¿Maldición?

Samuel Oak frunció el ceño, en su larga vida, se había ganado muchos nombres. Reconocido por sus grandes logros en todas las regiones, había sido campeón de Kanto en su juventud pero no estaba preparado para esta tarea. Que Arceus protegiera su cordura y llegara entero al final del día.

Una tarea difícil, que solo los más valientes se atrevían a realizar, algo de lo que posiblemente, no saldría entero; ser niñera.

"¡Niños! ¡Por favor!"

Suplico el hombre mayor a las dos pequeñas figuras que correteaban por todo el lugar entre risas infantiles. Logro atrapar al más alto, de cabellos castaños, piel clara y ojos azules oscuro. Su nieto: Gary.

Una pequeña forma de cabellera negra rebelde, piel acanelada y ojos de un ámbar rojizo, corrió en torno a él, causando que girara para intentar atraparlo, acción que fue completamente inútil ya que solo consiguió marearse junto con Gary.

"Abuelito…, no me siento bien…"

Dos segundos más tarde, Samuel suspiro mientras intentaba limpiarse la mancha verdosa, que estaba seguro: nunca saldría. Mientras mantenía una estrecha vigilancia de su nieto y el otro niño que había logrado atrapar.

"Ahora, ustedes…" Samuel parpadeo viendo a Gary balancear animada mente los pies sin rastros de su pequeño invitado. "¿Dónde esta Ash, Gary?"

El pequeño se encogió de hombros y Samuel suspiro: ¿Por qué accedió en cuidar de esos dos demo…, pequeños en primer lugar? Se froto el puente de la nariz para aliviar el estrés, o al menos intentarlo solo para notar que Gary ya no estaba. Gruño en señal de frustración.

Había logrado atrapar a Ash que de alguna forma se coló a la parte trasera de su patio para ver algunos de los pokémon que enviaban los entrenadores. Cerro la puerta, exhausto, era la última, no importa la situación, si el cielo se caía o el mismo Arceus o Mew se lo demandaban, no volvería a cuidar de esos dos.

"¡Mira abuelito! ¡Soy un científico!"

Samuel entro en pánico al ver a Gary frente a su ordenador, presionando varias teclas al azar y sin percatarse, dejo ir a Ash en un intento desesperado por evitar que su nieto dañara algo de vital importancia.

Se apresuro en tomar las pequeñas manos de Gary para luego bajarlo con cuidado de la silla. "No vuelas a hacerlo, Gary. Hay cosas muy importantes aquí" Se apresuro en comprobar que nada estuviera dañado, curiosamente, había logrado abrir viejos archivos que hace tiempo no veía y creía ya borrados.

No pudo evitar sentarse, cometiendo un grave error: dejar a dos niños pequeños, sin supervisar.

Pronto, el sonido de cristales rotos y un golpe seco causo que se disparara de su asiento, corriendo hacia la fuente del escándalo.

Minutos mas tarde, el hombre mayor se encontraba con una pequeña bola de algodón limpiando la herida que Ash se había hecho en la frente, al parecer; en su pequeño momento de distracción Gary había encontrado el balón que por muy buenas razones había confiscado y ahora pareció ser una acción inútil ya que al final uno de los dos por fin logro lastimarse cuando el balón fue pateado contra una ventana y la victima en este caso fue: Ash

Samuel rezaba internamente a cualquier deidad que le prestara atención ya que era seguro: Delia lo iba a matar.

Termino de limpiar la herida para después cubrirla, curiosamente, el niño de cabellos azabache no había derramado una sola lagrima. "Terminamos, ahora espero que esto les enseñe…" Parpadeo ya que ambos niños parecían mirar a la lejanía en lugar de prestarle atención, siguió la mirada de estos hasta su ordenador. La imagen de un hombre con un Lucario a sus espaldas llenaba la pantalla junto con antiguos escritos que los niños no podían comprender.

Ash cambio su mirada en el profesor, señalando hacia el computador. "¿Qué es, profesor?"

"Si prometen quedarse quietos. Les contare la historia"

Gary se apresuro en sentarse y Samuel no pudo evitar que sus labios se curvaran en una sonrisa, tal ves podía mantenerlos ocupados hasta que sus madres regresaran y se los llevaran para que el pudiera tener paz.

"El hombre que ven aquí" Samuel señalo la pantalla "En su época, era conocido como un Aura Guardián"

"¿Qué es un Aura Guardián, profesor?" Pregunto Ash, genuina mente confundido mientras Gary se mantenía en silencio, solo escuchando.

