Advertencia: Para escribir este fic, alteré completamente los tiempos de Dragon Ball Z y Saint Seiya, los hice paralelos. En la cronología de DBZ, se sitúa después de la batalla de Majin Boo, y en Saint Seiya, después de Hades. Por cierto, no tomé en cuenta la última película de SS (la de Artemisa), ya se darán cuenta después por qué.
Creo que eso no más sería, más explicaciones abajito =). Ahora, espero que disfruten su lectura.
---------------------------------------------------------------
Hay una leyenda que no todos conocen, que cuenta que cada cierto tiempo, los dioses que alguna vez estuvieron en la tierra, reencarnan como seres humanos normales, mortales, y que muchas veces pasan su existencia sin ser advertidos por los demás, sobreviviendo como cualquier persona común y corriente. Amando, sufriendo... en fin, lo que todos pasamos durante nuestra vida.
Pero también se cuenta que hay otros dioses que no tienen intenciones tan puras. Cansados de que la humanidad los haya olvidado, que vivan según las reglas creadas por ellos mismos, vuelven al mundo con la intención de castigar a los habitantes del planeta, principalmente para que paguen por sus pecados y, además, cambien su actitud de poco respeto hacia los seres mucho más poderosos que ellos. Y lo lograrían, sin dudarlo, si otro dios no interviniera.
Mejor dicho, cierta diosa...
Atenea fue asignada por el Señor de los Dioses, Zeus, como la defensora de la Humanidad, a la cual amaba demasiado como para dejar que algún dios resentido hiciera lo posible para destruirla. Y es así que, en cada ciclo de su reencarnación, tenía que enfrentarse a diferentes dioses, junto con los Santos de Atenea, que al haber jurado lealtad hacia su diosa, prometieron también hacer todo lo que estuviera en sus manos para lograr que la gente por la que ellos luchaban pudieran vivir en paz.
Y fue así que la diosa Atenea, en esa reencarnación, se enfrentó a distintos dioses. Primero, a Ares, que manipulando a los Santos Dorados logró que se enfrentaran a ella y a los Santos de Bronce, que estaban de su lado. Después, al Señor de los mares, Poseidón, y a sus siete generales, representante cada uno de los océanos del planeta. Por último, se enfrentó a Hades, dios de los muertos, y a sus 108 espectros. También ganó... pero fue en esa batalla que ocurrió lo que nunca antes había pasado.
Empezando, el cuerpo elegido por el dios para este ciclo, resultó ser un Santo de Atenea, el Santo de Andrómeda, que con ayuda de la diosa logró expulsar al dios después de una intensa batalla. También, el cuerpo original del dios fue herido de muerte por el Santo de Pegaso. Y fue ahí que comenzó...
Todos los dioses sabían que en el Tártaro, uno de los tantos lugares del Inframundo (o Hades) estaban aprisionados los Titanes, enemigos quizás mortales de los dioses olímpicos. También sabían que el único capaz de mantenerlo en ese lugar era el mismo dios de ese lugar, Hades, pero en ese momento no pensaron que al morir su cuerpo, y ser rechazado por el que él había elegido, prácticamente esa zona quedaba descuidada.
Ellos lo sabían, pero estaban demasiado ocupados con sus vidas mortales como para preocuparse.
* - * - * - * - *
Capítulo I. Diosa Reencarnada.
La chica estaba sentada delante del espejo de su cómoda, en su habitación de Kame House. A su lado, podía ver el paisaje del mar perderse por el horizonte. Soltó un suspiro con algo de cansancio a la vez que decidía llevar ese día el cabello suelto a la famosísima reunión en la Cápsule Corp. Como cada vez, buscó la ropa que mejor le quedara y se la puso, y como no encontró algún peinado que la convenciera decidió ir sólo con el pelo suelto, no tenía deseos de amargarse más por un simple peinado.
