Descargo de responsabilidades: Ni OUAT ni sus personajes me pertenecen, que si no...
¡Sed buenos que es mi estrenada!
¡Saludos!
- Que ironía... al final si que resulto ser el amor mas puro la cura que necesitaba Marian. Me aferraba a que el amor no era la solución para todo, que debía ser algo más complejo, pero no, hay estaba otra vez. Me aferraba a creer que Robin no me amaba, que quería tener de vuelta a su esposa y en el fondo quería tener la satisfacción de devolverle lo que un día le arrebaté sin saberlo. Menos mal que nadie puede oír mis pensamientos, me perderían el poco respeto que aún me tienen si me muestro tan blanda, tan... Snow... Argh! solo pensarlo siento nauseas y creo ser capaz de vomitar mariposas y arcoiris.
Pero la realidad me golpea de nuevo. No es Robin quien saca a su esposa de su letargo, sino el pequeño Rolan. ¿!Como no se me ocurrió antes!? el amor que un hijo y una madre comparten debe ser el mas fuerte. Ya lo vi una vez, esa maldita Swan me arrebató lo único que daba sentido mi existencia. Se que Henry me quiere y que fuí yo la que rompió esa última maldición y es curioso cuando pienso en mi... Hermana... pues sin ella no hubiese sabido que Henry me ama como yo lo amo a el. Aunque sigo teniendo la sensación que para el soy una segundona... ¡Yo! ¡Una reina! relegada a un segundo puesto por la hija de pavanieves y el pánfilo de su queridito...
Ignoro todo lo que puedo la mirada de Robin cuando su esposa abre los ojos. No la mira a ella, sino a mi. Aprovecha los segundos que le dan madre e hijo mientras se abrazan, para decirme con la mirada algo que interpreto como "¿Ves? mi beso no la despertó por que eres tu mi verdadero amor y no ella..." Evito a toda costa devolverle la mirada. pero no lo puedo resistir. Su mirada se cruza con la mía tan solo un segundo pero inmediatamente giro sobre mi, no quiero que vea como mis ojos se humedecen. En realidad no se que sentir. Debería estar dando saltos de alegría, pues según el hechizo de Campanilla, el hombre que ahora esta un par de metros de mi espalda, es mi verdadero amor... pero no puedo evitar recordar como el la eligió a ella por encima de sus sentimientos y de los mios. No puedo evitar sentirme sola aun cuando me esta diciendo con su mirada que me quiere a su lado... Esta situación me puede. No puedo meterme en medio de esta familia, no cuando escucho a el pequeño Rolan llorando feliz mientras su madre le besa efusivamente las mejillas. Definitivamente ser madre, con el paso del tiempo, ha hecho de mi una blanda y una cursi... -
- Mamá, por fin despiertas... - El pequeño Rolan habla entre sollozos, aferrado fuertemente al cuello de su madre cuando esta se incorpora
- Rolan ¿que...? - acaricia la cabeza al pequeño mientras busca la mirada de su marido.
Robin se voltea hacia ella y se acerca un poco mas...- Tranquila, ahora todo esta bien - le decía mientras acariciaba la mejilla.
Rolan se separó del cuello de su madre para mirar a su padre con una sonrisa en su rostro bañado de lágrimas.- Ahora podremos volver a estar los tres juntos - Las palabras del pequeño hacen que Robin quede en un estado de estupefacción total.
- Claro que si cariño - Marian, ignorando el estado de su marido, volvía a besar a su hijo mientras con una mano acercaba a su marido para besarle.
Suficiente. ya he tenido suficiente. comienzo a caminar hacia la salida, donde se encuentra mi pequeño príncipe. Henry había estado presenciando todo el empalagoso rencuentro familiar... de nuevo... No me sorprende que haya insistido en hacer venir a Rolan a ver a su madre. El mas que nadie, sabe lo fuerte que es el amor entre madre e hijo. Evidentemente, nos negábamos dado el aspecto físico de Marian, su hijo tendrá grabada esa imagen de su madre congelada en su retina por mucho tiempo. Lo que me sorprende de Henry es que está mirando toda esa escena con una expresión triste... Lo último que necesito es que mi propio hijo sienta pena de mi por haber hecho que Rolan despierte a su madre. Cuando pone sus ojos sobre los míos mientras me dirijo hacia la puerta donde el se encuentra, su mirada triste se humedece... seguro al ver mis lágrimas que no puedo evitar que caigan por mis mejillas. Ni siquiera se cuando las he dejado caer, solo soy consciente de ellas cuando veo que su mirada se posa sobre la mía.
