El chico observo a través de la diminuta ventana a los débiles rayos del sol que se lograban filtrarse por ella, ¿Cuanto tiempo había pasado desde que esa terrible pesadilla, se había convertido en su cruda realidad?

Definitivamente habría preferido morir con todos los de su ciudad, antes de terminar en ese infierno, quería volver a llorar, pero a un que lo necesitaba, estaba tan cansado que ni si quiera tenia la suficiente fuerza como para soltar una sola lagrima

En ese momento escucho el ruido sordo de la puerta de la bodega abriendo, eso solo podía significar una cosa, habían llegado a su destino, cualquiera que ese fuera

Ustedes levántense – exclamo una voz, con acento aquitanio a su espalda, el chico permaneció algo entumido, hasta el instante en que escucho como a su compañero de la izquierda, era azotado brutalmente de un solo latigazo

Dije que se levantaran perros infelices, no me hagan golpearlos de nuevo me escucharon- repuso el hombre con un claro tono de furia contenida

Como pudo, se puso de pie, en realidad debía hacerlo mas de fuerza que de ganas, los grilletes hacia se lo pedían, dado que si el no lograba ponerse de pie, todos sus compañeros tampoco podrían moverse lo que seria peor para el dado que lo condenaría a un seria azotado, que lo podrían llevar hasta la muerte, como le había pasado a ese otro chico, hacia mas o menos unas cuatro semanas, atrás

Lentamente avanzaron hacia el exterior, era la primera vez que lograba ver la luz del sol, en toda su magnificencia y para su desgracia, le quemaba su delicada piel, después de estar en esa bodega por quien sabe cuanto tiempo, inmediatamente los llevaron a dentro de una nueva bodega

El tiempo en realidad pasaba mucho mas lento que dentro del barco de prisioneros que lo había trasportado hacia ese lugar, en realidad todo lo que hasta ese momento había vivido era como una gigantesca pesadilla de la cual no podía despertar, se sentía tan cansado por el viaje que no supo cuando se quedo dormido acurrucado contra una de las frías paredes de ese inmundo recinto

Flash back

El sol se ponía tranquilamente detrás de las montañas, mientras en la ciudad a el pie de las misma la situación no podía ser de otra manera, el ejercito romano había puesto un cerco infranqueable alrededor de la misma y al parecer ya no había posibilidades de llegar a una tregua, después de que el gobernador de la ciudad se opusiera firmemente a la ocupación romana, lo cual había pagado con su propia vida y la de sus colaboradores al prolongarse el sitio mas de tres meses

Un chico miraba con ojos angustiados como su padre se preparaba para la ultima defensa gloriosa de lo que antes había sido una de las mas bellas ciudades que habían construido la gente de la tribu de los belgas

Escúchame bien hijo, pase lo que pase prométeme por Eochid que protegerás a tu madre y a tus dos hermanas, y si algo llegara a sucederme las llevaras hacia donde vive el hermano de tu madre en la lejana ciudad de Arausio en la provincia romana de narbonensis, me entiendes como es territorio romano ahí estarán a salvo – exclamo el padre del chico al momento de agacharse para darle una espada y un delicado beso en la frente

Úsala solo cuando sea necesario – repuso su padre al momento reencaminarse hacia la puerta, hacia su destino

El Chico no pudo más que mirar como se alegaba lentamente mientras sostenía el arma entre sus delicadas manos, si su padre lo había entrenado en el arte de la guerra pero el era mas un letrado que un guerrero, acaso podría proteger a su familia de esos bárbaros venidos desde la lejana Italia

Fin del flash back

El chico sintió como alguien lo golpeo fríamente en su mejilla para despertarlo

¿Qué no oistes? dije que se pusieran de pie sabandijas- repuso una fea mujer de apariencia desaliñada

Al chico no le quedo mas remedio que aguantarse las ganas de pegarle a esa maldita desdichada, después de todo era poco o nada lo que podía hacer en esa situación de encadenamiento, así que siguió a su grupo hacia una habitación donde prosiguieron a bañarlos a cubetazos de agua fría, y darles nueva ropa algo desteñidas pero al menos mejor que los andrajos, que había usado en el tiempo que llevaba su cautiverio

Algunas horas de eso le dieron un mísero plato de lentejas, que comió con desesperación, a un que su estomago resintió la comida, después de todo era la primera comida en quizás cuatro días, se sintió débil y mareado después de eso, agradeció a Eochid que los volvieron a meter a una celda, donde al menos podría echarse para poder reposar el almuerzo, y tratar de dormir un rato mas

No supo cuanto tiempo paso, antes que de nuevo lo volvieran a sacar, era algo extraño la actitud de ese guardia era diferente a la del ultimo que recordaba, este hablaba mas como alguien proveniente de la región de los noricums, lo bañaron de nuevo con agua fría, lo peinaron, perfumaron, , aceitaron y le pusieron ropas nuevas, el chico no sabia que estaba pasando, incluso se había dado cuenta que lo habían encadenado con grilletes y cadenas de cobre pulido a un nuevo grupo de personas en el que había otros dos chicos y tres chicas de mas o menos su edad, pero algo extraño había en eso, el era el único rubio en la fila, por los demonios del averno que demonios pasaba

