Hi there! *waves* You knew it was coming and some of you were waiting for it so, here it is! Thanks to the great author LyricalKris to give permission to this translation. Thanks hun! ;)
¡Hola! *saluda con la mano* Sabían que venía y algunos de ustedes la estaban esperando, así que, ¡aquí la tienen! Gracias a la gran autora LyricalKris por dar permiso para esta traducción. ¡Gracias cariño! ;)
Ya saben que sigue, nada de esto es mío, estos geniales personajes pertenecen a la igualmente genial Stephanie Meyer, y la historia a la gran autora LyricalKris, yo solo traduzco.
Muchas gracias a mi amiga y beta Erica Castelo por seguir ayudándome a mejorar mis traducciones.
Capítulo 1
Edward Cullen era un hazmerreír en la casa Swan-Black. Engreído pedazo de mierda. Irritaba a Bella desde que iban juntos a la escuela de medicina. Cuando se graduaron, y Edward fue aceptado en un hospital diferente, Bella había esperado nunca volver a verlo.
No tenía tanta suerte. Él había elegido su mismo campo, y aún más molesto, su carrera había seguido la misma trayectoria que la de Bella. Como resultado, a menudo se hablaba de él y Bella en la comunidad como dos de los más brillantes y prometedores neurocirujanos en el área triestatal. Además, por supuesto, con frecuencia estaban en las mismas charlas, conferencias y clases suplementarias. Durante las consultas escuchaba mucho su nombre ya que sus pacientes tendían a ir de un hospital a otro por segundas opiniones.
Sin importar lo irritante que su colega hubiera sido, Jake siempre la hacía reír por ello en vez de obsesionarse. Hacía una imitación particularmente genial del andar arrogante del hombre. Eso es lo que Bella amaba más de su esposo. Era su mejor amigo. Incluso en sus peores días, nunca falló en animarla.
Era algún tipo de ironía el que Jacob terminara con una enfermedad cerebral. Ironía porque Bella podía ayudar a todos los demás en el mundo, pero no a él.
"La enfermedad de Moyamoya no es fatal," Bella le dijo. Él estaba haciendo un buen show, pero ella podía darse cuenta que estaba asustado.
Aun así, Jake siendo Jake, trató de bromear. "¿Cuál era el nombre de ese procedimiento?" Preguntó con una sonrisa traviesa.
El labio de Bella se crispó. "Encefaloduroarteriosinangiosis." Era una de las opciones quirúrgicas que aliviaban el padecimiento.
"Oooh." Pasó un brazo alrededor de su cintura y la atrajo hacia él. "¿Y la otra?"
Ella se levantó sobre las puntas de sus pies, tentándolo a que la besara. "Encefalomiosinangiosis."
"Me encanta cuando me hablas sucio, nena," dijo, su voz un gruñido bajo cerca de su oído justo antes de reclamar sus labios. "Y el doctor Cullen va a asistir, ¿eh? ¿Estás segura que no debería estar preocupado?"
Bella hizo una mueca al escuchar eso. Teóricamente, la cirugía de Jake sería realizada por el doctor Snow, pero ella había preguntado y efectivamente, el doctor Cullen estaría asistiendo. En esta etapa, muy probablemente sería en realidad el doctor Cullen el que realizaría la mayor parte de la cirugía. Ella a regañadientes le dio crédito. En vez de ser una idiota insufrible por ello, él ha sido muy bueno al recibir cada una de las preguntas que Bella le ha lanzado para poner a prueba sus conocimientos. Ella había escuchado a menudo que tenía mucho tacto con los enfermos, y era más que evidente. A ella la trató como lo hubiera hecho con la esposa de cualquier otro paciente excepto por el hecho que podía usar la jerga técnica al hacerlo.
"Puedes decir lo que quieras del doctor Cullen, pero es bueno en lo que hace. El doctor Snow también es conocido." Bella tragó con fuerza. "Estarás en buenas manos."
"Preferiría estar en tus manos. Sé qué tan buenas pueden ser tus manos." Meneó sus cejas.
