Hola a todos, aqui estoy para traerles la nueva version de este fic. Espero que les guste y sean honestos con sus opiniones. Tratare de actualizar seguido pero aun asi no les prometo mas de dos capitulos al mes.
Como todos saben: Naruto no me pertenece, solo lo tomo prestado para entretenerme un rato con mi compañera de trabajo.
Prologo.
Flash back.
Era un día cualquiera en Konoha, los niños jugaban en el parque mientras un pequeño niño rubio de seis años los observa desde un bosque cercano, en sus ojos azules se podía ver la tristeza; a pesar de tener la misma edad que los otros niños, no tenia amigos con los que jugar. Solo una niña se le acercaba y a pesar de la advertencia de su familia, no le temía y jugaba con él cada vez que podía.
- ¿Dónde estará se hace tarde?
- Hola Naruto-kun.
Naruto se volvió; vio a una niña de cabello azulado corto y ojos perlas que se acercaba tímidamente.
- Hinata-chan, te tardaste_ se quejo cuando ella llego a su lado.
- Lo siento mucho, me entretuve con mi hermana.
- Bueno, ya estas aquí. Vayamos a jugar.
Fin flash back.
Acababan de exiliarlo y eso fue lo primero que cruzo su mente. Un Naruto de ahora catorce años salía de la sala del consejo de la aldea totalmente abatido; había protegido la aldea del Shukaku durante la invasión planeada por Orochimaru; había buscado y llevado a la aldea a Tsunade, la nueva Hokage; había evitado que Sasuke abandonara la aldea en busca de poder; se había vuelto un buen ninja, no en el mejor, pero creía que con todo lo que había hecho seria suficiente para que al menos el consejo dejara de molestarlo… pero se equivoco, no había sido suficiente, nunca seria suficiente.
Abandono la torre Hokage y se dirigió a Ichiraku ramen a comer algo; tenia dos días para dejar la aldea. Dos días para despedirse de sus amigos y de la aldea en la que nació; dos días para despedirse de Hinata, eso sin duda seria lo mas difícil.
- Hola, Naruto_ le saludo el dueño de su restaurante favorito_ ¿Qué te sirvo?
- Lo mismo de siempre viejo_ respondió fingiendo una sonrisa.
Lo mejor será no despedirme, pensó mientras veía al viejo preparar su ramen. Extrañaría comer allí, el viejo era uno de los pocos aldeanos que lo habían tratado bien; definitivamente lo echaría de menos. La noticia de su exilio se daría en dos días; se iría antes, sin decir adiós, sin derramar lagrimas; aunque si lo pensaba bien, no muchos llorarían por el.
En la casa Hyuga.
Hinata, se encontraba frente al consejo de su clan. Nunca la llamaban a las reuniones a pesar de ser la heredera, algo malo pasaba y juzgando por la mirada que su padre le dirigía se trataba de algo importante.
Hiashi Hyuga nunca fue conocido por dirigir tiernas miradas a sus hijas, en especial a la mayor; sin embargo la mirada de decepción que Hinata veía en sus ojos en ese momento la lastimaba; ella no era fuerte, no tenia el estigma Hyuga para ser la heredera, debía admitir que su hermana menor a pesar de ser aun muy joven cumplía con esas condiciones con facilidad.
- Hinata_ comenzó su padre_ el consejo te ha llamado aquí hoy para comunicarte la decisión que se ha tomado respecto a tu futuro.
No dijo nada, se limito a ver y escuchar; sabía por donde iba esa decisión, tal vez la designarían a la rama secundaria, la sellarían y nombrarían a su hermana Hanabi como la nueva sucesora.
- En estos años, no has demostrado la capacidad necesaria para convertirte en la líder del clan_ explico Hiashi_ representas un estorbo para tus compañeros de equipo, tus habilidades con el Byakugan son atroces. Por ello el consejo ha decidido tu exilio del clan.
- Deberás abandonar la aldea lo mas pronto posible_ dijo uno de los ancianos_ eres una vergüenza para la rama principal.
- Mas que eso, eres una vergüenza para el clan_ dijo otro de los ancianos.
- ¿No piensas decir nada?_ pregunto Hiashi.
La peliazulada suspiro; no lloraría ni rogaría. A pesar de todos sus "defectos" ella era una Hyuga nacida en la rama principal y aunque no le gustaba admitirlo el poco orgullo que tenía no le permitía mostrarse más débil ante aquellos que considero su familia.
- No hay nada que decir_ dijo lo mas serena que pudo mientras miraba a su padre a los ojos por primera vez en su vida.
- Bien, la decisión le será comunicada a la Hokage en dos días. Deberás abandonar la aldea antes_ dijo su padre.
- Entendido_ respondió.
Hiashi asintió, se levanto de su asiento y abandono la sala seguido por los demás miembros del consejo. Hinata se quedo allí unos minutos antes de dirigirse a su habitación a empacar.
- Hinata- sama ¿ocurrió algo?
Neji estaba esperándola cerca de su habitación; su relación mejoro un poco luego de su pelea en las eliminatorias de los exámenes chunnin, no era como cuando eran pequeños pero al menos ahora podían hablar con normalidad.
- He sido exiliada del clan, debo salir de la aldea.
Neji la miro algo sorprendido.
- ¿A dónde ira?
- Ya no debes tratarme con respeto niisan.
- ¿A donde ira?_ volvió a preguntar.
- No lo se aun, pero no te preocupes estaré bien. Ahora si me disculpas debo empacar.
- Hinata- sama…
- No le cuentes a nadie, seria muy difícil despedirme.
