Dısçlaıмєя Applıєd
Dos ojos se van, se van de viaje.
No tienen conciencia de lo que vendrá.
No saben de amor, ni de libertad.
No tuvieron tiempo y el tiempo se va.
Últimamente Connor siente que debería dejar de sentir, porque las emociones negativas le están jodiendo la paciencia y sin esa virtud (de la que poco tiene) únicamente le queda una frialdad peligrosa. Sin embargo, tiene la suerte de que sea debido a la congoja más que a la ira y tiene la mala suerte también de que así sea.
Con el paso de los años se le ha ido agotando el mal carácter (se le han ido agotado las opciones y las ganas de actuar además) y en cambio su ceño fruncido ya no es de impasible seriedad sino, más bien, está adornando de otra manera aquella penuria interna que desde hace década y media que no lo deja respirar sin rezongar al cuestionarse qué será de los demás. (Qué será del mundo en general.) Está al tanto, de todos modos, pero es diferente saberlo por palabras ajenas a verlo con sus propios ojos.
Él le dice, primero fulminándola después alzando un poco la voz, que no quiere esa información banal, pero ella igual se la da y es inútil contradecirla o alejarse de la fogata, cuando la hay, porque igual le seguirá, hasta si es rama por rama, buscando contarle así tenga que seguirlo de espaldas.
Bien puede decirle o gritarle hasta renegar con el mismo tema, pero no funciona cuando se trata de ella.
(Es muy persistente o muy descuidada.)
Así que es notable que cuando percibe su presencia a sus espaldas (ella caminando hacia él en la nieve pidiendo permiso preguntando primero su nombre) no siente un déjà vu debido a que no es la segunda vez, después de tanto tiempo, en que ella se acerca del mismo modo en que lo hizo la primera vez; de hecho, no mantiene la cuenta pero asegura que va siendo alrededor de la vigesimoctava ocasión en que Aveline se toma el atrevimiento de interrumpir su soledad de esa manera: dispuesta a contarle otra noticia sobre la nueva misión en la que se embarca.
Hasta hace dos años, la presencia de Aveline de Grandpé no era ni la de una piedra en el zapato ni la de una necesidad vital. Ahora es un poco de ambas y aún así, en ese instante, considera que es más una piedra en el zapato que una necesidad vital.
*Letra del tema Dos ojos de Teen Angels.
Pareja triste. Personaje triste, mejor dicho. Triste porque Connor se merecía un final happy ever after y no acabar con... ¡Con esa tipa abandonadora y separadora de hijos mini-posibles-Asesinos!
Ya, es raro en mí desahogarme así pero, shuuu, estoy segura de que todas las Connor fangirls quedamos con la boca abierta por eso. O sea, soy Connorline pero no jodió que no lo hicieran canon. Me jodió lo de Connor, ¡pobre bebé! (:'()
En fin, siempre me muevo por lugares medio muertos. Si hay algún zombie connorline por ahí, ¡nos leemos!
