Situación: Secuela "Una historia diferente". 20 años después de que Vegeta y los demás vencieran a Freezer, el príncipe y Bulma se casaron, después de pasar por muchos problemas y tuvieron a sus dos hijos: Trunks y Bra. Por otra parte, Ann, la hermana de Vegeta, está divorciada de Sergio, con quien tuvo 4 hijos: Beck, Sergio Jr, y dos gemelos, Vegeta Jr. Y Kaissa. En este breve fic (sólo serán dos capítulos), Bra, de 16 años, y Vegeta Jr., de 17, son novios, aunque Vegeta no está conforme con la relación de su hija y sobrino no le queda otro remedio que aceptarlo, ya que su mujer y su hermana lo tuvieron que convencer a la manera de cada una, Bra está harta de ver cómo su novio puede entrenar con total libertad y sin restricciones, mientras que ella, aunque sea una de las mejores alumnas del instituto, tiene que estudiar, entonces toma una decisión que se lo comenta a su tía y luego a su madre.

Capítulo 1. Quiero entrenar

Bra estaba en su casa haciendo los deberes cuando oyó que alguien llamaba a la puerta.

- Adelante – dijo ella al visitante

- Hola Bra, ¿cómo lo llevas? – dijo Vegeta Jr. Había ido a la mansión de sus tíos a ver a su novia ya que todo el fin de semana estuvo entrenando con su madre y no pudieron verse.

- Bien, estoy a punto de terminar – Bra se acerca a él y le da un leve beso en los labios.

- Pues apúrate porque el concierto empieza en media hora

- Ahora termino.

Vegeta Jr. se echa en cama de su novia a leer un libro mientras la espera, cuando Bra termina se da cuenta de que él tiene una herida bastante grande en su brazo izquierdo.

- Cariño, ¿qué te ha pasado? ¿estás bien?

- Ah, esto, no es nada me la hice hoy en gimnasia, como no descanse de mi entrenamiento el fin de semana se me debilitó el brazo y me hice esta herida.

- Tu madre es igual que mi padre para los entrenamientos

- No es para tanto, ya estoy acostumbrado

- Me gustaría a mí también entrenar

- Ya sabes volar y controlar el ki

- Pero eso no es suficiente, tengo que saber defenderme yo sola, sin depender de nadie y lo sabes.

- No te enfades, ¿por qué no se lo dices a tu padre?

- Siempre que le sacó el tema, me sale con evasivas y se niega

- Ya verás cómo cambia de opinión, ¿nos vamos?

- Sí, me cambio de ropa y ya

- Ok

Cuando salieron de la habitación, bajaron por las escaleras y para poder salir tenían que atravesar un largo camino que, para mala suerte de la pareja, tenían que pasar por la cocina y en ese momento Vegeta y Bulma estaban allí comiendo un postre que había preparado ella el día anterior.

- ¿Te gusta el postre o no? – pregunta Bulma

- Hmp… no está mal, algo tenías que heredar de tu madre, ¿no? – respondió Vegeta con gracia para picar a su mujer

- ¿Quieres dormir en el sofá esta noche cariño?

- No, no tengo intención de hacer eso – dijo él con voz un poco preocupada ya que no quería dormir sin Bulma

- Entonces… ¿qué tienes que decir? – preguntó la científica con intención de que él dijera lo que casi nunca dice

- Está bien… está buenísimo y te amo, ¿contenta? – dijo fastidiado teniendo que ceder al chantaje de su mujer

- Gracias mi amor – en ese momento el fino oído de su marido escuchó voces y pasos.

- ¿A dónde vais los dos? – preguntó el príncipe

- Hola tíos, nos vamos al concierto – contestó Vegeta Jr. Vegeta acababa de recordar que dio permiso a su hija para ir al concierto con su novio, entonces se dio cuenta de la vestimenta que llevaba su hija

- ¿Te parece apropiado llevar esa ropa? – preguntó el patriarca medio molesto

- Papá llevo unos vaqueros y una camisa con un poco de escote, no es para tanto, además voy con mi novio, no sola. Chao papá, chao mamá

- Divertíos – dijo Bulma feliz de ver a su hija disfrutar de su adolescencia

- Hmp… a las doce en casa – gritó el padre, pero Bra no le escuchó aunque ya sabía a qué hora tenía que estar en casa.

- Déjala que se divierta, está en buenas manos

- Ya… - Vegeta adoraba a su sobrino, de hecho, era su sobrino favorito pero cuando se enteró de su relación con su hija estaba un poco frío con él aunque intentaba mantener la normalidad, en el fondo, no podía.