Neji asintio y la vio alejarse; a pesar de lo complicada que era su relación con su prima, él era su protector y le dolía que ella fuese obligada a irse, en especial ahora que todo parecía mejorar entre ellos. No podía luchar contra el consejo, eso estaba claro y mucho menos contra su tío; era duro de admitir pero lo único que podía hacer por su prima en esos momentos era cumplir su deseo y permitirle irse en paz.
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Estaba anocheciendo cuando abandono Ichiraku; había comido más ramen del que había comido en los últimos días, cancelo su deuda y se fue a casa. Empacaría y se iría esa misma noche, sin lagrimas de por medio… sin despedidas difíciles, lo que para él, era lo mejor.
Llego rápido a su pequeño apartamento, empaco ropa, sus armas, ramen instantáneo, dinero y la fotografía de su equipo, el equipo 7; de seguro les asignarían un nuevo compañero, uno que agradaría más que él a Sakura, uno que seria un mejor rival para Sasuke, uno que seria un mejor alumno… uno que sin duda seria mejor ninja.
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Hinata empaco lo necesario y dejo la mansión Hyuga después del anochecer; visito la tumba de su madre y se despidió de ella; seria difícil estar sola, pero se las arreglaría. Se deslizo sin ser vista por toda la aldea, dando un último vistazo a los lugares que solía frecuentar con sus compañeros de equipo y con sus amigos; el último lugar al que se dirigió fue al monumento Hokage, desde donde se veía toda la aldea.
- Voy a extrañar este lugar_ dijo al aire.
- ¿Hinata-chan?
La aludida se encogió al oír esa voz; ¿Por qué tenia que tener tan mala suerte? ¿Por qué tenia que aparecer justo en ese momento la persona que menos deseaba ver? Se giro y lo encontró justo detrás de ella, entre las sombras.
- Hola Naruto-kun.
- ¿Qué haces aquí?_ pregunto este acercándose a ella.
- Doy un paseo.
- ¿Y por que llevas una mochila?
Genial; por una vez no podía salirle algo como quería.
- ¿Qué ocurre Hinata-chan?
No quería decirle, quería irse a cualquier lugar, no quería despedirse de él ¿Por qué todo era tan difícil?
- Me voy, Naruto-kun. Fui exiliada del clan y me ordenaron que abandonara la aldea.
- ¿Por qué?
- Soy demasiado débil, no cumplo con lo necesario para ser la líder del clan, ni siquiera cumplo con lo necesario para ser parte de él.
- Yo también me voy.
Hinata se quedo mirándolo ¿se iba? ¿Por qué?
- Fui exiliado, el consejo piensa que soy demasiado peligroso_ le explico al ver en sus ojos las preguntas que no había podido pronunciar.
- ¿Por qué? tu salvaste a la aldea de la invasión, evitaste que Uchiha-san se fuera.
- Si, hice todo eso. Pero deje salir el poder del Kyubi, piensan que es posible que me deje dominar por el zorro y destruya la aldea.
- Jamás harías eso, eres muy fuerte. Estoy segura que el zorro no podrá dominarte.
- Ellos no creen eso. Así que tengo que irme.
Se miraron unos segundos, ambos procesando la información que el otro había dicho y haciéndose la misma pregunta:
- ¿Por qué no me dijiste que te ibas?_ preguntaron a la vez.
Se miraron de nuevo otro par de segundos, hasta que Hinata rompió el silencio:
- No quería despedirme de ti; hubiese sido muy doloroso Naruto-kun, tu eres mi mejor amigo.
- Pensaste que lo mejor era irte sin decir nada.
Hinata asintio.
- Yo pensé lo mismo. No quería llorar ni hacerlos llorar a ti y a nuestros amigos.
- ¿Adonde iras?
- Aun no lo se, pensaba viajar un tiempo... ¿y tu?
- Pensaba buscar un lugar donde vivir y seguir adelante.
- ¿Qué te parece si viajamos juntos?
- ¿Podemos?
- Claro que si Hinata-chan. Ya no pertenecemos a la aldea, podemos hacer lo que queramos y si te parece bien tengo un plan.
- ¿Un plan?
- Si_ dijo Naruto colocándose a su lado_ un plan con el que le probaremos al consejo y a tu familia lo que somos capaces de hacer.
- Lo que somos capaces de hacer_ repitió Hinata _ ¿Cómo haremos eso?
Naruto sonrió picaramente lo que hizo que Hinata se sonrojara un poco.
- Lo primero es entrenar y hacernos mas fuertes; para eso, viajaremos un tiempo y aprenderemos técnicas de distintos lugares. Después formaremos un equipo y trabajaremos como caza recompensas.
- ¿un equipo?
- si, no tiene que ser muy grande; con dos personas mas será suficiente, lo importante es que sean poderosos y podamos confiar en ellos.
- ¿Para quién trabajaríamos?
- Para todo aquel que nos pague, podemos comenzar atrapando a los criminales del libro bingo.
- Pero esas son personas muy fuertes.
- Por eso primero debemos entrenar y fortalecernos Hinata-chan. ¿Y que dices? ¿Te unes a mi plan?
Hinata lo pensó unos minutos antes de contestar.
- Si Naruto-kun; me uno a tu plan.
- Bien_ dijo este alegre_ vamonos ya, nos espera un largo viaje.
La Hyuga asintio y juntos emprendieron el camino a la salida de la aldea. ¿Volverían alguna vez? Ninguno lo sabia, lo único de lo que estaban seguros en ese momento era que tenian un largo camino que recorrer y esperaban que en ese camino encontrasen mejores cosas de las que habian tenido hasta ahora.
