"Declaración de Amor"
Eran alrededor de las cinco de la tarde, cuando una chica de cabello rojo peinaba su cabello frente al espejo que había en su habitación. Cantaba una pequeña canción, mientras recordaba todo lo ocurrido del día anterior, cuando Sengoku pensaba suspender a Akito, sino hubiese sido por Fuka que llegó justo a tiempo con la segunda parte de la carta de Nakao, él se habría ido. Habían sucedido demasiadas cosas en un día, el intento de suicidio de Nakao, los problemas en la escuela, junto con otra serie de imprevistos…entre ellos lo sucedido con el chico de ojos pardo. Dejó el cepillo a un lado para dirigirse hacia la ventana, los rayos del sol resplandecían en el cielo, el clima estaba perfecto. Hoy finalmente le diría a esa persona todo lo que sentía por él, después de todo lo habían prometido en la terraza, tras haberse besado.
Las palabras de Hayama revoloteaban en su cabeza "Mañana debo hacer el examen por la Cinta negra, si gano tengo que hablar contigo", tan sólo recordar esas palabras su corazón latía desesperadamente, preguntándose si lo habría conseguido…O más bien, estaba nerviosa porque sabía que lo lograría. Pero no iba a retroceder aquel día, le había dicho que si lograba obtener la cinta negra, finalmente lo haría…hablaría desde el fondo de su corazón y expresaría sus sentimientos de una vez por todas. Amaba a Akito Hayama más que a nadie, tanto así que cuando lo vio estar al lado de Fuka, su corazón se estremeció. Se sintió extramente miserable, era como si las dos personas importantes para ella la hubiesen traicionado. Aun si debía ser feliz por su amiga y fingir que no le importaba que estuviesen juntos, en el fondo no podía serlo.
Al principio no comprendía que sentía por él, Hayama era como su mejor amigo, siempre estaba ahí para ella, aun si al comienzo lo odiara por ser como era. Jamás hubiese imaginado que amaría a alguien como él, pero después descubrió que en verdad no era como se mostraba, era completamente distinto. Pensar que su primer beso había sido con él, a pesar de que guardaba sus labios vírgenes para Rei, quien creía que era su novio. Ya no pensaba así, dado que con Hayama descubrió que lo que sentía por su manager era tan sólo un juego de niña, porque en verdad no lo amaba.
Abrió la ventana para que entrara un poco de viento fresco y caminó hacia la cocina para ver que había de comer, ya que los nervios le hacían sentir ansiedad. Luego de comer, no podía evitar estar distraída pensando en la confesión ¿Cómo debería hacerlo? Nunca había hecho algo así. Aterrada a la idea, comenzó a frotar sus sienes para tratar de que algo viniera a ella, pero nada. Su madre y Rei la miraban sin comprender una palabra.
Volvió a su habitación para ver qué podía hacer para no pensar en ello, tenía tantos juegos en su habitación, podría hacer cualquier cosa. Incluso podía probarse trajes de su madre, los nuevos que habían llegado. Pero en el fondo, seguiría pensando en lo mismo. Miró la hora, eran ya las 16:30 de la tarde ¿Seguiría en el karate? ¿O estaría de camino?
En otra parte de la ciudad, en una habitación de muros de madera, encontraban muchos niños practicando Karate, entre ellos un chico de cabello rubio y ojos pardo que permanecía concentrado en sus movimientos. Finalmente escuchó a lo lejos que decían su nombre, había llegado su turno de dar la prueba, si lograba ganar no sólo obtendría su cinta negra, sino también hablaría con Sana Kurata y le diría la verdad. Una vez que se encontró frente a su contrincante, recordó las palabras de la pelirroja en día anterior "Buena suerte" y acabó con él en menos de diez minutos. Todos aplaudieron sorprendidos, incluso el profesor se acercó a él para entregarle la cinta negra.
En el camino a su casa, el anaranjado crepúsculo lo acompañaba, mientras todos sus pensamientos giraban en torno a una sola persona…Sana Kurata, quien le parecía oírla a lo lejos, pero debía ser solo producto de su imaginación. Pero entonces, descubrió que podía oír su voz cada vez más cerca, tanto que no podía ser ideas suyas. Al mirar hacia delante, vio a una chica de cabello suelto rojo que lo observaba con una sonrisa.
— ¡Hayama!
— ¿Eh? ¿Kurata?—Preguntó sorprendido ¿Lo estaba esperando?
— ¿Cómo te ha ido?—Le sonrió, esperando expectante su respuesta.
—Mmm—Abrió su mochila, viendo cómo lo observaba y extrajo la cinta negra para mostrársela. —Lo he conseguido.