Caminen - les indico tranquilamente el guardia mientras con una vara indicaba el camino, parecía trataba de no azotarlos con toda su fuerza de voluntad

Ya en el exterior sus ojos se tardaron en acostumbrar a el sol de medio día, en realidad el lugar estaba lleno de sonidos y cosas que el nunca antes había visto

Un hombre grande y algo fornido se acerco a ellos, con una actitud tranquila, llevando un pequeño látigo en su mano, mientras un portador de sombrilla y dos guardias lo seguían lentamente

Al parecer, tenemos un buen cargamento en este grupo, mínimo por la chica Citeria nos darán quinientos denarios de plata, y tal vez setecientos por el chico Numidita, pero por el – señalo despectivamente al chico rubio, mientras con el látigo levantaba levemente su mentón – nos darán una pequeña fortuna, ya viste Aghen , el color de ojos que tiene, claro que si, al parecer minerva me bendecido con este esclavo, al fin podré pagarle lo que le debo al cónsul, llévalos de inmediato a la plaza ahí un cliente muy importante, dice ser enviado de un príncipe de Siria, y mantenlos en ese lugar hasta que yo llegue para ofrecerle a tan distinguido visitante nuestra mejor mercancía – exclamo el sujeto mientras se alegaba levemente

Como ordene o gran Maurelio Pulquerio – exclamo el lumita, dando una pequeña reverencia

El chico sintió que su mundo se derrumba por segunda vez, había una remota posibilidad que el fuera comprado por ese extraño representante de alguien poderoso que habitaba en la lejana Siria, eso hacia su plan de escape mas difícil, quería llorar pero si lloraba lo mas seguro era que recibiera un castigo como el que se llevaba acabo en esos momentos a un lado de la plaza donde estaba azotando a una chica contra un poste de madera, quizás por tratar de escapar del cautiverio

La plaza del mercado de esclavos, era grande en comparación con el resto del complejo, en ella se encontraba ese hombre al cual su carcelero le había llamado Maurelio Pulquerio, lo cual solamente significaba una cosa, el dueño del lugar era de ascendencia latina, eso mas aunado a la inscripción que se podía leer en el pórtico de el recinto del templo le indicaban que estaba en la ciudad latina de Locri

Los chicos fueron lentamente puestos en el centro, mientras el latino hablaba con un hombre viejo de largas barbas, que parecía observar todo con ojos de halcón

Sígame por favor noble Ahmad – replico el romano, mientras el sujeto en cuestión de acercaba a los cautivos

Como vera, tenemos una selección sublime, que le parece este chico – exclamo el tratante, mientras le mostraba al chico numidita, el sujeto en cuestión pareció observarlo detenidamente

No muy brusco – exclamo secamente

Y que tal esta chica – repuso mientras le mostraba a la chica citeria, el sujeto en cuestión parecía verla, toco levemente sobre la ropa, palpo el cabello, para instantes después retirarse

Muy desaliñada – replico, al parecer estaba buscando algo mejor, o eso pensó el tratante que sin mas le mostró su mejor oferta del día

Que le párese este chico – replico mientras levantaba el mentón del rubio con el látigo, el cual simplemente se negó a ese movimiento, en definitiva prefería el poste a que su honor fuera mancillado a un mas, la muerte era mejor a eso, el latino pareció mirarlo con ojos de desosiego, quien sabe con cuantos esclavos rebeldes ya había tenido trato simplemente se limito a sonreír, lo cual significaba que quizás el chico no pasaría de esa noche

Interesante un belga, y por lo que veo es de la región del mar del norte no esta mal nada mal, solamente debo cerciorarme de una cosa – replico el anciano, mientras deslizaba uno de sus dedos huesudas por la espalda del chico que se movía inflexiblemente, hasta que sintió como era alado hacia atrás por alguien, sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas cuando sintió un dedo en la entrada de su ano

Como puede ver el chico es virgen – replico el tratante mientras hacia el ademán que lentamente se empezaran a retirar los demás esclavos

A mi amo le complacerá grandemente, me lo llevo – replico el hombre mientras el chico, simplemente caía de rodillas al piso, tratando de acurrucarse lo mejor que podía, para alguien de su estirpe definitivamente era mejor morir que humillarse tanto

Aghen, lleva al chico a que le den un baño y nueva ropa, para después entregárselo al noble Ahmad, si es que puede pagar el precio – repuso el latino con una sonrisa

Como orden o Maurelio pulquerio – replico el noricum, mientras jalaba al chico bruscamente hasta el almacén, el cual trataba débilmente de oponer resistencia pero sus fuerzas no se lo permitían

Entonces amigo mió, espero que traiga los mil quinientos denarios, que pido por tan exquisita pieza – replico el latino

El hombre simplemente se limito a buscar una delicada bolsa de terciopelo entre sus ropas, para momentos después empezar a pagar a el mercader

Haga regresar a su sirviente tengo que partir antes que la marea baje, ya me encargare yo personalmente - replico el viejo mientras hacia el ademán a sus guardias que se acercaran

El latino solamente se limito a sonreír, después de todo quizás la diosa Minerva si estuviera de su lado este día tan especial para el