Summary: Jade Harley, hija de nobles, ha sido prácticamente obligada a casarse con Tavros, igualmente hijo de nobles. ¿Pero que pasará cuándo sea capturada por Karkat y Dave Vantas, ambos bandidos?. ¿Logrará enorgullecer a sus padres, o un problemático y cleptómano hombre robará su corazón?. KarkatJadeDave.

Pairings: KarkatDaveJade / Karezi / JadeTav, RoseMary, JohnRoxy, DirkJake, SolluxFefEridan, Meowrails, Gamzee!Pale!Jane.


La pelinegra se revolcaba entre las tibias sábanas, ahogada en sus pensamientos. Nerviosa, frustrada, y a la vez, enojada. ¿Cómo no podría estarlo? Hoy le han dado la auténtica noticia de que en unas semanas se casaría con un noble. Y no, no con un simple noble. Su familia era muy cercana a la de ellos, más de lo que podría desear. Tan cercana que sus amigables padres se les ha ocurrido a casar a su pobre hija Jade y a el joven Tavros Nitram, aún sin conocerce.

¡Sin conocerce! Esa frase ponía de nervios a la chica. Aún siendo una persona bastante amable, cómo ella, esa frase le irritaba hasta las puntas de los pies. Recapacita su vida: Nacer, Crecer, Casarse con alguien desconocido y —probablemente— engreído, y finalmente, morir. Creo que la frase ''la vida es bella'' no encaja tan bien en su situación.

Las cortinas de las ventanas bailaban alegremente en el fresco aire. Una salida a aclarar su mente en el río no sería tan mala.

La chica, sin más, se colocó un vestido de seda color blanco, y descalza, fue caminando hasta el río con puente de piedra que quedaba en las afueras de la Casa Harley.


—La tomamos, la metemos en la bolsa, y corremos. Maldición, estoy muriéndome de sueño, Dave—Comentó el pelinegro con grandes ojeras en los costados y abajo de sus ojos—¿No podías haber sido acompañado por los otros? Ya sabes que últimamente no he podido dormir bien.

—Karkat, estarías menos cansado si dejaras de lloriquear—Contesto indignado el mencionado, apretando los labios—Y si, el plan anterior será cumplido. ¿Que querías que hicieramos, que la aventaramos al río, la sacaramos, que se enamore de nosotros por salvarla y que nos siga cómo un perro?

—No—Escupió amargamente Karkat—Sólo quería que nos apuráramos, es todo—Finalizó, acercándose sigilosamente a la pared para poder observar los movimientos de la muchacha.

En efecto, la señorita Harley se encontraba afuera de sus aposentos, con la mirada perdida en el río. Karkat, sorprendido, retiró su vista. La joven era más bonita de lo que solían decir: Su cabello, largo y obscuro hasta la cintura, estaba tomado en una ligera coleta alta, logrando enseñar su cuello alto y fino, digno de una señorita. Su piel, ligeramente tostada, hacia contraste con su fino vestido de seda. Ojos esmeralda enmarcados por unas grandes pestañas, y las sombras de su cuerpo femenil se hacían notar en su vestimenta. Sin embargo, la bella joven de mirada perdida en el lago mostraba tristeza, melancolía, desilusión. Algo que hizo a Karkat un poco curioso.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Dave golpeó pesadamente el hombro del pelinegro, quien se estremeció un poco.

—Karkat, no venimos aquí a comer con la mirada—Rió —en voz baja— Dave—Sígueme.

Karkat asintió malhumoradamente y siguió al rubio. Caminaron sigilosamente a las espaldas de la joven, tratando de no hacer el más mínimo ruido, esquivando ramas, piedras e incluso ardillas que lloriqueaban al ser pisadas.

—Maldigo el día en el que me uní a su hermandad—Chilló Karkat, prestando atención al piso, tratando de no alertar a Harley.

Caminaron algunos metros, hasta llegar al final del camino de obstáculos. Dave, soltando un ligero suspiro, habló.

—Terminamos. Karkat, acércate por la espalda y yo le toma—

Crack. El sonido de una rama siendo pisoteada por el pelinegro resonó por toda Gran Bretaña, y si fuera posible, de el entero continente europeo.

Dave, sudando nerviosamente, dirigió su mirada a la pelinegra. Para gusto de los Vantas, la chica ignoró ese ruido y ausente de todo el mundo, observaba fríamente el río. Sin ningún gesto de alarme.

—Tú te acercarás por la espalda, cubriéndole la boca y yo le amarraré de los brazos y te ayudaré a cargarla. Correremos al carruaje y yo me iré con ella en la caja, ocultándola.

Karkat se limitó a contestar un amargo 'sí' y salió por la izquierda de las plantas, mientras el rubio esperaba su turno para actuar. Era ahora o nunca, cuándo dejarían de ser ignorados.


La joven pensaba, sumida. Ella no quería vivir esa horrible y espantosa vida. Esa vida que era planificada cada segundo de su día. Esa vida que era publicada en los diarios de toda Gran Bretaña. Esa vida que pasaba de boca en boca. Esa vida ya vista, sin sorpresas, todo aviso antes de ser cumplido.

¿No sería mejor desaparecer de este mundo? Reencarnar en un animal. Un animal que corre en las praderas libremente sin ser detenido. Un animal dispuesto a tener hijos con quien quiera. Un animal feliz, viviendo la vida a su manera. Talvez, si tan sólo talvez, pudiera existir una forma de hacerlo.

Volvió a retomar su vista en el río. Las corrientes circulaban rápidamente, y el agua se sentía helada.

Su rostro formó una tímida sonrisa, se soltó el cabello y cerro los ojos. Y se aventó al vacio.


Karkat abrió los ojos enormemente, sorprendido. ¿Acaso la señorita Harley... se tiró al río? ¡Por Dios, se tiró al río!

¿Qué se supone que debía de hacer? No sabía nadar. No es cómo si no pudiera nadar. El agua estaba fría esa noche.

Era un idiota.