Adventure time no me pertenece C:

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Mundos distintos.

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Fionna lo observa a distancia, lo distingue enseguida y levanta una mano, haciendo una señal de ubicación con una leve sonrisa en sus labios. Sabe que no es necesario hacerlo, él seguramente se había percatado de su presencia mucho antes de que ella lo hubiera reconocido.

Pasan los segundos y finalmente lo ve, distingue su figura completamente salida de las sombras y sus rodillas tiemblan ligeramente, debido al nerviosismo que la embarga en aquel momento. Marshall se ríe cantarinamente y se inclina hacia ella sin timidez, rozando su nariz con la de Fionna, roja por el rubor.

Fionna no es de ruborizarse por cosas sin sentido, sin valor lo suficientemente importante como para lograr que toda la sangre de su cuerpo se asiente en sus mejillas, colaborando al coloreo espontáneo que causa sus nervios y aquella sonrisilla temblante que le delinea los labios. Pero Marshall, Marshall era especial. Ese tipo era un vampiro, un jodido vampiro que en vez de alimentarse de sangre mortal, optaba por quitarle y absorber el color rojo de los objetos, de las comidas; y eso le había agrado a Fionna desde un principio, aunque se hubiese mostrado aterrorizada en un comienzo. Y también, el maldito vampiro la intimidaba. Le hacía temblar, toda ella temblaba; sus labios, sus parpados y sus piernas convulsionaban muy ligeramente al verlo y su corazón amenazaba con saltar de su pecho con cada palabra que él expresaba con sus labios. Fríos, sin vida. Porque él está muerto, y Fionna lo sabe perfectamente.

—¿Qué pasa, primor? Está muy pensativa.— Susurró a su oído con delicadeza, bajó un poco y sus colmillos rozaron la piel blanca, expuesta del cuello de Fionna..

—No es nada, Marsh.— Respondió y la recorrió un escalofrío de pies a cabeza al sentir el aliento frío de él sobre su piel.

Marshall no sonríe, sabe que no es necesario. Fionna es un punto enigmático en su vida, que en su milenaria existencia le ha dado un poco de diversión a aquellas noches que pasaba en soledad. Fionna se había prestado a acompañarle, a besarle en las penumbras y a dejarle que él le de su compañía aún cuando ella no la necesitaba. No sabía con exactitud qué tipo de relación vivían, pero estaba seguro de que no quería acabar con eso. Sin embargo, estaba al tanto de que Fiona era mortal, y que él era un inmortal condenado a vivir por toda la eternidad –aunque, a decir verdad, nunca le ha preocupado en absoluto- y que ella algún día desaparecerá de la tierra, sin más. Más de una vez había pensado en convertirla en alguien como él, en un ser inmortal de las tinieblas, pero eso significaría ser egoísta y atarla a una vida infeliz, a vagar por las lejanas tierras de Aaa por toda la eternidad.

Fionna suspiró sin explicación, llamando su atención. Marshall parpadeó varias veces seguidas y centró su mirada oscura en los ojos, de un azul vivo, de ella que le miraban expectantes.

—Vamos a mi casa, Fi.— Sisea contra sus labios, tomándola del rostro suavemente y besándola con profundidad. Al separase, Fionna asiente con vitalidad y el rubor calcado en sus mejillas. Él la toma entre sus brazos y ambos se pierden en la absoluta oscuridad de las tierras de Aaa.

Esa noche no existen responsabilidades, ni príncipes ni princesas. Sólo Marshall y Fionna, dos seres pertenecientes a mundos distintos amándose con locura.

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N/A: Simulen que Fionna es mayor, y Marshall no actúa como pedófilo, solo aclaro. Quizá haga más drabbles, pero me hen entrado ganas de armar una family con ellos :D No sé, depende el público que tenga, quizá lo haga. ¡Me entusiasma la idea!

Desde ya, gracias por leerme :3 Por los reviews, favs y demás C:

01-08-2014. Editado. Arreglé algunas palabras por ahí, y de paso agradezco los reviews que he tenido hasta ahora C:

Nos leemos!