CAPITULO 1: EL QUE LA SIGUE, LA CONSIGUE.
-¡¡No, no y no!! – gritó la alterada voz de Kerry Weaver en la salita. – No voy a permitiros que de nuevo, boicoteéis mi hospital. Pase que decidieseis tomaros aquellas vacaciones a Cancún, pase que el Doctor Kovac se ausente cuando le parece, pase que de vez en cuando queráis manifestaros uno o dos... pero no voy a permitiros que libréis todos esta noche.
-Nos debéis días.- declaró Susan en su defensa y en la del resto de compañeros. – Y no solo a mí sino a todos nosotros... bien por baja, o bien por motivos personales...
-Eso me parece estupendo, pero no voy a permitiros que cojáis todos vuestro día libre justamente hoy... ¿sois conscientes de cómo se pone el hospital esta noche?
Kerry había atrincherado a todos los médicos que la habían pedido la noche libre ese mismo día. Era carnaval y ella sabía que no podía retenerlos, sin embargo también sabía que estaba en su completo derecho de no dejar marchar a todos. Aquella gente trabajaba bien... eran los mejores, pero por el contrario, ella no podía hacerse cargo de Urgencias sola... necesitaba al menos un hombro en el que apoyarse... podía ser cualquiera... así que alguien no celebraría los carnavales como había pensado.
-Venga Kerry... por mucho sindicato que haya no puedes negarnos una noche libre... Hemos estado trabajando como mineros en este hospital cada día. - dijo Luka.
-Eso es verdad, tenéis razón... pero no puedo permitiros a todos que libréis esta noche, lo siento. Al menos uno de vosotros os quedaréis aquí... por las buenas, o por las malas. No queda otra, o si no, ¡estais todos en la calle!
-Está bien Kerry... si nos ponemos así yo me quedo. No me apetece mucho beber hasta vomitar. – concluyó Chen.
-Pues yo también me quedo... – le siguió Pratt.
-Bien, entonces los demás podéis iros. Todo lo que necesitaba eran dos hombros en los que apoyarme. Pasadlo bien... – sentenció Kerry marchándose por la puerta por la que había entrado.
Todos los médicos que estaban en la sala dieron las gracias a Chen y Pratt, y acto seguido, en vez de quedarse agradeciéndoles el gesto un par de minutos más, abrieron sus taquillas a la vez y empezaron a ponerse sus respectivos abrigos.
La noche, debía empezar, y no estaban dispuestos a perder ni un minuto, además nadie había obligado a los dos tortolitos a quedarse en el County. Los demás(Susan, Gallant, Abby, Carter y Luka) tenían toda una noche por delante, y a parte tenían prisa... debían ir a cambiarse a sus casas, así que pronto la salita quedó vacía.
Tan solo permanecían allí Chen y Pratt, que se preguntaban en silencio el porqué de haber rechazado aquella invitación para una fiesta que prometía ser sonada.
La primera en salir huyendo del hospital fue Susan Lewis, la anfitriona de la fiesta.
