Hola gente bella que leerá esto!
Si, bueno, me anime a subir esta historia que me anda dando vueltas en la cabeza, espero y les guste tanto como a mi :D
Ok, eso no vale, pero igual.
La historia tal vez no le agrade a todos, voy a incluir personajes inventados por mi, pero, se vale, esto es FanFiction y los fans hacen lo que quieren! No podemos hacer los personajes iguales a los del tío Riordan, solo el conoce sus personajes mejor que nadie, nosotros solo los tomamos prestados y luego se los regresamos.
Y la historia es M, pero no tendrá escenas tipo Lemmon, solo habrá lenguaje fuerte y una que otra escenilla que ustedes desarrollaran en su imaginación ;)
Y creo, que es todo, de momento :D
Desclaimer: Yo no soy dueña de nada referente a PJO o HOO.
Ella no tenía un hogar. Al menos, no un lugar al que pudiese llamar así. Vivía sola en un apartamento en Queens, que su representante pagaba. Ella vivía de las peleas clandestinas. Luchaba con hombres y mujeres por igual, cualquiera que la viera pensaría que era una bailarina de ballet o una gimnasta. Era delgada y con buenas proporciones, media cerca de 1.68, su piel tenía un tono broceado, como si pasase sus días libres en la playa, pero no era así, porque, por alguna extraña razón, ella odiaba el mar. Tenía el cabello largo y negro como la noche, sus ojos eran del color del lugar que odiaba, de un verde intenso y que cada vez que se preparaba para una pelea, cambiaban ligeramente de color, haciéndolos lucir como si hubiera una tormenta en ellos.
Todos la conocían como Jade, nadie sabía si ese era su nombre o no. Su representante la había encontrado vagando por las calles cuanto tenía 13 años, sin recuerdo de nada, más que de su nombre, que cuando él se lo pregunto, no le respondió y luego de que el hombre ver sus ojos verdes y la perla que colgaba de su cuello, decidió llamarla como esa piedra preciosa, que combinada con sus ojos y su collar.
Desde entonces, el hombre la había cuidado, por mera caridad y luego de darse cuenta de la habilidad de la muchacha para pelear, la había llevado todos los días a un gimnasio. Ahí, Jade había aprendido los movimientos básicos de varias disciplinas, como el box y el kick-boxing. Era también una buena gimnasta y poseía un gran balance en las alturas. Conforme fue creciendo ella decidió buscar otros entrenadores, llego a un dojo, donde aprendió a luchar con armas, como la espada y las dagas.
Todos sus oponentes se sorprendían de la agilidad y de sus reflejos durante un combate. Su representante lo atribuía a que, probablemente antes de encontrarla, la chica había tomado clases de pequeña, y luego de lo que parecía ser una pérdida de memoria permanente, algo se le había quedado de su vida pasada.
Pero lo que nadie sabía, más que ella, era que, por alguna extraña razón, tenía poder sobre el agua. Si se concentraba lo suficiente, podía hacer que las tuberías explotaran o que el agua viajara del retrete a la bañera. También, durante lo que podría haber sido una de las peores experiencias de su vida, había descubierto que no solo controlaba el agua que había a su alrededor, sino que podía controlar el agua que había en el cuerpo de las personas. Podía calentarla hasta el punto de ebullición o que se helara hasta convertirla en hielo.
Jade tenía miedo de que alguien descubriera su pequeño secreto y que la encerraran, como si fuese de otro planeta. No sabía porque podía hacer esas cosas, sus recuerdos iniciaban en día que Riley la había encontrado, antes de eso, solo era un recuerdo negro.
Y lo que nadie sabía, era que la vida de Jade estaba a punto de cambiar para siempre, en cuanto saliera del galerón donde se había efectuado una de sus peleas, ya nada para ella sería igual.
"Buena pelea, guerrera" le dijo Riley a la muchacha en cuanto entro al improvisado camerino donde ella se cambiaba.
