Disclairmer: Los personajes le pertenecen a J.K. Rowling.


Yo Más

— ¿Tú nerviosa? Vamos, Pansy, soy como tu hermano ¿Por qué no me quieres decir lo que te ocurre?

— ¡Que no estoy nerviosa! No soy yo quien está por casarse. No me pasa nada, ¿no lo entiendes? —dijo la morena con fastidio.

— No, no lo entiendo. ¿No confías en mí, que soy tu mejor amigo?

— ¡Deja de repetirlo tanto!—gritó Pansy levantándose del sofá.

—No me grites, Pansy. Solo quiero saber qué te pasa—se dio la vuelta para ver por la ventana—. Desde que salimos de Hogwarts has estado… triste y el último año te la pasabas viendo a los Gryffindors. Era tan extraño que no los insultaras. Y te ponías extraña cuando veías a…—el rubio se detuvo al darse cuenta de que su amiga ya no estaba en la habitación.

La ex Slytherin se dirigió a su recamara. Estaba harta de que Draco le preguntara tanto qué es lo que le ocurría. Sí, le pasaba algo, pero no quería hablar de eso con nadie. Se acostó en su cama pensando en lo que había ocurrido durante su sexto curso en Hogwarts.

Pansy caminaba por los pasillos oscuros escuchando uno que otro sonido de las pinturas. Estaba cansada así que decidió que era hora de volver a su sala común. Al pasar por un pasillo escuchó un sollozo y fue a ver quién era la persona que lloraba para molestarla un poco. Cuando se acercó vio a una chica sentada pero no pudo reconocerla ya que tenía la cara escondida en las piernas. La observó detenidamente hasta que pensó: "Ese cabello, el uniforme de Gryffindor..."

— ¿Granger? Llorando por Weasley de nuevo, ¿o me equivoco?

La chica se asustó al escuchar su apellido pero al darse cuenta de que era la morena se secó las lágrimas y contestó:

— Eso es algo que no te importa, Parkinson, déjame en paz.

Mira, sangresucia, así como absorbes todo lo que dicen los profesores o lo que viene en los libros, grábate esto: a un Slytherin jamás—recalcó esta última palabra— le hables de esa manera—le apuntó con el dedo—. Tienes suerte de que esté cansada pero mañana no, así que prepárate.

Se giró dispuesta a irse pero al dar el primer paso sintió algo en su pecho, no supo qué. Volteó hacia donde se encontraba la otra joven, estaba de nuevo como la había encontrado. Estuvo ahí por un momento, debatiéndose entre sentarse a su lado o irse. Bufó y se sentó a su lado, sorprendiendo a Granger.

No deberías llorar por alguien como él. Mira que no darse cuenta de que tiene a una persona como tú y andar con Brown…

¿Q-qué? Parkinson, si lo que quieres es burlarte hazlo pero… ¿Por qué me dices eso?

No, Granger, no tengo ganas de burlarme de ti. La verdad ni yo lo sé. Supongo que estoy más dormida que despierta y no sé lo que hago o digo.

P-pues gracias. La verdad no creí que tú fueras capaz de decirme algo como eso.

Ni yo... Pero no te acostumbres, mañana seré la misma de siempre—aclaró, haciendo sonreír levemente a Hermione.

Después de un rato se levantó y le ofreció su mano a la castaña para que también lo hiciera. La jaló tan fuerte que hizo que las dos cayeran al suelo. Hermione quedó encima de Pansy y observó su rostro, sus ojos color esmeralda, sus labios. Poco a poco Hermione fue acercando su rostro al de ella hasta rozar sus labios y la besó. Pansy abrió los ojos como platos al darse cuenta de lo que Hermione hacía y respondió. "No besa tan mal para ser una sangresucia. Vaya, Weasley no sabe de lo que se pierde" pensó la Slytherin. Al faltar el aire se separaron y Hermione se levantó y salió corriendo tan rápido que Pansy no se dio cuenta.

