LOS DOS LADOS DE LA MONEDA
LADO
UNO: MELLO
-¿Qué sucede, Roger?- dijo Mello de pronto.
Mello se encontraba fastidiado. Ese día Near le había vuelto a ganar en sus clases, y para colmo también fue llamado a la oficina de Roger junto con él. El constante sonido del rompecabezas lo estaba comenzando a fastidiar, y el anciano no se decidía por decirle que rayos estaba ocurriendo.
-L ha muerto- dijo Roger sin más preámbulo.
Mello se quedó helado. ¿L, muerto? ¿Cómo era aquello posible? L era el mejor detective del mundo. Muy pocas personas conocían su nombre y habían visto su rostro, y Mello estaba seguro que no había manera de que fuera descubierto. Su ídolo estaba muerto. ¿Cómo había ocurrido?
-¿Muerto?- dijo Mello- ¿cómo murió? ¿Kira lo ha asesinado?-
"Sí, eso debió ser", pensó Mello. De otra manera, no había manera de que L hubiera muerto. Era un hombre joven, después de todo. Y él mismo había visto una copia del video cuando L retó a Kira, el asesino de masas, en el cual asesinó sin más al criminal Lind L. Taylor, creyendo que se trataba del detective. Ese día comenzó la batalla de L contra Kira. ¿Podía ser posible que L hubiera perdido?
-Es posible- dijo Roger.
Mello no pudo contenerse. Sentía como si tuviera una herida profunda en su corazón. ¿L asesinado por Kira? ¿Cómo lo logró? Sabía que L era en extremo cauteloso en esconder su identidad. Ni siquiera ellos, los niños del Wammy's House, conocían su nombre o su origen. Tomó a Roger por la solapa de su camisa.
-L estaba investigando a Kira y prometió llevarlo a la cámara de ejecuciones- dijo Mello en todo desesperado- ¿quieres decir que fue asesinado en el proceso?-
-¡Mello!- exclamó Roger.
Mello sentía que su corazón estaba a punto de estallar. ¿L muerto? No quería que fuera así. Aquel hombre a quien había admirado... Le daba rabia, más rabia de la que le daba cada vez que Near lo superaba en alguna cosa. Igual que el día de la muerte de sus padres. Mihael Kheel, Mello, había perdido a su hermano mayor, a un padre, por segunda vez en su vida. Aún estaba sosteniendo con firmeza la solapa del traje de Roger cuando escuchó el ruido del constante caer de las piezas del rompecabezas de Near. Cuando se volvió, Mello se dio cuenta de que el albino había volteado su juguete, haciendo que las piezas cayeras esparcidas por todo el suelo.
-Si no puedes ganar el juego- dijo Near, dejando el molde en el suelo y comenzando a armar el rompecabezas de nueva cuenta- si no puedes resolver el rompecabezas, no eres más que un perdedor...-
Mello miró a Near, comprendiendo lo que él decía. Sintió rabia por un momento de que su compañero llamara perdedor a L, pero en el fondo tenía razón. L había muerto por no haber podido resolver el acertijo. No. Él, Mello, tenía que resolverlo y llevar a Kira a la cámara de ejecución. Pero había algo que Mello tenía que saber primero.
-Roger- Near escuchó decir a Mello de nuevo- entre Near y yo, ¿a quién escogió L?-
Aquella competencia era la más importante para Mello. Su vida giraba en torno de convertirse en el sucesor legítimo de L y, últimamente, ganarle a Near para demostrarle a todo el mundo que él era el que más merecía serlo.
La habitación quedó en silencio un rato, excepto por el sonido constante de las piezas del rompecabezas de Near, que ya habían comenzado a desesperar a Mello, sobre todo porque Roger tardaba mucho en responder.
-Dado que fue asesinado por Kira- dijo Roger- no pudo escoger...-
"L fue asesinado por Kira", pensó Mello. Su ídolo, su modelo a seguir. Pero L no pudo escoger. ¿Quién, entonces, declararía al ganador de la batalla que Mello llevaba tantos años peleando contra Near por el puesto de L? ¿Qué es lo que haría Roger al respecto? ¿Decidir él, aún arriesgándose a que sea en contra de los deseos de L? No, fuera quien fuera, si es que Mello era declarado ganador, la victoria no sería igual. No se la otorgaría L. Aún así, era importante, pues para atrapar a Kira y vengar a L, Mello necesitaba los recursos y la influencia de L.
