener fe de que lo logrará y los tres volverán a estar juntos- afirma Roy mirando fijamente a Riza.

Apartamento de Winry Rockbell, un mes después, año 1920.

Desde muy temprano Winry se había puesto a trabajar en varios de los automails que tenía que instalar a sus clientes. Tenía pensado que sería el último dinero que cobraría en Ciudad Central y lo enviaría a Rose como agradecimiento por cuidar la casa durante tanto tiempo y así poder ayudarle en algo.

Luego de haber atendido a tres de sus clientes, Winry recibió la visita del señor Armstrong, quien al igual que Mustang y Hawkeye, conocía las intenciones de la rubia. Sin embargo, él las había llegado a saber por medio de la misma Winry.

- Buen día señorita Rockbell- saluda el corpulento hombre.

- Buen día señor Armstrong, pase por favor.

- Roy Mustang, o debería de decir el señor Fürher, me informó que hace un mes concluyó sus estudios en la alquimia, así que vengo a cumplir con mi parte me disculpo por no haberlo hecho antes- indica él y la chica asiente.

Armstrong extendió sobre la mesa una serie de planos subterráneos de Ciudad Central, mostrando las modificaciones que se habían dado tras los disturbios de tres años atrás. Aunque Armstrong ya no mantenía su posición activa en el ejército seguía ofreciendo sus servicios en ocasiones que fueran necesarias, por lo cual lograba tener acceso a ese tipo de información.

- Supongo que puedes familiarizarte con varios de los sectores-

- Sí, así es, muchas gracias señor Armstrong- replica ella agradecida y nota a Armstrong un poco incómodo- ¿Sucede algo, señor?-

- ¡Oh señorita Winry! Me preocupa lo que le vaya a suceder, siento que estoy haciendo algo malo al darle toda esta información, pero el amor y unión que hay entre los hermanos Elric y usted me hizo cooperar con su plan- sin más que decir Armstrong se deja llevar por sus emociones dejando mostrar sus lágrimas.

- Gracias, muchas gracias en verdad señor Armstrong- Winry se levanta y lo abraza – Aprecio su apoyo y lo único que le pido es que confié en mí.

- Señorita Winry, espero alcance su objetivo y cuando se encuentre con Edward y Alphonse Elric, dígales que todos aquí les recordamos y extrañamos con mucho cariño cada día, pero que ahora nos hace más feliz el hecho de saber que están bien y están juntos nuevamente- manifiesta Alex Louis Armstrong, el alquimista del brazo fuerte, con las lágrimas aún rodando por su rostro.

- Tenga por seguro que les daré su mensaje a los chicos tal y como lo acaba de decir.

Luego de otro rato de conversación – a manera de despedida- el señor Armstrong se marchó, no sin antes dar un fuerte abrazo a la señorita Rockbell. Aquel hombre tan grande y fuerte era realmente un tipo con sentimientos de oro, quien francamente sufría al pensar en lo que sería la ausencia de la señorita Rockbell y en los ya desaparecidos hermanos Elric.

Casa de habitación del Fürher, un mes y medio después.

Riza Hawkeye había recibido la llamada de Winry, pidiéndole permiso para poder visitarla. No hace falta decir que la esposa del Fürher canceló todos sus otros compromisos para poder recibir a la joven. Riza aún quería tratar de disuadir a la joven de su objetivo.

- Buenas tardes Riza-san-

- Bienvenida Winry-chan, siéntate por favor- Riza replica ofreciendo asiento a su visita y tratando de mantener la serenidad- Roy me dijo que terminaste exitosamente tu entrenamiento en alquimia-

- Sí, creo que en parte fue gracias a que él no fue tan estricto, posiblemente no hubiera sido tan fácil con Izumi-san, la maestra de Ed y Al- contesta Winry sonriente.

- Puedo preguntar algo- Riza menciona y la joven asiente- ¿Qué piensas hacer ahora que sabes alquimia?-

Pese a que Winry nunca antes se había visto intimidada por Riza, en ese momento lo estuvo, pero prefirió ir directo al grano.

- Riza-san, si en tus manos tuvieras el poder de cambiar algo o reencontrarte con alguien, ¿no lo intentarías?- contestó Winry sorprendiendo a Riza con su honestidad- Al principio me juré que si no tenía la capacidad para la alquimia desistiría del plan, pero tuve la capacidad y ahora tengo la oportunidad.

- ¿Y el intercambio equivalente?- inquiere Riza de manera fugaz.

- Estoy dispuesta a correr el riesgo con tal de estar con ellos nuevamente- replicó Winry.

Hubo una pausa en la conversación, Riza trataba de entender, pero aún así no quería que Winry arriesgara tanto sin tener garantía de que lograría lo que deseaba.

- Riza-san, por favor no te molestes conmigo, trata de entenderme, cuando Al y Ed intentaron transmutar a la tía Trisha me sentí realmente molesta con ellos, Al perdió su cuerpo y Ed al perder su brazo y pierna estuvo al borde de la muerte, pero luego entendí lo solitario que debieron de sentir su hogar al no tener a su adorada madre con ellos…- sin poder evitarlo más Winry dejó libre el llanto y continuó- mi hogar se despedazó poco a poco, mis padres murieron en Ishval, mis amigos de infancia desaparecieron de este mundo, y mi abuelita falleció, ¿no crees que tras todas esas pérdidas, ya no tenga miedo de perder algo más?-

El ver a Winry llorar de forma tan desconsolada hizo sentir a Riza que no tenía salida. Ningún argumento la haría cambiar de opinión y en el fondo de su ser Riza había logrado comprender. Antes de poder decir algo el llanto de uno de sus hijos la hizo reaccionar, y al ver al pequeño Maes entrar a la sala se dirigió a él.

