hey aqui un fic viejito, pero no olvidado ni terminado. Espero que les guste a quienes no lo han leido y a quienes ya lo leyeron les guste aun mas. Creo que este fue mi segundo o tercer fic, al cual le he cambiado el formato, ya que antes estaba en forma de Guion teatral y pues como que ha estas alturas ya ha evolucionado un poco mi manera de escribir, asi que si ven algo cambiado, pues es por eso... actualmente ya llevo como 40 y tantos capitulos que en esta reedicion juntare un poquito, asi que creo que no seran tantos capitulos como antes. Por lo que no recomiendo leer la primera edicion ya que esta sera mas entendible y enriquesedora ademas de que con mis faltas de ortografia y esas cosas da miedo leerla, por lo cual doy un aplauso y unos merecidos elogios a quienes la leyeron asi como la escribi a la brava la primera vez.

Ya para finalizar con esto, pues lo de siempre, Fma no me pertenece, yo solo me divierto escribiendo sobre sus personajes, todo es de la mano de la genial autora y mi sensei a distancia Hiromu Arakawa. hasta aqui no tengo advertencias de ningun tipo, asi que disfruten la lectura.


CAP. 1.- Suceso inesperado.

Todo era relativamente normal esa calida mañana en la oficina del Coronel Roy Mustang, "El Alquimista de la llama", un día más de rutina. Dentro de la pequeña oficina se encontraban sus subordinados haciendo su trabajo, como era costumbre, mientras su coronel se asomaba despreocupado por la ventana, perdido en el horizonte.

Esa imagen era clásica del coronel cuando estaba flojeando y era difícil descifrar en que pensaba, incluso hasta para la teniente primera Riza Hawkeye, quien lo conocía muy bien y sabía descifrarlo, pero no en esos pequeños momentos que se tomaba para mirar al horizonte, en los cuales, cualquier suposición podría ser o no real, esas actitudes eran un misterio.

De pronto, Roy dejo su nostálgica mirada y se dispuso a leer un documento, excusa perfecta para observar de reojo a su primera oficial, esa rubia de enigmática y fría mirada, lo que le daba un aire de misteriosa seducción, la observo algunos breves minutos cuando alguien se atrevió a romper el silencio.

-Ya coronel, hemos trabajado mucho… ¿Por qué no nos deja salir temprano para festejar el cumpleaños de ah!!..... – observando a todos lados, hasta que vio a la mascota de la teniente. - Mmmm... de Black Hayate al bar?

-No creo que sea su cumpleaños... Teniente Havoc.

-¡Furey!!! –Agregó molesto – Es que, no recuerdo cuando fue la ultima ves que fuimos al bar a festejar algo. - Dijo en tono quejumbroso, pero fue interrumpido.

-Fue hace 6 meses, cuando festejamos que llevaba un día entero sin fumar, Teniente Havoc. – Agregó Riza.

-Que por cierto nos engaño… -Continuó Breda.

-Si teniente Havoc, eso hizo. – Agregó Furey. Roy veía con flojera la discusión, hasta que decidió comentar.

-En verdad yo también necesito recreación, -dijo al fin el coronel mientras todos se sorprendían de que el estuviera atento - Vámonos y nos vemos a las nueve en el bar ¿Qué les parece?

-Pero coronel, no es buena idea, tiene compromisos mañana a primera hora.

-Estaré temprano, lo prometo, teniente Hawkeye, de hecho usted también necesita salir un poco – Dijo acercándose a ella y poniendo su mano en su hombro.

-¿Cómo la última ves que tuve que llevarlos a su casa?

-Eso fue culpa de Breda por retarnos a tomar todo eso.

-Ahora resulta que yo, coronel…. –respondió en tono irónico.

-Creo que la teniente tiene razón esa noche los tuvimos que cargar Furey y yo. – Dijo el suboficial Flamman.

-Y el coronel me golpeo por que lo tire... – Agregó tímidamente el sargento.