"También preferiría que estuvieras en mis manos," refunfuñó Bella, más en serio de lo que sabía él quisiera. "Jodida ética, ¿verdad?"
"Joder, vaya que sí," concordó Jake.
Fue solo una semana después que Bella se encontró de nuevo de cara al doctor Snow y el doctor Cullen, esta vez con Jake en la cama de hospital entre ellos. Su esposo parecía desconcertado, y Bella interrogaba a Edward por milésima vez.
El doctor Snow se veía un poco molesto. "Doctora Swan, por supuesto, usted tiene la opción de que retiren al doctor Cullen del caso de su esposo, pero ya estamos contra reloj."
"Doctora Swan." El doctor Cullen estiró sus manos y tomó las de ella. Cuando lo hizo, Bella sintió una descarga de electricidad por su espalda que la calló. El hombre apretó sus manos y le sonrió de forma tranquilizadora antes de soltarla. "Vamos a cuidar bien de él. Lo prometo, sé lo que estoy haciendo."
Bella pasó sus dedos por el cabello de Jacob por el lado de su cabeza que no estaba afeitado. "Van a ser un buen trabajo con las puntadas, ¿cierto?"
"¿Qué soy, una manta?" Jacob pretendió quejarse.
Edward solo sonrió. "Apenas si va a notar la cicatriz."
"Ellos se encargan, cariño," dijo Jake. "El doctor Cullen viene de una larga línea de cirujanos competentes. Él mismo nos lo ha dicho en cada una de las galas a las que hemos ido, ¿recuerdas?"
Edward solo sonrió con suficiencia. "Es cierto."
Jake miró a Edward. "Entonces, ¿esto es como en Hannibal o Frankenstein?"
"No me voy a comer su cerebro ni siquiera con chianti," Edward bromeó en respuesta. "Así que, como el doctor Frankenstein. ¿Está listo?"
Jake se volvió de nuevo hacia Bella. "Solo toma una siesta. Terminará antes de que te des cuenta."
No le tomó mucho tiempo a Bella decidir que simplemente apestaba estar del otro lado de este baile. Odiaba esperar incluso tal vez más que a la esposa de un paciente normal. Repasó la cirugía en su mente, tratando de estimar en qué etapa estarían. Era la maldición de un médico saber demasiado sobre lo que podría salir mal, aunque ella mejor que nadie sabía que el pronóstico de esta aterradora pero no siempre fatal enfermedad era optimista.
Unas horas más tarde, Bella finalmente vio al doctor Snow y al doctor Cullen caminar por el pasillo hacia su dirección. Ella se levantó, tratando de ignorar el dolor en su pecho y el mal presentimiento que hormigueaba en su piel. Había algo que no le gustaba sobre su forma de caminar—específicamente la forma en que el doctor Cullen venía detrás del doctor Snow en vez de a su lado.
Entre más se acercaban, Bella se dio cuenta que conocía las expresiones que los dos portaban. Su cuerpo se quedó sin aliento cuando comprendió sin que ninguno de los dos tuviera que decirlo lo que había ocurrido. Estaba escrito en la seria determinación en el rostro del doctor Snow y la derrota en los hombros caídos del doctor Cullen. Ella había tenido esa apariencia antes.
Era la apariencia de dos doctores que habían perdido a su paciente.
Bella tapó su boca con sus manos, silenciando un grito de angustia. Sus piernas cedieron debajo de ella, y cayó de rodillas, respirando de forma entrecortada al tambalearse.
El doctor Cullen estuvo a su lado en un instante. Se puso de cuclillas junto a ella, con una gentil mano sobre su hombro que ella sintió como si fuera a quemar su piel. Sin embargo, su cuerpo se paralizó y no pudo zafarse de él. Apenas podía pensar cuando el doctor Snow se puso de cuclillas y empezó a hablarle con ese tono suave, racional y aun así arrepentido, que tanto odiaba.
Complicaciones, dijo. Complicaciones inesperadas que en realidad no tenían nada que ver con la condición de Jake. Esas cosas pasaban, y no había nada que pudiera hacerse. En teoría, ella debió haber comprendido. Ella había dado ese discurso antes.
