Destination

Por Kaede Lu

Parejas: SasuxSaku, además de otras parejas

Clasificación: T

Resumen: Es la última noche de Sakura antes de mudarse a Tokio. Sin embargo, todo puede pasar en una fiesta de Año Nuevo... sobre todo si te dejas caer en una trampa del destino. Más aún cuando esa trampa se trata de él. /Sasusaku /AU.

Disclaimer: Naruto no me pertenece a mí, sino a Masashi Kishimoto-sama.

Nota IMPORTANTE - Esta historia está ambientada en un Universo alternativo (AU), así que los personajes viven en una ciudad de la época actual (Tokio), en el mundo del Japón moderno.

Espero que todo les haya quedado claro, así que disfruten la historia y no olviden comentar!

Dedicatorias: Para los que tuvieron una ilusión de un solo día.

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CAPÍTULO I
Un nuevo comienzo.
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Nunca creí en el destino, pero eso podría cambiar a partir de hoy...

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Es el último día del año. Un año de alegrías y penas. Un año en que termina una importante etapa de mi vida. Pero todo fin significa un nuevo comienzo... y ese comienzo inicia con una fiesta en esta ocasión.

La fiesta de Año Nuevo. Una perfecta oportunidad para conocer gente y entablar nuevas relaciones, para hacer vida social, pero eso es totalmente inservible para mí, ya que me estoy mudando en apenas dos días. Vivo en un pequeño pueblo, Hinode, con mi padre. Mi madre murió hace mucho tiempo y lo único que heredé de ella es mi cabellera y rosa y mis ojos - según algunos dicen - tan verdes y profundos como el mismo bosque. Mi madre eligió mi nombre. Me puso Sakura por el color de mi cabello, tan parecido al de las flores de cerezo que tanto le gustaban.

Así como mi madre nos dejó, yo voy a hacer lo mismo con muchas personas de aquí cuando me vaya a estudiar a la ciudad en dos días. Terminé mi último año de secundaria a inicios del mes y ahora estudiaré psicología en la Universidad de Tokio Daigaku "Todai", una de las más prestigiosas del país, gracias a una beca que obtuve hace poco. Si no, jamás tendría el dinero para ingresar.

Mis amigos decidieron entonces hacernos una fiesta de despedida antes de que nos vayamos. Y digo "hacernos" porque no me voy sola a la ciudad: Tenten y Naruto, dos de mis mejores amigos, también viajan conmigo. Tenten irá al igual que yo a la Tokio Daigaku para estudiar psicología, pero Naruto estudiará música en la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio "Geidai", así que al menos estaré con dos personas conocidas y no sola en esa gran ciudad.

El problema es que se organizó una gran fiesta para festejar el Año Nuevo y todos los habitantes de la región están invitados, así que adiós a la idea de la "fiesta despedida". Esta será la última noche que pase con mis amigos de aquí. La fiesta se dará en el Gran Club Sun City. Es el más cercano a mi hogar, por suerte, si no, no podría asistir. Aunque la verdad es no pensaba asistir, solo que alguien me convenció de hacerlo...

Ino Yamanaka... qué haré sin ella en Tokio...

Somos mejores amigas desde hace uff... De no ser por su insistencia, no habría aceptado la invitación. Así que se lo cobré pidiéndole ayuda para arreglarme para esa última noche en casa. Salimos a comprar y finalmente encontré el atuendo perfecto para esa ocasión.

Aunque no era para impresionar a nadie. ¿Después de todo, acaso funcionaría una relación con algún chico recién conocido en la fiesta si me estaba mudando en dos días a Tokio?

Yo creía que no... pero al parecer, eso cambiaría.

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Cerré los ojos con fuerza, mientras Ino me colocaba la sombra sobre los párpados.

- ¡Pero no los cierres tan fuerte, si no va a salir mal! – me replicó.

Suavicé entonces mis ojos.

- Ya está. Ahora sí que quedaste hermosa, Saku, ¡mírate! – Volteé hacia el espejo para ver mi figura. Aún estaba con la bata con que salí de la ducha, pero mi rostro estaba perfecto. Tal y como lo esperaba tras una sesión de maquillaje con Ino.

