Disclaimer: La historia es mía, los personajes de Meyer.

You Belong With Me

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Por Primaveral.

— ¡Vamos Bella, nos esperan! —Le dijo Ángela mientras Eric le apretaba la mano nervioso.

Bella asintió y se despidió de Mike, que le dio un beso en la mejilla antes de darse la vuelta e irse con las animadoras y los demás del grupo de Rugby.

Mike era rubio platino, sus ojos eran celestes y tenía una hermosa sonrisa en su cara, era el delantero y siempre había sido un buen amigo de Bella, a pesar de que siempre había estado enamorado de ella. Podría estar con muchas chicas populares e incluso muy guapas, pero su obsesión por Bella se lo impedía.

Y ella era incapaz de estar con él.

Llevaba enamorada de Edward Cullen desde hacía dos años, justo los que se había mudado a Forks. Hijo de un prestigiado médico y de una enfermera, Edward Cullen era el tercer hijo y más pequeño de la familia Cullen, compuesta por Emmett, el más mayor y Jasper, el mediano.

Bella se dirigió con Ángela y Eric a la próxima clase y a la más deseada por ese día: Lengua y literatura.

Era la única en la cual estaba sentada al lado de Edward, los habían puesto juntos por el único motivo que ella era muy buena en esa materia, siempre se le había dado mal, incluso para suspenderla, pero cuando los pusieron juntos, le echaba más de tres horas al día para poder destacar en ellas, en las demás era una chica de notables, suficientes y bien.

Cuando entraron, Bella sintió que el corazón se le convertía en un puño al ver el cabello cobrizo-rubio de Edward, que estaba de espaldas hablando con Tyler, otro del grupo de rugby.

Bella cogió aire y fue hacia ellos, sin saludarlos, sabiendo perfectamente que nadie la saludaría. Se puso recta e intentó que su habitual sonrojo no llegase.

—Hey, Bella ¿qué tal?

Bella se sobresaltó al escuchar que Edward la había saludado, en ese momento se escuchó la risa de Tyler, entonces supo por qué la había saludado.

Se había sonrojado.

Sin saludarle, sacó sus libros y esperó a que el profesor llegase. La risa de Tyler más la de Edward hizo que suspirase y mirase a Ángela, que la miraba con una sonrisa triste. Ella únicamente asintió y volvió a poner la vista en los libros.

— ¿Por qué no me contestas? —Preguntó Edward cerca de su cuello, haciendo que ella se encogiese en su sitio y mirase a la pared. — ¿No te agrado?

—Tú no agradas y a tu propia novia. —Dijo Tyler.

Eso ocasionó que ambos se riesen y entrase por la puerta Tanya con una sonrisa orgullosa. Se sentó en el regazo de Edward, besándolo en los labios mientras Bella se quedaba totalmente incómoda en su sitio sin poder hacer nada.

Cuando el beso se terminó, escuchando un sonoro muack, Tanya cruzó sus largas piernas cubiertas de unas medias y miró fijamente a Bella con una sonrisa, que permanecía mirando la pared o a su cuaderno.

—Aún no entiendo por qué te han puesto con ella. —Gimió. —Supongo que es así…—Suspiró. —No se puede ser guapa y lista a la vez… —Tyler se rió. —Prefiero ser guapa que ser como ella y sacar buenas notas.

Tyler volvió a reírse, al igual que Edward, que besó a Tanya en el cuello mientras Bella permanecía totalmente lejos de allí, sin escucharlos.

—Deja a la chica en paz, Tanya. —Dijo Edward.

—Oh, incluso defiendes a los más débiles. —Suspiró. —Hemos quedado hoy en casa de James para una fiesta, Victoria vendrá a por mí.

—Mejor, no tengo ganas de aguantar otra vez a tu padre. —Dijo Edward, haciendo que Bella abriese totalmente los ojos por ese comentario.

—Vamos cariño, mi padre ya es mayor…

—Cree que nos vamos a casar. —Dijo Edward interrumpiendo a Tanya. —Se piensa que es virgen. —Se rió. —Si te conociese, no estaría tan orgulloso de ti.

— ¿Qué insinúas, Edward? —Dijo Tanya empezando a molestarse.

—Vamos Tanya. —Dijo Tyler riéndose. —Has sido penetrada por todo los agujeros de tu cuerpo.

—Exacto, cuando salí contigo no había ninguno virgen. —Dijo Edward.

— ¿No las preferías expertas? —Gruñó.

—No me estoy quejando. —Contestó Edward sonriendo. —ahora levántate, viene el profesor.

Bella permanecía totalmente muda, apenas podía respirar. La imagen de Edward era totalmente mala, maleducado, mujeriego… ¿Había algo peor? Si antes se sentía ingenua, ahora se sentía estúpida, nunca saldría con alguien que insultase a su padre, ¿cómo podría Tanya aguantar algo así?

Las prefiero expertas…

¿Y con enfermedades?

Bella hubiese muerto por decir esas palabras, pero había preferido callarse, sabiendo perfectamente que nunca le vendría mal a Tanya unas cuantas palabras para joderse un rato.

