El pequeño japonés miro hacia el suelo, odiaba cuando el europeo le decía sus sentimientos tan directamente

- Te vez adorable cuando te sonrojas – murmuro el rubio, mientras tomaba delicadamente el mentón del asiático, para volver a poseer esos pequeños y sonrojados labios, en forma de botón de cereza que eran completamente apetecibles

- ah – fue lo único que pudo decir el japonés al momento de separarse del rubio

- I love you – susurro el rubio mientras empezaba a besar disimuladamente el cuello de el asiático

El cual trataba de callarse completamente, en realidad no estaba en sus planes, ser descubiertos detrás de un gigantesco juego de cortinas, haciendo algo indebido con su enamorado

- Iggy – grito el americano pasando rápidamente cerca de donde las dos naciones jugaban entretenidamente un duelo de lenguas – Iggy donde estas – gruño el americano, era la segunda vez, que iggy lo dejaba plantado, si muy formalmente le había prometido llevarlo al mejor restaurante de todo el planeta, su McDonald's favorito – Iggy – volvió a gritar como un pequeño buscando a su mama, quizás Matthew y Francis sabrían donde estaba

El japonés trato de contener una pequeña risita que por instante parecía lograr salir de su boca, sentía algo de adrenalina cuando Amerique, o alguna de las otras naciones con las que interactuaba a menudo el ingles, se acercaban tanto a donde ellos jugaban su pequeño juego pecaminoso

- 私が希望する (te deseo) – susurro el japonés, mientras delicadamente se recargaba en el pecho del ingles, parecía que el mundo se detenía para ellos, en esos instantes de mutua compañía

- Nipon – exclamo al mismo tiempo china y corea, buscando a su hermano, era raro el japonés no faltaba sin avisar a una comida familiar, en realidad últimamente se veía bastante extraño, pero el chico, simplemente se imagino de que debía tener una buena razón para ese comportamiento

- Seguro esta besuqueándose por ahí – repuso el coreano con una pequeña sonrisa, lo que ocasiono que el mayor simplemente le soltara un pequeño golpe en su cabeza – Auch – replico el coreano

- No vuelvas a decir eso de nipón – repuso el chino bastante molesto

- ¿Que dirá Yao cuando se entere de tus travesuras? – pregunto el ingles lamiendo lentamente la oreja del japonés, arrebatándole un pequeño gemido de parte del asiático

- No lo sé – murmuro el japonés – ni me importa- replico besando apasionadamente al europeo

El francés miro divertido el gigantesco juego de cortinas, era obvio que Arthur se había escondió ahí con Kiku, no en balde conocía al ingles como a la palma de su mano, en realidad el había sido el único que en verdad los había descubierto en plena acción bucal, podría decirse que sentía algo de celos, incluso algo de nostalgia, al recordad que él y el ingles habían sido los que habían encontrado ese pequeño lugar de reuniones secretas

Miro ambos lados del pasillo, casi nadie se detenía ahí, era simplemente un pasillo, entre la recepción y la sala de reuniones, el simplemente simulaba ver por la ventana hacia el hermoso jardín lleno de rosales

Sonrió levemente, quizás los celos no eran buenos, pero mientras Arthur le diera todavía un poco de su miel, el no revelaría su secreto, y menos aun cuando el ingles sabía perfectamente de sus pequeñas travesuras con Vietnam

En definitiva como había dicho una vez el ingles, ellos simplemente disfrutaban de los frutos del oriente