Cap. 1: Me uno a las Filas de la Armonía
Mis vacaciones empezaron bastante normales, y la rutina era la de siempre, ir a casa de los abuelos, estarse ahí todo el día y después regresar a casa, entonces me dio por agarrar mi viejo PSP, y empecé a jugar "Final Fantasy Dissidia" entonces fue cuando escuché una voz muy dulce llamándome, a veces cuando era pequeño escuchaba voces, tal vez ahora era igual –no escucha Cosmos, déjalo, ahora sabemos que no es él- escuché claramente la voz de Squall, así que me sobresalté –de acuerdo, esto no es normal- entonces una chica dijo –Cosmos, sí escuchó, vamos, debe ser él- temí que ver tantas veces "Hitobashira Arisu" estuviera surtiendo efecto –si hay alguien ahí, golpee dos veces la ventana- se escucharon dos golpes nítidos, sentí un escalofrío tan grande que grité –¡si quieren hablar, entonces aparézcanse y no anden espantando a la gente!- grité enojado, entonces una mujer blanca, rubia, ojos azules…hermosa se me apareció –buenas tardes- estaba nervioso…nunca había hablado con alguien tan bella y a la vez estaba espantado, era alguien que podía traspasar las paredes de mi casa -¿quién eres?- ella sonrió –soy Cosmos, diosa de la armonía- entonces me congelé ahí mismo –en tu mundo soy conocida por Final Fantasy, pero soy real, o al menos ahora soy real- respiré hondo y clavé los pies en la tierra para no correr hacia el patio gritando que había alguien en mi casa, y decidí ser un buen anfitrión –disculpa el desorden, ¿gustas algo de beber o de comer?- pregunté gentilmente ofreciéndole el sillón para que sentara, ella sonrió –sólo agua de favor- asentí con la cabeza y fui por un vaso –eres apuesto, y muy valiente también, veo que eres alguien bastante gentil también- dijo cuando le entregué el vaso, sonreí –no soy tan guapo y tampoco tan valiente- dije tristemente, ella negó con la cabeza –pudiste haber salido despavorido corriendo, pero en vez de eso estás aquí, parado frente a mi, ofreciéndome tu casa como si fuera una invitada- dijo sonriendo –eres una de dos cosas, muy curioso o muy valiente, y ambas son excelentes- sonreí -¿por qué una diosa viene a mi casa? Pensé que tenías mejores cosas que hacer- Cosmos rió gentilmente –he venido a reclutarte- sentí que las piernas me fallaban y tuve que hacer que me dio un calambre en la pierna para que no me diera tanta vergüenza –pero… no soy… bueno- señalé mi estómago abultado Cosmos sonrió –mira, eso lo revisamos después, por ahora sólo quiero hacerte una única pregunta- respiré hondo para no empezar a saltar de la emoción –Rafael, ¿quieres ser parte de las Filas de la Armonía?- respiré hondo para no gritar –s-sí Cosmos, sí quiero- entonces un resplandor nos rodeó a los dos, y aparecí en un extraño cuarto blanco, entrecerré los ojos porque me lastimó, cuando me acostumbré a la luz vi a Cosmos sentada en un escritorio -¿examen?- pregunté con un poco de miedo y desgana ella negó con la cabeza –sólo vamos a arreglar algunas cosas en ti- asentí con la cabeza –veamos- dijo Cosmos -¿qué quisieras cambiar?- no pensé mucho y señale mi estómago -¿puedes?- ella asintió y un destello salió de su mano y me hizo el abdomen plano -¿algo más?- quise decir que me pusiera más músculos…pero creo que era mucho pedir –no nada más Cosmos- dije sonriendo –Rafael, es en serio ¿qué más quieres?- suspiré –tal vez ¿más músculos?- ella asintió y con el mismo resplandor me puso sólo unos cuadritos y me delineo más los músculos –gracias Cosmos, es suficiente- ambos reímos –wow…tengo que cambiarme de ropa- dije tratando de ajustarme la camisa- Cosmos chasqueó los dedos y cambió mi ropa a un kimono masculino con estampados de lotos dorados, que resaltaban en el morado de mi kimono y unas sandalias japonesas muy cómodas –genial- dije sonriendo, Cosmos sonrió también –te ves bien, pero siento que prefieres algo más moderno- entonces volvió a chasquear los dedos y ésta vez estaba con una camisa sin mangas blanca, pantalones ajustados negros y botas negras de cierre, también negras –Cosmos, la ropa que tenía estaba bien, sólo que un poco más grande- ella asintió y cambió mi ropa a la que tenía, una camisa blanca con cuello en "V" y manga corta, shorts de mezclilla azules y botas cafés –deja que los moogles las limpien- dijo señalando mis botas, estaban algo sucias por una aventura con unos amigos en Xochitla, un parque de diversiones, entonces vi a los moogles, me quité mis botas lo más rápido que pude y las entregué entonces sentí mojados los pies, así que también me tuve que quitar mis calcetas, Cosmos asintió y abrió una puerta –hora de presentarte a los demás, y determinar que clase vas a aprender- estaba muy nervioso, pero bueno.