Paso a su lado, girando mi rostro para que deje de ver mi debilidad. "el amor te hace débil" cuantas veces lo habré oído. Pero ya no me importa, la verdad he dejado de preocuparme hasta de mi aspecto físico, cosa no muy normal en mi. avanzo por el pasillo del edificio para dirigirme a la calle. hubiese querido poner mis emociones en orden para desaparecer de allí y solo dejar de mi una estela de humo violeta, pero me falta el aire y solo el exterior podrá dármelo para calmarme.
Oigo pasos detrás de mi, Henry me sigue. "Mamá" le oigo llamarme en una lejanía que se que no existe. Tan solo esta a unos metros de mi y tengo la sensación de escucharlo sumergida en el agua. Salgo a la calle y al bajar las escaleras Henry me sujeta por el brazo deteniéndome. Me gira con una fuerza que no sabia que poseía en medio de las escaleras para mirarme a la cara, Estando sobre los escalones quedamos a diferentes alturas y lo primero que veo es su mandíbula apretada, surcada de lágrimas. No quiero mirarle, pero no puedo evitar que el coja mi cara y me obligue a hacerlo... Así se queda unos segundos, mirándome a los ojos... y lo único que veo son sus remordimientos... como se parece a su madre... la misma mirada tenía Swan cuando salió tras de mi en Granny's el día que trajo a Marian. Aunque en ella odié esa mirada de pena sobre mi, en mi hijo no tiene el mismo efecto, pues lo último que deseo es que se sienta culpable por hacer lo correcto. Mientras me mira de esa forma solo puedo sentir orgullo de madre... mi pequeño príncipe... mi pequeño héroe... me entristece pensar que Henry se siente tan mal por no poder hacer que yo tenga mi propio final feliz. su mirada cambia a cada instante que pasa, mirándome de un ojo a otro, veo impotencia y su labio comienza a temblar... Trago hondo para aguantar mi propio llanto e infundirle fuerzas...
- Shhhh... - Le intenta tranquilizar subiendo su mano hasta su nuca haciendo que sus frentes se unan mientras cierra los ojos y niega débilmente con la cabeza.
- Mamá, yo... - Supira mientras baja las manos para abrazar a su madre. - Me siento fatal... yo...- separa su cabeza de la de su madre para fundirse en un cálido abrazo
- Henry, no...- Le interrumpe - Has hecho lo que debías...- le dice mientras descansa su cabeza sobre el hombro de su hijo. - insististe en que esa era la solución, pese a nuestras advertencias... para ese niño no a debido ser fácil ver a su madre así... pero ya esta todo como debería y mi único sentimiento hacia ti es un enorme orgullo de madre... - Le dice susurrando, intentando que esas palabras arrastren cualquier síntoma de culpa que pueda albergar.
- ¿Como puedes sentirte tan orgullosa? - le pregunta mientras se separa lo justo para volver a mirarse a los ojos. - ¿Que tan diferente es esto de lo que hizo Emma cuando trajo a Marian del pasado? - Regina arqueó las cejas y le regaló una sonrisa sincera
- Porque lo que hizo tu madre fue por pura inconsciencia - le dijo mientras se separaba y entrelazaba sus dedos detrás de la cintura de Henry - Ella sabia perfectamente que no podía alterar nada del pasado, no se sabían que consecuencias podría traer... y ni tan siquiera se molestó por intentar averiguar quien era ella... y aunque lo hubiera hecho, seguro que la hubiera traído igual - bajó la mirada al suelo mientras decía.
- No lo entiendo - henry miró hacia abajo al igual que su madre - Precisamente por eso, ella no sabia que era la mujer de Robin, sin embargo yo... - ambos levantaron la cabeza volviéndose a mirar - yo sabia, estaba convencido de que Rolan rompería su hechizo y traería de vuelta a su madre... - fruncía el ceño mientras decía.