Apoyando su codo en la cómoda y su cabeza en su mano, su mente comenzó a divagar, recordando las últimas fiestas a las que asistió, y por momentos le dieron deseos de quedarse en su casa. Si tan sólo Trunks fuera más agradable con ella, si tan sólo Bra dejara de hablarle de gente que ella no conocía (y que no estaba interesada en conocer, la verdad), si tan sólo Pan dejara de intentar armar mini-torneos cada vez que se juntaban todos... si tan sólo las reuniones fueran más tranquilas, estaba segura que serían mucho más agradables.
La de veces que había estado deseosa de convertir en algún animal a Trunks porque nunca la dejaba en paz, ¡y no le costaba nada!, pero estaba segura que sus padres la castigarían por hacerlo... era una maldición por andar de "diosa encubierta" todo el tiempo. Si tan sólo todos supieran quien era realmente... cómo cambiarían las cosas.
Empezando, Vegeta la dejaría de tratar como cualquier persona normal, rayando en la insolencia desagradable con la que estaba acostumbrado a tratarla, todos la verían de manera diferente. Ah, por supuesto, todos dejarían de mirarla con cierta lástima cuando aceptaba participar en esos torneos entre los jóvenes... aunque en parte los comprendía, difícilmente podía pasar a la segunda ronda (y eso sólo cuando le tocaba con Bra primero, que era casi nunca)
Estaba más que segura que sus hermanos no tenían que pasar por esos problemas en sus reencarnaciones. O al menos esa fue la impresión que le dio cuando los conoció.
Sonrió al recordar cuando vio por primera vez a Atenea. Esa tarde se había juntado con Bra en el centro comercial, y luego de comprar algunas cosas ambas se habían ido a la Capsule Corp, y ahí estaba ella, junto con Bulma, hablando de negocios...
* - * - * Flash Back * - * - *
Bra y Marron entraron a la mansión, comentando sobre ropa o accesorios que la heredera Brief se había comprado. A penas entraron vio a la madre de su amiga sentada en uno de los sofás, y también a otra chica, quizás de su edad, o algo mayor. Tenía el cabello largo y lila oscuro, y usaba un vestido largo y ancho, parecía niña de sociedad, pero como de inicos del siglo XIX. Ambas se quedaron mirando y no tardaron en reconocerse.
-Me alegra que llegaran- decía Bulma, mientras les indicaba que se acercaran -les quiero presentar a una de las socias de la Capsule Corp, tiene tu edad, Marron, su nombre es Saori Kido- presentó Bulma, luego se dirigió a la invitada -ella es mi hija, Bra, y una amiga de la familia, Marron.
-Mucho gusto- contestó con voz suave Saori, mirando con interés a Marron, que la veía con una sonrisa divertida.
-Igual- contestó Bra, mirando con curiosidad el vestido de la joven.
-Hija, acompáñame a traer algunas bebidas, además que quiero hacer algunas indicaciones para la comida. ¿Se quedará a cenar con nosotros, Saori?
-Oh, lo siento, me gustaría pero que volver a casa hoy mismo, me están esperando algunos invitados- contestó la chica, sonriendo con disculpa.
-Está bien. Acompáñame, Bra.
-Sí, mamá.
Las dos se quedaron solas, mirándose fijamente, Marron apoyada en uno de los sofás con un brillo de burla en sus azules ojos. Ella fue la primera en romper el silencio.
-Bonito vestido- dijo, tratando de disimular la risa que le causaba la situación. Sabía que su hermana solía ser bastante conservadora a la hora de elegir la ropa, pero estaba segura que estaba exagerando en esos momentos.
-Si crees que tu tono de burla me asusta, Artemisa...- comenzó a replicar la otra, pero la rubia la interrumpió, soltando una carcajada.
-¡No es burla!- exclamó, riendo -la verdad, me encanta cómo ese repollo te hace lucir el rostro de una manera envidiable- decía -¿no crees que tienes que empezar a mejorar tus gustos?, ya no estamos ni en la Antigüedad ni en la Edad Media para que luzcas esos vestidos.
