Después de un largo día de trabajo, Souma se encontraba en su habitación, casi listo para ir a la cama; pero aún faltaba lo que consideraba lo mejor de su día.

Tomó su teléfono y esperó a que el tono de espera terminara, sintiendo un ligero cosquilleo en el estómago al ver que la videollamada había iniciado.

—Tan puntual como siempre—le saludó Takumi al otro lado, terminando de colocarse sus audífonos para poder escucharlo mejor pues, con la intensa lluvia a su alrededor, sería imposible hacerlo.

— ¿No deberías estar ya en el restaurante? —respondió con tono burlón, ganándose una filosas mirada por parte del rubio.

— ¿Crees que podría llegar rápido a algún lado con esta lluvia? —Hizo un breve paneo a su alrededor, mostrándole la pesada cortina de lluvia. — ¡Tuve que comprar este paraguas hace rato para no empaparme! —se quejó con pesadez, mirando de vuelta al camino para asegurarse de no estrellarse con algo, o alguien, mientras caminaba.

—Ve el lado bueno: ¡Parece que estamos caminando juntos bajo la lluvia como la feliz pareja que somos!

—Y contigo gritándome en el oído, en verdad lo parece—rió, aunque con un sentimiento agridulce llenando su pecho—. Es hora de irme, o terminaré yéndome a un charco—bromeó—. ¡No te desveles haciendo tus experimentos raros! ¿Entendido?

—Iré a dormir enseguida ¡lo prometo! —dijo alzando su meñique frente a la cámara—. Te veo en el desayuno, Takumi.

— Te llamaré en cuanto regrese a casa, descansa. Te quiero, Souma.

— ¡También te quiero, Takumi! ¡Ten un buen día!

La desaparición de la imagen en ambos celulares marcó el final de la llamada y, nuevamente, una sensación de vacío se instaló en el pecho de cada uno. Yukihira suspiró con pesadez al tiempo que se dejaba caer en su cama, mientras Takumi se decidía a poner el reproductor de música para mantener su mente ocupada.

Aunque no les enorgullecera reconocerlo, habían tenido muchos problemas antes de acoplarse a la distancia entre ellos y aceptar lo difícil que sería continuar si seguían de esa manera.

Ambos eran responsables de sus respectivos restaurantes y, aunque amaban lo que hacían más que nadie, consumía prácticamente todo su tiempo; además, la diferencia horaria también era un problema en ese sentido, por lo que llegaron al acuerdo de mandarse textos para que pudieran responder cuando tuvieran tiempo, y procuraban conversar al menos unos minutos, ya fuera por teléfono o videollamada, antes de ir dormir.

"No sabremos si todo ésto funcionará si no lo intentamos."

Muchos podrían pensar que no era mucho pero, para ellos, era reconfortante escuchar la voz de otro por lo menos una vez al día.

Hasta que se volvieran a encontrar.

-x-

Desde que comencé a fangirlear sobre esta ship no pude evitar imaginarlos en una relación a distancia, ya en varios de mis escritos lo he sacado a relucir (?) pero ¡no puedo evitarlo! Les falta lo sad en la relación, y siento que ya me estyo pasando con eso c'8

¡Escribiré más fluff de ellos porque se lo merecen!

¡Gracias por leer!