"Pues" Comenzó, llevando la mirada al techo para intentar resumir toda la historia en palabras simples que dos niños d años pudieran comprender. "Los Guardianes Aura, eran personas con habilidades únicas, según antiguos escritos, se decía que eran capaces de proezas que ningún otro humano jamás podría llegar a realizar. Habían jurado proteger tanto a humanos como pokemon por igual y el hombre que ustedes ven ahí, era conocido como Sir Aron, el Aura guardián mas poderoso que pudo haber existido y según leyendas, se sacrifico para evitar la guerra entre dos reinos que destruiría el lugar que había adoptado como un hogar"

Ash y Gary observaron la imagen del hombre con gran admiración ante la mirada divertida de Samuel, los niños eran tan crédulos.

"¿Qué paso con los guardianes?"

Samuel cambio su mirada en el niño de cabellos negro azabache.

"Si ¿Por qué nadie habla de eso? Si hiso cosas tan asombrosas" Gary se unió a la conversación, por fin, lo suficientemente emocionado como para olvidarse de los juegos por un minuto.

El semblante de Samuel cambio repentinamente, el ceño levemente fruncido. No podía decirles la razón real de porque no habían historias suficientes de los guardianes. ¿Cómo decirles que estos habían sido cazados por las mismas personas que habían jurado proteger? Que los que habían contado con suerte fueron masacrados mientras que otros habían caído en manos de los que en esas épocas se hacían llamar: investigadores o científicos para intentar descubrir el origen de sus habilidades antinaturales. En ese momento, no pudo evitar pensar que ese regalo podría bien ser una maldición.

Se estremeció al recordar los apuntes de un hombre, apuntes de hace ya 80 años y que por cosas del destino o mejor dicho, de su curiosidad, cayeron en sus manos.

Afortunadamente, el cielo envió una salvación para el hombre mayor, en forma de dos mujeres. "¡Llegamos!"

"¡Mama!"

Ambos niños gritaron al unisonó, corriendo hacia sus madres y lanzándose en sus brazos.

"¡Ash! ¿Qué paso?" Exclamo Delia al ver el parche blanco en la frente de su hijo.

"Mama, el abuelo nos contó una historia tan genial!" Grito Gary, lleno de emoción. "Cuando sea grande ¡Seré un Aura Guardián!"

Las miradas de ambas mujeres se endurecieron al instante, dedicándole una mirada que hiso sudar frió al profesor pokemon. "Gary, no vuelvas a decir eso" La vos dura de la mujer, causo que Gary bajara la cabeza.

Delia cargo a Ash llevándoselo sin muchas ceremonias, este apoyo la cabeza en el hombro de su madre, viendo la puerta de la casa del profesor, cerrarse lentamente, entrecerró los ojos pudiendo ver una especie de neblina roja en torno a la madre de Gary a través de la ventana, esta parecía estar regañando al profesor.

/_/_/_/

Dos niños, de entre siete a ocho años, corrían alegres por los caminos polvorientos de pueblo paleta, persiguiendo un balón que se lanzaban mutuamente entre fuertes patadas.

Uno de ellos, el más pequeño, de cabellera negra azabache en punta y ojos ámbar rojizo, disminuyo la velocidad hasta detenerse completamente. El segundo, por centímetros mas alto, se detuvo girando hacia su amigo mientras pisaba el balón.

"¿Qué?"

Ash se removió inquieto, levanto la vista al cielo, por alguna razón a sus ojos: esta estaba teñida de un rojo sangre. "Gary, deberíamos regresar"

"¿Tienes miedo? Ashy-boy" Respondió, con burla.

Ash frunció el ceño ante el sobrenombre que tanto odiaba. "No me llames así!" Volvió a mirar hacia la lejanía, frunciendo levemente el ceño. "Ya no quiero estar aquí, vayámonos"

Gary levanto una ceja en la confusión, siguió la mirada de su amigo solo para ver un basto cielo azul, sonrió con malicia antes de patear el balón con fuerza, enviándola a estrellarse en el rostro de Ash, que cayo de espaldas en la sorpresa.

"¡ Atraparme si puedes!"

"¡Gary!" Grito, furioso pero al ver la forma en retirada de su amigo, palideció poniéndose en pie al instante. "¡No! ¡Regresa!"

Corrieron por un largo tramo en dirección a la ruta 1, antes de que Gary comenzara a cansarse y disminuir la velocidad. El movimiento en unos arbustos cercanos causo que ambos saltaran en alerta.

"Ya te divertiste ahora regresemos. Tengo hambre" Gruño Ash, intentando ocultar su malestar.

"El bebé tiene miedo" Fue la respuesta de Gary mientras tomaba una roca. "Veamos que es"

Gary arrojo la roca y al instante, un grito de dolor llego a los oídos de ambos. "Un pequeño spearow ¿Ah eso el temes?" Cuestiono con burla, eso fue, hasta que el spearow grito, furioso, elevándose mientras de los arboles cercanos, surgían mas y mas.

