Antes de empezar:

1.- Los personajes mencionados y el mundo en el que se desarrolla no me pertenecen, son de J. K Rowling, Warner y otros.

2.- Una vez más, se aceptan críticas constructivas, ya que siempre busco mejorar, gracias por leer.

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Draco salió de la habitación dejando a su tía y a los demás Mortifagos hablando de sus "hazañas", por más que intentaba, no dejaba de incomodarle el hecho de que hablaran tan efusivamente de como torturaban y mataban a sus víctimas, al pasar por la sala, vio a su madre sentada frente a la chimenea, con una copa de vino en la mano y la mirada perdida, dudo en acercarse, pero ella lo escucho y le hizo un ademán con la mano para que se sentará a su lado, y así lo hizo, aunque no entendía bien lo que estaba pasando.

-Tienes que ser fuerte Draco - él se sorprendió de esta afirmación, pero no dijo nada - con tu padre en la cárcel, los Mortifagos, y Bella... - su voz pareció quebrarse al pronunciar el nombre de su hermana - se acercan momentos aún más difíciles, pero tenemos que resistir -

Narcissa parecía estar en un trance, sus ojos miraban el fuego, pero parecía que ella estaba en otra parte.

-Sé, que es difícil estar en medio de algo que crees comprender, y que luego no parece tener el menor sentido - prosiguió - pero no debes dejarte caer - su hijo la miraba con un nudo en la garganta, esa mirada le causaba dolor, ella estaba sufriendo, y él no sabía como ayudarla, nunca le había hablado de esa manera, parecía que esas palabras llevaban mucho tiempo queriendo ser pronunciadas.

-Madre...

-No - lo interrumpió - dejame terminar, por favor.

Draco guardó silencio y espero a que ella siguiera hablando.

-Sé, que es muy fácil dejarse llevar, y sucumbir ante la oscuridad, al ver que no hay a donde correr, y empiezas a creer que no hay salida - se giró hacia él y dijo - pero la hay, siempre la hay - lo tomó de la barbilla y mirándolo a los ojos continuó - yo veo bondad en tu mirada, no dejes que esa luz se apague, sé que puedes hacerlo - sus ojos comenzaron a humedecerse - y recuerda que, pase lo que pase, hagas lo que hagas, yo siempre voy a estar contigo - dicho esto, lo besó en la frente y se levantó.

Draco se quedo ahí, en silencio, sintió como una lágrima resbalaba por su mejilla y se la limpio rápidamente con la mano, no sabía como responder ante eso, pero por un momento, después de mucho tiempo, sintió la esperanza de que de alguna manera, las cosas podían salir bien y que al final, no estaba del todo sólo.