Disclaimer: Los personajes y el universo le pertenece Rowling.
La trama es mía.
No obtengo beneficio económico ni de otro tipo al escribir esto.
Advertencia: Mención de violación e inicio de escena gráfica de ese tipo.
Capítulo 01.
Necesitaban un heredero o su apellido se perdería definitivamente.
Su hermano menor tendría toda la fortuna familiar si no hacía algo para remediarlo. no es que le importara eso realmente, pero además debía dejar un legado para que lo relevara como fiel seguidor del Señor Tenebroso si él moría.
Llevaba varios años casado con Bellatrix, y aunque habían tratado por todos los medios de concebir un hijo, nada había dado resultado.
Además, su esposa se negaba a quedar embarazada porque no quería quedarse en casa sin hacer nada mientras los demás se divertían. Ella quería ayudar en todo momento a su Lord y Rodolphus sospechaba que ella frustraba todos los intentos de producir un heredero.
En el contrato matrimonial decía que si en cinco años no nacía un heredero, Rodolphus tenía derecho a buscar otros modos de conseguir uno.
A Bellatrix le daba sinceramente igual, pues amaba obsesivamente y con locura al Señor tenebroso y por ello, Rodolphus creó un plan.
Con aquello, se aseguraría la continuidad de su apellido y además, cumpliría una de sus más frecuentes y obsesivas fantasías.
Para lo cual pidió la ayuda de Norbert Crabbe y Grant Goyle.
No eran nada avispados, pero sabían como atrapar a alguien y eso era lo que necesitaba.
-¿Lo habéis entendido? -Preguntó.
-No somos estúpidos, Lestrange. Atraparlo vivo. -gruñó Crabbe apretando los puños.
-Eso es, lo quiero vivo y lo más sano posible para mis planes.
Los otros dos hombres rieron aunque no sabían de que iban dichos planes. Solo sabían que no serían divertidos para el tipo que debían atrapar.
También solicitó la ayuda de Severus Snape.
Sabía de la aversión que sentía por ese hombre y su amigo en particular y tal vez estaría deseoso de ayudar.
Le explicó su plan y la sonrisa maligna del menor, le dijo a Rodolphus que Snape estaba dentro.
Sonrió con satisfacción.
La oveja descarriada sería suya.
Había una poción que se utilizaba para que los hombres fuesen fértiles y en caso de que una mujer no pudiese producir un heredero, entonces sería un varón quien lo tuviera.
Los magos podían quedar embarazados sin dicha poción, la magia era extraña y fascinante, pero con aquella poción se aseguraría un éxito rotundo. Además que sin pociones era difícil conseguirlo. Eran muy escasos los varones que quedaban en estado sin haber utilizado algún tipo de poción.
En mujeres no funcionaba, pues los efectos secundarios podrían ser fatales y en caso de quedar embarazada, el feto no llegaría a término.
Los ingredientes eran algo complicados de conseguir, y por tanto Omine Fertil era cara, pero para Rodolphus no había problema.
Antes de efectuar el plan, fue a España a conseguir la poción para que nadie hablara en caso de que lo conocieran. A nadie le importaba su vida conyugal.
Se colocó un ligero glamur, de modo que su pelo se aclarara y sus ojos se oscurecieran y entró a una prestigiosa botica.
Pidió la poción y cuando la recibió, la escondió bajo otra apariencia y se marchó a su casa.
Sirius Black estaba hastiado. Esa guerra sin sentido se había cobrado demasiadas vidas y parecía interminable. Cuando encarcelaban o mataban a uno de los seguidores de Voldemort, tres aparecían al día siguiente.
Además, estaba consiguiendo que los hombres lobo y vampiros se unieran a él.
Fenrir greyback era sanguinario y se había llevado a varios aurores consigo. Maldita bestia.
Aquel día, los mortífagos estaban extrañamente feroces con él, cuatro en particular.
No es que fuesen precisamente santos, pero era raro que se centraran tantos en una sola persona.
Su amigo James estaba luchando contra dos y Remus había tenido que quedarse en casa por la luna llena. Peter por otro lado, no había aparecido. Tal vez estaría cuidando de su madre enferma.
Una maldición asesina proveniente de a saber donde, le obligó a echarse a un lado.
Esa maniobra llevó a chocar contra uno de los enmascarados que rápido como una cobra, le lanzó un hechizo aturdidor y se desapareció con él.
Rodolphus sonrió satisfecho cuando Snape se desapareció con Black. La idea era llevarlo a una cabaña que los lestrange tenían en mitad de la nada protegida con fuertes barreras antimuggles y atarlo a la cama con cadenas hechizadas por si acaso sabía realizar magia sin varita.
Después, Severus volvería a la pelea comportándose como si nada.
Debido al caos, los miembros de la Orden del pájaro Chamuscado, tardarían en darse cuenta de que uno de sus preciados amiguitos había desaparecido. Y en caso de que lo hubieran notado, sería imposible llegar a él.
El señor Tenebroso sabía de sus planes, pues a él no se le escapaba nada, y tras cruciarlo por haberle ocultado información, no le importó que llevara a cabo lo que pretendía porque Black era un apellido prestigioso y valioso y siempre era bueno conseguir más sangrepuras.
Cuando la lucha terminó, Rodolphus se apareció en su mansión. Se duchó, se cambió de ropa y se desapareció en dirección a la cabaña.
Antes de despertar a Black, el ex Slytherin le hizo tomar la poción, pues no podía arriesgarse a perder ni una sola gota, y mientras hacía efecto, necesitaba media hora para ello, le arrancó la ropa, le posicionó como quería y él también se desnudó.
Podía tomarlo mientras estaba inconsciente, pero quería que Black lo viera y supiera que sería él quien le haría un hijo quisiera o no. Así que cuando pasaron cuarenta minutos, había dejado diez de margen por si acaso, le lanzó un "Ennervate" y sonrió.
Se le pasó por la cabeza lanzarle un "Silencius" pero deseaba escuchar sus gritos y maldiciones. Solo de pensarlo se excitaba.
-¡Lestrange! ¡Maldito loco! ¿Qué crees que estás haciendo?
-Cumplir una de mis fantasías. -Sonrió cuando lo acarició y Sirius trató de apartarse sin éxito.
-¡Suéltame!
-Quiero una cosa de ti y la voy a tener. -Y sin esperar más, se colocó sobre él y lo penetró con violencia obteniendo un grito desgarrador por ello.