-Ah, claro, lo dice quien aún usa vestidos con vuelos y cachitos como peinado- replicó molesta Saori, moviéndose con dignidad en el lugar en que estaba sentada. El comentario hizo que Marron guardara silencio de pronto, mirando con malos ojos a la pelimorada.
-¿Qué le sacas a mis cachitos?- preguntó molesta, y hubieran seguido discutiendo sobre gustos y cosas así si es que Bra y Bulma no hubieran vuelto con bebidas y algunas cosas para comer. La reunión de negocios se extendió por bastante rato, pero aún así Saori Kido no se quedó, Marron se dio cuenta que eran muchos los problemas que tenía en su Santuario como para dejar a sus Santos de Bronce solos en la mansión en que vivían... o al menos eso fue lo que le dijo Saori a través del cosmos, mientras se despedían.
* - * - * Fin Flash Back * - * - *
Sí, había sido divertido encontrarse con la reencarnación de su hermana, pero lamentablemente (o quizás, para mejor), no la había vuelto a ver, aunque sabía perfectamente de cómo le había ido durante las batallas en contra de los demás dioses.
En otra ocasión, se había encontrado con otro dios que había querido reencarnar. Había sido sorpresa mayúscula cuando lo vio saliendo de la sala de reuniones de la Capsule Corp (otro más millonario... parecía que ella había sido la más... "humilde" en ese sentido). Esa tarde, recordaba haber llegado a la mansión a ver a su amiga, y ésta casi a rastras la llevó a una reunión de la empresa, en la que participaban tanto Bulma como Trunks. Por lo que le pudo entender, uno de los tantos amores platónicos de Bra estaban presentes.
* - * - * Flash Back * - * - *
-Oh, Marron, es que tienes que verlo- le decía su amiga, mientras subían por el ascensor -es tan guapo, te vas a morir cuando lo veas, de verdad que te va a encantar.
-Si, como digas...- suspiró Marron, acostumbrada a que los hombres que le gustaban a su amiga fueran terriblemente guapos pero sin una pizca de cerebro. Aunque el hecho de que fuera algún socio de la Capsule Corp le hizo dudar acerca de eso -¿y cuál va a ser la mentira que le vas a decir a Bulma para explicarle nuestra presencia en la empresa?
-Ah, no lo sé, después se me ocurrirá algo- dijo la otra, despreocupada.
Llegaron al piso 15 del edificio, y salieron. Se dieron cuenta que la reunión aún no terminaba, lo que hizo que Bra fuera bastante más feliz. Se sentaron en unos sofá que tenían afuera de la oficina de Bulma, esperando que tan mentada reunión terminase, mientras, veían revistas con algo de aburrimiento o conversaban algunas cosas sin importancia.
A los 15 minutos se abrieron las puertas, y salió Bulma seguida por Trunsk y por otras personas que en su vida habían visto. Bulma se extrañó de ver a las muchachas ahí.
-Bra, Marron, ¿qué hacen aquí?- les preguntó, justo al tiempo que la rubia abría ligeramente la boca al ver a un joven de cabello azulado y algo largo, vestido elegantemente con un traje blanco, conversando con otros dos jóvenes, uno de cabello más o menos rosa, corto, y con una chica, también rubia, de ojos azules y muy bonita.
-Ah, mamá, tengo que hablar contigo un poco...- contestó Bra, buscando con la mirada al joven que fue a ver. Le brillaron los ojitos cuando lo encontró.
-Está bien, pero tendrás que esperar unos momentos, aún tenemos que firmar algunos papeles en mi oficina- contestó Bulma, algo contrariada -acompáñame, Trunks.
-Sí, mamá.
