Solía quejarme de lo que tenia. Me quejaba de la protección que me tenían, ignorando que era porque me querían y tenían miedo de lo que me esperaba. Fui egoísta. Perdí a las dos personas que más quería en este mundo. Mis seres queridos se fueron yendo al más aya, las personas que en verdad me importaban. Me hicieron elegir entre la vida de dos personas, haciendo que valore más lo que tengo. No he podido proteger a la persona que le tenia un cariño especial.
Me he caído varias veces. He tropezado con la misma piedra. Pero he sido fuerte y me he intentado caminar. Me han intentado detener todo tipo de personas, otras me han dado la mano para sacarme de mi infierno. A veces he sentido que el cielo se me caía encima, pero hay personas que se han puesto encima mío para evitar que me hiciese daño. Aun sigo aprendiendo, no lo se todo. Comprendí a la fuerza que no se puede tener todo aquello que quieres tan fácilmente, debes de luchar. Me he enfrentado a uno de mis grandes miedos. Las alturas.
He llegado escalar el edificio más alto de Los Angeles. He llegado lejos, y a la vez me he acercado. He rozado la muerte...y la he desafiado una vez más. A veces me pregunto como he llegado hasta este punto...
Se me acaba el tiempo...el reloj de la vida se para, y es hora de marchar...pero no sin antes, dejar mis memorias plasmadas en papel, para que mis descendientes aprendan y sean mejores que yo, en cada paso de su vida. Al igual que mis ancestros...que escribieron y yo leí su letra, vi la sabiduría que tenían sobre el tiempo, la aventura, la fortaleza, la libertad, la union, la honestidad, el amor...habían pasado por tanto...y yo aprendi de sus cartas, al igual que lo hice a través de mis decisiones y actos, a través de mis sentimientos y experiencias, de las palabras y miradas.
Es hora de que mi historia desaparezca, pero no se olvide. Que este escondida del peligro de las mentiras, pues si la tocan la deformaran. Que sea encontrada por la persona adecuada, que pase por lo peor, y que aprenda, tanto de mis actos como de los suyos, tanto de mis palabras como de las suyas. Que con este papel, que formara el libro de mi vida, sepa lo que tiene que valorar. Que el verdadero amor solo aparece una vez y a al mismo tiempo, es dado por varias personas...amigos, hermanos y hermanas de otra o de la misma madre, amantes...
Si no me hubiera pasado nada de lo que me ha ocurrido estos últimos 30 años no estaría haciendo esto. No habría aprendido. No habría abierto los ojos, dejando la oscuridad y saliendo de las sombras, acercándome a la luz y dejando que me arrope en sus brazos.
Para que se entienda mejor...debería comenzar desde el principio, desde el principio del todo, cuando solo...era un muchacho de 13 años...
-¿¡Por qué no me dejas en paz!?¡No necesito de vuestra ayuda!¡No os necesito!
-¡Emery!¡A tu madre no se le habla así!
-¡Alán por favor!
-¿¡No lo ves!?¡Se niega a madurar!¡Se niega a aprender!
-¡Callaos y dejarme en paz!¡No me metas en vuestros rollos matrimoniales!
-¡A veces me pregunto porque tuviste que nacer!¡Tu nunca tuviste que aparecer!
-¡Alán Watson!¡Como te atreves de decir eso a nuestro hijo!
-¡No lo defiendas!¡Tiene que madurar!
-¿¡Quieres que me vaya!?¡Entonces bien!¡Me largo!
-¡No Emery!¡Cariño espera!
-Adios madre, que te vaya bien con este maldecido marido tuyo.
-Emery...Em...arg...¡Espera!
De la unica casa del barrio con luces encendidas, de la puerta delantera sale un chico de unos 13 años con una mochila. Corre hasta alejarse de su respectivo hogar, dejando a su madre llorando y a su padre cogiendo las llaves del coche para ir a buscar a su hijo...a no ser que algo se interpusiera en medio de eso.
Emery corrió hasta un parque cercano que había al lado de su casa. Salto la muralla que rodeaba el parque y fue a buscar un sitio donde dormir. Encontró un banco y se sentó en el, y ahí se quedo, mirando a la nada, pensando en que había pasado.
Pasaron dos horas y había comenzado a llover. Se resguardo con su capucha, que lo hacia sentir protegido y seguro de esa forma.
Un charco de agua se formo bajo sus pies y lo miro. Vio como nuevas gotas de agua hacia la union para hacer el charco más grande. Emery se encogió del frío. Comenzó a extrañar el calor de su hogar. Se abrazo si mismo. Ya echaba de menos los abrazos de su madre, que lo habían protegido desde que nació.
Extrañaba ya a su padre, que siempre fue a su cuarto para asegurar que estaba bien. Que le daba la bienvenida cada vez que venia del trabajo. Que lo arropaba junto a su madre.
Emery se levanto y se dirigió al muro. Lo salto y salió del parque. Camino a paso lento en dirección a su casa, pensando en que decir a su madre, que estaría llorando, y a su padre, que juro pensar que salió tras el. Un camión de bomberos paso al lado suyo a gran velocidad, junto a un coche de policía.
Emery se extraño. Por donde vivía no había tanto jaleo, nunca habían pasado los bomberos o los policías. Tras los rayos y agua vio humo negro saliendo desde al final de la calle. Se podía distinguir perfectamente. Emery asustado, de lo que había pensado por si podría ser verdad, comenzó a ligerar el paso, hasta terminar corriendo. Luchando contra el agua que caía en sus ojos. Al estar a unos metros se detuvo.
Vio su casa y gente alrededor. Los bomberos acercándose con mangueras. Su casa en llamas. Sus padres dentro...
-Mamá...papá...-Emery corrío hasta su casa e llamas-¡Mamá!¡Papá!- al cruzar la gente que intento detenerlo, vio mejor lo que era su casa en ya en ruinas, parece como si hubiera explotado algo adentro. Emery negó con la cabeza, mientras que sus ojos se comenzaron a llenar de lagrimas, y no se estaba dando cuenta de que estaba caminando lentamente, acercándose más a su anterior casa. Oyó la voz de uno de los bomberos gritando que se alejara. Pero no hizo caso. En cambio intento correr pero alguien le agarro del brazo para después acabar rodeándole con sus brazos y Emery intentando liberarse-¡Papá!¡Mamá!¡Tengo que ayudarlos!¡No pueden estar muertos!¡No, no, no, no!
-Escucha muchacho, todo estará bien-
-¡No lo esta!¡Mis padres están adentro!¡Hay que salvarlos!
-Es imposible que hayan habido sobrevivientes.
-¡No puede ser!¡Papá!¡Mamá!¡Contestar por favor!¡Por favor!
Emery rompió a llorar y dejo de poner fuerza cayendo de rodillas al suelo en los brazos del bombero que lo intento consolar, sin quitar sus brazos y dejando que Emery llorara en ellos.
-Por favor...no puede ser...no, no, no...papá...mamá...por favor...volver...os lo ruego...os lo ruego...por favor...
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Valora lo que tienes, o lo harás después de su muerte.