-Oye, pudiste haber tenido mas cuidado.

-Vamos, cálmense, ya somos como familia esas cosas pasan.

-¡Ajam!!! Havoc tiene razón. Ya esta decidido iremos todos, si salimos ahora tendremos tiempo de ponernos ropa cómoda… Andando y a quien se le ocurra faltar, pasaremos por él a su casa... –dijo poniendo especial énfasis en esto ultimo.

-Por eso lo queremos coronel.... bueno a veces… - Havoc se levantó y tomo un cigarrillo con entusiasmo.

Dicho esto ultimo, todos se fueron muy contentos a su casa, tenían que arreglarse para salir después de una larga jornada; por su parte, mientras caminaba a su casa, Riza pensaba en esas pequeñas conversaciones que tenían entre el trabajo, en las que parecían unos niños pidiendo permiso para salir a saltar en un charco, mas aun siendo adultos, necesitaban de esos toques infantiles que les ayudaran a romper el hielo de ves en cuando.

Al llegar a su casa se dio prisa de arreglo para el encuentro con sus compañeros, aun cuando no tuvo mucho tiempo para eso, había logrado verse lo bastante bien para… esa persona especial, aun cuando él no lo notara siquiera.

-Bueno… en realidad, no tendría por que hacerlo. –pensó. –Ya casi son las nueve mejor me voy.

Resolvió después de consultar el reloj, era algo tarde, tendría que salir ahora o se retardaría. Se dirigió a la puerta y justo en el momento de abrirla, se encontró con él.

-¿Coronel?????

-No sabía si vendría o no, así que vine por usted.

-¡Ah! No me lo esperaba.

-Siento sorprenderla, pero… bueno ¿nos vamos? – dijo Roy le tendiéndole el brazo y al tomarlo ella, se dirigieron al bar.

-Permítame decirle que se ve muy bien hoy. - Al oír lo bien que sonaba su nombre saliendo de sus labios, ella sonrió.

-Gracias coronel, lo mismo digo de usted, se ve realmente atractivo.

-Basta de formalismos, en el trabajo está bien, pero tenemos mucho tiempo de conocernos, ¿Por qué no me llamas simplemente por mi nombre? Además, es nuestro tiempo libre, por lo tanto, somos civiles en este momento. Asi que olvidémonos de los rangos

-Esta bien coronel...

-Jeje… - se rió un poco… - Escucha, nadie me conoce como tú, como para que me llames coronel en todas partes, no tienes por que ser tan propia, no soy la autoridad todo el tiempo –Le decía mientras en sus adentros el pensaba: Siiii… Por fin… me decidí a conquistarla.

-Si, creo que tienes razón, Roy.

-Así esta mejor… - Dijo con una sonrisa.

Llegaron al fin al bar, donde estaban ya sus compañeros, quienes ni tardos ni perezosos, pidieron algo de tomar, aun con el tiempo que se conocían, era raras las veces que se juntaban para otra cosa que no fuera el trabajo, así que tenían que disfrutarlo.

No paso mucho tiempo después de la integración del coronel y la teniente al grupo para que como era su costumbre al encontrarse en un bar, los Tres borrachos: Havoc, Breda y Roy; se pusieron bastante mal, así que al terminar la velada, Roy quedo tendido en la mesa y los otros 2 cantando. Era realmente increíble que se llevaran tan bien los tres.

-Ya es hora de irnos ¿no sargento Furey? – Comento la rubia al mirar la hora en su reloj de pulsera.

-Si, pero Framan se fue y no se como llevarnos a estos tres… Yo puedo con Havoc y Breda, pero.....

-¿Qué sargento?

-La verdad… me da miedo el coronel, ya sabe, por lo de aquella vez.

-Esta bien entonces yo lo llevare... - dijo acercándose al hombre para iniciar de una vez.

-Pero teniente y si le pega, además no lo puede cargar.