Entonces mi padre irrumpió en la habitación.

- Ya es tarde, ya deben irse. – nos dijo.

Puse los ojos en blanco para levantarme. "Mientras más rápido vaya y salga de esa fiesta, mejor…"

Ya lo sé. Voy a cambiarme. – suspiré.

Ino salió de mi habitación para dejarme a solas. Me cambié rápidamente, sin olvidar ponerme el collar plateado que me dio mi mamá y tomé mi pequeño bolso de mano para salir al club.

Tras treinta minutos de viaje en su auto, llegamos al local.

Admítelo, Saku… ¡La fiesta está genial! – me dijo Ino, apenas entramos al club. Y tenía razón: el espíritu de Año Nuevo se había adueñado completamente de la ocasión y sólo un aguafiestas con depresión severa no se divertiría en la fiesta.

Suspiré. – Bueno… ya que estamos aquí, sí, está genial. – le respondí.

Ella rió y luego me dijo, señalando al balcón del segundo piso - ¡Oye, allá están los demás! – En una de las mesas se encontraban Naruto, Tenten, Lee y Chouji, todos esperándonos.

Nos dirigíamos hacia allí, cuando apareció frente a nosotras un joven de ojos oscuros, con el cabello negro sujeto en una coleta alta.

- Hola. – nos saludó. – ¿Así que la convenciste en venir? – le preguntó a Ino. Me avergoncé al notar que se refería a mí.

- ¡3hika-kun! – lo saludó Ino efusivamente, con un abrazo.

Hola, Shikamaru. – lo saludé yo. El barman del club y novio de Ino. Ya tenían casi dos años juntos. – Oigan… voy subiendo con los demás. Creo que esta canción les gusta a ustedes dos.

Los dos me sonrieron antes de tomarse de la mano y dirigirse a la pista de baile.

Pasando el bar, me dirigí a las escaleras para subir con mis amigos. Estaba por subir al segundo piso, cuando alguien me detuvo tomándome por la muñeca.

- Sakura, por favor, espera.

- Recuerdo haberte dicho que te mantuvieras alejado la última vez que hablamos, Kabuto.

El sólo intensificó su mirada oscura.

- Sabes que no quise hacerlo. Yo jamás te hubiera hecho algo así.

- Parecías muy convincente cuando la estabas besando en la salida del instituto el lunes… estabas tan concentrado que ni siquiera re diste cuenta de que yo estaba ahí.

- Pero… amorcito. Yo sé que no estás molesta en serio… – dijo, tomándome por la cintura e intentando besarme en los labios.

- ¡Aléjate de mí, Kabuto! – lo aparté – Y si no me crees, entonces lee mis labios: terminamos.

Subí las escaleras procurando no cruzarme con nadie. Estaba de un pésimo humor. Jamás creí que ese cobarde tendría la más mínima esperanza de que yo lo perdone. Estaba loco de verdad si eso creía.

- Sakura, ¿te estaba molestando ese idiota? – me preguntó Naruto, preocupado y visiblemente molesto, alzando un puño.

- Déjalo, Naruto. El no vale la pena. – le respondí, mientras me dirigía con mis amigos a la mesa.

No era la mejor idea encontrarte con tu ex – novio en la última fiesta que pasarías en tu hogar… pero para eso estaban los amigos. Ellos ya conocían mi historia. Llegaron a la conclusión de que Kabuto era un completo imbécil por haberme hecho lo que hizo, que si realmente fuera inteligente estaría lamentándose por haber actuado así… y todo lo que los mejores amigos afirman para apoyarte cuando te pasa una situación de esas.

Y tenían razón.

Esa era una de las razones por las que Ino quería que vaya a la fiesta. Olvidarme de Kabuto. Claro que eso sería más difícil tras su inesperada aparición, pero no sería imposible…

…sobre todo por lo que ocurrió unos pocos minutos después.

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Sakura Haruno no era la única persona que la pasaba aburrida en la celebración de Año Nuevo. En otro lugar del club, un joven de ojos oscuros y cabello negro también hubiera dado todo para no asistir al evento. En primer lugar, por que su plan inicial para recibir el nuevo año se había arruinado. En el segundo, por la cantidad de chicas que no cesaban de acosarlo en todo momento.

