— Volver a Beacon Hills, hum, no parece una buena idea. — Dice la rubia al lado de ella, antes de darle un sorbo a su café helado.
Malia pone los ojos en blanco, completamente aburrida del pequeño debate que se estaba llevado a su pesar. Solo se dedica una y otra vez de leer el nombre de Starbucks en el vaso de su café. Ella odiaba el café, pero aquello había cambiado hace unos meses luego de querer cambiar todo en ella, hasta el más mínimo detalle, dejando a Malia Tate muy atrás en Beacon Hills, ahora es Malia Hale, ahora podía soportar beber café, aunque aún no le guste el sabor amargo que deja en su boca.
— Pero es su amiga. — Comenta ahora Shannon, al otro lado de Malia, mirando a la werecoyote con pesar, como si Malia pudiera decir que se sentía mal por lo sucedido, después de todo Malia no siente nada, justo ahora, era como estar en una burbuja de cristal. — Bueno, era. — Shannon baja la mirada.
Era.
Malia aún no podía simplemente procesar lo que aquella palabra implicaba.
El chico delante de ella lo nota, y era tal vez por eso que lo odia. Dave podía leerla como nadie lo había hecho, no al menos luego de Stiles. Aquello le aterraba, había dejado que Stiles lo hiciera, que entrara en su vida y corazón y no había terminado bien, ahora Dave la trataba tan bien, la había ayudado en mucho, enseñado nuevas cosas, y con él Malia se siente una verdadera humana, ese era el problema, no podía, no quería, que otro entrara en ella y terminara de la forma que termino con Stilinski.
Hace una mueca de desagrado ante el recuerdo.
¿Volver a Beacon Hills? En definitiva no.
...
El campus de la universidad es enorme, y sus luces iluminaban todo con tal fuerza que se podía ver más detalladamente las gotas de lluvia que descendía con fuerza del cielo.
Le gustaba la lluvia porque así sus lágrimas se pierden junto con las gotas. Su cuerpo tiembla por el frio, pero de alguna manera ella se siente libre de aquella manera.
Malia Tate odiaba el frio, pero Malia Hale no.
— Sabía que estarías aquí. — Malia rueda los ojos al oír la profunda voz de Dave.
El chico castaño de ojos azules se sienta a su lado en la banca, sin importar la fuerte tormenta sobre ellos, empapándose en segundos, no se molesta en volver a abrir el paraguas que llevaba en su mano derecha, lo deja olvidado en la banca enfrente de ellos, porque Dave sabía que odiaba que alguien impidiera la lluvia tocara su piel y Malia agradece que él lo supiera.
Luego de unos minutos en silencio Dave habla. — Tienes que ir. —
Malia lo mira, por primera vez en la noche, y Dave puede ver lo sorprendía que se encontraba ante tal declaración, pues él sabía la historia de porque Malia huyo de Beacon Hills.
— No lo hare. — Habla dejando que más lagrimas salieran y se confundieran con la lluvia.
Dave da un suspiro. — Sé que esto te duele, pero no por el engaño. — Malia bufa ante aquel comentario, si no es por eso ¿entonces qué? — Ella murió y sientes miedo que sea por tu culpa, porque le deseaste la muerte más de una vez cuando la herida aún estaba demasiado abierta. —
Lo odiaba, de verdad odiaba como Dave podía hablar de esa manera y hacerla sentir tan desorientada, pero parecía que lo que dijo estaba correcto.
Sus brazos rodeaban su menudo cuerpo, buscando un poco de calor, algo que le hiciera no sentirse tan vacía, baja la cabeza y el cabello húmedo se pega a su rostro. Las lágrimas siguen saliendo y odia no poder detenerlas.
Estaba llorando, pero aun sentía un horrible vacío en ella, era como si lloraba por instinto, solo eso.
— Malia, tienes que ir para cerrar ese capítulo de tu vida. — Tiembla ante ese comentario, y Dave pasa un brazo por sus hombros, dejando que la chica se recostara en su pecho. — O te arrepentirás no haber dicho adiós. — Termina con suavidad, acariciando el brazo mojado de Malia.
Las gotas ruedan por su cuerpo, Malia puede sentirlas, el frio se cala por sus huesos y por un momento ella recuerda cuando Stiles la hacía sentir caliente. Entierra su rostro en el pecho de Dave, tratando de despejar esos recuerdos de su memoria, deja que el aroma de Dave la rodee y ella puede entonces sentirse menos mareada.
— Yo no puedo afrontarlo. — Confiesa entre un sollozo.
Dave la aprieta más consigo mismo, sus dos brazos ahora estaban alrededor de Malia, ella nunca antes le había dejado estar tan cerca.
— No estás sola. — Susurra, con las gotas de lluvia cayendo en el césped de fondo. — Puedo ir contigo si lo deseas, incluso creo que Alicia y Shannon estarán encantados de ir. — Pasa un mechón de cabello húmedo de Malia detrás de la oreja.
— Estamos a la mitad del semestre. — Dice, un poco más calmada y limpiando algunas lágrimas.
Dave se encoje de hombros y le da una sonrisa. — Somos tan buenos estudiantes. — Comenta con diversión. — Podemos hablar con el director para que nos deje solo tres días libre de deberes. —
— Tres días. — Repite Malia, mirando al campo con ausencia.
Dave asiente con la cabeza. — El tiempo suficiente para el funeral, entierro y demás. — Él sigue hablando pero en realidad Malia deja de oír.
Los recuerdos de Lydia cruzan su mente, la mayoría eran buenos, porque ella no podía negar que Lydia le había ayudado mucho, y fue la primera chica que pudo alguna vez considerar una amiga, pero entonces la traición llega y todos se vuelve amargo, difícil de procesar y respirar.
¿Cómo podía sentirse realmente mal por la muerte de Lydia Martin si aún no podía olvidar lo que paso? ¿No sería hipócrita de su parte ir? Pero ¿si no iba como podía parecer que ella ya había podido superar lo que paso? Lydia había sido su amiga antes que nada, y muy en el fondo sabía que aún le quería, porque ella siempre había sido masoquista después de todo.
Sus ojos se topan con la mano de Dave bajando y subiendo por su brazo, un tacto suave y tierno, Malia se sintió bien por unos segundos.
— Iremos entonces. — Habla completamente segura, aunque sabía que probablemente se arrepentiría de ello ya no había vuelta atrás.