Marron se había dado cuenta que él también la miraba con una sonrisa divertida. Está de más decir que la había reconocido a penas la vio. Sin quitar ese gesto, y con algo de picardía en sus ojos, se acercó a las dos muchachas. Marron se dio cuenta que ese era el joven al que Bra le gustaba, fue notorio porque su amiga, extrañamente, se puso bastante nerviosa.
-... En el último lugar que pensé verte, es aquí- le dijo el joven, amablemente, tomando una mano de Marron y besándola.
-Pensaba lo mismo- replicó Marron, mirando con algo de seriedad el gesto -sobre todo porque me enteré qué fue lo que pasó últimamente contigo, Po...
-Julián Solo- la detuvo él, indicándole su nombre y mirando a Bra con cierta diversión. Como todo un dios, se dio cuenta perfectamente qué era lo que pasaba por la cabeza de la amiga de su sobrina -¿y qué pasa contigo y tus modales?, ¿por qué no nos presentas, Arte...?
-Marron- lo detuvo ella, indicándole con la mirada que tuviera cuidado con lo que estaba pensando sobre su amiga. Julián sonrió más aún.
* - * - * Fin Flash Back * - * - *
El gran problema que hubo después, es que Bra se enojó con ella porque nunca le había dicho que conocía al genial y guapo Julián Solo, y estuvo sin hablarle casi por una semana. De la única manera que Bra "la perdonó", fue prometiéndole que intentaría arreglar una cita para ambos, cosa que aún no hacía, y la verdad, esperaba nunca hacerlo. Bra no tenía idea de lo mujeriegos que podían llegar a ser algunos dioses griegos (si es que no todos los dioses griegos... y algunas diosas también, no tenía que negarlo). Para su suerte, después Bra se fue olvidando poco a poco del asunto, dejándola tranquila por fin.
Pero lo malo de todo eso, era que a pesar que Marron le había pedido a su amiga que no le contara a nadie que conocía a Julián Solo, lo primero que hizo ella, fue comentario. Hasta esos días Trunks la seguía fastidiando por el tema ese.
Pero tenía que admitir que también había conocido a su queridísimo hermano "gemelo", que había querido reencarnar un par de años antes que ella (y no le gustaba pensar que Apolo podría aburrirse de su compañía). Aunque tenía que admitir que aquella vez que se cruzó con él, justamente en uno de los Torneos de Artes Marciales al que asistió, y lo vio de participante...
Recordaba con diversión que ese día tuvo que ingeniárselas para poder llegar donde estaba él, ya que siendo aún una niña sus padres aún la tenían bastante vigilada, sobre todo porque la conocían bastante bien y sabían que no podía quedarse quieta mucho rato en algún lugar. Pero a la primera oportunidad que tuvo, se escapó. Lo malo es que fue vista por Trunks y Goten, que prácticamente la habían acusado con sus padres después del torneo.
* - * - * Flash Back * - * - *
-¿Qué estás haciendo aquí?- fue lo primero que su hermano le dijo, Marron se cruzó de brazos y lo miró ceñuda.
-La misma pregunta te venía a hacer yo, Apolo- replicó ella -¿qué es lo que pretendes?, ¿de verdad piensas luchar?
-¿Y por qué no?- se encogió de hombros el joven rubio -vamos, Artemisa, no puedes negar que tengo puntos a favor en esto, soy dios de tantas cosas, que perfectamente puedo participar en un torneo de Artes Marciales como un mortal cualquiera, y que nadie se de cuenta de mi condición de dios reencarnado.
-Que yo sepa, eres de la música, las artes, de la verdad (aunque no sé de dónde), la profecía, medicina, del sol, de la luz, entre otras, pero NO del deporte.
-Son detalles- el muchacho se encogió de hombros.
-Es que de verdad me extraña... pensé que te gustaban más las artes que el tema del deporte, a ese se lo atribuyo más a Hermes, que pasa todo el día corriendo por todas partes dando los mensajes de Zeus- dijo Marron, con un tono de duda que hizo que Apolo la mirara con cierta desconfianza -además, ten en cuenta que al menos en esta ocasión no te será muy fácil ganar, están compitiendo los amigos de mi papá.
