Esto lo escribí dos días después de verme Thor: Ragnarok, porque la última escena me dejó con la necesidad de saber qué ocurría después. Pero life happens y no lo he subido hasta ahora.

Se lo dedico especialmente a You call me Jane porque, de no haber sido por ella, seguiría sin ver la luz.

Marvel y sus personajes no me pertenecen.


Afterwards

—Si estuvieras aquí te daría un abrazo.

Le tira el tapón de la botella que acaba de abrir. Es de cristal y se romperá en cuanto atraviese la ilusión de su hermano, estrellándose contra la pared, pero lo hace porque tiene la esperanza de no escuchar ese ruido.

Y no lo hace.

—Estoy aquí.

Loki habla con voz tranquila. Tan tranquila como todas las veces que le ha engañado con sus trucos, que le ha mentido sobre quién es y qué quiere, pero Thor es más humano de lo que cree, y todavía no ha aprendido lo suficiente de sus errores como para no hacer exactamente lo que ha dicho que haría.

Cruza la habitación en tres zancadas que pretendían ser pasos tranquilos pero no lo consiguen. No recuerda cuándo fue la última vez que abrazó a su hermano.

Quizás nunca lo ha hecho.

Sus brazos se detienen en el aire antes de completar el gesto. Mira a Loki a los ojos, sin moverse. Está tan cerca de él que puede apreciar cada poro de su piel, cómo las aletas de la nariz se alzan una y otra vez para respirar; las comisuras de su boca tirantes hacia abajo, tensas, anticipando un gesto que desea pero para el que no está preparado, y duda estarlo algún día.

Es extraño tocarlo para no hacerle daño; cruzarle las manos por la espalda sin la intención de lanzarlo por los aires. Es extraño cuando Loki le corresponde al abrazo y sus dedos largos escalan sobre las costillas sin querer clavarle un puñal directo al corazón. Es todo lo que Thor quiere, lo que ha querido siempre, escuchar el latido de Loki sobre el suyo, superponiéndose porque, por un motivo que desconoce, el corazón de su hermano late más fuerte y más rápido contra su pecho.

Aprieta el abrazo, como si así pudiera asegurarse de que es real, como si Loki fuera a convertirse en una bruma dorada entre sus dedos, como su padre. Está seguro de poder perder muchas cosas. Es Thor, hijo de Odín, Dios del Trueno y, ahora, Rey del pueblo de Asgard. Puede perder todo eso.

Pero no puede soportar la idea de Loki desapareciendo de su mundo, incluso cuando él mismo ha intentado acabar con él en más de una ocasión.

—Em, hermano. —Loki tose, sus brazos ya flácidos a ambos lados del cuerpo—. Me ahogas. No sé si eres consciente de la fuerza que tienes.

Thor lo suelta de repente y Loki se pelea con sus pies para mantenerse en el sitio, pero termina trastabillando hacia atrás. Se sacude la gabardina, mirándolo con el ceño y los labios fruncidos.

—¿Has terminado?

—Sí. —Thor carraspea y se da la vuelta—. Voy a… seguir bebiendo. Sí.

—Buen inicio como Rey —aprueba Loki con ironía—. Siguiendo mis pasos.

Loki no lo ve (porque ya se ha marchado, Thor se asegura de ello), pero vacía la botella en el retrete, como si ese gesto lo separase de su hermano y todo lo que representa.


Espero que os haya gustado un poquito. Quizás llega con algo de retraso, pero más vale tarde que nunca.