En los bosques lejanos de Inglaterra suelen ser famosos por la oscuridad que tienen, pero extrañamente hay una luz, la luz de un coche…
El auto personal de integra hellsing, ¿Por qué ella estaría hay?. La luz mostraba dos figuras, una clara, integra, pero la otra… una figura muy bien formada, la de un varón.
-No nos deben de ver juntos, seria… está mal – integra sonaba angustiada, su mirada la delataba.
-lo entiendo bien… pero vale la pena arriesgarlo todo… por ti- aquella figura desconocida tomo el rostro de integra, acariciándolo con suavidad. Integra se acerco tímidamente, recostando su rostro en su cuello, oliendo la fragancia de su ropa.
-si alguno de los dos se llegara enterar, si la reina se llegara a enterar… -susurraba, con miedo de que alguien los escuchara.
-sabes bien que tu y yo, pelearíamos hasta el final- levanto lentamente el rostro de integra, beso su mejilla con ternura, deslizando sus labios, uniéndolos en un beso tierno- deberíamos huir de todo esto, alejarnos de ellos. Tú y yo, solos-
Integra solo se quedo en silencio, su mente traicionaba su corazón, los sentimientos a la razón.
-sabes bien que alucard no descansaría hasta atraparte y milenium… -
-alucard… es una niña- integra rio en voz baja- y el mayor, no me importa… él no tiene control sobre mi-
-como es… posible ¿que un vampiro no mate a un hombre lobo, Hans?-
-una historia muy larga… o una guerra muy larga- Hans tomo a integra en sus brazos, quería que ella se sentara en sus piernas –no, entenderías la historia-
-porque no me la explicas- dijo desafiándolo, ya que le molesto un poco su comentario
-porque… no mejor lo… llevamos a la práctica- Hans beso a integra, pero esta vez con pasión, mientras que sus manos se entretenían con las caderas de hellsing, integra solo se dejo llevar por el licántropo, abrazándolo del cuello.
Hans deslizaba sus deseos arriba de la ropa de integra, quería evitar contacto con otras partes de la piel de integra, podría no detenerse, aunque sus manos ya rosaban los pechos de integra.
Desabrocho unos cuantos botones, lo suficientes para hacer mas intensas sus carisias, pero la razón tenía que ganar, Hans no quería arriesgarse por ahora.
-tengo que irme… - sujetando a integra, se levanto suavemente- si el mayor se da cuenta que no estoy… sospechara, tu igual debes hacer lo mismo-
-tienes razón, Walter notara mi ausencia- se acomodo la camisa y su saco- cuando… te volveré a ver-
-como siempre… - se acerco y le planto un beso en la frente- yo te busco- Hans se dio media vuelta y camino adentrándose al bosque, perdiéndose en la oscuridad.