—Bella, salga a hacer esos ejercicios.

Bella miró al profesor y asintió, levantándose mientras cogía su cuaderno e iba hacia la pizarra, sonriendo a Ángela, antes de cogerle la mano y apretársela débilmente.

Mientras escribía, se sentía totalmente incómoda sintiendo todas las miradas en ella y las risas de muchas y muchos, como las de Tanya, Tyler y Edward. Cuando terminó, s ele cayó el cuaderno, lo recogió e inmediatamente empezaron las risas.

— ¿Hay alguna problema, Tanya? —Preguntó el profesor.

—Nada profesor. —dijo sonriendo mientras sus ojos azules miraban fijamente a Bella.

Cuando terminó la clase, Bella se dirigió hacia la puerta con Ángela, al empujarla, Bella se tropezó contra la puerta, haciendo que se diese un golpe en la cara.

— ¿Qué demonios te pasa, Tanya? —Gruñó Ángela.

— ¿Qué? ¿Acaso hice algo?

— ¡Has empujado a Bella, se ha dado en la cara!

— ¿Qué insinúas, cuatro ojos? —Ángela se quedó callada, perdiendo todo el color. — ¿Insinúas que he sido yo?

—Déjala Ángela. —Dijo Bella mientras sentía que le escocía la nariz del golpe. —Las rubias son en su mayoría estúpidas.

— ¿Cómo te atreves?

Cuando Tanya iba a levantar la mano, Bella le cogió de los pelos, dejando todos sus libros en el suelo mientras la gente empezaba a gritar. Alguien la echó hacia atrás, dos manos grandes y brutas.

Edward.

— ¿Qué diablos pasa?

— ¡Esa puta me ha cogido de los pelos!

Edward miró con una ceja alzada a Bella, pero se dio cuenta de que ya caminaba hacia la salida con Ángela, pasando totalmente de ellos dos.

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Edward estaba apoyado en su coche mientras Tanya empezaba a gritar y a maldecir a Bella por haberla cogido de los pelos, Edward únicamente pudo sonreír.

¿Quién iba a decirlo?

Cuando vio que sus manos se agarraban en su pelo y tiraban de ella fuertemente, sus mejillas se habían sonrojado y sus libros estaban tirados, totalmente concentrada en tirarle de los pelos.

—Odio a esa mosca muerta. —Gruñó Tanya.

—Necesita un polvo. —Dijo James mientras besaba el cuello a Victoria. De repente, paró de besarla, haciendo que Victoria clavase sus ojos verdes oscuros en James. —Creo que deberíamos hacer algo.

Tanya sonrió y se dejó los cabellos.

— ¿Cómo qué?

—Deberíamos… Echarle un polvo.

Edward y Tyler empezó a reírse mientras Victoria le pegaba en el pecho. Le cogió ambas manos y se las quitó de encima.

—Dejarme terminar, joder. —Susurró.

—Acaba. —Dijo Tanya volviendo a tocarse el cabello.

—Uno de nosotros debe salir con ella, echar un polvo y dejarla. —Sonrió. —si no me he enterado mal, la hermana de Bella se suicidó embarazada cuando la dejaron. —Sonrió.

Victoria le miró fijamente, al igual que Edward al enterarse.

— ¿Cómo? —Dijo Tanya sonriendo.

—Según me contaron una vez, Bella tenía una hermana llamada Sally. Era dos años mayor que ella, se quedó embarazada con diecisiete años totalmente enamorada, sin saber que todo era una apuesta, me contaron que se ahorcó a los dos días siguientes.

— ¿Por eso se mudaron a Forks? —Preguntó Tanya.

—Exacto. Vivían en Port Ángeles.

— ¿Cómo sabes todo eso? —Preguntó Victoria mirándolo fijamente.

Se encogió de hombros.

—Fuentes cariño, fuentes. —Dijo encendiendo un cigarrillo. — ¿Qué decís?

—Me encantaría. —Dijo Tanya, miró a Edward. —Deberías hacerlo tú. —Dijo mirando a Edward.

— ¿Y por qué putas yo?

—Porque está enamorada de ti. —Dijo Tyler hablando por primera vez. — ¿Acaso no se ha puesto roja al sentarse a tu lado? Eres el único que puede.

—Paso, no me gustan las vírgenes.

—Vamos Edward. —Dijo Tanya abrazándolo por la cintura. —Haré lo que quieras después de ello. —Susurró en su cuello.

Edward sonrió.

— ¿Cómo qué?

—Lo que me pidas. —Edward miró a Victoria, que sonreía. Tanya lo captó. —De acuerdo, las dos follaremos contigo si lo consigues.

James expulsó el humo y empezó a reírse mientras le daba unas palmadas a Victoria en el culo.


¡Hola!

Pues me moría de ganas por escribir algo así y que tuviese el nombre de You Belong With Me, todo por la canción jaja. Si me dicen sus opiniones, le subo el siguiente en un rato x) ¿Merece la pena seguirlo?

Cariños ;)