Dentro de tres días...el bien y el mal nacerán...separados al nacer...por continentes y mares...dentro de tres días...la salvación del mundo...mágico y no-mágico...nacerá... 16 años serán necesarios...para que vuelvan a reencontrarse...el uno junto al otro...el equilibrio...el ying-yang...la salvación...dentro de tres días...el ángel ...el demonio...16 años...volver...encontrarse...destino...mundo...
La bola plateada dejó de rodar...y él suspiró...faltaban tres días para que se conocieran...habían pasado ya los dieciséis años de los que hablaba la profecía. No sabía lo que iba a pasar...él, Albus Dumbledore, el hombre que lo sabía todo de todos, no sabía que iba a pasar.
Acababa de empezar el curso con una alumna de sexto nueva, estaba seguro que era una de las dos de la profecía. Había ido a Gryffindor y no sabía quien sería el o la otra..."lo sabré en tres días"
En la torre Gryffindor todos estaban alrededor de una chica, haciéndole preguntas.
Era rubia y pálida, de hermosos ojos miel.
-¿...y de donde bienes? Nadezhda Katiusha, no es un nombre de por aquí.
-no, desde luego, soy rrusa.-respondió con una sonrisa agradable
-¿a qué escuela de magia ibas?
-eso no puedo decirrselo, lo tengo prrohibido.-dijo divertida por la interrogación que le estaban haciendo.- y ahorra si me disculpan he de irrme a dorrmirr que he tenido un día muy durro.
La chica según todos se adaptó perfectamente a las clases y a todos, le caía bien a todo el mundo, hasta a los Slytherin. Sólo una persona no la aguantaba...Severus Snape.
Según él, ella era insoportable, asquerosamente llena de felicidad y bondad. No podía con ella porque despedía siempre esa aura de pureza y tenía a todo el mundo alrededor. No la aguantaba porque era buenísima en pociones y se atrevía a corregirlo en público. Sólo la había tenido dos días en clase y ya deseaba que se fuera ¡¡Era peor que Granger!
Flashback
-Hoy van a hacer una poción de la que el elemento principal es la garra de dragón y está prohibida por el ministerio...
-¡la poción de la muerrte en vida!-dijo una voz detrás de el aula.
-¡Grang...Katiusha...15 puntos menos por interrumpirme! Y sí, es la poción de la muerte en vida que provoca que el que lo beba quede en coma hasta años, puede que no despierte nunca...
-¡No señorr!-dijo la chica levantándose. El hombre se la quedó mirando con perplejidad, para pasar a la furia.
-Ah,¿no?...-siseó. Los Slytherins sonrieron de lado y los Gryffindors se taparon la cara con las manos.-¿y dígame, si es tan amable, porqué no?
-la poción de la muerte en vida, no deja en coma. Detiene todos los órganos vitales, dejando muerto a quien se la bebe. Con la única excepción de que el cerebro y el oído siguen funcionando, por lo que cuando este vuelve a despertar, recuerda todo lo que ha oído...-el profesor la miraba, poniéndose más rojo a cada palabra. Lo había corregido...
- 30 puntos menos por corregirme con datos erróneos...-ella abrió y cerró la boca sin decir nada.
-¡perro si es verrdad!-dijo desesperándose.
-20 puntos menos por interrumpirme y además, no, le faltó decirme que el olfato también se mantenía y que los recuerdos no aparecen al despertar, sino un tiempo después.
Flashback end
Y eso pasó al día siguiente, por suerte hoy no había tenido clase con ella. Sacaba lo peor de sí mismo, y lo mejor de él no era ni bueno...
Entró en el gran comedor para cenar.
Nadezhda cenaba tranquilamente, tirando miradas a la mesa de profesores de tanto en tanto. El profesor de pociones la odiaba y eso la ponía profundamente triste, sin saber porqué.
La intrigaba de sobremanera su forma de ser... En esos ojos negros no se vislumbraba ningún sentimiento, eran tan fríos como dos bloques de hielo. En su andar y su forma de hablar dejaba en claro que era una persona dura, sin compasión. Debía haberle pasado algo realmente grave para convertirse en alguien así y ella quería saber el qué.
La puerta del gran comedor se abrió de golpe, haciendo que todos se giraran a mirar. Allí había una chica de pelo rizado negro hasta la cadera, ojos plateados, muy morena, escote pronunciado, falda por encima de las rodillas y botas de tacón, todo negro. El escote dejaba ver perfectamente un dragón tatuado que le subía hasta un lado de la cara y le llegaba hasta un poco más abajo del final de la falda.
Avanzó lentamente, con una sonrisa de autosuficiencia hasta la mesa de profesores, delante del director.