"Gracias" respondió ella con una sonrisa, mientras limpiaba la sangre del golpe que tenía en la mejilla.
"Un poco rápida, ¿no tenías ganas de jugar?" pregunto él.
Jade se tomó un momento antes de responderle "la verdad, no. Aparte, era una pelea fácil"
Riley sonrió ante la respuesta y cuando la muchacha volteo a verlo, le tendió un sobre amarillo "tu ganancias del día de hoy"
"Gracias" dijo ella tomando el sobre, lo guardo en la bolsa interna de su chaqueta de cuero negra y se dirigió a la salida.
"No tan rápido guerrera" le dijo Riley y ella se volteó "ten, quiero que lo estudies" le tendió un libro, Jade lo tomo y leyó el título.
Cuando levanto la vista, observo a Riley con sarcasmo "¿es enserio? ¿Artes marciales mixtas para principiantes?"
"¿Qué? Nunca es demasiado tarde para mejorar la técnica" se defendió él.
"Riley, soy una boxeadora experta, una gran gimnasta, se kick-boxing, karate, taekwondo, kung-fu y no sé qué más ¡podría ser una ninja!"
"¿Cuándo aprendiste kung-fu?" pregunto Riley con una sonrisa "y eso de ser ninja, creo que exageras, Jade Lee"
Jade sonrió ante el nuevo nombre que Riley le había dado "de acuerdo, exagere, incluso con el taekwondo, solo fui a tres clases, pero no sé porque quieres que aprenda más cosas"
Riley se encogió de hombros "algún día te podría salvar la vida"
Jade puso los ojos en blanco, pero guardo el libro "no te prometo que lo leeré rápido, ya sabes que tengo dislexia" sin un comentario más, salió del camerino y se dirigió a la salida del galerón.
La noche era clara y la luna brillaba en el cielo. Decidió caminar un rato antes de tomar un taxi que la llevara a su apartamento. Le gustaba caminar, el aire le despejaba la mente, que parecía siempre funcionarle a mil por hora. No podía estar quieta nunca. Luego de que Riley la encontrara la llevo a un médico y este, aparte de diagnosticarle dislexia, también le diagnosticó TDHA (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) por lo que no había nada en el mundo que la hiciera estarse tranquila más de 5 minutos, ni siquiera las pastillas que el médico le había recetado. Podía tomarse el frasco entero y seguir como si nada, aparte de no morir por intoxicamiento. Esa era la razón por la que había aceptado pelear. Las peleas la cansaban y la relajaban, por lo que podía estar tranquila un rato, sin sentirse con la necesidad de saltar desde un tercer piso para bajarse la adrenalina.
Mientras caminaba mirando las líneas de la acera, paso por un callejón, levanto la mirada un segundo y medio segundo después la volvió a levantar y se detuvo. El callejón estaba casi oscuro, unas cuantas luces iluminaban en los segundos pisos de los edificios y eso hacia lucir al lugar tétrico. Pero eso no fue lo que hizo que se detuviera, lo que la impulso a hacerlo fue ver a cuatro hombres de espalda observando algo al final de lo que parecía ser un callejón sin salida. Avanzo despacio e intento mantenerse en las sombras, para que no la fuesen a ver. Cuando estuvo a unos diez metros de los hombres, vio que era lo que ellos veían. Una niña de unos 13 años estaba parada al final del callejón, tenía un arco en la mano y llevaba una extraña vestimenta plateada. Jade observo que la niña estaba muerta del miedo, pero intentaba no demostrarlo.
"Anda linda, ven con nosotros" dijo uno de los hombres "te vamos a comprar golosinas y luego te llevaremos a casa"
"¡Aléjense de mí!" grito la niña "no quiero lastimarlos"
Jade levanto las cejas ante el comentario, debía admitir que la pequeña, era valiente.
"¿Lastimarnos?" pregunto otro "¿con que? Solo tienes un arco sin flechas"
La niña pasaba sus ojos de uno a otro y el miedo de apoderó de ellos, detalle del que no solo Jade se dio cuenta, porque uno de los hombres empezó a avanzar hacia ella.