Al salir me encontré en un lugar extraño, no era como el Sanctuary del juego, ahí de verdad era un Santuario, todo era de mármol blanco, había estatuas de todos los tamaños y formas -¿sus guerreros?- le pregunté a Cosmos –así es, como puedes ver son muchos- y de hecho, aparte de los que ya conocía, estaba Mahatma Ghandi, Leonardo Da Vinci, gente muy importante que hizo grandes aportes al mundo -¿Oscar Wilde?- dije sorprendido –así es- me respondió Cosmos –sus historias me las leía a mí, era un gran escritor- no podía creer que Oscar Wilde hubiera sido un guerrero de Cosmos, entonces sentí una lágrima saliendo de mi ojo derecho, rápidamente la enjugué, Cosmos me puso su mano en el hombro –sigamos- asentí y al salir del Santuario vi un hermoso jardín, con una fuente con una sirena en el centro -¿Hans Christian Andersen?- pregunté ilusionado mientras volteaba a ver a Cosmos, ella asintió gentilmente, de repente de la nada apareció una chica, tenía un ojo de distinto color –Cosmos, los estamos esperando- entonces me di cuenta de que su apariencia me era familiar, pero no sabía de donde –Rafael, te quiero presentar a la Alta Invocadora Yuna, viene de Spira, Yuna él es Rafael, viene de la Tierra, es nuevo aquí- Yuna hizo una extraña reverencia –les diré a todos que ya casi llegas- dijo emocionada y se fue corriendo –será mejor que también nosotros nos apuremos, vamos Rafael- yo asentí y fui caminando junto con Cosmos hacia lo que parecía un pequeño patio con muchas bancas adornadas.
Llegamos al centro y vi a varias personas tan distintas que me sorprendí eran 15 en total, me temblaban las piernas, entonces Cosmos habló –Os presento a Rafael, viene de la Tierra y hoy se nos une contra Caos- todos aplaudieron –Rafael, arrodíllate- no sabía de que manera, así que decidí hacerlo como en las películas de caballeros, una rodilla en el suelo la otra doblada entonces posó su mano sobre mi cabeza y dijo –Hoy, te embarcas en una guerra ¿sabes lo que significa?- obviamente pensé, las guerras de las películas no eran bonitas, y en la vida real debe ser peor, pero Cosmos ya había hecho tanto… aparte… desde que llegué aquí ya había aceptado estar en sus líneas –sí Cosmos, lo sé- ella asintió –¿prometes serme leal, hasta que tu mueras o yo haya vencido?- asentí con la cabeza –sí, lo prometo- entonces todos se levantaron en ese momento -¿prometes dar todo por mí?- me refrené de decir que sí, entonces lo pensé bien –te daré lo que pueda, aún no vivo sólo, y tengo responsabilidades que atender, prometo darte todo lo que pueda- dije temeroso de que todos me miraran feo –de acuerdo- dijo Cosmos feliz –ahora duerme, Guerrero de la Armonía, duerme hasta mañana, que mañana empezarás tu entrenamiento, duerme y descansa- después de que dijo eso sentí un gran letargo –Bienvenido, Rafael- y me quedé dormido.
Soñé, soñé con grandes cascadas, flores por todos lados y literal me sentí tan bien que deseé jamás despertar, soñé y soñé, hasta que una maldita alarma del estéreo me despertó.