-¿Amigos de Zeus?- preguntó Apolo, mirando con interés hacia todos lados.
-No, de mi papá terrenal- suspiró Marron -y la verdad, yo te recomiendo que ni siquiera te plantees tener una lucha con ellos, y menos con el señor Vegeta o el señor Gokú.
-¿Es que crees que pueden ganarme?- le preguntó algo molesto su hermano.
-No, temo que los termines matando o convirtiendo en algún animal, porque eres tan picado que cuando veas que te llevan bastante ventaja intentarás ganarles de cualquier manera- replicó Marron, causando la risa del muchacho -¿y qué es tan divertido? No puedes negar que estoy diciendo la verdad, no por nada te he tenido que aguantar en cada reencarnación.
-¿Me dices a mí vengativo?, ¿y qué hay de ti, eh?. ¿Cuántas veces convertiste en animales a indefensos hombres?
-¿Indefensos?, ellos eran tan indefensos como tú- gruñó ella -además, no estamos hablando de mí. ¿Estás considerando realmente ganar?
-¿Y qué si lo hago?
-Marron, ¿qué haces aquí?- y ahí estaban, Goten y Trunks, acercándose a ella y mirándola con curiosidad, lo mismo que al rubio que la acompañaba.
-Nada, sólo vine a conversar con Kirano- contestó la rubia -somos viejos conocidos.
* - * - * Fin Flash Back * - * - *
Sí que le costó convencer a Kirano que se dejara ganar por Goten cuando le tocó pelear con él, y es que él no entendía lo sospechoso que hubiera sido que le ganara a un Sayayin... aunque pensándolo bien, hubiera sido divertido ver hasta dónde eran capaces de llegar los dos por ganar la batalla.
Estaba segura que su hermano no le perdonaría nunca el haberlo obligado (casi) a perder. No había vuelto a saber de él en todo ese tiempo que había pasado. Aunque sabía que estaba bien, quizás seguía con su vida de mortal o se había trasladado definitivamente a vivir a su Santuario, en Delfos.
Quizás ella debía plantearse lo mismo con respecto a su Santuario, en Éfeso... o al menos ir a hacer alguna visita al lugar.
-Marron- el llamado de su padre la sacó de sus pensamientos -¿qué tanto haces?, se nos está haciendo tarde.
-Voy- se miró por última vez en el espejo, y se puso de pie, dispuesta a irse a la Capsule Corp, sin saber que su secreto de ser la reencarnación de la diosa griega de la caza, esa misma tarde sería descubierto, y no en las mejores circunstancias.
-----------------------------------------------
Bien, he aquí el primer capítulo de este fic, que más que nada, es un gustito que me estoy dando. Esta idea la tenía hace muchos años en la cabeza, y por fin me decidí a escribirla y publicarla. La verdad, no tengo idea si es llamativa o no, y más que nada por eso es un gustito, jejeje :P
Como se dieron cuenta, Marron es la reencarnación de Artemisa, y en eso cambié bastante las historias. Ella usará elementos de la diosa que salen en la película (como sus ángeles), y algunas cosillas más.
El personaje Kirano, sale en uno de los torneos de Artes marciales, creo que en el 28 (ese donde Gokú encuentra a Uub). Tengo desde hace algún tiempo una guía con todos los personajes de DBZ, y sale él. Por lo que pude leer, en la segunda ronda del torneo pelea con Goten, y a éste le cuesta bastante ganarle (de hecho, Vegeta llega a la conclusión que sacando a los sayayines y a Uub, él era el más fuerte), y me agarré de eso para dejarlo como Apolo. Cuando busqué el capítulo en el animé, resulta que no está, así que supongo que eso sale en el manga. Si no es así y la guía miente, mil perdones, jejeje.
Creo que eso sería. Espero actualizar luego y que me dejen algunos comentarios.