Todo eso porque su único automóvil disponible en ese momento se descompuso antes de que pueda volver a Tokio esa tarde. Finalmente, sus amigos optaron por quedarse a celebrar el Año Nuevo en el Club Sun City, y a él no le quedó más opción que hacer lo mismo.

Pero ya se estaba empezando a hartar de su situación. Si las 'molestas niñatas' – como él las llamaba – no dejaban de perseguirlo, de verdad se iría sin dudarlo más.

- Eso te pasa por no tener una acompañante. – le dijo un joven de cabello oscuro y ojos blancos que se encontraba en su misma mesa.

- Tú tampoco tienes una, Neji. Y no te pasa esto. – le respondió, aún molesto.

- Pero tampoco tengo tu popularidad. – aseguró, burlonamente.

Ambos se quedaron en silencio un rato más. Luego el primero suspiró pesadamente. – Esto es mortíferamente aburrido.

- Ya que estás tan aburrido… te propongo un reto.

Un reto. Esa palabra simplemente activó el sistema de acción del joven. Para él, un reto significaba un deber que debía cumplir sí o sí, ya sea por diversión o por cualquier cosa. Fallar a uno afectaría demasiado a su intachable orgullo. – Te escucho.

- Te doy cinco minutos para encontrarte a una acompañante… – El primero esbozó una media sonrisa. Eso sería realmente fácil. ¿Acaso una muchacha normal se negaría a estar con él durante una fiesta como esa? ¿Qué clase de reto era ese? - … pero que no sepa quién eres tú.

- ¿Qué?

- ¿Acaso piensas que no puedes hacerlo? – inquirió su amigo.

- Claro que no, Hyuuga. ¿Pero cómo voy a asegurarme de que no me conozca?

- Usa tu imaginación. Ese es mi reto. – le dijo con simpleza, para luego dirigirse al bar a tomar un trago.

El joven se había quedado pensando. Tenía cinco minutos para cumplir el reto antes de que Neji lo vea. ¿Pero cómo saber si la chica lo conocía o no? Es más: ¿era posible que una no supiera de él?

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Neji conversaba con unos amigos en el bar, mientras observaba cómo su amigo intentaba buscar a una chica que sea su nueva acompañante, pero apenas se acercaba a una, lo reconocían de inmediato y empezaban a acosarlo y hacer lo de siempre.

"Debería ayudarlo… después de todo, sólo le propuse el reto para que las locas dejen de perseguirlo y pase un Año Nuevo normal… si es que esto puede ser normal." Pensó con sarcasmo.

Entonces un muchacho con el cabello negro sujeto en una coleta alta regresó de la pista de baile para ocupar el lugar de barman. Empezaron a hablar y Neji creyó que tal vez podría hacerle a él la pregunta de si conocía a alguna chica que no supiera quién era su amigo.

- Oye, Shikamaru… – le dijo al recién conocido – tengo una consulta a un problema de un amigo: ¿sabes de alguna chica que no sepa quién es Sasuke Uchiha?

- ¿Una chica que no sepa quién ese? ¿Eso es posible? – rió con sarcasmo. – La verdad es que sí… ¿qué necesitas de ella? – le preguntó.

Y Neji le explicó la situación a su nuevo contacto. Ino le había comentado a su novio todo acerca del problema de Sakura con Kabuto, así que Shikamaru creyó que esa noche podría convenirle a Sakura también… después de todo, la pasaría bien con un desconocido sin enterarse de su fama ni su popularidad, y Kabuto ya no se metería con ella en su última noche en casa. El plan amoldaba a la perfección.

Es esa de ahí. – le dijo a Neji, y señaló a una muchacha de piel blanca, ojos verdes y cabello intensamente rosa.

Se veía tranquila y Neji tenía el extraño sentimiento – no sabía por qué – que si su amigo pudiera pasar más tiempo con ella que sólo esa noche, realmente podría cambiar su forma de ser.

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Sasuke no sabía que hacer. Quedaba sólo un minuto para cumplir su reto.