Desde ese día Pansy no dejó de pensar en ella. Iba a la biblioteca sólo para verla. Le encantaba verla sonrojarse cada que la descubría mirándola. O hacerle enojar con sus bromas. Habían terminado los insultos y las humillaciones de su parte. Sin quererlo, terminó enamorándose de Hermione Granger.

— ¡Pansy, ábreme! —gritó desde el otro lado de la puerta un Draco claramente enfadado.

—Ya voy, ya voy.

Abrió la puerta para que el rubio pasara. Una vez dentro Draco lanzó un hechizo para que su amiga no saliera de la habitación.

— No era necesario. Te lo diré ¿contento?—le dijo, rendida, sentándose en la orilla de la cama.

—Bien. ¿Weasley o Potter?

— ¿Qué?—preguntó un poco sorprendida.

—En el colegio no dejabas de verlos. Por eso te pregunto si es Weasley o Potter de quien estás enamorada.

— Tiene que ver con ellos pero… ¿De verdad, Draco? ¿Potter? ¿La comadreja? No te vuelvo a llevar a ese lugar, algo te hizo daño—Malfoy puso los ojos en blanco—. Es… una chica.

La ojiverde quiso reír al ver la cara de sorpresa del rubio pero no lo hizo porque pensaría que estaba bromeando.

Draco sacudió la cabeza, intentando despejar su cabeza. Realmente no se lo esperaba. Repentinamente abrió desmesuradamente los ojos. ¿Quién sino…?

— ¿Mini-comadreja?

— ¡Por Salazar, Draco! ¡No!—exclamó. Por unos segundos se quedó mirando hacia el frente con los labios fruncidos hasta que imitó el mismo gesto que el rubio había hecho minutos atrás—. Granger.

— P-pero, ¿cómo? Siempre la trataste mal, la insultabas, la…

— Sí, no me lo recuerdes—interrumpió al rubio—. Una noche mientras me dirigía a la sala común la encontré en un pasillo llorando. Pensé en hacer lo de siempre pero estaba tan cansada que decidí irme, mas no pude. Me senté a su lado, le dije algo y cuando me levanté dispuesta a ir a descansar, la ayudé a levantarse y cayó encima de mí y… me besó.

Draco se levantó y caminó hacia la ventana de la habitación de la chica, estuvo así por un buen rato, tanto que Pansy llegó a asustarse, hasta que por fin habló.

—Ahora lo entiendo. Ya decía yo ¡Pansy Parkinson yendo a la biblioteca a "hacer trabajos"! ¡JA!—miró a Pansy—. Pero, ¿por qué no querías decirme?

Suspiró—Creí que pasaría, que después de salir y dejar de verla la olvidaría. Pero no—dijo la ojiverde mirándolo con una mueca—. Además, no quería perder tu amistad, junto con Blaise eran mis únicos amigos en ese lugar.

—Serás tonta, Pansy—frunció el entrecejo—. En ese tiempo tal vez, incluso hubiese hecho algo no muy agradable. Las cosas han cambiado, no mucho pero lo han hecho. Ya ves, incluso Potter irá a mi boda. ¿Tú qué crees que…? No, no hablamos de eso.

—Idiota—soltó una pequeña risita, se sintió un poco aliviada al escuchar esas palabras. Lo abrazó—. Astoria te ha hecho bien.

— Sí—sonrió—. Espera, ¿ella lo sabe?—preguntó.

—No—respondió deshaciendo el abrazo.

—Mmm, ¿piensas decírselo?

— ¡Por supuesto que no!

— ¿Por qué? ¿Tienes miedo? ¿Eres una gallina?—dijo Draco sonriendo, sabía que ella odiaba que le dijeran cobarde.

—Vuelve a llamarme así y tus padres jamás tendrán nietos —amenazó, lanzándole una mirada asesina desde donde estaba.