-Mello, Near- continuó Roger- ¿qué les parecería... trabajar juntos?-
Mello se quedó helado y chistó por la pura mención. ¿Trabajar junto con Near? ¿En qué estaba pensando Roger? Parecía que, después de todo, la edad ya estaba comenzando a pesarle.
-Sí, estoy de acuerdo- dijo Near casi de inmediato, aunque sin apartar su vista del rompecabezas ni suspender su actividad.
Mello no respondió. No podía. Sentía su garganta trabada por la sorpresa y la rabia. ¿Cómo podía ser esa la decisión de Roger? Si se suponía que uno de los dos, uno solo, ganaría el nombre y la influencia de L, no los dos, jamás los dos. Sea de quien fuere la victoria, para Mello ya tenía un sabor amargo. ¿Compartirlo con Near? Eso estaba fuera de discusión. Y después de todo su esfuerzo, Mello no lo iba a permitir.
-Eso no va a ser posible, Roger- dijo Mello- sabes que yo no me llevo bien con Near. Siempre he sido un segundón, no importa que tanto me esfuerce-
Roger no respondió, y Mello comenzó a desesperar. Roger ya lo sabía y no había dicho nada. ¿Acaso L había escogido a Near y Roger no quería decirlo? No lo creía así. Si fuera ese el caso, Roger solo hubiera mandado llamar al albino.
Pero, ¿de qué servía convertirse en sucesor de L junto con Near? Había perdido de todos modos, y de nuevo se convertiría en un segundón, al lado de Near. Y Mello no podía permitir eso. No, eso jamás. Antes renunciar y atrapar a Kira por su parte, sin ayuda de nadie, y al final, mostrárselo a Near, a Roger, al mundo.
-Está bien, Roger- dijo Mello- Near será el heredero de L. Near es muy diferente que yo, resuelve el rompecabezas sin mostrar emoción...-
Mello siempre pensó que había algo malo en Near. Nunca demostraba emoción alguna, y eso a veces lo hacía rabiar. Ahora Mello había renunciado a la sucesión de L, y solo le quedaba una cosa por hacer.
-Me largo- continuó Mello- también de esta institución-
-¡Mello!- exclamó Roger.
Pobre Roger, pero aquello era necesario. Mello se dio la vuelta y se dirigió a la puerta, su rostro como roca. Pasó al lado de Near, quien miraba su rompecabezas recién terminado de armar, sin expresión en su rostro tampoco.
-Dentro de nada cumpliré los quince años- dijo Mello, dirigiéndose a la puerta- seguiré adelante a mi estilo... a mi propio estilo-
Y Mello cerró la puerta. Aquellas últimas palabras fueron un reto y una advertencia hacia Near. Él llegaría primero a Kira y lo arrestaría.
Aquella noche, Mello juntó todas sus pertenencias, las echó al hombro y salió del orfanato Wammy's House, que había sido su hogar por muchos años. Al volverse unos segundos, notó que había un par de ojos grises mirándolo alejarse desde una de las ventanas del edificio. Mello le dio la espalda y se alejó del orfanato, internándose en la oscuridad y perdiéndose de vista.
¿Quién llegaría primero a la meta? ¿El emocional Mello o el reflexivo Near? Esto es una carrera...
-Mello- dijo una voz detrás del rubio- ¿estás seguro de que esta es la mejor manera?-
-Es la única manera, Matt- dijo Mello sin detenerse- vámonos-
Mientras Mello se alejaba con Matt del Wammy's House, no pudo evitar que un par de lágrimas corrieran por sus mejillas al recordar a L.
-Kira, tu batalla contra L aún no terminará, mientras yo siga con vida- dijo Mello para sí mismo- porque después de todo, la justicia prevalecerá...-
FIN DEL LADO UNO
