PD: Si hay algo raro con los signos de interrogación, exclamación y guiones, culpen a FanFiction, yo ya hice lo que pude para arreglarlo usando el Document Manageru.úU.
Saito Tenshi
Capítulo I: Bienvenido Al Paraíso
El niño de diez años abrió sus ojos, los cuáles eran de un color café oscuro. –Umm… ¿Eh? … ¿Dónde estoy?- Preguntó en voz alta el niño. -¿Mamá?... ¿Papá?... ¿Netto-kun?... ¡Dónde están!- Gritó desesperado el pequeño al no ver a nadie en aquel lugar tan extraño.
Parpadeó un par de veces y comenzó a mirar sus alrededores: -¿Nubes?… ¿Cielo azul?... ¿Paz?- De verdad era un lugar bastante extraño para el niño, acomodó su alborotado cabello color chocolate y dio de nuevo un vistazo a aquel lugar. -¿Acaso este es el…?-
¿Paraíso? Sí.- Terminó por él una voz femenina bastante cálida y dulce. Detrás del niño, apareció la dueña de la voz. –Bienvenido a tu nuevo hogar, Hikari Saito. Soy Ángela, y estoy aquí para guiarte.- Se presentó la mujer.
¿Huh?... ¿Ángela?- Dijo el pequeño, Saito, dándose la vuelta para ver a la mujer: tenía un largo rubio y dorado cabello hasta los pies, suelto, su piel era blanca y al parece suave, sus ojos eran de un color azul, un hermoso azul cielo, además de que su mirada era de ternura, amor, amabilidad y dulzura; dos grandes alas blancas salían de su espalda y vestía una extraña vestimenta blanca con un lazo de oro, semejante a una toga. Saito estaba asombrado de tener a tan hermosa mujer frente a sus ojos.
Mi querido Saito…- Dijo la mujer mientras se le acercaba y le alzaba levemente la cabeza a Saito tomándolo de la barbilla dulcemente con sus suaves manos. –Eras demasiado joven… ¡Lo siento tanto!- Se disculpó Ángela mientras sus ojos se ponían un poco llorosos y su mirada triste.
Saito parpadeó algo confundido. -¿De qué te disculpas? No me haz hecho nada malo.- Preguntó Saito mirando inocentemente a Ángela.
Ángela dejó escapar un par de lágrimas ante la expresión del niño. -¡Oh mi querido Saito¿Es que acaso no recuerdas?- Dijo ella hincándose un poco para estar a la altura del pequeño.
¿Recordar qué?- Dijo Saito con un tono de confusión. En eso, una serie de imágenes vinieron a su mente, pasando tan rápido como un rayo, pero al mismo tiempo tan lento como una tortuga y claras como el agua de un manantial. -¡Espera! Creo que… ¡Creo que ya recuerdo!-
Ángela guardó silencio y miró a Saito con aquellos ojos que querían llorar.
Yo estaba con Netto-kun, mi hermano menor pero mellizo, de repente¡sentí dolor en mi pecho!- Explicó Saito llevándose una mano a la altura de su corazón. –Luego, Netto comenzó a llorar desesperadamente, haciendo que mamá y papá vinieran a nuestra habitación bastante preocupados. Papá me cargó mientras mamá cargaba a Netto. Luego, me vi rodeado de unas personas vestidas en azul y blanco, lloré para que mis padres y hermano vinieran, pero las mujeres que estaban ahí mi miraron bastante preocupadas y comenzaron a moverse y darle cosas raras al señor de azul que me examinaba. Después me sentí adormilado, mi llanto cesó y me venció el sueño a pesar de que estaba un molesto ruido agudo que no paraba de sonar… Luego…- Miró a Ángela a los ojos. –Te vi a ti.-
… … …- Ángela no respondió, sólo miraba fijamente a Saito con una mirada bastante triste, estaba a punto de llorar.
¿Ángela¡Un momento!- Saito exclamó mientras sus ojos se abrían un poco por la impresión. -¡Eres la primera que puede entender lo que digo¡Sólo Netto-kun y otros amigos de nuestra edad podían entenderme! … ¿Huh?- Saito se miró a sí mismo. -¿Pero qué…!- Cuán grande fue su sorpresa al descubrir que su cuerpo no era como él recordaba. Era más alto, podía mantenerse sobre sus pies sin perder el balance; ya no era tan regordete, ahora era más delgado. No podía creerlo¡él apenas era un bebé¿Cómo pudo haber obtenido el cuerpo de un niño de esa edad? Y para darle otra sorpresa, él vestía también unas extrañas ropas blancas y de su espalda salía un par de bellas alas blancas, no más grandes que las de Ángela.
Ángela se levantó sin quitar de encima su mirada del pequeño. Sus ojos dejaron escapar otras lágrimas, pero ella sabía que para lo que venía no podría detener más su llanto. Esperaba que Saito descubriera algo que lo dejaría en shock y a ella en un mar de lágrimas.
¡Pero que esta pasando aquí!- Dijo Saito ya asustado. –Yo… Yo… recuerdo que mamá nos contó una historia sobre personas con vestimentas y alas blancas… Vivían en un lugar parecido a este… Ángeles creo que se llamaban… Y según lo que nos contó, los ángeles son personas que… Personas que… Que…- Saito no pudo terminar, miró a Ángela, temía lo peor.
Sí…- Asintió Ángela sollozando y confirmando las peores sospechas de Saito, -Mi querido Saito…- Sollozó. –Tú estas… ¡Muerto!–
N/A: Este fic lo escribí hace año y medio, originalmente en inglés. Ya está terminado, sólo falta traducirlo y pulirlo un poquito más para que los capítulos no sean tan cortos (Sí, este cap era más corto que como es ahora U). No sé si lo publique también en inglés, eso se los avisaré en futuros capítulos. ¡Espero que lo hallan disfrutado ! Les advierto que este fic se pondrá un poco sádico y violento en futuros capítulos, pero no será tanto como para mostrar escenas terribles.
Comentarios, críticas, sugerencias... ¡Cualquier tipo de review será muy bien recibido¡Hasta el próximo capítulo!