"¿A quién se supone que invite? ¿A quién?"

Entonces Neji se acercó a él y le susurró algo al oído. – Creo que deberías buscar entre una de las chicas de allá… – y le señaló una esquina en donde se encontraban hablando una chica rubia con una cola alta, otra de cabello marrón recogido en dos moñitos y una de cabello largo rosa y ojos profundamente verdes. Esa última le llamó especialmente la atención. Y como si su amigo hubiera leído su pensamiento, completó su frase - …en especial a la pelirrosa.

Sasuke bufó. Sabía que Neji no le había propuesto el reto en serio, pues lo ayudó sin hacerse de rogar ni nada por el estilo.

Sin embargo, la curiosidad que surgió por la chica desconocida de cabello rosado lo llevó a seguir las instrucciones del 'reto' y dirigirse hacia donde estaban las muchachas para invitar a una en especial a pasar con él la noche…

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Después de que mis amigos se terminaron de asegurar que Kabuto no me volvería a molestar esa noche y todo ese rollo, me encontraba platicando con Tenten e Ino sobre mis planes para Tokio. Después del 'pequeño incidente' con mi ex, las dos trataban de distraerme y hacerme olvidar ese asunto.

- ¿Entonces te decidiste por psicología definitivamente… sin volver a retomar la actuación? – me preguntó Tenten.

- Sí… nadie vive del teatro tan fácilmente. – le respondí. – Y no creo poder seguirlo como hobbie, no con el poco tiempo que voy a tener por estar estudiando.

- ¡Pero eres realmente buena! – me respondió ella.

Ino me miró con cara de 'reproche' - ¿¡Ves!? Tenten también dice lo mismo que yo, Saku, además deberías poder termi-

Y entonces, no sé por qué, mi amiga paró de hablar abruptamente, y se quedó como pasmada mirando hacia el frente.

- ¿Ino?

- ¿Qué pasa?

- Saku… mira quién te está mirando. – y me señaló a un grupo de muchachos cerca al bar.

Volteé a ver y me sorprendí al descubrir entre los muchachos, un par de ojos color ónix que me atravesaban con la mirada, pertenecientes al más perfecto espécimen humano masculino que jamás había visto. Un completo desconocido, sí. Se trataba de un chico algo mayor que yo, en apariencia rondaba poco menos que veinte años. Su piel era clara y contrastaba perfectamente con su cabello negro con reflejos azulados. Su rostro era más que hermoso y tenía una mirada tan intimidante como intrigante, de un negro tan profundo del cual era imposible escapar.

Pero lo mejor, era que esos ojos me estaban mirando a mí.

- Se está acercando… – murmuró Ino.

Y era cierto. Se estaba acercando. ¿Por qué? Eso me ponía más nerviosa…

- ¡Tal vez quiera invitarte a bailar, Saku! – susurró Tenten.

Invitarme a mí… ¿podría ser?

- ¡Arregla tu cabello! ¡Arregla tu cabello! – me murmuró Ino.

Me distraje unos segundos colocando atrás de mi oreja un mechón rebelde y para cuando alcé la vista, la distancia que separaba al muchacho de nosotras se extinguió. El se había acercado completamente a donde estábamos. Volteó hacia mí, provocando que mi cuerpo entero se estremeciera con su mirada, y me preguntó con gentileza:

- Hola… ¿Quieres bailar?

Oh dios. Su voz era suave y sedosa, también perfecta. Completamente tóxica y adictiva.

- C-claro… sí. – le respondí. Entonces tomó mi mano con suavidad y delicadeza para llevarme a la pista de baile. Me tomó por la cintura y empezamos a bailar al ritmo de una música trance algo lenta, pero romántica. Aunque mi rostro estaba apoyado en su hombro, sentía su mirada muy fija en mí.

Mi corazón latía a más no poder.

¿Qué se traerá entre manos este chico?

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...Al costado de la pista de baile, Ino y Tenten se habían quedado totalmente sorprendidas por la repentina invitación del muchacho a Sakura. Pero Tenten tenía una duda en la cabeza...