-Buenas noches señor Dumbledore. Soy Milena Junqueira. Vengo desde Brasil hasta acá para ser alumna de usted y de otro profesor que me recomendaron dijeron...Severus Snape. No se si pronuncié bien, se me hace difícil el inglés.-dijo con un extraño acento. Severus se hinchó de orgullo, hasta en Brasil sabían de él.
-yo soy Severus Snape.-dijo con voz fuerte. Ella lo miró fijamente e hizo una pequeña reverencia.
-por allá se lo conoce mucho por su facultad para hacer pociones. Usted sabrá que para conseguir el título de maestro superior de pociones ha de hacerse discípulo de uno, y ahora mismo sólo hay tres, usted, Marian Jake que está en paradero desconocido y lord Voldemort...-todos dejaron ir un gritito de terror al escuchar su nombre- aunque ni mucho menos triaría a ninguno de los dos ya que la señora Jake es muy mediocre y Voldemort...creo que son obvias las razones para no escogerlo. Espero que me acepte.-lo dijo todo de un tirón con su extraño acento, haciéndole difícil a todos descifrar que es lo que decía.-¿no responde? ¿llegué tarde y ya escogió a los dos discípulos?-dijo con preocupación.
-eh, no...aún no los he escogido. Nadie me lo ha pedido, es la primera...aunque ya tenía en la mira a alguien. No voy a decirle que sí a la primera, tendrá que pasar unas pruebas...
-...pero eso ya lo hablaréis más tarde...ahora, por favor Minerva, trae al sombrero seleccionador.-lo cortó el director. La subdirectora se levantó y se fue por una puerta trasera. Al cabo de pocos minutos estaba con el sombrero en una mano y el taburete en la otra. Lo puso delante de la mesa y le indicó a la chica que se sentara. Le puso el sombrero en la cabeza y en dos segundos este gritó...
-¡¡¡SLYTHERIN!
El profesor de pociones sonrió interiormente y se levantó al aplaudir mientras veía como Draco Malfoy le hacía un espacio a su lado.
Nadezhda estuvo amargada toda la noche. ¡Esa perra le había leído la mente! "que tonta eres Nadia, ¿de que te sirvieron 5 años de oclumancia si a la mínima dejas que te lean la mente? ¡y encima te quitará el puesto!"se dijo mirando a la chica con rabia disimulada, una sonrisa burlona se dibujo en la cara de la otra mientras dirigía sus ojos hacia ella.
Iba a ser la otra alumna como que se llamaba Nadezhda. Se lo prometió a si misma.
Dos personas en la mesa de profesores la miraban atentamente, una de ojos celestes y gafas de media luna y otra de ojos miel, provenientes del no-tan-nuevo profesor de DCAO.
Pero ella no dejaba nada a la vista, sólo esa sonrisa bonachona y ese brillo en los ojos de falsa felicidad. Esa zorra se las iba a pagar.
Que tonta era por dios...ella que venía para ser alumna de DCAO y acabó en pociones...y se había dejado llevar. Al entrar por esa puerta había visto a esa chica, había notado los sentimientos hacia su profesor y sin dudarlo, había dicho ser aprendiz de pociones. Hablaría con el profesor de DCAO para que le diera clases a parte.
Los días fueron pasando, Milena se convirtió en la favorita de Snape, Nadezhda la odiaba y para no verla, desistió en su intento de ser aprendiz de pociones para ser aprendiz de DCAO junto con Ron. Ella y Remus se llevaban la mar de bien y a veces se quedaban charlando hasta altas horas de la madrugada. El profesor la apreciaba muchísimo al contrario que a Milena, a quien ni siquiera se dignaba a prestar atención. Era incluso más Slytherin que el propio Draco Malfoy.
En la escuela se rumoreaba sobre que Lupin y su aprendiz eran pareja, lo mismo que Snape y su aprendiz, lo que sólo aumentaba la tensión entre ellas.
-Severus, de veras que no te entiendo...¿por qué no dejaste a Nadezhda ser tu aprendiz? Es buenísima en pociones...-le decía Lupin en la sala de profesores.
-verás Lupin, Katiusha no es lo suficientemente buena en pociones. Milena, sí. Y no aguanto a esa...Gryffindor. Es más sabelotodo que Granger. No llegaría ni a maestra inferior de pociones, lo único que hace es aprenderse los libros ¡si seguro que no había dado pociones en su vida!...no sabemos ni de que escuela viene...
-tus motivos son infundados...te diría de que escuela viene pero estaría rompiendo la confianza que ella ha puesto en mí. Sólo te digo que estás cometiendo un muy grave error al juzgarla. No la conoces, ni siquiera le dejas que te hable, es muy inteligente, mucho más de lo que todos piensan, y ahora me voy.