- Precisamente... - Regina pasó su pulgar por la frente del chico queriendo así quitar esa preocupación. - Sabías que ella despertaría... le devolverías a Rolan a su madre. Sé que tu mejor que nadie conoce esa sensación y quisiste volver a reunir a una familia. Tu madre la salvó para tener su conciencia limpia, un acto que creo bastante egoísta por su parte, no te ofendas... - le dijo arqueando una ceja y poniendo una sonrisa de medio lado - Pero lo que tu has hecho es un acto desinteresado y estoy segura de que en ningún momento no dejabas de pensar si esto era bueno o no para mi... eso me llena de orgullo - le sujetó el rostro con ambas manos y posó sus labios en la frente del chico para así zanjar el asunto.
- Me gustaba verte sonreír, estabas tan feliz... - le dijo con los ojos cerrados sintiendo el beso de su madre. - Cada día estoy mas convencido de que los génes de mi familia, tanto de una parte como de la otra, no han hecho otra cosa que hacerte la vida imposible - Regina lo miró sorprendida y acto seguido se hecho a reír ante la mirada de circunstancial de su hijo.
- ¡Pero, Henry...! - quiso hablar mientras su respiración volvía a la normalidad después de reír - Al fin y al cabo es gracias a ellos que tengo lo mas importante de mi vida - le decía mientras le acariciaba la mejilla ya sin rastro de lagrimas - Además, he de decir que la inteligencia no la heredaste de ellos, ¡eso fué cosa mía! - le dijo con una sonrisa pícara.
- jeje... bueno entonces... nos vamos? - dijo Henry separándose de su madre y cogiéndose de su mano - Mmmmhh... dime que podemos ir a casa a comer algunos de los dulces que haces tan ricos - Puso su mejor cara de cachorrito, la que sabia que su madre no resistía.
- Claro que si, así me cuentas como ha ido con... - No pudo acabar la frase cuando vió a Robin saliendo al exterior muy agitado.
- ¡Regina! - Gritó al verlos apunto de marcharse - ¡Espera, no te vayas! - Madre e hijo se sobresaltaron mientras Robin corría hacia ellos.
- ¿Ahora que Robin? No me lo pongas mas difícil - Su corazón le dió un vuelco pero no quería dejar que el hombre lo notara... lo que no pudo evitar fué apretar contra sí la mano de su hijo - ¿Qué quieres? - dijo mientras notaba la mirada triste de su hijo de nuevo.
- No puedes irte... no aún - Cogió la mano de la mujer con firmeza y tiró de ella hacia dentro. Quiso soltar la mano de su hijo pero vió que este se negaba. Henry la apretó con fuerza y con un semblante desafiante, se encaminó junto con ellos de nuevo al interior.
¿Ahora que? ¿de nuevo tengo que soportar a la familia feliz? Por Dios, solo espero que no me vuelva a mirar como antes, no puedo soportarlo. Ya es bastante difícil como para que el insista sobre sus sentimientos... bueno, con Henry a mi lado, dudo que diga algo fuera de lugar teniendo a su esposa de vuelta gracias a la insistencia de mi hijo.
- Vas a decirme que pasa? - preguntó Regina mientras volvían apresuradamente sobre sus pasos.
- Veras, yo... - Se detuvieron en la entrada del despacho donde se encontraban Rolan y su madre... - No se como decirte... - Henry apretó contra sí la mano de su madre cuando Robin la soltó y se puso frente a ella.
- Suéltalo ya, no tengo todo el día - puso todo su autocontrol en esas palabras con el semblante mas frío que consiguió - Si es para darme las gracias, no es a mi a quien debes dárselas, si no a mi hijo - Sentenció esperando que se tratara de eso, aunque en el fondo sabia que para eso no la traería a ella de vuelta al despacho.
- No hace falta que me agradezca nadie nada - dijo Henry firmemente. El chico quería sacar a su madre de ahí, sabía que esta situación la hacia sufrir innecesariamente.
- No se trata de eso - Contestó Robin mientras hurgaba en su bandolera - aunque si me siento muy agradecido - Había un halo de tristeza en sus palabras, pero los tres quisieron ignorar ese hecho. - Es por esto. - La mirada de Regina se transformó al ver el objeto que extrajo de la bolsa.