Estaba segura de conocer a ese chico de alguna parte, ¿pero dónde lo había visto? ...Entonces lo reconoció y abrió los ojos lo más que podía al hacerlo. ¿Acaso él era...? Volteó de inmediato hacia donde estaba Ino, como pidiéndole una explicación a esa tan afortunada coincidencia.

Ino sólo le respondió con una media y pícara sonrisa.

- Sakura nunca lee revistas. Jamás se enterará de quién la acaba de invitar.

- ¡Pero, Ino! ¿¡Sasuke Uchiha!? ¿Que no es el chico más codiciado de todo el país? ¿El heredero de la cadena de hoteles? – cuchicheó, sin elevar demasiado la voz para que nadie más escuche.

- Aún así, por más increíble que parezca, no tiene idea de quién es. Pero tal vez algo bueno salga de todo esto, ¿no crees?

- Eso espero... – suspiró Tenten.

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Tenía muchas preguntas en mi mente con respecto a lo que estaba ocurriendo en ese momento. ¿Quién era aquel chico? ¿Por qué cada persona que pasaba nos miraba con una GRAN sorpresa? ¿Por qué las chicas lo hacían con odio? ¿Por qué rayos no había visto a ese chico antes? ¿Y cómo es que se interesó... en mí?

Ambos seguíamos abrazados, bailando. Entonces, una voz conocida nos interrumpió.

- Sakura, ¿quién es él?

Kabuto. ¿Que no pensaba dejarme en paz?

Volteé a verlo con rencor. – Eso no te interesa, Kabuto. – le respondí secamente, con firmeza.

El sólo me miró con odio para luego hacer lo mismo con mi acompañante. Sucedió lo mismo que con las otras personas. Pareció haberlo reconocido y se sorprendió aún más, lo cual lo hizo aún más molesto.

- No me voy a ir hasta que me des una explicación a esto. – me respondió entonces.

Estaba a punto de responderle, pero alguien lo hizo antes. – Ya déjala en paz. Ella está conmigo. Te agradecería que nos dejaras, solos. – le dijo mi acompañante con contundencia, y no sin algo de odio también, mientras colocaba su mano alrededor de mi cintura, atrayéndome hacia él.

Pude observar como Kabuto me miró con desprecio. Estaba más que celoso, ya conocía esa expresión en él.

- Esto no va a acabar así, Sakura. – me amenazó, y nos dirigió una mirada de pocos amigos antes de marcharse hacia la multitud.

Estaba furiosa. Pero también tenía miedo. ¿Ese idiota se atrevió a amenazarme así como así? Pero Kabuto era una persona que cumplía lo que decía. Estaba feliz por irme a Tokio y librarme de él.

El muchacho no apartó la vista de él hasta que se fue y luego me preguntó - ¿Estás bien?

Me sorprendí ante su interés. Después de todo, apenas me había conocido. – Sí... él no importa. – le respondí. Luego recordé que él fue quien hizo que Kabuto se marchara – Gracias por ayudarme. Te debo una... realmente ya me estaba hartando.

- Me lo imagino... pero es necesario que me debas ningún favor. – me dijo, divertido. Lo miré con agradecimiento. – Aunque... – y en ese momento cambió su tono de voz a uno mucho más seductor – aún hay algo que podrías hacer por mí...

El calor ascendió a mi mejillas y me sonrojé totalmente por la forma en que dijo eso, al tiempo que una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo.

¿A qué se referiría?

Entonces, sus manos rodearon mi cintura y me atrajo hacia sí acortando totalmente la – de por sí, mínima - distancia que nos separaba. En ese momento, totalmente pegada a su pecho, podía sentir como mi corazón latía desbocado. Nuestros rostros estaban a escasos centímetros de separación, y sin previo aviso, sus labios impactaron sobre los míos, en un sorpresivo y apasionado beso.

Primero, abrí los ojos por la sorpresa, pero luego los cerré para disfrutar del momento. Era un beso perfecto... con la combinación ideal de delicadeza, pasión y deseo, que siempre imaginé.

Pasaban los minutos y seguíamos besándonos. Lo noté únicamente porque escuché la cuenta regresiva del año nuevo y los saludos y exclamaciones de "¡Feliz año!" de todos cuando llegaron al número cero. Sólo cuando notamos eso y ya nos hacía falta aire nos separamos.

