Marta se había levantado, las contracciones eran intensas, su primer hijo era una aventura su marido Juan decidió levantarse, echar a andar la camioneta prestada de su vecino Ángel Cornejo se subieron los dos y partieron al hospital.
Un camino de tierra gredosa llamado Avenida Cáhuil, eso separaba Las Comillas de Pichilemu, el hospital, la muni, el banco en fin del pueblo, el pedazo de Chile que les toco residir era el 5 de Abril de 1992 ingresaron al Hospital de Pichilemu, nerviosos pero contentos antes de separarse
Marta le dice.-
Juan después de este día jamás volveremos a ser como antes.-
su marido la contempla contestando.-
Desde que te conocí jamás volví a ser el mismo. Gracias a ti.-
Se besan y es llevada a la precaria maternidad donde esta ilusionada y asustada de dar a luz su primer hijo al menos eso esperaba.
Enfermeras y matronas corren presurosas algo sale mal llaman al cirujano pero no estaba en el pueblo y dijo que llegaba en 2 horas desde Bucalemu, Juan observa la premura de los pasos algo intuye, siente algo oscuro y siniestro sobre sus hombros como el día que echaron a su familia de la parcela de Paine el día del golpe junto con su padre y hermanos, la brutal patrulla militar que los golpeo y fusilo a sus amigos, todo por aferrarse a un sueño, a una promesa, un anhelo en los días de la Unidad Popular, ira y odio que se disiparon el día que conoció a Marta en San Fernando. Presentía algo pero jamás imagina lo que vendría.
Marta perdió a su hijo, una inexperta pero apitutada matrona corta el cordón umbilical pero sin hacer cortar el flujo sanguíneo con una tijera no sanitizada esto causa una hemorragia a ambos que el recién nacido no soporto y que por poco mato a Marta; es mas no solo quedo ahí sino que le dio una infección fulminante lo que llevo al cirujano a extirpar el útero y ovarios. Marta jamás seria madre.
La enfermera Rojas le dice con cautela lo que ella sabia a Juan, este pide ver a Marta, lo dejan, a ella ya le habían dicho lo sucedido, conversan, Marta en un silencio en si misma abstraída de la realidad mira al frente,
Juan sollozo.-
Quiero que decirte algo eres lo mejor que me ha pasado, cada día contigo es un regalo, porque elegí estar con una mujer, no una madre, una cocinera, una empleada o una amante, elegí a mi compañera de vida tanto en la casa, en la calle, en la cama donde sea y estés segura de que como el sol se esconde en el mar, que te amo.-
Marta lo mira y llorando dice.-
Hoy esperaba ser mama, tenerlo en mis brazos decirle "Carlitos" pero lo único certero y que puedo tener entre mis brazo eres tu.-
se abrazan en un abrazo que dura para ellos toda una eternidad.
Tres días después la dan de alta y se preguntan ¿y si demandamos al Hospital?, ¿con que plata?, ¿Quién nos creerá?, ¿Harán algo contra la matrona hija del nuevo gobernador y sobrina del Jefe del Hospital?, ¿Por qué chucha hicieron leyes, jueces, juzgados si al final no hay justicia? Juan manejaba la camioneta en que llegaron en silencio porque no había palabras, letras que armar o gesticular. Recordaron que en Chile, en este mundo los pobres no tendrían Justicia por que en una de esas Dios lo quiso así.
Antes de irse Juan pasa cargar petróleo a la camioneta, Marta observa el cielo y ve unos puntos blancos moverse, no presta atención. Juan enciende la camioneta e inician el camino a casa, Marta escucha el sonar habitual del motor de la camioneta que empieza incrementar poco a poco hasta que ve a doña Julia vendiendo repollo picado le pide Juan que pare ya que quería comprar, pero no la oye un ruido ensordecedor lo envuelve todo y un gran resplandor se expande sobre un nublado Pichilemu.
Una gran explosión se escucha Juan mira atrás y se ve una gran bola de fuego y logra ver el letrero de la bomba de bencina elevarse por los aires y caer sobre una casa, rocas ardientes cayendo sobre el pueblo dejando estelas de humo y fuego, Juan acelera la camioneta en dirección a Las Comillas, alrededor caen mas y mas meteoritos matando a cientos de personas destruyendo casas, construcciones, además ese día los Errazuriz habían vendido todos sus fundos a Leonel Larraín dueño de Grupo Larraín S.A. graneros, maquinarias, bodegas y campos enteros destruidos por los meteoros afectando incluso al hijo de Leonel que lo acompañaba ese día. Destruye la Comisaria, Municipalidad, la recién instalada Notaria y por poco a Bomberos ya que el meteoro cae en la copa de agua haciéndole un gran hoyo. Juan y Marta siguen su curso y se acercan a casa van pasando la copa de agua de Pueblo de Viudas siguen cayendo meteoros, hasta que un potente ruido de motor los envuelve a Juan logra divisar algo metálico envuelto en humo
Juan frena y Marta exclama.-
¿Por qué chucha frenaste?-
Juan responde.-
¿acaso no lo viste? Acaba de caer una avioneta iré a ver si hay alguien vivo.-
Juan y Marta se bajan y notan en la copa de los arboles una estela que desciende hasta un llano donde encuentran una pieza metálica lisa y brillante con forma de almendra (la capsula de matriz), se acercan y la capsula se abre como si se abriera una cortina, ven a un niño recién nacido.
Sorprendidos, silentes ante un bebe que llora como cualquier recién nacido,
Marta lo toma.-
Juan cuidémoslo hoy.-
Juan acepta sin chistar no sin antes tomar la pesada nave a la camioneta llegando a casa Juan la guarda en la bodega escondida tras sacos de papas y palos, Marta se dirige a la pieza observa al bebe y este la observa, con sus pechos llenos de leche Marta lo empieza a amamantar llora de emoción y alegría una gran sonrisa se dibuja en su rostro; Juan contempla la escena
Marta pregunta.-
¿Por qué trajiste esa cosa a la casa? Cuando lo estabas colocando en la bodega la bulla se escucho hasta acá.-
Juan ríe.-
En verdad se quedad solo esta noche?-
Marta ríe.-
¿y ahora que haremos?-
Juan pensó en el profundo amor, en las penurias que paso, toda su vida, se arrodillo con ojos llorosos ante Marta y ella dijo.-
No te mentiré me quedare con él.-
Juan interfiere.-
Nos quedaremos con él.-
Marta mira al bebe suspirando dice.-
Ahh...le pondremos como teníamos pensado Carlos, en verdad este niño es una bendición caída del cielo.