Pero Bella no podía silenciar la fuerte voz en su cabeza y que se hacía cada vez más fuerte, que gritaba que tenía que ser algún error. El doctor Snow estaba mintiendo, le decía. Alguien tenía la culpa. Alguien se equivocó.
Levantó su cabeza, mirando al doctor a los ojos. "¿Quién estaba trabajando con él cuando ocurrió?" Demandó.
Si hubiera parpadeado, se habría perdido la forma en que el doctor Snow miró de soslayo al doctor Cullen por una fracción de segundo antes de mirarla. "Doctora Swan, usted sabe—"
Bella se giró hacia el doctor Cullen. Lo agarró del frente de su uniforme y lo sacudió lo bastante fuerte para hacerlo perder el equilibrio cayendo sobre su trasero. "¿Qué fue lo que hiciste? No es un procedimiento difícil. ¿Qué demonios hiciste? ¿Qué demonios hiciste?"
El doctor Cullen le devolvía la mirada con ojos amplios y culpables. Por primera vez, no se veía como el idiota arrogante que era. Se veía como un niñito que había sido atrapado haciendo algo malo.
"No era un procedimiento potencialmente mortal," Bella gritó. "Incompetente bastardo. Lo mataste."
Nada más tenía sentido. Se supone que esto no sería gran problema. Era una enfermedad aterradora, rara, pero no fatal cuando se le daba tratamiento. La cirugía parecía más aterradora de lo que era. Ella incluso le había dicho al padre de Jake y a sus hermanas que no tenían que venir. Les dijo que podrían venir en un par de días cuando Jake pudiera ir a casa.
Se supone que estaría en casa en solo dos días. El mayor inconveniente de la cirugía era el hecho de que tendría que cortarse su hermoso cabello largo. Eso era todo. No era nada.
"Lo mataste. Tú, hijo de perra. Lo mataste."
El doctor Cullen estiró su mano como si fuera a ponerla de nuevo en el hombro de Bella, pero ella retrocedió. "No. No me toques," le gruñó.
"Doctora Swan, le aseguro que el doctor Cullen hizo todo lo que pudo. Tomó las mismas decisiones que yo habría tomado. Su esposo estaba en buenas manos. Simplemente, no fue suficiente. Hoy no."
Una sensación fría se instaló al fondo de sus entrañas. Se esparció rápidamente por sus venas y oprimió su garganta. Bella se abrazó a sí misma y se encorvó, respirando muy rápido.
Esto no estaba pasando. No era posible que estuviera aquí sola en el hospital con el hombre que había matado a su esposo y el doctor que lo estaba protegiendo. En cada horror de su vida, nunca se había sentido tan sola y desolada.
Sola sin su mejor amigo; la persona que mejor la conocía en el mundo. El hombre que la hacía reír todos los días, que era como los rayos del sol—todo calor y luminosidad.
Edward Cullen había eliminado toda la luz en su mundo. Había matado a su esposo.
"Lo mataste," susurró.
Luego, se rompió en pedazos.
Wow, que difícil experimentar algo así y que difícil es ver que pueda existir algo algún día entre estos dos, ¿verdad? Ella está segura que él mató a su esposo, ¿qué será lo que nos espera más adelante en esta historia? Es obvio, que los dos seguirán viéndose en el ámbito laboral, y siendo competidores, mmmm… ya veremos que nos tiene preparado Kristina, la autora de esta hermosa historia. Muchas gracias por estar leyendo y decidir acompañarme en esta nueva traducción, como siempre, les recomiendo seguir la historia para recibir los avisos de actualización y apelo a su amor por este fandom para que dejen sus reviews en cada capítulo que lean. Recuerden que son ustedes las que tienen el poder de animar a una autora o traductora a seguir dedicando de su tiempo, que podrían utilizar en divertirse en otras actividades o con su familia, a la diversión de ustedes escribiendo estás maravillosas historias y traduciéndolas de su idioma original a uno que ustedes entiendan y disfruten. No les cuesta nada, solo unos minutos de su tiempo. Usen el cuadrito de abajo y dejen su review ;) Nos leemos pronto con el siguiente capítulo.