"Ven pequeña, no te haremos daño" dijo el que avanzaba hacia la niña y Jade supo que esa era una mentira.
Ella ya había escuchado esa oración muchas veces y siempre significaba una cosa: estabas al borde de ser violada por un montón de neandertales. Jade no recordaba haber sido violada antes, pero había estado en varias ocasiones en situaciones así, donde la mayoría de sus atacantes terminaban inconscientes, hasta el día que se le paso la mano y mato a dos de ellos. Pero se lo habían merecido, pues ellos llevaban varias semanas aterrorizado jovencitas, violándolas y a algunas, las habían matado, por eso, luego de ver la noticia en el periódico, no lamento haberles hervido la sangre hasta que murieran.
Y esa simple oración, hizo que saliera de las sombras y avanzara más hacia ellos, con la certeza de que ninguno terminaría vivo.
"¡Hey!" les grito y todos voltearon a verla "¿no creen que debería meterse con alguien de su tamaño?"
Al instante, le dieron la espalda a la niña y observaron a Jade, como si fuese un suculento pedazo de carne. La niña observo a su salvadora y empezó a mover la cabeza negativamente, intentando decirle a Jade que huyera antes de que resultara lastimada. Pero su salvadora no le hizo caso.
"Todos estaríamos más que contentos de dejar a la pequeña, si vienes con nosotros" dijo uno, que parecía del el "líder" de la manada de bestias.
"¿Y qué les hace pensar que voy a aceptar esa propuesta?" pregunto Jade ladeando ligeramente la cabeza.
"Porque si no lo haces" dijo el que estaba a su derecha "te vamos a lastimar los cuatro al mismo tiempo y luego de eso, te vamos a matar, aunque, si te portas bien, tal vez te dejemos vivir un par de días más"
Jade sonrió ante la respuesta "me gustaría ver como lo intentan"
Y habiendo dicho eso, dio unos pasos hacia las sombras y desapareció de la vista. El hombre de la derecha avanzo primero y Jade, que ya estaba sobre un contenedor de basura, salto hacia la espalda del hombre y antes de que él pudiera reaccionar, le rompió el cuello de manera limpia. Luego ella salió de nuevo a la luz y con una sonrisa malévola corrió hacia ellos.
Los tres hombres restantes intentaron luchar con ella, el líder se hizo a un lado y dejo que los otros dos hicieran el trabajo de golpearla un poco, no sabía que le había pasado a su compañero y no le importaba, lo acaba de conocer. Los dos restantes luchaban por atrapar a la muchacha, pero era más rápida y ágil que ellos. No lograron ni tocarle la chaqueta, mientras que ella ya había logrado darles unos cuantos golpes bien dados.
Pero, para mala suerte de Jade, no se dio cuenta de que había llegado al lugar donde el líder estaba oculto y en cuanto la muchacha estuvo distraída, le dio un puñetazo en la nuca, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Los otros dos aprovecharon la oportunidad, la tomaron de los brazos y la levantaron del suelo. La niña observaba todo sin saber qué hacer. Sabía que sus hermanas estaban cerca, pero no sabía si tardarían mucho en dar con ella y su salvadora.
Jade, sabiendo lo que seguía, se concentró en sentir el agua de los cuerpos de sus atacantes. Si lograba hacer que el agua de su sistema se calentara la dejaría libre y sería más fácil deshacerse de ellos. Pero antes de que lo lograra, el líder le dio un golpe en las costillas que le saco el aire. Su concentración se perdió y sabía que no aguantaría mucho, así que cuando el líder de acerco de nuevo para atacarla, ella utilizo a los dos que la tenían atrapada para ganar fuerza, levanto las piernas y con ellas atrapó el cuello de su atacante. Los otros dos la soltaron al instante, lo que le sirvió para aferrarse más al cuello del hombre y que trato te estrellarla contra la pared, pero ella fue más rápida y en lugar de asfixiarlo, decidió romperle el cuello. Antes de que el hombre cayera al suelo, Jade salto y con las manos tomo la última barra de la escaleta de emergencias de uno de los edificios y atrapo a su siguiente de la misma forma en que había atrapado al líder y luego de que forcejeara un momento, lo lanzo hacia una de las paredes y por el sonido del cráneo del hombre al estrellarse, estaba más que claro que había muerto.
