Hija del amor

Se sintió impotente cuando Clarisse se rehusó a ir al campo de batalla para ayudar a sus amigos.

Y se sintió aún peor cuando se dio cuenta que todo lo que estaba pasando en ese preciso momento, era su culpa. Por su culpa todos morían, por su culpa no habían derrotado a Cronos. Por su culpa… por su culpa…

Charlie…

Cerró los ojos con fuerza intentando retener con todas sus fuerzas la lagrimas, más le fue imposible poder hacerlo. Si no fuera por ella, Charlie viviría, si tan solo no hubiera hecho caso a Luke, si tan solo no hubiera creído en sus palabras.

Si tan solo…

No.

Ya no podía seguir pensando en el pasado, tenía que seguir, tenía que ser fuerte y enfrentar lo que las Moiras le pusieron en el camino, tenía que hacer lo correcto por primera vez en su corta vida.

¿Pero qué?

Corrió a la cabaña de Hefesto y fue a la "habitación" que había sido de él, se recostó en su cama hundiendo su rostro en la almohada que aún tenía impregnado su olor.

Se relajó y se puso a pensar con claridad, miró su mano izquierda donde una fina banda de oro con un pequeño diamante brillaba adornando su dedo anular.

"Es una promesa" dijo él besando con suma delicadeza su mano.

"Una promesa de amor eterno" respondió ella con lagrimas de alegría rodando por sus mejillas.

Eso pasó la noche anterior a la misión de la cual él jamás regresó, qué cruel es el destino que los separó tan pronto.

Se acuerda de cómo besó gentilmente sus labios y jura que aún puede sentir el sabor de sus besos y la calidez de sus labios contra los de ella.

Aún siente el vacío.

Aún siente la ausencia del ser amado.

Pero, hay momento en los cuales jura que lo siente junto a ella, que la acompaña, que le susurra las palabras de amor que desde niña siempre soñó que su príncipe azul le dijera con infinita ternura; jura que siente su fantasma, el recordatorio de un amor joven que duró poco.

El amor… no hay cosa más maravillosa ni terrible que el amor, siendo hija de Afrodita, para ella y sus hermanos, es amor es su fortaleza y su más grande debilidad.

Ha pensado en quitarse la vida.

Pero a él no le gustaría ello, a él le gustaría que continuara, que no se rindiera, que sea fuerte, él querría que lograra llevar a la cabaña de Ares a la batalla, él querría que convenciera a Clarisse de ir a ayudar, le gustaría que no se rindiera, y que lo intentara, aunque sea engañándolos.

Una trampa…

Se levantó de golpe, con la idea en mente y, aunque le daba mucho miedo, era lo correcto, y lo haría sin importar que pasara, total, no tenía nada que perder.

Caminó hasta la puerta y frenó en seco para girar y mirar la cama.

"Haré lo que es debido" dijo como si estuviese hablando con él "estaremos juntos, como debió ser desde el principio" soltó un suspiro y limpió una lágrima que caída por su mejilla "No es que quiera que me pase algo, pero... creo que sabes que ya es mi hora, y tengo miedo, mucho miedo, pero estaré contigo y ayudaré a los demás, creo que eso es lo más importante, nos vemos Charlie" se apresuró a salir de la cabaña y aprovechó el momento.

Más tarde, se hallaba agonizando en los brazos de Clarisse mientras era rodeada por todos los demás que se encontraban allí. Cerró los ojos sintiendo como el frío calmaba su dolor, la voz de Clarisse era un eco lejano, se sentía liviana, en paz, por última vez abrió los ojos, y cuando lo hizo…

"Charlie… veo a Charlie…"