Usted
-¡Seishiro-sensei¡Míreme!
Syaoran temblaba al ejecutar el movimiento. Habían pasado unos cuantos días desde que empezó a practicarlo, y le costaba mucho golpear con los puños.
-Ten cuidado-le previno el hombre, tomándolo suavemente de la muñeca. Estaba a centímetros de golpearse contra la pared de dura roca levantada detrás de su campo de entrenamiento improvisado.
-Creí que esta vez lo lograría-se quejó el pequeño, sin poder evitar que sus ojos se aguaran levemente.
-Tienes tiempo¿no crees?
-Es que...-vaciló Syaoran-yo...tengo miedo.
Seishiro lo interrogó con la mirada. Parecía sinceramente interesado.
-Ahora que he traducido el libro, usted podría marcharse cualquier día-terminó de explicar Syaoran.
-No te preocupes. Puedes confiar en mí.
Era prácticamente imposible no creerle. Al menos, para Syaoran.
FIN