/_/_/_/

"¿Gary estará bien?" Cuestiono Delia con genuina preocupación en la vos, sujetando la bocina con ambas manos.

"Si, solo fueron algunos raspones sin importancia, es una suerte que esa entrenadora estuviera en las cercanías. ¿Cómo esta Ash?"

"No te preocupes por el Sam" Samuel estaba por protestar ante esa respuesta pero Delia continuo. "Una ves mas, lo siento"

Sin perder tiempo, colgó la llamada. Samuel parpadeo mirando la pantalla en blanco ¿Sentirlo porque? no es que ella o Ash hayan tenido la culpa de lo ocurrido, suspiro, recordaba a Delia, ser una madre amorosa y sobre todo muy protectora de su hijo pero en los últimos años eso parecía haber cambiado. Tal vez se debía a la desaparición del padre en ese caso tenia que hablar con ella y aclarar algunas cosas.

Ash intento deslizarse en silencio hacia su habitación, algunos cortes y raspaduras adornaban su piel y la suciedad cubrirán sus ropas y cabellos enmarañados.

"Ash Ketchum" Siseo la voz furiosa de su madre, haciendo al niño temblar mientras se giraba para hacerle frente.

"M-mamá…, yo no quería! Lo juro! Los…"

Un golpe se hizo eco en el lugar mientras el niño caía al piso, llevando la mano hacia la mejilla ahora enrojecida.

"¡No quiero oír nada! ¡Nada, Ash! ¡Te he dicho mas de una ves que no salgas sin mi autorización!"

Por instinto, Ash se cubrió la cabeza con los brazos ya que su madre había levantado la mano para acertar otro golpe, no quería nada más que deshacerse del pequeño monstruo que ahora vivía en su casa, con la forma de su hijo. Para fortuna del niño, alguien llamo a la puerta con insistencia.

Delia gruño, sujetando al pequeño del brazo con fuerza, causando que gimiera por lo bajo, lo arrastro hasta el piso superior para después empujarlo al interior de una habitación. "No quiero escuchar absolutamente nada, pequeño monstruo" Susurro Delia con desprecio para después cerrar con llave y alejarse.

Ash se acurruco en un rincón, intentando calmar su corazón que latía frenéticamente, golpeando dolorosamente en las costillas. Atrajo sus piernas hacia su pecho, rodeándolas con sus brazos y ocultando el rostro en el hueco que se había formado mientras silenciosas lágrimas hacían su camino por sus mejillas intentando recordar la sonrisa cariñosa de su madre cuando era más pequeño.

/_/_/_/

Delia se aferraba al cuerpo de su hijo, su mirada llena de terror centrada a un houndoom que amenazaba tanto su vida como la de su pequeño.

Ash oculto el rostro en el pecho de su madre, tenia miedo, miedo de lo que sentía de ese pokemon. Cuando este ataco, por instinto, se aferro con más fuerza dejando escapar un pequeño grito de pánico. El chillido del pokemon llego a sus oídos junto con el jadeo de su madre que de pronto se había alejado.

Delia observo en estado de shock como la tenue luz parecía emanar desde debajo de la piel de su pequeño y no pudo evitar dejar escapar un pequeño grito cuando los ojos de este se abrieron, revelando una capa de luz azul cubriéndolos por completo.

No podía ser verdad, negó repetidamente con la cabeza, no, eso no podía ser su hijo. Arceus no podía maldecirla así, el brillo disminuyo con lentitud mientras el niño de unos cinco años, buscaba a su madre la confusión y el cansancio nublando su mente.

"¿Mama…?"


Y aquí se acaba :D porque? Por que me da flojera seguir escribiendo, no voy a mentirles xD

Ya es un poco tarde y quiero dormir, no me culpen .

Bueno ¿De donde nació esto? Puues…, Ray, Mariana y yo, estábamos viendo un capitulo de pokemon cuando Mariana menciono que Ash parecía odiar ver sufrir a los demás y entonces Ray hizo un comentario inteligente de que tal ves ocultaba algo (por algún motivo que no comprendo, le cae mal Delia ._. dice que parece demasiado amable ¿uh?) Y nació este fic :D

Ray: ¿Dónde quedo yo? ù.ú También ayude a escribir

Mari: y yo ¬¬

Sky: en eso iba ¬_¬

Ray: y que pasa con mi otra historia? ¬¬ hace SEMANAS que te entregue el capitulo.

Sky: hey! Editar cuesta trabajo! . Además, no he podido dejar de jugar blanco y negro… /susurro/

Ray: si sabes que no estas hablando, no?

Sky: vete de mi casa, horale!