—Tranquila—levantó las dos manos—. Tienes que decirle. Haz perdido demasiado tiempo, ¿Qué tal si ella siente lo mismo?

— ¿Y si no? No, Draco, así está todo bien.

— Arriésgate.

— ¿Cómo? No se lo diré así nada más: "Hola Granger, ¿qué crees? Estoy enamorada de ti."

El rubio soltó un suspiro. Estuvo un buen rato intentando convencer a la morena.


Hermione entró a la sala común de Gryffindor como si la estuviese persiguiendo alguien. No podía creer lo que había hecho. "Seguro mañana me manda a enfermería, o peor, a San Mungo. Por Merlín, Hermione, ¿Por qué rayos la besaste? Aunque no estuvo tan mal... No, no, ¡deja de pensar en eso!" Pensaba mientras iba a las escaleras para ir pero se detuvo al escuchar su nombre:

Hermione, ¿Dónde andabas?—la observó detenidamente—. ¿Lloraste de nuevo por el tonto de mi hermano?

N-no. Si me disculpas Gin, iré a dormir—se giró dispuesta a irse.

Hey, hey, hey—la tomó por el brazo—. A mí no me engañas, estuviste llorando, se nota. ¿Y por qué entraste así? ¿Pasó algo?

Sí, estuve llorando pero ya pasó. Ahora si no te importa ¿me puedes soltar y dejar que me vaya a dormir?—preguntó Hermione.

Si me dices que pasó para que entraras así—dijo la pelirroja cruzándose de brazos.

La castaña sabía que no se libraría de su amiga así que la condujo a los sillones y le platicó lo sucedido con Pansy.

—Herms, ¿qué sucede?

La susodicha respingó al escuchar a su amiga. Estaba tan metida en sus pensamientos que no se percató de su presencia.

—Nada, Ginny.

—Deberías estar feliz. Lo más probable es que veas a Parkinson en la boda—le dijo la pelirroja sonriendo—. Espera, ¿es por eso que estás así?

Hermione miró hacia otro lado. Ginny sabía lo que ocurrió con Pansy y los sentimientos de la castaña. Hizo que la viera y le preguntó:

— ¿Piensas decirle que mueve cosas dentro de ti?

—No—negó con la cabeza—, definitivamente no. No la he visto desde hace... unos tres años. ¡Si no hablamos siquiera! No, no y no.


El día de la boda, después de terminada la ceremonia, todos estaban hablando, bebiendo y bailando. Luego de haberse disculpado con su esposa, Draco buscó a Pansy pero no la encontró. Supuso que estaría con Granger pero desechó la idea al verla hablando con Harry. Siguió buscándola hasta que la encontró.

—Hey, hey, no deberías de beber tanto—le quitó la copa de la mano—. ¿Estás lista?

—No. ¡Devuélvemela!—la morena intentó quitarle la copa a su amigo pero cayó al suelo.

—No, Pansy. Ahora ve, hazlo. No pierdas esta oportunidad. Por cierto, no creo que a Granger le guste ese olor a alcohol.

Draco se fue a donde su esposa, dejando a Pansy sola.


La ojiverde subió al escenario donde se encontraban los músicos. Les dijo que cuando les diera una señal tocaran una canción. Tomó el micrófono y dijo:

—Señores, señoras, me prestan atención—al ver que no todos le hicieron caso gritó—: ¡Me prestan atención! Gracias.

Todos la observaron asustados, a Hermione se le detuvo el corazón al verla. Su cabello negro suelto, un vestido negro con un escote llamativo y unos tacones que la hacían ver más alta de lo que ya era simplemente le hicieron olvidar cómo respirar. Una mano que pasó por enfrente hizo que regresara a la Tierra.

—Hey, Mione, reacciona—dijo Harry al ver que a su amiga casi se le caía la baba.

— ¿Eh? Ah, sí, claro—dijo la castaña que no le quitaba la vista de encima a Pansy.

