"Si tuviera que volver a comenzar mi vida, intentaría encontrarte mucho antes…"
—El principito—
…
..
Observó con incredulidad el rostro de su tío abuelo Madara quién tenía una sonrisa pintada en su arrugado rostro.
—Es una muñeca.—le gruñó levantando con una mano el regalo de su tío.
Este río jocosamente a la vez que asentía.
—Una muñeca.—rio, mientras veía a la muñeca con un extraño brillo en los ojos.
—Soy hombre.—le recordó con molestia.—No la necesito.—se la devolvió con el ceño fruncido.
Él negó a la vez que retrocedía.
—Este es mi regalo para ti Sasuke. Cuídala y atesórala, ella es especial.—se acercó un poco extendiendo el brazo hacia la muñeca que colgaba perezosamente de su mano, acariciando delicadamente el rostro de porcelana.
Lo observó, parecía mas como que se estuviera despidiendo de un amado familiar que de una simple muñeca de porcelana.
"Es Madara, el raro Uchiha." Se recordó con un suspiro.
—Su nombre es Hinata.—dijo una vez que terminó la caricia.—Y ella nunca, nunca te dejará solo. Recuérdalo Sasuke.
Ese día fue cuando todo comenzó, cuando tuvo en su poder a aquella curiosa muñeca de porcelana, ese día fue cuando todo su mundo cambio.
¿Quién pensaría que Madara tendría razón?
Esa muñeca si era especial después de todo.