-No se preocupe, sargento, yo lo controlo, ademas... Si se atreviera a intentar siquiera golpearme... Ya sabes. - Dijo con una mirada fria y determinada, lo que hiso entender al sargento a que se referia. (Pero Roy no seria capaz de eso)

-Pero...

-Yo puedo con él, no será tan difícil. – Dijo muy segura de si, así que se acercó al hombre de nuevo, ahora si lo llevaría a su casa.

Por lo cual, lo medio despertó y le paso su brazo a través de su cuello para levantarlo mientras los otros dos hombres, se iban cantando y tambaleándose a los lados del pobre sargento Furey.

-Coronel vamos a su casa.

-Pero si estamos muy bien aquí. – Dijo tomando la botella para servirse más whisky.

-Mañana tiene asuntos muy importantes que atender, coronel. – Decía mientras le quitaba la botella y lo encaminaba a la puerta.

Ella lo llevaba a su casa, la cual, por suerte, quedaba cerca de ahí. De hecho, por eso le sorprendió tanto que fuera por ella, ya que debió desviarse mucho del bar. Iban en el camino cuando él comenzó a hablar, lo cual fue muy bueno, dado que eso significaba que estaba despierto, ya que de por sí, era difícil encaminarlo a su casa así, dormido seria peor. Realmente era una escena extraña, mas cuando el coronel comenzó a decir cosas entre su borrachera.

-Deberíamos tomarnos un descanso, ¿no te parece? (Con tono de ebrio) Es mas, ¿Qué opinas si tu y yo nos vamos de vacaciones?

-Suena tentador coronel, pero tiene que dormir ahora. – Le contestó, con la esperanza de que hallara un poco de lucidez y le hiciera el trabajo de llevarlo a su casa un poco mas ligero.

-Y ¿mi vaso?? – hacia movimientos en el aire, buscando su vaso perdido.

-Coronel, esta muy borracho, mire ya llegamos a su casa. –dijo al momento en que buscaba entre la ropa del coronel las llaves para entrar.

-Sabes cuanto quiero... –alcanzó a decir antes de desmayarse encima de la teniente.

-Coronel… coronel… Roy mustang... despierte. –intentaba quitárselo de encima.

Vaya que el coronel era pesado, así que, como pudo, salio de debajo de él y por suerte, en el piso, fue más fácil encontrar las llaves.

-Si no fueras tan enojona... yo.. – susurró.

-Ya entre. – dijo después de levantarlo y procedió a entrar y tirarlo en la cama.

Tenía un semblante algo molesto, y no era para menos, ese hombre había ido por ella en un buen estado, de hecho, de una forma tan encantadora y galante… Pero ahora, después de tanto tomar, había llegado a su casa perdido de ebrio… Pero ese era el hombre que amaba, además, solo le pasaba eso cuando salía con Havoc y Breda, los tres eran buenos chicos, pero cuando estaban juntos, como todos los hombres, terminaban retándose unos a otros. Aun recordaba sus palabras, eran algo así como "a que no te tomas toda la botella", "ah ¿no? te reto" "a que ninguno de los dos se la toma", "de cuanto estamos hablando… Hay que hacer la apuesta interesante"

-No te vayas, mi casa siempre esta sola... – Continuo en la cama, con lo ojos cerrados y tocándose la cabeza. – Por favor…

-Debo irme coronel... – Dijo mientras se disponía a salir, pero por alguna extraña razón, Riza sintió un estremecimiento ante sus palabras… mi casa siempre esta sola… Se sentía tan identificada con eso…

-Sabes… ustedes son como mi familia. - Fue lo último que pudo decir, pues se durmió.

-Buenas noches, coronel.

Ella se dirigió a la salida, no era apropiado que se quedase mucho tiempo ahí, pero pensó que, esa era su única oportunidad de demostrarle un poco de lo que sentía, al fin y al cabo, lo que se aventuraría a hacer él nunca lo sabría por que se encontraba dormido, por lo que le dio un tímido beso en la mejilla, saliendo inmediatamente después.