¡Mierda! ¿se trataba de eso? ¡joder! ¿Como me he podido enamorar de este pedazo de insensible... ¡Gilipollas! ¡Eso es lo que es! Como me alegra que nadie pueda escuchar mis pensamientos... el vocabulario que utilizo interiormente dista mucho del que muestro a la gente... pero es que esto... no me importaría lo mas mínimo que mi hijo me escuchara, por su cara puedo ver que sus pensamientos no distan tanto de los míos.
- ¿Regina? ¿estas bien? - Pregunta Robin un poco temeroso - ¿crees que podrías... ? - dijo mientras abría el pequeño arcón que albergaba el corazón de Marian.
- ¡Pues claro! ¿quien si no? yo se lo extraje, ¿recuerdas? lo acabas de abrir ante mi, ¡ni siquiera intentaste hacerlo tu! ¿pero que pasa contigo? ¿cuanto mas he de aguantar todo esto? - Regina apretaba los dientes mientras cogía el arcón con el corazón dentro y encaminándose decisiva hacia dentro - Rolan, ¿porque no vas con tu padre y Henry a la entrada? tengo que hablar con tu madre, cariño - dijo con toda la serenidad que pudo reunir para que el niño no se preocupase.
- Si, voy... - contesto el pequeño - Regina? - la llamó frente a ella.
- ¿Si? - se inclinó para estar mas a su altura
- Gracias - rodeó con sus bracitos el cuello de la ex alcaldesa y besó su mejilla. Salió enseguida corriendo hacia su padre, mientras que Regina reaccionaba al ataque de cariño del pequeño y miró a Marian ahora sentada en el sillón.
- ¿Como te encuentras? -
- Me siento extraña, como fuera de lugar - Dímelo a mi pensó Regina. Cogiendo con cuidado el corazón de la otra mujer, se puso a su altura.
- Quizás cuando recuperes esto, todo lo veas de otra manera - decía mientras veía que Robin desde la puerta dió un par de pasos y se detuvo en medio de la estancia - Será una pequeña presión y todo habrá acabado - Mala elección de palabras, a sonado como si quisiera aplastarlo entre sus manos... pero vió que la mujer que tenia enfrente no era muy... perspicaz, así que no se molestó en aclarar en que sentido iba su última frase. acercó su corazón al pecho de la mujer y presionó suavemente para colocarlo de nuevo dentro de su cuerpo.
- mmh! - Mariam abrió los ojos después de sentir esa presión y ese calor recorriendo todo su cuerpo.
- ¿Mejor? - preguntó mientras se incorporaba.
- Si... ¡Si! - dijo sonriente mientras se levantaba en un impulso - ¿Robin? - corrió hasta estrellarse contra el cuerpo de su marido. - Te amo tanto... - susurró sobre los labios del hombre
- ¡Mamá, vamos! - dijo Henry apretando la mandíbula desde la puerta. No hacía falta nada más para que fuera derecha a la salida.
- ¡Regina! - la llamó de nuevo, Robin, mientras que Regina de espaldas a el, al lado de su hijo, esperando que no le pidiera nada mas - Gracias - Ella alzó la mano como única contestación y madre e hijo salieron igual que entraron.
- Te pido por favor, que no hablemos mas de Robin - dijo Regina irritada una vez en la calle de camino al coche
- De acuerdo... pero pienso que es un verdadero gilipollas - contestó Henry al llegar al Mercedes
- ¡Henry! ¿Que modales son esos!? - No pudo evitar soltar una risita mientras reprendía a su hijo por su actitud - Yo no te he enseñado a hablar de ese modo, voy a tener una charla con tu otra madre, ¡a ver que tipo de educación le da a mi hijo! - En realidad, no lo estaba regañando y ambos lo sabían cuando el vehículo se encaminaba hacia la mansión Mills - Te quiero mi pequeño héroe - Le dijo mirándolo con una sonrisa llena de amor y gratitud.
- y yo a ti mamá - le devolvió la sonrisa mientras llegaban a casa.
- ¿Lasaña? - pregunto al chico en la entrada de la mansión.
- ¡YEEESSSS! - Gritó eufórico, sabiendo lo bien que cenaría esa noche.
Primer capitulo de (espero) muchos, que tengo la cabeza llena llenita!
¿¡Y bien!? ¿¡que os a parecido!? sugerencias criticas constructivas o lo que os de la gana, posteaaaad!
