Muy buen día mis queridos lectores, me presento ante ustedes con una nueva propuesta que espero les alegre los días mientras se desarrolla y de la que deseo sean partícipes con sus comentarios.
Esta nueva historia está siendo escrita en conjunto con una muy querida amiga mía, Hana-Kitzu. En la que el RETO es hacer que ustedes decidan quien terminará siendo la pareja de Taichi.
Así es. Mientras yo defiendo mi postura, la que todos mis lectores regulares saben es YAMACHI (Yamato x Taichi), Hana-Kitzu intentara defender al TAISUKE O DAICHI (Taichi x Daisuke).
Conforme avance la historia esperaré sus votos para ir dándole a Taichi una inclinación más obvia hacia uno u otro personaje.
Poniéndolo la decisión en sus manos quedo de vos.
Atentamente:
Hana-Kitz y Ciel Phantomhive.
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Tres corazones
Resumen.
Ya no quiero fingir que esto es solo amistad, cuando lo que siento yo es amor de verdad.
TACTO
Daisuke POV.
Puede verlo todos los días desde su asiento a un lado de la ventana, como si de una rutina se tratara, una rutina que realmente adora.
¿Hasta qué punto es bueno amar a alguien?
Taichi, como todos los días, se encuentra corriendo para no llegar tarde a clases, con el bolso abierto entre sus brazos y un pan en la boca por no haber tenido tiempo para desayunar.
Daisuke no evita reír desde su puesto ante la escena. Ya que es su senpai, su querido y amado senpai el que se encuentra mostrándole un espectáculo digno de un oscar.
¿Hasta qué punto es bueno desear a alguien?
Para Daisuke, Taichi lo es todo. Su modelo a seguir, su buen amigo, su persona especial. Adora poder verlo todas las mañanas y en las tardes cuando juegan futbol.
Todos aquellos momentos que puede compartir con su senpai son especiales, tan especiales que le duele.
Duele porque sabe que sus sentimientos hacia Taichi son extraños y fuera de lo común.
Sabe que no siente nada por Hikari, pero dice hacerlo ya que ¿Qué persona normal está enamorada de una persona de su mismo sexo?
Entiende que es distinto al resto y por lo mismo duele. Pero no puede evitar seguir enamorado y amar cada vez más a su senpai.
¿Hasta qué punto es bueno anhelar a alguien?
Pero últimamente el sólo observarlo ya no es suficiente. Su cuerpo y mente le piden más, pero la pregunta es cómo conseguir más sin que Taichi se dé cuenta.
¡Falta para Motomiya!
¡¿Eh!?
Daisuke no evita gritar de indignación ante eso, más sólo es un engaño, en realidad no le importa la falta porque ha podido tocarlo. Baja la vista para observar como Taichi se levanta del suelo con su sonrisa de siempre.
Buena empujada, pero sabes que es trampa. – Taichi le sonríe mientras le golpea el hombro.
Me descuidé. – Miente rápidamente para no ser descubierto.
Taichi sólo ensancha la sonrisa y el partido continúa.
Por ahora aquella es la única forma que se le ha ocurrido de tener un poco más de su senpai. Sabe que está mal y es arriesgado, pero no puede evitarlo.
Lo desea tanto, lo quiere tanto que no sabe cómo dominarse.
Dios sólo tiene 14 años ¿Qué otra cosa puede hacer?
¡Motomiya!
Vuelve a gritar el entrenador, mas esta vez no puede moverse ya que está paralizado, sonrojado y acostado completamente sobre el cuerpo de su senpai. Dios, si sólo pudiera estar así por siempre.
¿Te encuentras bien Daisuke? – Le escucha hablar cerca de su oreja y no evita sentir escalofríos.
Algo…
Sí que estas despistado el día de hoy.
Siente el cuerpo bajo suyo moverse, la respiración agitada debido al partido, el calor de su cuerpo, la transpiración.
Era extraño por quererlo y desearlo de esa manera, pero lo hacía.
Daisuke sigue con las sensaciones del cuerpo de su senpai bajo el suyo, por ahora puede sentirse más tranquilo, mas sabe que en algún momento va a desear más.
Y cuando eso ocurra, no tiene idea de lo que será capaz de hacer para poder satisfacer este deseo por su senpai.
Más por ahora con lo que vive en estos momentos es suficiente.
Hey ¿Aun no terminas de vestirte Daisuke?
Taichi entra al camarín con una toalla en su cintura y el cuerpo mojado. Daisuke se sonroja, pero le sonríe.
Sí que estas distraído hoy. – Sigue hablando el mayor ignorando la mirada hambrienta del menor.
Para Daisuke esta es la mejor parte del día.
Sabe que lo que hace y siente está mal, más por ahora, está seguro de que puede vivir con ello tranquilamente.
¿Vamos por un helado? – Taichi se saca la toalla para vestirse y Daisuke no evita ensanchar la sonrisa.
Me encantaría Taichi-senpai.
Inicio - término – 28 – 04 – 12
Yamato POV.
En el pasillo prácticamente desierto solo se puede escuchar el constante golpeteo de la suela del zapato que con ritmo se estrella contra el suelo. Sus ojos azules miran por séptima u octava vez su reloj de pulsera antes de dejar salir un resoplido.
Sus dedos blancos peinan el rubio cabello hacia atrás resoplando un… "tarde, muy tarde".
El timbre que anuncia su entrada a clases sonó escasamente un minuto atrás, pero Yamato se niega a moverse de su sitio hasta no verlo llegar.
