Akai Shuuichi se enfrenta a… un pequeño problema. Ahora, él tiene que trabajar con cierto detective en miniatura y sus amigos en contra de dos nuevos enemigos misteriosos que podrían ser terribles nuevas pistas la Organización de los Hombres de Negro.
Un Pequeño Problema
Disclaimer: Esta es la traducción oficial de la historia "A Small Problem", de ZeroPanda, Id. 5580839. Detective Conan/Case Closed son del mangaka Gosho. Detective Conan no me pertenece. =)
Summary: Akai Shuichi se enfrenta a… pequeño problema.
Notas:Este… no tiene lugar específico en la línea de tiempo de DC, por lo que no se expriman el cerebro tratando de averiguar a que altura de la trama va. Es sólo por diversión.
Además, El Apotoxin en realidad se encarga de reducir el tamaño del cuerpo. Como muchos otros, no me importa.
Les dejo el link de la historia original:s/5580839/1/A_Small_Problem
Editado.
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Uno nunca hubiera pensado que Shuichi Akai bajara la guardia lo suficiente como para ser eliminado, pero había sucedido. No era exactamente el punto culminante de su vida, y él solo pensaba en lo estúpido que era cuando recobró la conciencia.
Todo comenzó cuando James les informó de un presunto nuevo miembro de la organización, nombre en clave: Ajenjo. Shuichi, por supuesto, quería tener a esa persona atrapada. Tomó el caso y después de haber recibido toda la información, salió por la puerta siguiendo su camino.
Esta persona fue sorprendentemente fácil de encontrar y aún más fácil de seguir. El miembro llamado Ajenjo era un muchacho de no más de diecinueve años. De acuerdo con la información sobre él, brindada "siempre tan amablemente" por Mizunashi Rena, mencionaba que era el francotirador más nuevo de la Organización. Ella dijo que él era bastante bueno para ser sólo un niño, pero eso no le importaba mucho a Shuichi. Sin embargo, el chico era descuidado. Él no parecía darse cuenta de que Shuichi lo había estado siguiendo durante días.
Aún así, el niño no había conducido a Shuichi a ningún lugar. Ni una sola vez se reunió con alguno de los miembros de la Organización. Él simplemente se iba a trabajar (en una tienda de conveniencia, que glamoroso) y a su casa. Una vez lo escuchó en una conversación telefónica sospechosa y dos veces lo vio enviar dos correos a la Organización. No había duda en la mente Shuichi de que se trataba de la persona que él estaba buscando.
Sin embargo, tal vez, no era el chico el que estaba siendo descuidado. Tal vez, en realidad era Shuuichi el que lo estaba siendo. Ya que estaba subestimando a una persona que no debería de subestimar, ya que todas las personas sabía de lo que los Hombres de Negro eran capaces de hacer.
En un momento de descanso, mientras que el chico estaba en el trabajo, Shuichi estaba en un callejón cercano fumando un cigarrillo. Suspiró, exhalando una cortina de humo al aire frío de su alrededor. Mientras se movía para deshacerse de los restos de cigarro, no vio a la persona que venía detrás de él hasta que su sombra, mucho más pequeña que la suya, estaba sobre él. Sus ojos se abrieron de inmediato y lamentó no haber sido más cuidadoso cuando sintió un dolor agudo en la parte posterior de la cabeza. Su visión era borrosa y su mente confusa pero podía escuchar a una persona suspirar.
"¿Cómo puede ser usted tan imprudente, Akai Shuichi?", dijo una suave voz. Shuichi la reconoció inmediatamente como la del niño. Luego, lo oyó reír casi en silencio, como si fuera una broma privada. "Oh, Gin me va a matar cuando le diga que te atrapé primero que él." Shuichi sabía lo que quería decir. Gin y él habían sido enemigos desde hace mucho tiempo y el hombre de pelo largo seguramente se enojaría mucho cuando le informen que Shuichi Akai había muerto por la mano de otro.
Shuichi trató de moverse, nada se veía bien, pero se encontró con que sentía un dolor casi imposible en su cabeza.
"Sin embargo, que desafortunado es el no poderte disparar. Ya que estamos en público y toda la cosa", dijo el muchacho, Shuichi sentía una bota en la espalda, aplastándolo hacia el piso. Una mano le agarró la cara y la volteó dolorosamente en dirección del muchacho. "No veo qué hay de bueno en ti. Para mí no me pareces tan especial." La cabeza de Shuichi le punzaba con fuerza y sintió que algo le era introducido a la boca de manera forzada.
"Tomé algunos de estos de la Organización, estoy seguro de que no les importará", dijo con una sonrisa, haciendo estallar la tapa de una botella de agua que tenía a la mano e inclinándola hacia la boca Shuichi, causando que la píldora se deslizara en su garganta en contra de su voluntad. "Yo te diría que no hace daño, pero honestamente no lo sé. Con esto, me despido. Adiós, Akai Shuichi". Y luego se marcho. Shuichi sintió como su cuerpo se incendiase. Le dolía mucho más que la pequeña herida de su cabeza. Cada fibra de su ser se sentía como si esta estuviera siendo desgarrada e incendiada. Quería gritar, pero no pudo. Finalmente, se encontró a sí mismo pasando por un dolor intenso.