Bra y Vegeta Jr. estaban en el concierto disfrutando de la música y bailando, el chico era cumplidor en cuanto a los horarios que su tío le ponía a su novia y viceversa, su madre tampoco se quedaba muy atrás debía también estar a las doce en casa por orden de ella.

Cuando terminó el concierto, Vegeta Jr. llevó primero a Bra a casa, siempre la dejaba 10 o 15 minutos antes de la hora marcada por su tío.

- Lo he pasado muy bien, mi amor – dijo Bra

- Yo también cielo, ve a casa sino el tío es capaz de darme una paliza

- Vale, mañana te llamo – Bra se acercó a su novio a darle un beso tierno y romántico en los labios

- Hasta mañana – y Vegeta Jr. se fue.

Bra entró en su casa y vio que estaba todo muy tranquilo, su hermano estaba en un viaje de negocios y aun tardaría en volver y sus padres debían estar en su dormitorio durmiendo o algo mejor. De hecho, el cuarto de sus padres estaba en el mismo que el de ella y Trunks, solo que bastante alejados, cuando subió, oyó a sus padres y enseguida supo lo que estaban haciendo y decidió irse a su cuarto sin ser oída o eso creía.

Vegeta estaba con Bulma en el dormitorio dándose amor mutuo, de repente, notó el ki de su hija, había llegado a casa y a la hora acordada.

- ¿Qué pasa Vegeta? – dijo Bulma intentando coger aire

- Nuestra hija… ya está en casa

- Bien, ahora que ya está, continuemos mi príncipe

- Ahora mismo mujer – y siguieron en la misma tónica toda la noche.

Al día siguiente, Bra se despertó muy temprano y fue la primera en despertarse, aunque fuera sábado, se había dado cuenta de que sus padres no se habían levantado y el desayuno no estaba hecho.

- Normal que no estén despiertos después de la juerga que se metieron anoche – A Bra no le molestaba el tema de las relaciones íntimas, tenía 16 años y ya sabía de esas cosas, aunque aún no había hecho nada con su novio, su padre y su tía les dijeron a ambos que cuando cumplieran los 18 podrían hacer lo que quisieran, antes no. – desayunaré e iré a ver a Vegeta y a Kaissa, hace tiempo que no la veo.

Kaissa era la hermana de Vegeta Jr. era pequeña que él por 10 minutos, al principio, las dos primas se llevaban muy bien pero desde que se enteró de la relación que tenía con su hermano, no le hablaba y Bra no sabía el motivo.

Bra desayunó, lavó los platos, ya que ella no quería poner los robots porque si no los podría estropear y ya le pasó alguna vez y se fue a casa de su tía, para que sus padres estuvieran tranquilos les dejó una nota en la cocina.

Tardó bastante en llegar a casa de su tía, ella y sus hijos vivían en la mansión que había comprado con tío Sergio, cuando se divorciaron Ann se quedó con la casa, hacía mucho que no sabía nada de su tío, no era muy amigo de estar con sus sobrinos y menos con sus hijos. Al llegar tocó la puerta de la casa de su tía.

- Buenos días, soy Bra

- Buenos días Srta. Bra, pase por favor – dijo una de las sirvientas

- Gracias – dijo, educadamente, Bra

- El señorito bajará enseguida, espere en el salón por favor

- Muy bien – Bra fue al salón a esperar a su novio, era un salón muy grande y bastante lujoso, a lo lejos había un pequeño despacho y se fijó que su tía estaba allí trabajando y fue a saludarla

- Hola tía, buenos días

- Buenos días Bra, ¿has venido a ver a Junior (a partir de ahora llamaré a Vegeta Jr. así para no liarme)?

- Sí, hemos quedado para pasar el día juntos

- Me alegro, pero veo que no tienes buena cara, ¿qué te pasa?

- No me pasa nada estoy bien

- Bra, te conozco, eres igual que tu madre, sois expresivas en la cara y se os nota cuando os pasa algo, cuéntamelo anda

- Verás es que sigo dándole vueltas al tema de entrenar pero ya sabes que papá no quiere

- Lo sé, a veces cuando estoy con él, trato de convencerlo pero no hay manera

- Pero, ¿por qué no quiere que entrene?, es decir, soy una saiyan

- Cierto cariño, pero no quiere entrenarte porque dice que para protegerte estamos todos por eso no quiere.

- No me vale de excusa

- Lo sé

- Por eso, he pensado en una cosa

- ¿en qué?

- Tía, ¿puedes entrenarme tú por favor?

- ¿Qué? ¿Quieres que yo te entrene?

- Sí, tía, es perfecto, papá no tiene que enterarse, por favor, por favor – suplicaba Bra un poco desesperada.

- Bueno… yo…

Continuara…

Holaaa, se me ocurrió este fic de repente, ¿qué creéis que pasará? Espero que os guste.