Es una rutina que no dejará con facilidad porque le complace ser la primera persona que Taichi ve por la mañana. Aquella a la que le dedicará la primera sonrisa, la más deslumbrante del día. Escuchar su nombre salir de los labios de su mejor amigo es una dulce droga que consume con avaricia en especial si sus ojos están fijos únicamente en él.
Le ve entrar por el portón a toda marcha, entre sus manos, pegado a su pecho su mochila apenas logra contener sus útiles mientras Taichi intenta de una manera casi maniática mover los labios empujando la tostada hacia adentro.
Yamato eleva las cejas y tuerce divertido la boca, Taichi no tiene remedio.
No duda en caminar a su encuentro, toma la mochila de su amigo y la cierra mientras inicia su carrera rumbo al salón.
Taichi termina de empujar la hogaza de pan dentro de su boca y saca del bolcillo de su pantalón un cuadrito de leche que no duda en tomarse.
Yamato lo observa discretamente, embebiéndose en cada gesto como si fuera el último y se pregunta ¿Qué tiene Yagami de extraordinario para embalsarlo de aquella manera? No es un chico de belleza deslumbrante, tampoco es que digamos un caballero de perfectos modales… entonces ¿Por qué él lo embelesa de esa manera?
—Corre Yamato —incita el moreno extendiendo la mano para tomar su morral.
Yamato le sonríe con burla, aprieta más la mochila y acelera el paso para adelantarlo. Taichi le sonríe desafiante mientras le sigue el juego.
Matt quiere verlo correr tras él, escuchar su risa, sentir sus brazos cerrarse en torno a él cuando consiga alcanzarlo. Disfruta de su contacto por breve que sea.
Y en algún momento en su mente Yamato se ve susurrando un "Te quiero" que en realidad solo piensa, se imagina, porque siente que nunca será capaz de decirlo en voz alta.
—Sr. Yagami, Sr. Ishida… ¡¿otra vez tarde?! —se queja el profesor antes de resignadamente cederles el paso. —Son un caso perdido.
Por la tarde Taichi tiene entrenamiento y él práctica con su banda.
Por suerte para Yamato, aunque no para su pobre baterista, la gripa le impide acudir y se cancela el ensayo, por lo que presuroso corre al campo de futbol justo para escuchar el pito del silbante y luego alcanza a ver una tarjeta amarilla.
—¡Falta para Motomiya! —amonesta el árbitro.
—¡¿Eh!? —Daisuke se queja.
Pero esa indignación no engaña a Yamato que estrecha los ojos hasta convertirlos en dos rendijas pues capta perfectamente el brillo en la mirada del menor.
—Buena empujada, pero sabes que es trampa —comenta Taichi sonriente al tiempo en que golpea amistosamente el hombro de Motomiya.
—Me descuidé —se excusa con una sonrisa bobalicona.
Yamato toma asiento en las gradas y acomoda su instrumento mientras espera a que termine el entrenamiento. Observa a Taichi y el comportamiento un tanto extraño de Daisuke.
—Pero qué demonios… —gruñe Matt.
Yamato se ha puesto en pie de un salto, el corazón le late con fuerza desmedida al ver como Taichi impacta contra el suelo, un segundo después Daisuke se estrella sobre su cuerpo en una pose por demás comprometedora.
Abre la boca y hasta la lengua se le seca sin permitirle emitir un sonido, sus ojos azules están firmemente pegados sobre la pareja que se mantiene en la misma postura sobre el empastado sin aparentes deseos de moverse.
—¡Motomiya! —vocifera el entrenador exasperado al ver que tardan en incorporarse.
Mientras Yamato ve a Taichi inclinase levemente para hablar cerca del oído de Daisuke. Le hierve la sangre y rechina los dientes de solo de imaginar el aliento de su amigo chocando contra la piel del menor.
Unos segundos después ambos se levantan y Yamato vuelve a respirar.
Cuando termina el partido Taichi se acerca a saludar antes de ir con todo el equipo rumbo a los vestidores. El sudor hace que la camiseta se le pegue a la piel y… luce tan sexy a ojos del rubio.
—¿Te importa si llevo a Dai por un helado? —pregunta Taichi con las mejillas rojas por el ejercicio asesinando de manera truculenta sus fantasías. —Lo he notado demasiado distraído. No es normal en él, quizás…
—Ve. Te veo mañana —interrumpe Yamato el discurso no queriendo escuchar, esta que vomita bilis del coraje.
Taichi lo mira con un deje de angustia en su bonita mirada, tal vez por el tono que ha utilizado, en honor a la verdad diría que casi ha escupido sus palabras.
—Lo siento, no quise decirlo de ese modo —se disculpa Matt. —Es solo que como hoy no hubo ensayo pensé que… —y se muerde los labios. —Bueno, creo que siempre son más importantes los amigos y seguro que si eres tú Daisuke te dirá qué le molesta.
—Entonces… ¿Está bien? —vuelve a preguntar Taichi queriendo asegurarse de que todo está bien.
—Sí. Te veo mañana —dice, pero esta vez lo hace con la entonación correcta pues Taichi ha sonreído.
—Te veo mañana Yama. —se despide con la mano en alto alejándose de él.
Yamato se queda parado hasta que ya no puede verlo, luego patea el suelo y se resigna a volver a casa. Ya mañana volverá a pelear por un poco de la atención de portador del valor. Aunque…
Continuara…
N. A.
Como pueden ver este solo es el preludio de una buena batalla, cómo se desarrolle y cuánto dure será cuestión de cuantos votos reciba Yamato y cuantos Daisuke.
Así que por favor voten.
Atte:
Hana-Kitzu y Ciel Phantomhive