—Para empezar, quiero felicitar nuevamente a Draco y a su esposa, la persona que logró hacerlo un poco menos idiota—algunos rieron, Astoria sonrió y el rubio frunció el ceño—. Segundo, voy a cantar una canción.

—No nos hacemos responsables por los posibles daños que pueda causar esto—escuchó que dijo Draco, como venganza por haberle llamado idiota en frente de tantas personas.

—Como decía—ignoró el comentario—, cantaré una canción para alguien especial. Una persona molesta, un tanto mandona pero inteligente y… Bueno, si continuo no terminaré así que esto es para ti, Granger.

Hermione casi se desmalla al escuchar su apellido. Con un hechizo, Pansy hizo que las luces se apagaran y sólo estuviera una encendida. Tenía la cabeza agachada, miraba al suelo hasta que la música empezó y entonces en la primera frase fue donde buscó los ojos de la castaña. Esta aún no se lo creía, no se lo esperaba ¡Por Merlín! Que ni en sus sueños imaginó a Pansy Parkinson cantándole frente a un montón de gente. No lo hacía tan mal después de todo, tan sólo desafinaba una que otra vez.

Cuando logró reaccionar caminó hasta el pequeño escenario en el que se encontraba la ojiverde, tenía una enorme sonrisa en el rostro, la cual contagió a una Pansy que aún no terminaba de cantar. Al parecer la bebida le había dado un poco más de valor pero no tanto como ver a la ex Gryffindor sonreírle de esa manera, sentía que el corazón se le saldría del pecho con cada paso que daba la otra chica. Se sentía feliz, muy feliz. Debía recordar agradecerle a Draco de alguna manera.

Estando por terminar la canción Hermione se encontraba abajo del mini escenario, Pansy le extendió la mano para que la chica la tomara y cuando lo hizo la jaló para que subiera.

Finalizando la canción todos aplaudieron, la mayoría estaba que no lo creía. Draco estaba sonriendo al ver a su amiga feliz mientras que a Harry posiblemente ya le habían entrado hasta aves en la boca, Ginny que estaba junto a él reía al ver su cara pero sobre todo estaba como el rubio, feliz por su amiga -por la de ella, claro está-. Pansy tomó a Hermione de la mano y bajaron del escenario. La morena la llevó lejos del ruido, cerca de la entrada. Lo único que iluminaba el lugar eran los pequeños faroles que había al lado del camino de roca. Ambas se detuvieron y giraron lentamente hasta encontrarse frente a frente. No sabían qué decir. "Vamos Pansy, ¿cómo es posible que no te salgan las palabras ahora? Por Circe, ¡di algo!" gritó una voz en su cabeza. Y entonces se le vinieron tres simples palabras y una acción que posiblemente le dirían a la otra chica lo que no le salía:

—Te odio, Granger—lentamente fue subiendo la mano hasta llegar a su barbilla, con esto hizo que la mirara a los ojos ya que esta veía hacia el suelo. Y luego la acción: la besó. Un beso en el cual le intentó decir lo que años atrás no se atrevió. Al ver que la castaña no respondía se separó y estuvo a punto de irse pero la ex Gryffindor la detuvo tomándola por el brazo. La atrajo a ella y entonces sí, la besó. La ojiverde sonrió durante el beso. Al hacer falta el aire se separaron y Hermione le respondió a lo que le había dicho Pansy, haciéndola sonreír aún más.

—Yo más, Parkinson.


:L Bueno pues este es mi primer fic… (No se nota) e.e Bueh… :P

30/05/13
Como podrán darse cuenta (quien ya lo había leído, y si es que lo vuelven a leer después) le quité la letra de la canción y le cambié el título, sentí como que no le quedaba. La razón es que hace unos meses leí las reglas de FF y una de ellas era que no se permitía tener la letra de una canción o algo así. Sé que también "Me odio por amarte" y otro tienen pero después veré la forma de modificar eso.

Muchas gracias a los que han leído esto.