El que quedaba, corrió hacia la niña, que no se había movido de su lugar, sacó una navaja y se la puso en el cuello.
"Si te mueves, la mato" le dijo el hombre, Jade vio con horror como le hundía un poco la navaja en el cuello y empezaba a salir sangre. La niña temblaba, pero no grito, lo que hizo a Jade sentir orgullo de esa pequeña.
"No seas cobarde, déjala ir y pelea conmigo" le dijo Jade jadeante, estaba cansada, ya había recibido una buena sarta de golpes en la pelea del galerón y no había estado preparada para luchar contra cuatro hombres más.
"Creo que no" dijo el hombre con una sonrisa en el rostro mientras hundía un poco más la navaja "primero la voy a matar y luego te voy a mat…" Sus palabras quedaron en el aire, sus ojos se abrieron de sorpresa y cayó muerto a un lado de la niña.
Jade corrió hacia la pequeña, que se llevó las manos al cuello en cuanto el hombre cayó al suelo "¿estás bien?" pregunto Jade a la niña y ella asintió con la cabeza. Tenía los ojos azules y el cabello rubio. Jade le sonrió, tomo la navaja del sujeto y cortó un pedazo de tela del abrigo plateado de la niña y se lo puso en el cuello "eso ayudara a que la sangre se detenga".
En ese momento Jade observo lo que había matado al hombre y vio una flecha en su espalda. Un momento después apareció otra niña, de unos 14 años con un arco en mano y una flecha lista para ser disparada. Luego escucho pasos atrás de ella y cuando volteo, se encontró con una muchacha de unos 15 años. Jade la observo y ladeo un poco la cabeza, pues la vestimenta de la muchacha no tenía sentido. Iba vestida como si fuese saliendo de un concierto de punk, pero llevaba en el cabello, que era corto y en puntas, una tiara, como si fuese una princesa. La chica punk observo a Jade y luego a la niña, que tenía en el cuello un pedazo de tela plateada cubierto en sangre y olvidándose de la extraña, corrió hacia la pequeña.
"¡Alena! ¿Estás bien?" pregunto preocupada y Jade observo que saco un cuadro pequeño de lo que parecía ser caramelo y una cantimplora y le daba de beber a la niña.
"Si Thalia, estoy bien" respondió Alena, aun un poco asustada.
Thalia, la chica punk, volteo a ver a Jade y luego a los tres hombres muertos que había a su alrededor "¿Qué paso?" pregunto.
Jade estaba a punto de hablar, pero Alena respondió primero "ella los mato".
La muchacha hizo una mueca, pues dicho de esa manera, sonaba bastante feo. Thalia se acercó a Jade para verla mejor y en cuanto vio sus ojos verdes, pensó en su mejor amigo. Nadie que ella conociera tenía ojos como los de él, más que su padre, pero no había visto a otro mortal o mestizo con esos ojos, como si estuviese viendo el mar. Lo que le hizo pensar que la muchacha no era una mortal común y corriente, sino una mestiza. Luego de observarla por un momento más, se dio cuenta de que incluso se parecían, tenían el mismo cabello negro y, aunque ella era una chica, la misma forma de la ceja.
Para Thalia no había duda de que era una mestiza, o peor aún (aunque no sabía si sería bueno o malo) una mestiza que tenía todas las señales de ser hermana de Percy Jackson.
Uuuuh! Díganme si les gusto y si les gustaría que continuara, si no les gusta, ya no subo mas :(
Peeero si resulta todo lo contrario, dejándome un review o dándole fav o follow a la historia, me harían muy feliz!
Nos leemos!