- Bueno... feliz año nuevo, Sakura. Gracias por permitirme tomarme la libertad de hacer que me devuelvas el favor. Fue un gusto conocerte.

Y se fue sin decir más y yo me quedé sola. Apenas logré musitar un simple "Adiós" y entonces llegaron mis amigos a saludarme por el nuevo año y – sólo Tenten e Ino – a preguntarme sobre lo que ocurrió con el completo desconocido con quien compartí mi velada de año nuevo, tuve el beso más maravilloso de mi vida y a quien nunca más volvería a ver en mi vida.

Ni siquiera supe su nombre...

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- Reto cumplido. – le dijo el pelinegro a su amigo, situándose a su lado en su mesa, cinco minutos después de que hayan dado las doce.

Neji sonrió.

- Te gustó más de lo que pensabas, ¿eh?

- ¿Q-qué? – preguntó el otro - ¿De qué hablas?

- Tu pequeño romance de Año Nuevo no pasó desapercibido... ni tampoco tu nuevo gusto por las pelirrosas. – se burló.

- Hmp, qué listo. – le respondió, con sarcasmo.

- ¿Le diste tu nombre al menos? – le preguntó su amigo.

El azabache no respondió.

- Siempre eres igual, Sasuke... por eso no consigues una relación estable. – negó con la cabeza. – Tenía un buen presentimiento sobre ella... ¿Seguro de que no quieres volver?

Sasuke se mantuvo callado. No quería... porque jamás en su vida aprendió a llevar en serio los compromisos, las responsabilidades. Les tenía algo de temor.

Sin embargo, había algo que le reclamaba que vuelva con la chica pelirrosa. Algo dentro muy dentro de él la extrañaba. Pero era una simple chica. ¿Por qué sentía que la necesitaba tanto?

Entonces recibió un mensaje en su celular – No, Neji. Ya trajeron el otro automóvil, vámonos.

Pero no volvería con ella. Regresaría a Tokio, a continuar con su vida allí, en donde pertenecía.

Olvidaría a la chica. A su cabello rosa. A sus ojos verdes.

Estaba haciendo lo correcto. Ella era un muchacha del pueblo, él un famoso de Tokio.

Sin embargo, se sintió bien junto a ella. Con comodidad, confianza.

Y no la volvería a ver...

Hmp... Fue sólo un romance de año nuevo

- Como quieras... – se resignó su amigo. – Vamos.

Sasuke salió del club y le dio un último vistazo al local desde el auto. En la ventana, estaba la chica. Entonces tuvo una idea y sonrió.

- Takeshi – llamó al conductor – necesito que me hagas un favor antes de partir.

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Me quedé en la fiesta hasta que el sueño empezó a vencerme. No hablé más sobre el chico de la invitación con Ino ni Tenten, aunque ellas parecían algo insistentes en el tema, como si me estuvieran ocultando algo que yo desconocía... pero no le di más importancia. La verdad es que no quería tener "nuevas ilusiones" con nadie ni nada, ya que me estaba mudando a Tokio en apenas dos días y seguramente él era sólo un turista a quien no vería más en toda mi vida.

Llegué a mi casa a desplomarme en mi cama para dormir, pero, antes de acostarme, encontré una pequeña y curiosa nota pegada en mi bolso de mano. La leí detenidamente.

Ohh Kami...

No podía creer lo que ahí estaba escrito:

El chico de la invitación

Tel: 398-9082
Tokio

PD: Lamenta no haberse presentado y aclara que

el le debe el favor a usted

Sonreí con emoción ante lo que parecía el inicio de una nueva aventura. Después de todo... tal vez no esté tan mal mudarme a Tokio, ¿o sí?

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Destination I – Fin
Continuará

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Nota de la autora: Este es mi tercer fic Sasusaku! Otro AU, pero esta vez tendrá una viada diferente ^ - ^

De todas formas, espero que hayan disfrutado el fic; así que no olviden comentar! Acepto halagos, críticas constructivas, tomatazos... ¡opinen!