Disclaimer: Soru Ita (o Soul Eater), es propiedad intelectual de Atsushi Okubo y sus respectivos distribuidores. Es todo.
Advertencia:
Sólo nosotros (y Liz y Patti) estamos tan conscientes de cuán enfermizo puede ser el trauma de perfección simétrica de Kid-kun. Espero que les guste.
Gracias de antemano.
Zero
Oneshot inédito
De Hidari Kiyota
Sus ojos expresaban una locura homicida... probablemente enferma. Su ojo izquierdo tenía un tic bastante fuerte, que aseguraba que en cualquier instante se trabaría mientras parpadeaba. Sus manos temblaban violentamente, casi como si sufriera hipotermia. De la comisura de su labio comenzaba a fluir un hilillo de sangre. Kid estaba completamente frustrado... casi al borde de un colapso nervioso casi emo.
Mal, mal. ¡Todo este mundo estaba mal!
Tembloroso como estaba, comenzó a sacar de la vieja y rudimentaria máquina de escribir la hoja de papel, misma que había sacado con el mismo cuidado con que la había colocado, siempre manteniendo la perfección. De más estaba mencionar que incluso había medido cuidadosamente sus dimensiones y recortado el excedente de la misma. Todo estaba perfecto... hasta que hizo uso de la vieja y gastada tecla.
Precisamente La Tecla.
Ocho.
Un mágico y perfecto ocho adornaba la blanca hoja de papel en una perfecta esquina. Un ocho... Un Ocho Imperfecto. El mismo ocho cuya parte superior era ligeramente más pequeña que la inferior... ¡Eso le quitaba belleza a este mundo desgraciado!
Frustrado, con una automatización enfermiza, colocó nuevamente la hoja en la misma posición que estaba en aquella maquinilla de escribir y comenzó a teclear ocho tras ocho, como para asegurarse de que estaba alucinando, pero no. Ahí seguía la marca de la imperfección.
De su labio comenzó a brotar más sangre.
Frustrado, lanzó un chillido de niña, completamente abrumado ante la idea de la imperfección de su ya no tan favorito número; al mismo tiempo en que soltaba un golpecillo encima de las teclas. Tenía un deseo enfermizo de llamar a Liz y Patti para destruir con su ayuda a esa máquina del mal, pero entonces...
Notó algo en el blanco papel.
Un número.
No.
No cualquier número.
Un cero.
Minucioso y más maniaco que nunca, acercó su rostro al papel y examinó el número que accidentalmente se había colocado sobre la hoja de papel. Una extraña sorpresa lo llenó. El cero también era simétrico... incluso más que el propio ocho. ¡Qué ciego había sido! Por culpa de una máquina imperfecta había encontrado el número más perfecto del mundo. No importaba cuantas veces ni cuantas máquinas lo escribieran... siempre sería perfecto.
"Kichiri Kachiri" Sonrió Kid mientras un ligero rubor rosado le pintaba las mejillas de emoción. Extrajo del poder de la maquina su casi perfecta y preciosa hoja con el mismo cuidado del principio y sonrió otra vez. ¡Gracias a esa mística máquina había encontrado la perfección en los números, por fin!
Soltó una risilla feliz mientras se limpiaba la sangre que le había salido de la boca, cada vez más feliz que en la anterior. ¡No tenía nada de malo querer una perfecta simetría en el mundo...! ¿O sí?
Nota Mental: Inventar un sistema de números perfectamente simétricos cuando sea el Shinigami-sama... y obligar a los estudiantes a utilizarlo.
Owari.
PS. ¿Y les gustó? ¿Lo odian? ¡Cuéntenme!
Hi-tan.
