Renuncia: Los personajes de Kuroko no Basuke no son míos son únicamente usados para realizar estos fics. La historia por su parte sí es mía.
Nota:Buenas a todos, disculpen la tardanza, por azares del universo me confundí de fecha, pero aquí está..
Advertencias: la Mayoría de la clasificación M, género D/s. Y pues como es intercambio de papeles en el ámbito sexual en el mundo KnB "fujoshiano", me basé netamente en lo sexual mientras que en la relación... pues hagan sus apuestas de quién es el manda más.
Reto KnB: La Rebelión de los Ukes.
Permiso para un sueño
Podía saborearlo, poco a poco su necesidad iba aflorando mientras esperaba sentado en el suelo y desnudo, poniendo sus manos enfrente de él, en modo de espera.
El cuarto estaba con luz tenue, casi en penumbra como el cuarto de juegos que era, tenía una cama revestida de sábanas blancas en medio y a un lado, una cómoda donde se guardaban artilugios varios que podían hacer disfrutar de una buena noche a aquellas personas de gustos exóticos.
Kise únicamente necesitaba la aprobación de Akashi para hacer su fantasía realidad. Normalmente él era el pasivo, su papel de sumiso le obligaba a hacer lo que su compañero desease, ya sea pequeñas tareas en casa como soportar también de los mórbidas fantasías del pelirrojo dentro del cuarto, desde ser poseído mientras Kise estaba aprisionado entre listones y cordeles o únicamente esperar con sus ojos vendados a ciertas castigos que, si era sincero, siempre los satisfacía a los dos, pues de eso se trataba el juego, los dos ganaban: uno dando, el otro recibiendo.
Kise suspiraba, jamás miraba hacia arriba sin el permiso, sin embargo, a pesar del tiempo, una mano cálida le levantó la barbilla hasta poder cruzar miradas, luz y fuego. La cínica sonrisa de Akashi lo esperanzó mas debía esperar a que su amo lo dijera, si no, el juego terminaría antes de cumplir su sueño.
—Tienes mi permiso, mascota.
Kise controló sus emociones vapuleando en su interior, un pequeño arrebato y Akashi se molestaría. Se levantó de su lugar con una pequeña sonrisa y encaminó a su amo a la cama. Akashi únicamente observaba tranquilo lo que él estaba haciendo, viendo como él se agachaba para quitarse con lentitud los zapatos de sus pies y deslizar el pantalón de cuero que oprimía sus piernas y cadera. Una pequeña carcajada escapó de Seijirou y Kise volteó a ver, este con fuerza lo atrajo hacia él para darle un beso posesivo.
— Vamos, quiero sentir por esta vez tu disfrute cuando te lo hago.
Aquello era una insinuación y un pequeño aviso, un aviso que dejó en el fondo de su inconsciencia a la par que se posicionaba entre las piernas de su compañero. Akashi le entregó un botecito que con habilidad destapó, untó un poco en sus manos y las deslizó entre los glúteos de aquel ser que le había enamorado de distintas formas, que lo complementaba y con el que podía llevar sus límites al máximo, un éxtasis que podría rivalizar con la zona. Kise entraba en la "Zona" sexual tan sólo al entrar en el cuarto de juegos.
La cama rechinó en un vaivén atronador, las sábanas se plegaban y desplegaban entre los gemidos y volutas de bióxido de carbono emanantes de sus bocas, Akashi arqueó la cadera dejando espacio para que Kise posicionara su mano evitando que escapara, su otra mano aprisionaba las manos de su amo. La mirada de llamas lo fulminó con enajenación, había encontrado el lugar donde la vorágine de emociones instintivas desvanecían a la razón.
Un beso lo selló todo, estaba satisfecho y orgulloso. Akashi había aprobado su sueño y con el ósculo su buen desempeño como activo amatorio.
—Bien hecho. Este es tu premio, disfrútalo por esta noche.
—Gracias, Amo.
FIN