— ¡Qué bien! ¡Lo has conseguido! —Esbozó una gran sonrisa, mientras sentía su corazón latir— ¡Felicidades!
—Por cierto, Kurata —Susurró, guardando la cinta para mirarla—¿Recuerdas lo que te mencione ayer?
—Sí, Hayama. Lo recuerdo perfectamente, por lo mismo hay algo que debo decirte…—Lo miró decidida, viendo como él también lo hacía.
—Kurata, yo…—Susurró, ignorando lo que ella intentaba decir.
-Yo…Te…-Musitó la pelirroja, definitivamente lo diría primero, sin importar cual fuera su respuesta.
—Te amo—Dijeron los dos al mismo tiempo.
— ¿Eh? Quiero ser honesta contigo—Se sonrojó ante la frase que había escuchado de él, no pensaba que utilizarían las mismas palabras. —Cuando te conocí, pensaba que eras solamente mi enemigo, sin embargo…más tarde te volviste alguien muy importante para mí, como si fueras mi mejor amigo. —No sabía cómo decirlo, pero lo diría. —Pero entonces después, descubrí que era más que eso. Precisamente fue en esos momentos en que me marché con Naozumi a hacer la película. A medida que pasaban los días más pensaba en ti y en todo lo que habíamos pasado, por ello decidí llamarte… me dijiste que estabas saliendo con Fuka y me dolió. De pronto me sentía extraña, cuando estábamos en el rodaje lloraba y no podía evitar sentirme miserable, nunca antes me había sentido así. Entonces comprendí que realmente te quería, pero ya no podía hacer nada, se veían tan felices que yo no podía interferir. Por eso tuve que fingir que todo marchaba bien cuando regrese a la escuela, decir que estaba saliendo con Naozumi, aun sabiendo que estaba jugando con sus sentimientos y engañando los míos-
—Lo siento, Kurata.
—Soy una tonta ¿Verdad? —Fingió una sonrisa, aun si sus ojos se mostraban brillosos viendo como él se encontraba preocupado. —No te preocupes, ya todo está bien. Vamos adentro.
Sana camino rápidamente en dirección a su casa, dado que se encontraban a tan sólo unos metros de ella, pero entonces sintió como la mano de Hayama se aferraba a su muñeca para detenerla.
— ¿Eh? ¿Qué ocurre? Hayama—Preguntó sorprendida.
—Antes de entrar, pienso que ahora que ya me has contado todo, llegó mi turno de hacerlo.
—Está bien, soy toda oídos—Habló la pelirroja con oídos gigantes (versión chibi)
—Esa mañana en que te ibas a hacer la película, pensaba decirte todo esto…pero como había tanto gente observando y tu madre también, no fui capaz. —Se sintió avergonzado recordando la escena—Lo que sucedió con Fuka, creo que no tiene mucha importancia. Incluso ella me dijo cuando estábamos en el hospital que realmente a la que quería era a ti—La observó, viendo reflejados sus ojos en los suyos—Y creo que tiene razón.
—Hayama…
El rubio se acercó a ella para abrazarla, no volvería a dejarla ir nunca más, la amaba y comprendía que no quería hacerlo. Se apartó de ella un momento para mirarla decidido, sus miradas se hicieron una y entonces cerraron los ojos para dejarse llevar por el amor que sentían. Sobre ellos el manto anaranjado del atardecer se iba extendiendo en el centro a medida que pasaban los segundos, impulsando a la fría corriente de aire hacer volar los pétalos del árbol Sakura (Flor de cerezo) que se encontraba junto a ellos, para que danzaran en torno a aquella pareja.
Se separaron avergonzados, las mejillas de sana se mostraban rojas como un tomate, pero no le importaba. Saliendo de la situación incómoda, lo invitó a tomar una taza de té para que celebraran su triunfo con pastelitos. A lo cual, él aceptó sin decir una palabra, admitiendo que se moría de hambre. "Vamos a comer" Sonrió la castaña, caminando con una sonrisa, pero entonces sintió su cálida mano envolver la suya y comprendió que las cosas cambiarían desde ahora, porque Akito estaría en su vida más de lo normal.
Tanto para Sana como para Hayama los malos juegos del destino quedarían en el pasado, ya que ahora sólo pensarían en el presente estando juntos. Donde seguirían un nuevo camino que les permitiría experimentar Aventuras, locuras y Romance.
….
Konichiwa!
Este es mi primer one-Shot, espero que les haya gustado. Onegai comenten si les gusto, nunca he hecho antes una historia así y menos de esta pareja que me encanta. Lo siento si saqué muchas cosas del anime, no es plagio ni nada parecido. Es sólo que me pareció que le final de esta serie quedó inconcluso, por ello pensé en escribir esto.
Sayonara