A medida que se acercaba el final, se acodó de todo eso y agradeció a sus bendiciones que de alguna manera todavía se encontraba vivo. ¿Tal vez había un Dios después de todo? La idea se había ido tan rápido como llegó al oír a alguien que le llamaba. Como todavía estaba recobrando sus sentidos, no podía entender de inmediato lo que estaban diciendo.
"-¿Te encuentras bien?" Oyó que una voz pertenecía a una mujer. Estaba empezando a ser capaz de entenderla ahora. "¡Creo que está herido! ¿Tal vez deberíamos llamar a una ambulancia?" Ella debe haber estado con alguien más. Shuuichi gimió, lo último que necesitaba era ser llevado a un hospital. Tenía que tener cuidado. La Organización tenía que confirmar su muerte, por lo que, sentarse cómodamente en una cama de hospital esperando ser curado, no sería la idea más inteligente ni más segura del mundo.
Se sentó, con las dos manos se sujetó su estómago y se apoyó en sí mismo. Mientras lo hacía, notó que algo estaba un poco raro.
"¿Pequeño niño? ¡Oh, estás despierto! ¿Estás bien?" la mujer volvió a preguntar. Sin dejar de mirar hacia abajo en su lugar… pequeñas manos, finalmente reaccionó. ¿A quién llama niño?
Sus ojos se abrieron al darse cuenta. En estado de shock y con miedo volteó a ver a la joven, y luego salió corriendo. Ella lo llamó, pero él la ignoró. Ya era muy tarde, la puesta del sol ya había pasado. ¿Cuánto tiempo había estado inconsciente? ¿Había alguien más que lo hubiera visto? Se miró las piernas inusualmente cortas mientras corría, preguntándose qué demonios podría haber causado todo esto. ¿Podría ser lo mismo que pasó con la hermana Miyano más joven? Antes, no había tenido Shuuichi una explicación de por qué Miyano Shiho era, de repente, una niña, cuando él sabía muy bien que ella era en realidad una mujer de dieciocho años. Ahora, pensó que tenía la respuesta.
¿Qué se suponía que iba a hacer ahora? Parecía ridículo y sospechoso que anduviera corriendo por la calle con ropa demasiado grande. No podía arriesgarse a volver a la FBI como estaba. No porque no se fiaba de ellos, sino porque tratarían de saber con certeza quién lo había hecho.
El sol estaba ya más allá del horizonte, sumiendo a las calles en la oscuridad, mientras que al mismo tiempo la iluminación de la ciudad con luces de neón comenzaba. Se encontró corriendo todo el camino a las zonas residenciales Beika, y elogió a su suerte cuando se encontró con un gordo, canoso saliendo de un coche amarillo pequeño. Él casi se rió ante la ironía de la misma.
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Conan hizo su camino a la escuela como de costumbre, se sentó en su asiento de siempre junto a Haibara. La científica encogida parecía más bien divertida por razones desconocidas para él, pero hacía tiempo que había aprendido a pasar de ello. Se preguntaba qué era lo que le estaba causando esa mirada, pero él sabía que la respuesta se iba a presentar muy pronto ante sus propios ojos, así que ni siquiera se molestó en preguntar acerca de esto. Ella no le diría ni aunque se lo preguntará, así que realmente no le veía el caso.
Ayumi, Genta y Mitsuhiko estaban charlando animadamente sobre el episodio de anoche de Kamen Yaiba, pero él no hizo caso. La maestra Kobayashi por fin hizo su aparición, más tarde de lo habitual, pero Conan pronto se dio cuenta por qué. No sólo a la razón por la que era tarde, sino también por qué Haibara había estado tan sonriente.
Él entrecerró los ojos y le dirigió una mirada al muchacho que siguió a la maestra Kobayashi en la habitación. Era más o menos de la altura de Mitsuhiko, con pelo corto marrón, que era ligeramente ondulado en el flequillo. Vestía jeans y una sencilla camisa de color negro de manga larga. También llevaba un gorro negro, pero la maestra Kobayashi fue persistente en conseguir que él se lo quitara. Los sombreros no estaban permitidos.
Tomó un tiempo, pero logró que se la quitara (aunque él no estaba muy contento), fue presentado a la clase.
"Hoy tenemos un nuevo estudiante" dijo alegremente. Los estudiantes estaban mirando a la parte delantera del salón, Conan juró que escuchó a genta decir '¿Otra vez?" Se echó a reír por dentro. "Por favor, preséntese a la clase."
Los ojos del muchacho recorrieron perezosamente la clase entera hasta que finalmente dijo: "Shima Ryousei". Sus ojos se cruzaron con los de Conan y él sonrió débilmente. "Encantado de conocerlos a todos."
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Notas del Autor: "Uhh. Esto iba a ser un oneshot. Y luego cambié de opinión cuando llegué cerca del final. No sé cuánto tiempo va a ser, en realidad. Así que, así es como es. Déjenme saber si aún debe continuar.
En cuanto a los personajes, tomé su nombre al azar. En realidad tenía una lista de nombres, los dos primeros y apellidos y mi mamá fue la que escogió y así fue como terminó con él.
Por último, por fin he introducido mi OC en el mundo. Fue Ajenjo (no, no lo cree para el propósito de ponerlo en la Organización de los Hombres de Negro, ya que en realidad tiene un nombre real también). Lo he tenido por un tiempo muy largo, y por fin encontré en donde poder meterlo. Woo!