- ¿Qué ocurrió Maes?- Riza preguntó preocupada.

- Alicia rompió mi robot- el menor de los niños contestó y la mencionada se escondía detrás de la puerta.

- Alicia, ven aquí.

- Fue un accidente, mamá, lo siento mucho- replica la niña acercándose lentamente.

- Maes, me permites revisar tu robot- Winry interrumpe la escena y el niño le entrega el juguete- Es muy fácil de arreglar, mira.

Winry saca una pequeña llave que tenía en su bolso junto a un pequeño tornillo, ubica este en un orificio que había en el brazo y lo une al resto del cuerpo con la fuerza necesaria para que quede ajustado, pero no se rompa. El pequeño Maes mira alegre a la mecánica dándole un abrazo por haber reparado su juguete y sale en compañía de su hermana.

- No hubo alquimia en eso- dice Riza.

- Antes de ser alquimista fui y soy mecánica- replica ella y Riza sonríe.

- Winry-chan, entiendo lo que dijiste hace un momento, pero recuerda que nosotros somos una pequeña familia para ti, respetaré tu decisión y tus acciones y siempre admiraré el lazo que te una con los hermanos Elric.

- Muchas gracias Riza-san- feliz y satisfecha con las palabras dichas por Riza la joven la abraza fuertemente.

- Saluda a los chicos de mi parte, ¿quieres? Diles que espero que sean muy felices- pide Riza con sus ojos humedecidos.

- Claro.

Ya era una despedida menos en la lista y eso hacía crecer la ansiedad en Winry. Cuando salía de la residencia vio que en la entrada se encontraba Mustang. Él le hizo una seña para que le acompañara y abordaron un vehículo.

- Me alegra ver que sí viniste-

- Bueno creo que sí era necesario ver a Riza, Maes y Alicia una última vez- replica ella con nostalgia en su voz y reaccionando a las palabras dichas.- ¿Ya sabes lo que pienso hacer?

- Winry, no creo que quisieras aprender alquimia para ser parte del ejército- replica en tono irónico- además Armstrong es muy evidente.

- Jejejeje, sí, supongo que fue fácil adivinarlo.

- Realmente deseo que puedas alcanzar tu meta, la razón por la que acepté enseñarte alquimia fue para retribuirte una mínima parte de lo que arrebaté- Mustang busca justificar sus acciones y trata de encontrar paz por sus errores del pasado.

- Mustang-sensei, yo ya le perdoné, por favor no se torture más por el pasado- replica ella brindándole una sonrisa llena de calidez.

El Fürher sintiendo por una vez más esa extraña sensación de paz sonrió de vuelta. Luego dobló hacia la derecha, estacionó el vehículo frente al edificio en el que se encontraba el apartamento de Winry, ella se despidió de Mustang, pero antes de que pudiera entrar, el Fürher la llamó nuevamente.

- Winry-chan, cuando te encuentres con Acero dile que más te vale cuidarte o el Alquimista de Fuego y actual Fürher de Amestris le castigará… a Alphonse envíale mis saludos, los extrañaremos mucho- finalizó Mustang su despedida.

- Gracias Mustang-sensei, sin duda les daré tu mensaje- replicó ella.

Ruinas Subterráneas de Ciudad Central, 2 meses después.

Luego de dejar todo en orden y de asegurarse de haber tomado lo necesario y lo que ella creía podría llevar consigo a través de la puerta, Winry se dirigió a aquel lugar que una vez había sido una ciudad subterránea. La joven recordó entonces aquel día en el que Sheska le había ayudado a llegar allí.

Maldición ahora comienzo a recordar las personas de las que no me despedí- piensa para sí misma- Gracia, Elysia, Sheska, Sig, Rose, ni siquiera me despedí de la abuelita o de la tía Trisha-

Pensando un poco en aquellos que dejaba, pero ilusionada en el tan esperado encuentro con los hermanos Elric, Winry comenzó a dibujar el círculo de transmutación. Debía también de ser sincera, realmente tenía miedo de pensar en lo que la puerta le fuera a arrebatar, ¿una pierna, un brazo? Simplemente no lo sabía y eso le daba miedo. Al terminar el círculo de transmutación se colocó en el centro de este, esperando que de esa forma pudiera llegar al otro lado.

Espero me perdonen si esto llega a funcionar. Espero entiendan la razón de esta loca decisión. Espero poder verlos nuevamente y decirles cuánto los he extrañado. Anhelo poder verlos, hablarles, escuchar sus voces y poder abrazarlos nuevamente. A los poco que dejo de este lado, espero me entiendan y perdonen también- menciona ella dejando caer una que otra lágrima- Chicos, espérenme- suscitó la joven chocando sus manos y tocando luego el círculo, iniciando así lo que posiblemente sería su última transmutación.