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Sentí que las lágrimas empezaban a resbalar por mi cara, y maldije por ser tan estúpida por empezar a llorar en medio de la carretera por una cosa tan tonta. No es como si haya sido la primera vez que mi madre se ha olvidado de pasar por mí a la escuela por su estúpida resaca de la noche anterior. ODIO MI VIDA.

Ojala pudiera comprarme un carro para no tener que caminar los 4 kilómetros a casa desde la escuela. Lástima que con el trabajo que tengo apenas tenemos comida por 15 días, y eso si es que mi madre no ha buscado entre mis cosas para poder ir por unos cigarrillos o una bebida.

Agradezco eternamente a la señora Miller por darme el trabajo aunque yo solo tenga 15 años, ya que ella solo acepta a mayores de edad. Ella me entiende. Ella sabe que mi madre no se preocupa por mí por su gran egoísmo. También sabe que la vida no es fácil y piensa que de alguna manera de alguna forma todo se va a solucionar y va a estar de la forma que tenía que ser desde el principio, ella es la que me da fuerzas para seguir adelante. A veces pretendo que ella es mi madre, y así puedo olvidarme de la vida real por unas cuantas horas. Pretendo que todo está bien en mi vida aunque en realidad no es así.

Mi madre consiguió que yo entrara en esa escuela acostándose con el director una vez a la semana por todo un año. Cuando el año acabo mi madre decidió que ya había hecho su trabajo como madre y se empezó a emborrachar, ahí fue cuando sus problemas de alcoholismo empezaron, bueno ya había estado en rehabilitación y volvió a caer, pero que importa, las personas nunca pueden cambiar de lo que un día fueron. Lo peor de todo es que toda la escuela sabe lo de mi madre y el rector, y ya se imaginaran sus tratos hacia mí.

Empecé a sentir que gotas salpicaban mi cabeza. Genial empezó a llover. Salí corriendo a mi "casa", la cual era una casa rodante, que por lo visto ya no estaba tan lejos como antes. Quizás dejar que tu mente valla a la deriva no es tan malo como creí y haga que el tiempo pase más rápido. Definitivamente lo haré en clase de historia.

Al entrar por la puerta de mi casa vi a mi madre dormida, o desmayada, o ¿muerta? La verdad en estos días ya no se podía saber. Así que fui a comprobar su pulso o si respiraba.

DIABLOS mi madre no tenía pulso. No es como si no la odie pero es mi mama. Cogí el teléfono rápidamente y llame al 911 para pedir una ambulancia. Dijeron que no tardarían en llegar, así que fui a mi "intento de habitación" a cambiarme la ropa por si tenía que ir al hospital y estaba toda mojada. No quería que me diera un resfriado.

Diez minutos después llegó la ambulancia. Los médicos cogieron a mi madre y la subieron. Luego me subí en ella. Dijeron que tenía poco pulso, y que podía sobrevivir, pero que seguía siendo peligroso su estado. Los médicos le pusieron a mi madre una máscara para que controlara su respiración.

Pasaron 15 minutos hasta llegar al hospital y la mandaron a la sala de emergencias mientras que me hacían esperar. Después de maso menos 8 horas los médicos sacaron todo el alcohol de su cuerpo, y me dijeron mi madre me necesitaba.

Al llegar a su habitación la encontré justo como pensé que lo haría. Mi madre me miraba con una expresión de furia y odio a la que ya estaba acostumbrada.

-¿Por qué me has traído al hospital, cuando sabes que estaba perfectamente tomando una siesta?

La mire con incredulidad un momento antes de responder con la voz más tranquila que podía tener en ese momento.

-madre esta vez no estabas tomando una siesta, no tenías casi pulso, y casi te mueres pensé que…

-me hubieras dejado morir en vez de hacerme seguir viviendo para hacerme cargo de ti. ¿No vez que tengo suficiente pagando esa escuela tan cara en la que estás?-si claro como si lo que hiciera fuera pagar la escuela. - ojala me pudiera deshacer de ti como lo hizo tu padre.- escupido esas palabras con tanto odio que casi hace que salga corriendo de la habitación, lo único que no pude parar fueron las lágrimas. Esta vez no las pude frenar.- ahora lárgate de aquí que no te quiero ver más.

Simplemente Salí de la habitación. No quería pelear con ella. No esta vez.

Mi padre había muerto en un accidente de auto, ese día había habido una tormenta de nieve y sus ruedas se deslizaron haciendo caer su auto a un barranco de 20 metros. Mi madre siempre dice que él se mató, porque prefería quitarse su vida antes de estar un día más junto a mí. Pero yo sé que no es verdad porque el día en el que murió me dijo que siempre iba a estar a mi lado y me iba a apoyar. Él no era como mi madre. El era un hombre de buen corazón. Mi madre no me ayudo a seguir adelante sin mi padre, desde ahí supe que no podía confiar en ella. Supe que ella solo me pondría atención si tenia dinero o alcohol en mi mano