.oOo.

Al día siguiente, en ese cuartel, lleno de bravos soldados que están dispuestos a dar la vida por el bienestar de su país, llega una de sus miembros más peligrosos, con su mortal y bien entrenado perrito. La teniente primera Hawkeye llegó temprano, como era hábitual, a la oficina. Después entraron Flamman y Furey, un rato después Breda y Havoc.

-No es algo tarde ya..... ¿Y el coronel? – Pregunto Furey al notar su ausencia.

-Se ha de sentir tan mal como yo... – Dijo Havoc con la mano sobre su frente.

-Pero él fue listo y no vino. – Expresó Breda.

-Se equivocan camaradas. – Se escucho al coronel mientras entraba a la oficina.

-Creo que debió haber empezado sus labores hace 2 horas, no le parece coronel – le recrimino por su retraso.

-Lo siento… el general Grumman me mando a llamar, para darme una orden de traslado y luego nos quedamos conversando.

-Y.. ¿A donde van a mandarlo coronel? –preguntó preocupada.

-A mi no, me enviaran a un nuevo subordinado.

-¿Y eso lo tiene tan feliz????

-No, no es eso, solo que… me temo de a quienes que ponen bajo mi jurisdicción.

-¡Ahm!!! Y ¿eso porque?

-Porque hay personitas locas que resultan todo un caso.

Dijo esto ultimo como para si mismo, con una extraña sonrisa indescifrable en su boca, lo cual puso a pensar a Riza, llegando a especular que él ya conocía a la persona que le mandaron. No presto mucha atención, siguió trabajando… Así pasaron un par de días.

-Cuando llegue la persona que nos transfirieron la hacen entrar a mi privado, por favor. ¿Entendieron? – Dijo entrando de nuevo a su oficina y cerrando la puerta detrás de si, ante la sorpresa de sus subordinados.

-El coronel esta muy raro desde que le dieron esa orden de traslado. –comento Havoc.

-Si y no nos ha dicho quien es esa persona como para que se encuentre tan feliz.

-Es como si ya conociera a la persona que va ha venir. –Razonó Flamman.

-Dejen de especular, ¿Acaso no tienen trabajo que hacer?

Riza los recrimino ante la insistencia sobre las indagaciones acerca del nuevo subordinado.

-Pero teniente Hawkeye, ¿acaso no tiene curiosidad por saber de que se trata?

-No, sólo es un subordinado como tu o como yo o como cualquiera de los que estamos aquí.

-Ante esto todos callaron y siguieron con sus asuntos. Un rato después, alguien toco a la puerta.

-Pase..... – respondió ante la casi nula atención de sus compañeros. Al abrirse la puerta, entro una chica de tez pálida con cabello negro, largo, ojos azules, y un flequillo que descansaba sobre su ojo derecho, de estatura un poco más bajita que la de Riza, delgada, de apariencia frágil.

-Hola mi nombre es Leanne Ashton, me transfirieron del este, esta es mi orden de traslado.

Todos se sorprendieron al verla, en especial Riza quien entendió lo que pasaba. Ese coronel era un conquistador de primera, siempre en citas, pero ¿planear seducir a una colega del ejercito?… eso iba en contra de las reglas internas.

-El coronel Mustang te espera en esa oficina. – dijo indicándole el camino con la mano.

Al oír eso, Leanne cambio su expresion a una de extremo entusiasmo y sus ojos brillaron al momento que demostró una gran felicidad, lo que resultó la confirmación a las sospechas de Riza, lo que fue realmente decepcionante.

- Por fin, te encontré Roy Mustang… - Pensó la chica al estar frente a la puerta del coronel.


Seep, lo se, el primer capitulo no dice mucho, pero bueno... tengo que avanzarle para seguirle con los demas capitulos... Quien sera esta tipa??? pues Muchos ya sabes, pero Shhhh!!!

jejeje, si les gusto o si se intrigaron, pues dejen un review... jijiji.....